viernes, 15 de febrero de 2013

Cara o Cruz


Cara o Cruz


   -Si sale cara- dijo MinHo mostrándome la cara de la moneda- deberás gastarle una broma de las gordas a KiBum- asentí. Me gustaba esa idea, aunque luego me llevara una paliza de la diva- pero si sale cruz- me enseñó el reverso y sus ojos brillaron de una manera que no me gustó nada- tendrás que acostarte con JinKi.
   -¿Qué? ¿Cómo?- pregunté sin poderme creer lo que estaba escuchando.
   -Lo que oyes hyung, no pienso volver a repetirlo- contestó cruzándose de brazos.
   -¿Y no podemos cambiar la opción de la cruz?- dije esperanzado, pero él negó con la cabeza mientras esbozaba una sonrisa maliciosa de las que normalmente se veían en KiBum- esto es una venganza porque me pasé contigo el otro día en Twitter, ¿no?- él asintió.
   -Me vas a pagar caro el haberte reído de mí- contestó, y lanzó la moneda al aire.

   Vi la moneda girar a cámara lenta, como si estuviera en una película. Giraba y giraba en el aire, hasta que cayó en la mano de MinHo, pero rebotó y él no pudo atraparla, por lo que cayó al suelo y salió rodando, metiéndose debajo del sofá de la sala. Mi corazón comenzó a latir rápidamente mientras veía a MinHo retirar el sofá y hacerme una señal para que me acercara. A paso lento llegué hasta allí y vi lo que la suerte me había deparado. Iba a morir hiciera una u otra, pero haciendo lo que la cruz me indicaba, moriría de una forma no muy agradable.

~.~.~

   Había pasado una semana desde que la moneda había girado y yo todavía no sabía cómo acercarme a él. Le intenté pedir consejo al instigador de todo esto, pero mi dongsaeng malicioso no me hizo ni puto caso. Quise hablar con KiBum, el cerebro del grupo, pero si se lo contaba, todo se iría al garete. ¿Ir con el maknae? ¿Acaso me quedaba otra opción? Con lo inocente que era ni siquiera se daría cuenta de mis intenciones, era mi única opción.

   -TaeMin, bonito, ven aquí- lo traté como si estuviera llamando a un perro, pero él no se dio cuenta, estaba muy ocupado jugando al Pro con MinHo. Suspiré y me acerqué a él- Tae… ¿puedo hablar contigo un momento?
   -Sí, habla, hyung- me contestó sin dejar de mirar la pantalla de la tele.
   -¿Prestándome atención a mí y no a la pantalla a ser posible?
   -Te escucho, te escucho- bufé y le agarré la cara para que me mirara, haciendo que perdiera el control del mando y MinHo marcara un gol- jo… hyung… por tu culpa he perdido- hizo un puchero, pero no me dejé llevar por su cara bonita y me puse serio.
   -Tengo que hablar contigo, es una cosa seria, así que te necesito completamente atento a mí- él asintió poniéndose serio- ahora, ven conmigo- lo cogí de la mano y lo levanté del sofá.
   -Pero… ¿y el partido?- preguntó mirando a MinHo.
   -Tranquilo, te busco sustituto- dijo el otro encogiéndose de hombros.
   -Ok, pero luego hacemos un partido entero tú y yo- contestó el maknae y MinHo asintió.

   En ese momento, tiré de TaeMin fuera de aquella sala y lo llevé hasta la habitación que compartía con ojos de sapo que acabábamos de dejar. No podía arriesgarme a mantener esa conversación en mi cuarto y que KiBum la escuchara por casualidad.

