Título: Wonderful day
Autora: Riz Aino
Parejas: NyangBin (Kim YongGuk (Jin LongGuo) + Kwon
HyunBin) (JBJ)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 842 palabras
Resumen: cada día que pasan juntos, es un día
maravilloso para HyunBin.
Notas: drabble escrito para Alice que ganó uno de mis juegos de
twitter.
Comentario de autora: la verdad es que esta es una de mis
parejas favoritas de JBJ porque son tan diferentes y tan iguales a la vez que
me encantan (y además hay un gato tsundere, eso le da muchos puntos). Espero
que os guste.
Wonderful
day
HyunBin
miró el reloj de su muñeca una vez más, dándose cuenta de que ya había pasado
diez minutos allí sentado, esperando, esperándolo. El chico sacudió su cabeza
un par de veces y después suspiró, tratando de sacar el enfado de su cuerpo y
preparándose mentalmente para esperar unos minutos más antes de mandarle un
mensaje a YongGuk. La realidad era que ya estaba acostumbrado a que su novio
llegara tarde la mitad de las veces que quedaban, en algunas ocasiones porque se
quedaba dormido y en otras porque se le olvidaba, demasiado ocupado jugando con
Tolbi y Rcy o tratando de hacer que sus oponentes mordieran el polvo en el
Overwatch, por ese motivo, HyunBin solía darle un margen amplio antes de
comenzar a llamarlo para recordarle sus citas.
Cualquier
otra persona se habría cansado muy fácilmente de una persona como YongGuk, que
no solo llegaba tarde la mitad de las veces a sus citas, sino que también era
un poco arisco. Había veces incluso en las que HyunBin pensaba que estaba
saliendo con una especie de humano con personalidad de gato. Pero la realidad
era que le daba bastante igual todo aquello, porque el chico estaba enamorado
hasta las trancas de YongGuk y sabía que, en el fondo, aunque no se lo dijera
demasiado a menudo, el mayor también estaba enamorado de él.
Por
ese motivo, cada día que pasaba junto a YongGuk, HyunBin sentía que era el día
más maravilloso de su vida. Aunque estuviera lloviendo y se empaparan, aunque
todo lo que hicieran les saliera mal, aunque se pelearan… cada día que pasaban
juntos era totalmente especial. Desde el primer día había sido así y hasta el
último día HyunBin tenía la certeza de que iba a ser de aquella forma.
HyunBin
miró de nuevo el reloj de su muñeca y decidió que ya era el momento de dejarle
un mensaje a YongGuk para recordarle la existencia de aquella cita; sin
embargo, cuando echó mano a su teléfono, se dio cuenta de que tenía un mensaje
de su novio, diciéndole que ya había salido de casa y que llegaría lo más
pronto posible al lugar en el que habían quedado. HyunBin no pudo evitar
esbozar una sonrisa porque desde hacía días YongGuk se estaba esforzando un
poco más en su relación y eso era algo que el corazón de HyunBin casi no podía
soportar, acostumbrado mucho más a la indiferencia general y a momentos
esporádicos en los que YongGuk se sentía especialmente predispuesto a recibir y
dar amor.
Pero
aunque aquello era nuevo para HyunBin, también era igual de maravilloso que el
resto de cosas de su relación con el chico.
Solo unos minutos después de ver el mensaje, HyunBin distinguió
la figura de YongGuk entre la multitud que poblaba las calles de Myeongdong y
se levantó para que el otro pudiera verlo perfectamente, utilizando su altura
como reclamo. El chico no tardó en verlo y dedicarle una pequeña sonrisa que
hizo que el corazón de HyunBin se saltara un latido antes de comenzar a latir
mucho más rápido y fuerte que de costumbre dentro de su pecho. Sin embargo,
aquel latido irregular no fue absolutamente nada comparado con el martilleo
incesante y casi doloroso que provocó que YongGuk se lanzara a sus brazos en
cuanto llegó hasta él, en un gesto que prácticamente nunca había comenzado.
—Lo
siento —murmuró YongGuk desde su pecho, probablemente muy consciente del latido
de su corazón, del que también debían ser conscientes el resto de viandantes—.
He tratado de no llegar tarde, pero me ha sido imposible.
—No
pasa nada, ya lo sabes —murmuró HyunBin, sintiendo el constante zumbar de su
corazón en su cerebro, que no le dejaba pensar correctamente.
—Aun
así, lo siento. Siento haberte hecho esperar.
Y
justo después de decir aquellas palabras, YongGuk llevó una de sus manos hasta
la nuca de HyunBin para tirar de él hacia abajo y besar sus labios durante unos
momentos, dejando al menor completamente descolocado, pero totalmente feliz porque
aquel día junto a YongGuk había empezado de una forma especialmente maravillosa
y estaba completamente seguro de que los demás eventos serían igual de
maravillosos. HyunBin ni siquiera se cuestionó por qué YongGuk se comportó de
forma tan diferente con él, siendo mucho más atento y cariñoso que de costumbre
—más tarde se enteró que el resto de sus amigos le habían hecho una
intervención para que le demostrara más amor a HyunBin—.
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