jueves, 13 de diciembre de 2012

Simplemente Tú


Simplemente Tú

   Lee Jinki es una de esas personas que siempre muestran una sonrisa al mundo, una de esas personas que enfrentan los problemas con ánimo y siempre está para apoyar al resto. Tan poco egoísta, tan generoso, tan amable con todos, tan poco preocupado por sí mismo, tan Onew…

   Eso era lo que pensaba yo cuando lo veía en los programas de la televisión y cuando lo conocí, mi percepción de él, no cambió para nada…

   Nevaba y hacía mucho frío, ya estábamos en Diciembre. Yo paseaba por las calles de Seúl, bueno, realmente no paseaba, buscaba algún lugar que conociera para poder orientarme y encontrar mi apartamento. Tenía muy mal sentido de la orientación, aunque supiera exactamente cómo llegar a un sitio, acababa perdiéndome un par de veces antes de llegar. Ya he asumido que soy así, y es algo con lo que hay que vivir.

   Giré en una esquina y me choqué contra alguien. Del impulso del encontronazo y debido al suelo resbaladizo, ambos caímos al suelo de culo. Se me había olvidado comentarlo, además de un pésimo sentido de la orientación, era una patosa sin remedio. Mi cuerpo siempre lleno de moratones y cortes, así lo revelaba.

   Me intenté levantar, y cuando lo hice, un dolor punzante en el trasero fue lo único que pude notar durante un buen rato. Frente a mí, la persona con la que me había chocado volvía a caer al suelo tras un intento fallido de levantarse de allí. Alguien todavía más patoso que yo. Sonreí casi imperceptiblemente.

   Me acerqué y le tendí la mano para ayudar a que se levantara. La agarró, y con mi ayuda, pudo levantarse. El pelo le caía sobre la cara y la tapaba casi por completo, pero por su complexión física, podría jurar que era un chico, aunque en Seúl había aprendido que no todo es lo que aparenta ser cuando conocí a lo que yo creía una chica, pero en realidad era un chico.

   -Lo siento- susurró, y su voz me sonó realmente familiar- no estaba atento, no… miraba por dónde iba…
   -No, es mi culpa- dije yo- no me di cuenta, estaba en otras cosas, lo siento- y me incliné un poco, haciendo una reverencia, él se inclinó también y la mala suerte jugó de nuestra parte al hacer que nuestras chocaron. Ambos llevamos nuestras manos a las cabezas e hicimos una mueca de dolor.
   -Lo siento- volvimos a decir, esta vez a la vez.
   -“Onew Condition”- pensé- soy muy torpe, perdóname.
   -No te preocupes, yo también soy así- dijo.

   Su voz me sonaba, me sonaba muchísimo, pero en ese momento no podía distinguir el por qué. También se me había olvidado comentarlo, tengo menos memoria que un pez, por eso a veces mis amigas me llaman Doris. (N.A.: Doris es el nombre del pez que sale en Buscando a Nemo, que es muy desmemoriado ^^)

   -Me alegro de conocer a alguien como yo- comenté- me sentía muy sola siendo la única torpe en el mundo conocido.
   -Sí, la torpeza es algo muy solitario- él sonrió, tenía una sonrisa muy bonita.
   -Mi nombre es Marina- me presente, quería poder conocer a una persona tan parecida a mí.
   -JinKi- contestó.
   -Encantada de conocerte, JinKi- sonreí y titubeé ante lo que pensaba decir después, me daba vergüenza preguntar algo así, pero tenía que hacerlo- mmm… esto… ¿sabrías decirme exactamente dónde estoy?- él me sonrió ampliamente.
   -Si te digo que yo también estoy perdido...

   Miramos a nuestro alrededor para buscar a alguna persona que nos indicara, pero no había nadie en la calle, y no era de extrañar, hacía un frío de mil demonios.

   -Mierda- me quejé- mmm… y… ¿te gustaría tomar algo calentito en la cafetería de la esquina para entrar en calor y allí preguntar?- le propuse, si seguíamos allí fuera, mis manos iban a acabar siendo cubitos de hielo.
   -Sí, por favor.

   Cruzamos la calle lentamente intentando no resbalarnos con el hielo y entramos a la cafetería, un StarBucks. Yo me pedí un chocolate (no me gusta el café) y una magdalena que tenía muy buena pinta. JinKi se pidió un café y un bollo de chocolate relleno de crema.

   Comenzamos a hablar de temas variados. Era un chico muy interesante, y, además, teníamos bastantes cosas en común.

   Sólo había una cosa que realmente me molestaba de él, ese flequillo que le tapaba la mitad del rostro y que no me dejaba ver sus ojos. Había también, algo a lo que llevaba dándole vueltas bastante rato. Su voz me era muy familiar, muy, muy, muy familiar. Su nombre, su cabello, su torpeza, todo me recordaba a algo, a alguien que conocía, pero mi despiste era mayor y no lo ubicaba.

   De repente, mi teléfono comenzó a sonar. The Name I Loved me indicaba que era una de mis amigas quien llamaba. Fue en ese momento cuando encajó todo en mi mente. ONEW. La persona que tenía frente a mí era Onew. Al conocer este hecho, me quedé paralizada con el dedo preparado para deslizar por la pantalla y descolgar.

   La canción seguía sonando, pero yo sólo lo miraba fijamente, y, por primera vez, él se apartó el flequillo, confirmando de una vez por todas, todas mis sospechas.

   -Por favor, no armes un escándalo- susurró- haré lo que sea.

   En ese momento reaccioné, negué con la cabeza y descolgué la llamada.

   -¡MARINA!- me gritó la voz de mi amiga SooHee- ¿Dónde estás? ¿Por qué no me cogías el teléfono?
   -Lo siento, lo siento- susurré- no podía sacar el móvil del bolsillo, ya sabes lo apretados que me están los pantalones que llevo hoy puestos- mentí e intenté reír para no preocuparla.
   -¿Dónde estás?- no sabía qué contestar a eso- perdida, ¿verdad?- adivinó ante mi silencio.
   -Un poco- reconocí mirando a la persona que había llamado mi atención desde la primera vez que lo vi, en su debut- pero no te preocupes, pillaré un taxi y pronto estaré en casa.
   -Eso espero- murmuró ella- sino, llama- y colgó.
   -No quiero armar un escándalo- dije una vez guardé mi móvil- si te digo la verdad, no me habría dado cuenta si mi móvil no hubiera sonado- me levanté- no necesito que hagas nada para callarme, ni siquiera te pediré una foto o un autógrafo, será como si nunca hubiera conocido a Onew…- titubeé un poco antes de seguir-  pero me gustaría poder seguir conociendo a JinKi, el chico amable y torpe con el que he pasado la tarde…

   Podía parecer algo raro, pero realmente, aparte del shock por descubrir su identidad, había encontrado a una persona agradable y maravillosa, y quería seguir viendo a esa persona, incluso antes de saber que era él, quería pedirle que mantuviéramos el contacto.

   -Me parece bien- se volvió a echar el flequillo a la cara- Lee JinKi, sólo soy Lee JinKi, y también me gustaría conocerte…

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