   -Tú dirás, hyung- comentó.
   -Pues… mira… tú eres el que más conoce a Onew de todos nosotros- empecé y él asintió- pues… yo… me gustaría pasar… más tiempo con él… y no sé cómo…- fue lo que dije, tenía que disimular la verdadera razón.
   -Ya sabes que hyung es muy abierto, puedes acercarte a él cuando quieras, que él no rechazará tu compañía- contestó.
   -Sí… ya… pero… me gustaría irme acercando… y que no se notara mucho… y… ya sabes…- no sabía que decirle, esperaba que mi cabeza baja, mi mirada tímida y mi mano revolviendo mi cabello lo convencieran de que me dijera cómo acercarme, pero no me esperé lo siguiente que salió de sus labios.
   -¿Te gusta Onew hyung?- me quedé de piedra al escucharlo decir eso y no pude contestar, pero él siguió hablando- por lo que parece, aun no estás muy seguro…- comentó- claro… tanto tiempo saliendo con chicas que… bueno… eso de que te guste un hombre se te hace raro, ¿me equivoco, hyung?- preguntó y yo lo miré confuso- por eso quieres estar más tiempo con él… para darte cuenta de qué es lo que sientes- se estaba sacando conclusiones raras, pero por lo menos parecía que me iba a guiar un poco… un momento… ¿el maknae me estaba guiando en temas amorosos? Debía estar loco- lo mejor que puedes hacer es dormir con él.
   -Un momento, Tae… ¿me estás diciendo que me acueste con él?- me hice el sorprendido-
   -No, hyung, ¿por qué piensas eso?- dijo poniéndose colorado- lo que yo decía era dormir de dormir, nada de… de… sexo- la última palabra la dijo casi en un susurro.
   -¿Y cómo voy a hacer eso?- pregunté- yo duermo en mi habitación con KiBum… y él duerme en la suya propia.
   -Tengo una idea.

   Nota mental: nunca hacerle caso a las ideas que tenga TaeMin.

~.~.~

   Y allí estaba yo, con algunas de mis cosas en la habitación de mi hyung, porque la maravillosa idea de TaeMin, fue romperme mi cama y cómo la única lo suficientemente grande como para caber dos personas sin estar demasiado achuchadas era la suya, pues, problema resuelto. De verdad, a ese niño había que mirarle si tenía bien la cabeza, y de paso mirármela a mí, porque no era normal que yo le hiciera caso.

   -Esto… hyung…- murmuré mientras él se metía en su cama tranquilamente.
   -¿Qué pasa Jong?- preguntó.
   -Gracias por dejarme que me quede aquí- le dije y él sonrió amablemente, como siempre.
   -No es nada.

   Me metí en la cama de mi hyung, tras quitarme la camiseta para dormir. Me tumbé y me tapé, luego me hice bolita en una esquina de la cama y cerré mis ojos para dormir. Cuando los volví a abrir de nuevo, sentí un peso sobre mi pecho, un calor junto a mí y unos brazos rodeándome. Sonreí. Mi hyung me estaba abrazando dormido.

~.~.~

   Me pasaba los días revoloteando alrededor de mi hyung, haciéndole compañía a cada lugar que iba, ayudándolo a cocinar cuando le tocaba a él y no a KiBum, ayudándolo con algunos pasos del nuevo baile, que era algo complicado, ensayando las letras de las nuevas canciones una y otra vez hasta que nos salían perfectas, durmiendo a su lado, abrazándolo y sintiendo su calor.

~.~.~

   -Mañana te traen tu cama arreglada- me dijo mi hyung- todavía no sé qué pudisteis hacer TaeMin y tú para cargárosla.
   -Bueno…- llevé mi mano a mi cabeza y me comencé a despeinar- eso sólo lo sabremos él y yo- él sonrió y se acurrucó un poco contra mí.
   -Así que… mañana volverás a tu cuarto con KiBum…- murmuró.
   -Sí… eso parece…
   -Hemos pasado un buen tiempo…
   -Sí…- pasamos un rato callados, hasta que él habló de nuevo.
   -Yo no quiero que te vayas…- susurró y algo se encogió en mi interior, yo tampoco quería irme, pero no por aquello por lo que me acerqué a él, era otra cosa.
   -Yo…
   -No hace falta que digas nada…- dijo- está bien así…

   No dije nada, tal y cómo él me pidió, pero sí que hice algo, algo que ni siquiera pensé en hacer, algo de lo que no me arrepentí tampoco. Alcé su rostro para ponerlo a la altura del mío y rocé sus labios por unos momentos, luego me separé lentamente de él para ver una sonrisa en sus labios.

