Título: 다녀가요 (Around You)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
2Jin (HeeJin + HyunJin) (LOONA)
Clasificación:
PG
Géneros:
highschool!AU, romance, slight drama, fluff
Número de palabras:
2.320 palabras
Resumen:
HyunJin está enamorada de HeeJin, una chica de la clase de al lado… pero a
pesar de eso, no espera nada, porque sabe que lo suyo no es posible.
Notas:
fanfic escrito y dedicado a Huilen, que fue quien me dijo que le diera amor a
esta OTP.
Comentario de autora:
y con 2Jin comienza mi andadura en esta serie de fanfics en los que voy a
escribir sobre todas las OTPs de LOONA que pueda. Espero que os guste.
HyunJin esperaba cada día que
llegara la hora del almuerzo impacientemente y no porque lo que quisiera fuera
desconectar de las clases y comer —que también, porque las clases la saturaban
y le daba mucha hambre— sino porque a la hora del almuerzo, las chicas de otras
clases que habían sido separadas de sus amigas acudían a su salón de clases
para comer el almuerzo juntas. Sin embargo, no era porque la chica tuviera
amigas repartidas por las demás clases de aquel instituto femenino, ya que sus
dos mejores amigas, YeRim y YeoJin, estaban allí con ella… sino porque cada vez
que llegaba la hora del almuerzo, aparecía por la puerta la chica más preciosa
del instituto para comer con su amiga.
Al principio de curso no le había
prestado mucha atención a las personas que acudían a su salón para reunirse a
comer porque había estado más interesada en hablar y jugar con sus amigas, pero
cuando una vez alzó la cabeza y la vio allí, sentada junto a JungEun, ya no
pudo evitar dejar de prestarle atención. Jeon HeeJin era la chica más preciosa,
encantadora y magnífica con la que se había cruzado… y HyunJin se había enamorado
perdidamente de ella.
—¿Por qué no le dices algo? —le cuestionó
YeRim en voz baja, señalando con sus palillos a HeeJin “disimuladamente”—. No
sé, conoces a JungEun, le puedes pedir algo y ya que estás saludas a la otra y
te presentas. Igual podéis ser amigas.
—No —respondió de forma clara.
—Pero hablar con ella no te cuesta nada —comentó
YeoJin—. No es como si te fueras a morir por decirle “hola” y si os hacéis
amigas puedes estar mucho tiempo con ella.
—Y lo mismo con el tiempo incluso podéis llegar
a algo más —apuntó la otra—, pero si no le hablas y solo la miras fijamente
puede pensar que eres una acosadora.
—No —volvió a responder HyunJin, mirando de
reojo a HeeJin que estaba sonriéndole de forma encantadora a JungEun—. No
espero nada de todas formas, me basta con esto.
—Eres una tonta —replicó YeoJin y HyunJin no
contestó aquella vez.
Era verdad. HyunJin era una tonta, pero no
podía hacer nada para evitarlo porque era una cobarde, era una cobarde que
jamás se iba a atrever a decirle nada o a hacer nada que no fuera observarla
desde la distancia porque no esperaba absolutamente nada de HeeJin. A ella le
podía gustar, ella podía estar enamorada de la chica, pero era completamente
imposible que ésta sintiera algo por ella cuando probablemente ni siquiera
sabía su nombre. Por ese motivo, HyunJin solo era feliz pudiendo observarla en
cada almuerzo y a veces viéndola desde la distancia en cualquier otro lugar del
instituto.
Solo estando cerca de ella de aquea manera
era suficiente.
*-*
HyunJin terminó de ponerse los zapatos de
calle y, en cuanto lo hizo, YeRim y YeoJin, que la habían estado esperando se
pusieron en marcha junto a ella para salir del instituto después de pasar allí
demasiadas horas para que fuera bueno contarlas. Sus casas estaban bastante
cerca, así que, prácticamente cada día volvían juntas prácticamente todo el
camino y se hacían compañía mutuamente. Sin embargo, había días en los que
aquello no podía ser y cada una acababa yendo a casa a distintas horas o por
diferentes caminos, aunque no eran muchos.
Las tres chicas se habían encaminado a la
salida de los terrenos del instituto, pero apenas habían salido del edificio
principal del instituto, donde se encontraban las taquillas, cuando una voz muy
conocida las llamó y se detuvieron y giraron hacia aquella voz. Quien las había
llamado había sido JungEun, que se dirigía hacia ellas rápidamente, acompañada
por HeeJin y un escalofrío recorrió el cuerpo de HyunJin cuando la vio
acercarse a ella. Quiso esconderse detrás de sus amigas, pero era la más alta
de todas y aquello era misión imposible, por lo que simplemente esperó hasta
que ambas llegaron hasta ellas, tratando de pasar por invisible.
