What’s The Name Of
The Game?
2/2
Primera Vez
Estábamos tumbados en la cama de su
habitación, sus padres no estarían esa noche, y nosotros íbamos a llevar
nuestros juegos más allá.
Nos besábamos, lento, disfrutando de
nuestros labios, de nuestras lenguas, de nuestras bocas enteras. Nuestras manos
no se podían estar quietas, y acariciaban cada trozo de piel que ya estaba
descubierto. Llevábamos horas así, besándonos, y ya estábamos desnudos, y nos
rozábamos, pero ninguno seguía con el juego más allá. Yo quería ir más allá,
pero era un inexperto y no sabía qué hacer.
-Hyung- dije separándome de su boca unos
momentos- quiero… seguir…
-Deseo concedido.
Atacó mis labios de nuevo, esta vez con
furia, con hambre, mordiéndolos, lamiéndolos y a la vez, llevó sus manos a mi
pene y comenzó a masturbarme. Gemí dentro del beso, me estaba sintiendo tan
maravillosamente bien allí abajo, siendo tocado de aquella manera que me estaba
volviendo loco.
Sentí cómo me corría en sus manos y una
debilidad enorme se apoderaba de mi cuerpo, dejándome exhausto, tumbado sobre
la cama, sin poder moverme, mientras que mi hyung había dejado mi boca libre
para que pudiera respirar con normalidad, y ahora eran mi cuello y mi pecho los
que se estaban llevando todas las atenciones.
Las delicadas manos de mi hyung, pringosas
de mi semen, recorrían mi cuerpo de arriba abajo, dejando un camino blanco a su
paso, y mandándome escalofríos a mi columna vertebral. Comencé, con algo de
miedo, ya que era la primera vez que tocaba a alguien, a palpar su cuerpo.
Estaba musculoso, me sorprendí, porque su rostro era muy aniñado, pero no debía
sorprenderme, hacía artes marciales, claro que tenía que estar fuerte.
Descendí por su cuerpo rozando con la punta
de mis dedos su miembro y él emitió un gemido en mi oreja, puesto que me estaba
chupando y maltratando esta. Seguí tocando, aventurándome un poco más cada vez,
yendo un poco más rápido, más lejos y con más energía, hasta que de repente, mi
hyung me paró.
-Para… para…- dijo respirando entrecortado.
-¿Por qué?- pregunté- quiero que te corras.
-También me correré… tú tranquilo…
Y de repente, sin saber cómo pasó, porque
todo fue muy rápido, estaba de rodillas en la cama, con el culo en pompa,
ofreciéndole una buena vista de este a mi hyung. Lo noté abrazarme por la espalda
y una de sus manos se dirigió a mi pene semierecto, para comenzar a darle vigor
de nuevo, mientras que la otra fue a parar en el cajón de su mesita de noche,
de donde sacó un bote de color rosa.
-¿Qué es eso?- pregunté.
-Para que no te duela.
Dejé de notar su mano en mi pene y su calor
envolviendo mi cuerpo, así que me volví para ver cómo abría el bote y un
líquido espeso y rosa salió de él. Mi hyung se lo untó en una mano y vi cómo
esta se dirigía a mi trasero. Giré mi rostro para no ver más.
Sentí en ese instante una presión en mi
entrada, haciéndome dar un respingo al notar un dedo travieso colándose por
ahí. Lo noté moverse en mi interior entrando y saliendo, luego otro dedo más se
sumó la fiesta, haciéndome gritar de
dolor y gemir de placer, a la vez. Unas pequeñas lágrimas traicioneras, y un
pequeño tambaleo de mi cuerpo, hicieron que mi hyung parara de mover sus dedos
y se abrazara a mi cuerpo.
-No llores… no quiero hacerte daño…-
acarició mi pelo con su mano libre y besó mi nuca- no quiero que sufras…
Intenté calmarme, lo intenté por todos los
medios, y lentamente, fui liberando toda la tensión que tenía en mi cuerpo.
Volví a notar los dedos juguetones de mi hyung en mi interior.
-Ahh… ahh… ahh…- gemí cuando sus dedos
llegaron a un punto en mi cuerpo que hizo arquearme- ahh… hyung… más... ahh…
Los dedos de mi hyung salieron de mi cuerpo,
y noté la punta de su miembro empujando contra mi entrada, intentando entrar.
Lentamente, muy lentamente, fue ingresando en mi interior, y mis manos dejaron
de sujetarme, por lo que tuve que apoyarme en mis antebrazos mientras jadeaba.
Cuando estuvo por completo dentro, comenzó
con los vaivenes, lento, torturante. Una mano agarraba mi miembro desde atrás y
la otra se apoyaba en la cama, para poder llegar más profundo, para llegar a
ese punto que me volvía loco. El ritmo se volvió de repente desenfrenado, nos
movíamos tan rápido en la cama, que pensaba que se rompería.
Gemí de nuevo, esta vez diciendo el nombre
de mi hyung mientras me corría de nuevo en su mano. Caí sobre la cama, agotado,
pero mi hyung aún no había acabado y me agarró fuerte las caderas mientras se
movía locamente en mi interior, hasta que gimió roncamente y un líquido
recorrió mi interior.
Él salió de mí y se tumbó en la cama a mi
lado, boca arriba, mientras yo estaba bocabajo. Lentamente, de mi trasero
comenzó a salir un poco de líquido, lo noté bajar caliente por mis muslos a la
vez que el aire frío entraba por mi ano abierto. Mi hyung nos tapó a ambos con
las sábanas y se pegó a mí.
-Kyu-ah…- susurró.
-¿Sí, hyung?- pregunté medio dormido.
-No quiero que esto siga siendo un juego…
-Yo tampoco…
No hay comentarios:
Publicar un comentario