   -Jong…
   -Shh…- le tapé la boca con mis dedos- no digas nada- él asintió y retiró mi mano, para luego, volver a besarme.

~.~.~

   No sé cuándo surgió la necesidad de tenerlo, de poseerlo, pero ese día, mientras estábamos solos en la casa, necesité tomar todo de él.

   Todo comenzó con un beso, un beso excitante que nos dimos bajo las sábanas. Un beso que de suave se tornó de golpe desenfrenado, salvaje. Un choque entre labios, una lucha entre lenguas, unos dientes que mordían todo aquello que encontraban a su paso.

   Dejé sus labios en busca de aire, pero al ver la piel de su cuello, no me pude contener y comencé a besar, a chupar, a morder ese lugar, escuchándolo jadear. Pero un jadeo no era suficiente para mí, yo quería escucharlo gemir, gemir mi nombre, gemir por que le diera más, escuchar ese dulce sonido salir  de sus labios.

   Todo el mundo dice que de los dos, yo soy quien tiene la voz más bonita, sin duda eso está completamente equivocado. Él es quien tiene la voz más hermosa y todos coincidirían conmigo, si lo oyeran gemir tal y como yo lo estaba haciendo.

   Mis manos apartaron su ropa, las suyas la mía y los dos cuerpos desnudos nos rozábamos mientras rodábamos por la cama, intentando determinar quien acababa arriba. No hizo falta mucho tiempo para que mi fuerza ganara y él acabara debajo de mi cuerpo, buscando mis labios de una forma completamente desesperada.

   Me pegué a él y nuestros miembros se rozaron, mandándonos a cada uno una deliciosa sensación de placer por todos los nervios. Bajé por su cuerpo, besando y mordiendo cada trozo de piel que encontraba a mi paso, mientras mi mano toqueteaba su miembro y le arrancaba así dulces gemidos hasta que se corrió en mi mano.

   -Hyung...- murmuré- yo... no sé... cómo se hace...
   -Lo siguiente... es como cuando... lo haces con... una mujer... métela... en el hueco...- contestó él entrecortado-
   -Pero... es... pequeño... te haré daño...
   -Hazlo.

   Utilicé su semen para comenzar a meterle los dedos por su trasero y que no le doliera, pero eso era imposible, le dolía. Al principio chillaba de dolor, pero cuanto más corría el tiempo, más gemidos de placer se intercalaban entre los gritos de dolor, hasta que ya solo se le escuchaba gemir una y otra vez, mientras mis dedos se adentraban cada vez más y más en su interior.

   -Quiero... la quiero... ahora...

   No me demoré demasiado en hacer sus sueños realidad y saqué mis dedos de él, para reemplazarlos rápidamente con mi miembro. Ahora volvió a gritar de dolor, pero comencé a masturbarlo para distraerlo, a la vez que entraba y salía de su interior.

   Me moví, al principio con cuidado, para no hacerle más daño del que ya le hacía, pero luego, mi cuerpo me pedía más, y el suyo también, por lo que, fui aumentando la velocidad, cada vez más rápido, cada vez más hondo, cada vez más delicioso.

   Nuestras voces se alzaban en aquella habitación, coordinadas, en una escala parecida, mientras nuestros cuerpos danzaban como nunca lo habían hecho hasta alcanzar el clímax.

   -Te amo, Jong...- fue lo que él dijo antes de caer profundamente dormido entre mis brazos.
   -Yo... yo...- no pude continuar, no sabía que decirle.

~.~.~

   Me levanté tempano aquella mañana, aunque no hubiera dormido nada por la noche, no tenía ganas de estar en la cama. Me dirigí a la sala y me senté en el sillón. Quería pensar tranquilamente sobre lo que había pasado esa noche, y también, los días anteriores.

   Todo había comenzado como un juego, como la venganza de MinHo por haberle molestado en Twitter, pero había cambiado completamente todo. Yo no me había quedado con mi hyung aun cuando mi cama volvía a estar arreglada por eso, me había quedado porque yo quería estar con él. Y esa noche… no había tenido sexo con él… había hecho el amor con él… porque yo lo quería.