—Niñas, ¿me podéis hacer un favorcillo? —les
preguntó JungEun en el momento en el que solo unos pasos las separaban.
—Dinos —contestó YeRim.
—Vuestras casas quedan en aquella dirección,
¿verdad? —la chica señaló hacia la izquierda y todas asintieron—. ¿Podéis
acompañar a mi amiga HeeJin a casa entonces? Hay unos chicos que la suelen
seguir y le da cosa ir sola por si pasara algo —explicó—. Normalmente la
acompaño yo, pero hoy he quedado y me es imposible, tampoco quiero dejarla sola
por esto y vosotras sois un encanto, así que no me vais a poner pegas, ¿verdad?
YeRim y YeoJin se miraron y después miraron a
HyunJin, que poco a poco se había ido escondiendo tras ellas para pasar
desapercibida.
—Por supuesto que se puede venir con nosotras
—respondió YeoJin—. Así hacemos una nueva amiga, ¿verdad HyunJin?
HyunJin quiso que se la tragara la tierra en
ese mismo momento, porque HeeJin la estaba mirando fijamente a ella, así que,
simplemente asintió con la cabeza y trató de controlar el alocado latido de su
corazón sin mucho éxito.
—Entonces magnífico —dijo JungEun sonriendo—.
Os encargo que me la dejéis en casa de una pieza.
Y tras decir aquello, salió corriendo hacia
la verja del instituto, donde había una chica sin uniforme, de pelo largo y
rubio, esperándola sobre una moto en la que JungEun no dudó en montarse después
de haber saludado a la otra con un beso en los labios. HyunJin, YeRim y YeoJin
miraron la escena con los ojos como platos, pero HeeJin simplemente suspiró.
—Mira que le he dicho mil veces que no llame
la atención de esa manera —murmuró, llamando la atención de las otras—, a veces
hasta me siento totalmente ignorada cuando hace eso.
—Esa es… ¿su novia? —le cuestionó YeRim y
HeeJin asintió.
—Sí, su novia —respondió—. Nada del otro
mundo cuando te acostumbras a ello —agregó—. ¿Vamos tirando?
—Claro.
Las tres reemprendieron la marcha acompañadas
por HeeJin, que se colocó al lado de HyunJin, haciendo que a la chica casi le
diera un ataque por tenerla tan cerca. Estaba acostumbrada a observarla desde
lejos y podría seguir haciendo eso toda la vida, pero estando tan cerca de
ella, podía ver que era todavía mucho más hermosa y HyunJin no crecía que fuera
a sobrevivir. Tan perdida estaba en sus pensamientos, que la chica no se dio
cuenta cuando YeRim y YeoJin se detuvieron ante ella y chocó contra la espalda
de la primera.
—¿Por qué paráis? —cuestionó, pero antes de
que le respondieran a la pregunta, HyunJin alzó su cabeza por encima de las de
ellas y lo vio.
En la puerta se encontraba HaSeul, la hermana
mayor de YeRim, junto a la chica china a la que le estaba haciendo de buddy
durante los primeros meses de su estancia en Corea para que no se perdiera y
para que le enseñara todo lo que pudiera. A HyunJin le resultó bastante
extraño, porque no era muy frecuente que la mayor apareciera por allí —al menos
no desde que había entrado a la universidad en año anterior— por eso la chica
sintió que había algo que no le encajaba.
—Se me había olvidado —dijo entonces YeRim—.
Hoy íbamos a ir YeoiJin y yo con mi hermana y KaHei a Myeong-dong. Te lo
dijimos hace un par de días por si te querías venir y contestaste que tenías
que terminar todavía el trabajo de Historia.
—Ahh...
Cierto. HyunJin recordaba a la perfección
aquella conversación y también recordaba que aún no había terminado aquel
dichoso trabajo sobre el Movimiento Democrático de Gwangju y que le quedaban
dos días para entregarlo y varias páginas para llegar al mínimo.
—No te importa ir tú sola a llevar a HeeJin a
casa, ¿verdad? —le preguntó YeoJin.
Sin embargo, antes de que pudiera responder
algo, las dos chicas habían echado a correr hacia el lugar en el que se
encontraban las mayores, dejándola sola junto a la chica de la que llevaba
varios meses enamorada. HyunJin trató de respirar hondo y no pensar en aquello
porque si no le daría la embolia que llevaba todo el tiempo tratando de evitar,
pero la situación en la que se encontraba era totalmente surrealista y no podía
entender cómo de repente había acabado de aquella forma cuando hacía solo cinco
minutos todo era como había sido siempre.