   Salté del sillón como si tuviera un resorte cuando oí unos pasos que se acercaban a la sala, donde yo estaba, pero me tranquilicé al ver que era mi hyung quien aparecía por el umbral de la puerta. Me miró extrañado.

   -¿Qué haces levantado tan temprano, Jong?- murmuró yendo hacia el sillón.
   -Me he desvelado y no podía dormir- le contesté con una sonrisa.
   -Vuelve a la cama, anda- me agarró de las manos y me guio por la casa hasta la habitación. Nos metimos en la cama y él se abrazó a mí, en busca de calor- te quiero, Jong…- volvió a repetir, justo antes de quedarse dormido. Me hubiera gustado contestarle, pero mi voz, por primera vez, se había atascado en mi garganta y no quería salir.

~.~.~

   -MinHo- llamé a mi dongsaeng y él vino hacia mí- quiero decirte algo.
   -Dispara, hyung.
   -Lo de Onew…- comencé.
   -¿Ya te has acostado con él?- preguntó y yo asentí- tío, yo creía que no ibas a ser capaz de hacerlo- me dio unas palmadas en la espalda- por fin he consumado mi venganza, nunca mejor dicho- comenzó a reírse escandalosamente.
   -Jong…- me giré rápidamente al escuchar la voz de mi hyung- ¿qué es eso de lo que estáis hablando?- su voz estaba rota, sus ojos vidriosos, su cuerpo temblaba.
   -Hyung…- me acerqué a él, pero él se apartó de mí.
   -No me toques- dijo con asco- no te atrevas a volver a tocarme nunca- y salió de la sala.

~.~.~

   Estábamos en un programa de la tele, los cinco. Era un programa para hacer el tonto un rato, divertirnos y de paso hacer promoción del nuevo single, pero no era lo mismo. Onew no era Onew. No tenía esa hermosa sonrisa en su rostro, no hacía ni decía cosas raras. Tampoco me miraba, era cómo si yo no existiera para él y a MinHo lo ignoraba. KiBum y TaeMin no tardaron en darse cuenta de que ahí, pasaba algo y el maknae, aunque fuera inocente, sabía que algo tenía que ver conmigo.

~.~.~

   -¿Qué has hecho?- TaeMin me miró muy mal mientras avanzaba hacia a mí- ¿qué le has hecho a hyung?- preguntó- ¿dónde está esa sonrisa que siempre muestra?- sus ojos se pusieron vidriosos- ¿por qué le haces daño a quien amas?
   -Tae…- intenté calmarlo, intenté limpiar las lágrimas de sus mejillas, pero no me dejó.
   -Ni se te ocurra- dijo- ya has hecho mucho daño.

~.~.~

   -Eres gilipollas, Kim JongHyun- me dijo KiBum sentándose en su cama con obvia molestia- ¿cómo se te ocurrió hacer eso?
   -MinHo…- comencé, pero él no me dejó terminar.
   -Sí, ya me sé toda la historia, he hablado con MinHo, con TaeMin y con Onew- dijo- aunque al líder me ha tocado consolarlo.
   -No sabes cuánto lo siento…
   -Eso a mí no me vale- contestó- Onew te ama y tú lo has traicionado.
   -Pero yo lo amo- lo corté.
   -Pues ve y díselo.

~.~.~

   Estaba en la puerta de la habitación de mi hyung. Tenía una mano levantada, para llamar, pero no me atrevía a hacerlo. Suspiré por quinta vez desde que había llegado allí. No podía… no, no me atrevía a entrar. No me atrevía a enfrentar su mirada acusadora, sus labios sin sonrisa. Pero… debía hacerlo… porque lo amaba. Llamé.

   -Entra… sino eres JongHyun…- contestó él y tragué saliva mientras abría la puerta.