—Si no quieres acompañarme... —escuchó que
comenzaba a decir HeeJin y la chica reunió todo el valor que fue capaz para
mirarla a los ojos y responderle rápidamente.
—No me importa hacerlo —dijo—. De todas
formas vamos en la misma dirección y siempre es más seguro ir con alguien más
para que los chicos dejen de molestarte.
—Muchas gracias, HyunJin —murmuró la otra con
una sonrisa que hizo que su corazón se saltara un latido.
—N-no… no es nada…
Justo después de aquello, agachó su cabeza y
comenzó a andar, siendo seguida inmediatamente por HeeJin. La chica estaba muy
avergonzada y muy nerviosa, así que esperaba que su acompañante no se diera
cuenta de ello y, sobre todo, que no se diera cuenta de que era por ella por lo
que se sentía de aquella forma, porque si no sería todavía más vergonzoso de lo
que ya era estar caminando a su lado. Por eso, para no pensar en que estaba
volviendo a casa junto a HeeJin, HyunJin se dedicó a pensar simplemente en dar
un paso detrás de otro, tratando de que sus largas piernas se coordinaran a la
perfección con el resto de su cuerpo.
—Estás en el club de baloncesto, ¿verdad?
Creo que te he visto jugar en alguna otra ocasión.
HyunJin se detuvo al escuchar aquella frase
porque sus piernas dejaron de coordinarse y no quería acabar en el suelo
delante de HeeJin. No podía creerse que mientras había estado jugando no se
hubiera dado cuenta de que la chica se encontraba en el mismo lugar que ella.
Internamente, fangirleó un poco
porque la conocía y porque la había visto haciendo lo que mejor se le daba,
pero trató de que por fuera no se le notara y se calmó, para después, reunir
otra vez todo su valor para volver a mirar a la cara a la chica —ya que era de
mala educación no mirar a las personas a la cara cuando se les hablaba— y tragó
saliva para ayudar a su reseca boca a contestarle algo coherente.
—Sí... desde que entré al instituto
—respondió.
—Me pareces muy cool cuando juegas —comentó HeeJin, haciendo que su corazón se
volviera a saltar un latido por segunda vez en aquel día—. Siempre había
querido hablar contigo, pero como solo coincidíamos en los almuerzos y tú comes
con tus amigas mientras que yo lo hago con JungEun, pues no me atrevía a
interrumpir.
Probablemente, aquel día HyunJin no iba a
llegar a casa viva o si lo hacía era porque se despertaba de aquel agradable
sueño y volvía a la realidad, porque lo que le estaba sucediendo tenía que ser
un sueño por obligación, aquello no estaba sucediendo de verdad. HeeJin siempre
había querido hablar con ella pero tampoco se había atrevido a hacerlo antes y
eso la hizo la persona más feliz del universo porque, aunque ella jamás había
esperado nada de la otra, ahora que estaba recibiendo algo, se sentía muy bien.
—Puedes... hablar conmigo... siempre que
quieras —murmuró—. Podéis, si queréis... uniros a nosotras para almorzar...
—Eso sería fantástico.
La sonrisa en el rostro de HeeJin hizo que
otra apareciera en el suyo y la chica no pudo evitar pensar en que en algún
momento, la otra aparecería por su clase y, en lugar de dirigirse a la mesa de
JungEun, se dirigiera a la suya para comer con ellas y hablar con ellas.
Aquello era mucho más de lo que la chica había esperado, muchísimo más y se
sentía que no era realmente merecedora de todo aquello porque desde hacía meses
era una cobarde por no atreverse a decirle siquiera "hola" y por no
haber tratado antes de ser su amiga como le habían recomendado YeRim y YeoJin.
Después de aquello, ambas retomaron el camino
a la casa de HeeJin y compartieron algunas frases más hasta que finalmente
llegaron a la vivienda y se tuvieron que despedir. Cuando se separaron, HyunJin
no quería hacerlo porque aquella corta caminata se había convertido en el
tiempo más feliz de su vida, pero sabiendo que a partir de aquel momento podía
tenerla mucho más cerca de lo que jamás había imaginado, sabiendo que quizás
comenzaran a ser amigas, la chica se despidió de ella con su mejor sonrisa y se
decidió que a partir de ese momento sería cada día más y más valiente hasta que
en algún momento tuviera el valor suficiente para decirle que estaba enamorada
de ella.
Notas finales:
—En
el fic solo aparecen ocho de las doce chicas de LOONA porque ocho eran las que
en el momento en el que esto fue escrito habían sido presentadas.
—También
he usado sus nombres reales en lugar de los artísticos para hacer mucho más
cercano el fanfic (YeRim es Choerry, JungEun es Kim Lip y KaHei es ViVi, las
demás usan sus nombres reales como artísticos).
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