   Me lo encontré tumbado en su cama, en la cama que había sido testigo de todo lo nuestro. Estaba llorando. Me acerqué a él y lentamente, me senté en aquella mullida superficie, para no perturbarlo. Llevé una mano a su cabello, para acariciarlo, y él se dejó.

   -¿Por qué, JongHyun?- preguntó y yo me sobresalté un poco- ¿por qué lo has hecho?
   -¿Cómo has sabido que era yo?- murmuré.
   -Reconozco tu olor a kilómetros de distancia- contestó- reconozco el sonido de tus pasos, reconozco el tacto de tus manos en mi cabello… te reconocería hasta por el más mínimo detalle, JongHyun…

   Escuchar esas palabras hizo que mi corazón comenzara a latir fuerte contra mis costillas y me doliera, me doliera mucho más de lo que me había dolido hasta ese momento.

   -Lo siento…- fue lo único que pude decir. Él se levantó y se quedó sentado mirándome con los ojos hinchados y rojos por las lágrimas.
   -¿Por qué lo sientes?- preguntó irónico- ¿por hacerme sufrir? ¿Por hacer que me enamorara de ti y luego tirarme a la basura como si fuera un trasto que estorba? ¿Por matarme lentamente?- cada cosa que decía se incrustaba en mi corazón como si fuera una flecha dañina. Él ahora me odiaba.
   -Lo siento por todo eso…- lo corté, antes de que pudiera seguir- pero también lo siento por quererte y no tener el valor de decírtelo- él abrió sus ojos, sorprendido.
   -Mientes- murmuró y comenzó a darme leves puñetazos en mi pecho- mientes… mientes… ¡Mentiroso!
   -No… hyung… yo te amo…- contesté- te comencé a amar cuando pasamos todo aquel tiempo juntos- conté- te amo y quería decírtelo el día que me escuchaste hablar con MinHo, él me hizo acercarme a ti por venganza de lo que le hice en Twitter, pero lo que pasó fue que me enamoré de ti y sólo quería decirle que ya había hecho lo que la cruz en la moneda había indicado y ya tenía su venganza, pero que yo tenía algo más preciado…- lo miré a los ojos- tú.
   -No…
   -Te amo, te amo, te amo…- dije una y otra vez mientras tomaba su rostro entre mis manos- no me cansaré de repetírtelo… te lo diré a cada momento… para compensar todas aquellas veces que quise decírtelo y no lo hice.
   -Jong…
   -Por favor… perdóname… no te pido que me ames o dejes de odiarme…- susurré- sólo te pido que me perdones…

   Pasamos un buen rato callados, mirándonos ambos a los ojos, casi sin parpadear. Sólo enfocándonos en nosotros, en nada más, lo único que nos importaba en ese momento, éramos nosotros. Todo estuvo así, hasta que él lo rompió mientras quitaba mis manos de su rostro y me temí lo peor.

   -JongHyun…- susurró- te perdono…- escuchar esas palabras me hicieron inmensamente feliz- pero necesito algo de tiempo para poder olvidar el daño que me has hecho- asentí y las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.
   -Gracias hyung- murmuré y me acerqué a él para abrazarlo. Casi pensaba que rechazaría mi abrazo, pero me atrajo más hacia él y lo noté aspirar mi aroma.
   -Te extraño… Jong…- dijo- extraño todo de ti… y quiero volver a cómo estábamos antes… antes de que me enterara de todo… pero sin mentiras…- me separé un poco de él y vi que tenía una sonrisa triste en su rostro.
   -Haré que vuelvas a sonreír de felicidad… hyung…- sus labios se curvaron levemente- ¿puedo besarte?- pregunté tímido y él asintió levemente. Me acerqué un poco y rocé nuestros labios durante unos segundos, para luego apartarme y ver una pequeña sonrisa.
   -También extrañaba tus besos…- murmuró.
   -Te amo…
   -Y yo a ti.



2 comentarios:

  1. Hermosa te amo <3 me haces tan feliz al dejarme leer esta hermosura :')

    pd: soy cokevond pero no sé cómo cambiar el nombre :C

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado ^^
      Oki, en cuanto pueda lo cambio XD

      Eliminar