Título:
You don’t love me (but I do)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
SoSin (SoWon + SinB) (GFRIEND)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, college, romance, drama, fluff, humor
Número de palabras:
2.024 palabras
Resumen:
EunBi H. está enamorada de SoJung… pero la mayor no siente nada por ella… ¿o
sí?
Notas: historia
escrita para mis amigas Jenni y Cora, que un día estuvieron enzarzadas en una
cosa rara en el sofá mientras jugábamos a algo e inspiraron esto. También les
doy las gracias por elegir a las protagonistas, porque yo no sabía a quién escoger.
Comentario de autora:
me gusta mucho y me divierte escribir de GFRIEND y tengo varias cosas más
planeadas, no para esta colección, pero sí otras historias y quiero ir
escribiéndolas porque me encantan. Espero que os guste.
You don’t love me
(but I do)
—Igual
es una pregunta tonta, pero… —comentó Yuna captando su atención—, ¿por qué no
os vais al cuarto y folláis tranquilamente sin que los demás tengamos que
presenciarlo?
EunBi H. miró a su amiga fijamente,
con el ceño fruncido y algo molesta por lo que acababa de insinuar, mientras
que SoJung, que se encontraba bajo su cuerpo, simplemente comenzó a reírse,
provocando que la chica se moviera sobre ella con las vibraciones causadas por
su risa. El resto de personas que se encontraban en la habitación, EunBi J., Yerin,
YeWon, Bin y SanHa también se rieron y Yuna los miró a todos mal porque probablemente
habría dicho aquello en serio y todos se lo estaban tomando a cachondeo. EunBi
era la única que realmente no lo había hecho, porque tenía sentimientos no
correspondidos por la mayor y, a lo único que podía aspirar, eran a sesiones
como aquella, de abrazos y cosquillas en el sofá rodeados por el resto de sus
amistades. No hacía falta que Yuna le recordara de aquella forma que SoJung era
completamente inalcanzable para ella… pero bueno, la chica no tenía la culpa en
realidad, nadie sabía de sus sentimientos por SoJung aparte de ella misma —y Bin, que se lo había
sonsacado una noche que habían estado bebiendo juntos—.
La chica negó levemente con su
cabeza tratando de alejar aquellos pensamientos de su mente para simplemente
disfrutar del calor del cuerpo de SoJung bajo ella, sus largas y delgadas
piernas rodeando su cintura en una llave que en un principio le había hecho
para que no se moviera y ganara el juego al que llevaban media tarde jugando,
ya que, con
ella inmovilizada, el equipo de SoJung y EunBi J. era el que tenía más
posibilidades de ganar y Bin, con quien hacía equipo en aquel juego, era tan
mala gente que no había hecho por ayudarla a escapar de aquel abrazo de la
muerte —aunque si lo pensaba mejor, quizás no había hecho nada para que
disfrutara un poco del abrazo de SoJung, ya que eran pocas las ocasiones en las
que podía hacerlo—. No obstante, el simple abrazo de la muerte del principio
había derivado en hacerle cosquillas ante sus protestas —vagas— para que la
soltara y después había comenzado a soplarle en el cuello, provocando
escalofríos por todo su cuerpo. Aquel había sido el momento exacto en el que
Yuna había interrumpido el juego y las había mandado a follar a la habitación.
Después de que todos terminaran de
reírse, las largas piernas de SoJung dejaron de rodear su cintura y EunBi
suspiró de forma casi imperceptible porque su momento había acabado y tenía que
volver a la realidad. Apoyó sus brazos en el sofá y después se levantó del
cuerpo de la mayor para sentarse de nuevo correctamente en el sofá, pegándose a
Bin y dejando caer su cabeza sobre sus anchos hombros mientras éste contestaba
mal la pregunta dirigida a su equipo. Realmente le daba igual ganar o perder
aquel juego a aquellas alturas, así que ni le prestó atención a lo que ocurría
a su alrededor en los siguientes minutos, tratando de calmarse para volver a
ser la persona de siempre, la chica alegre y alocada de su grupo de amigos y
guardar en lo más profundo de su ser sus sentimientos por SoJung, ya tendría
tiempo de llorar cuando todos se fueran a sus respectivas casas. Por ese
motivo, por tener los ojos cerrados y aislarse del mundo que la rodeaba durante
unos momentos, EunBi no vio la mirada que le dedicaba SoJung, una mirada llena
de sentimientos encontrados.
~
Hacía tan solo unos momentos que los
últimos de sus amigos habían salido por la puerta, dejando a Yerin, YeWon y
EunBi por fin en su piso con la tranquilidad que no habían tenido durante
prácticamente todo aquel día —o al menos toda la tranquilidad que podía tener con la
noticia de que SoJung se quedaba a dormir en el piso con ellas, en su
habitación, concretamente—. La noticia la había pillado
desprevenida porque no había visto la maleta de la chica en su dormitorio hasta
que no había entrado a ponerse el pijama, a mitad de la noche… había sido
entonces cuando SoJung le había recordado que se iba a quedar allí aquella
noche porque su autobús salía muy temprano al día siguiente y el piso de ellas quedaba
más cerca de la estación de autobuses central. En algún momento de aquella
semana las había avisado de ello, pero EunBi había dado por hecho que se
quedaría a dormir con Yerin, ya que llevaban siendo amigas muchísimos más años;
no obstante, para su sorpresa, SoJung había decidido que esa noche iba a dormir
con ella.
—No te importa que me quede contigo, ¿verdad? —le
preguntó SoJung, entrando a su habitación, con el pijama ya puesto y el cepillo
de dientes en la mano. EunBi negó con su cabeza, no sabiendo si la voz le iba a
fallar o no en aquel momento tan crucial—. Ya sabes que Yerin está teniendo
problemas de espalda y no quiero hacerle más daño metiéndome con ella en la
cama.
—No te preocupes —dijo al final—. No molestas nada —SoJung
le dedicó una sonrisa encantadora y la chica tuvo que tragar saliva porque la
garganta se le había quedado repentinamente seca y tenía que seguir hablando—.
¿Qué lado prefieres?
—Mmmm… soy más de pared —respondió—, pero como me tengo
que ir temprano no quiero molestarte mucho, así que prefiero fuera.
—Vale.
Aquello fue lo único que EunBi dijo como respuesta a
SoJung y, después, simplemente se metió en la cama, mirando por última vez su
móvil mientras la mayor terminaba de arreglar sus cosas para salir al día
siguiente prácticamente corriendo y no perder el autobús a casa, ya que en
aquella ocasión su familia iba a pasar Chuseok en casa de sus abuelos en las
afueras de Seúl y ella se dirigiría directamente al lugar sin pasar por su
casa. EunBi se iría a media mañana con Bin en la moto y no estaba demasiado
preocupada porque no tenían hora fijada, pero entendía perfectamente que la
otra chica mirara una y otra vez su maleta por si se le olvidaba algo. Mientras
SoJung terminaba, EunBi aprovechó ojear las últimas novedades en sus redes
sociales y, después, simplemente se echó sobre la almohada para tratar de
conciliar el sueño. Unos momentos después, SoJung apagaba las luces y se metía
con ella en la cama, abrazándola por detrás, provocando que la chica tuviera
que contener la respiración y que tratara de mantener a raya el rápido latido
de su corazón… una tarea prácticamente imposible.
Ambas se mantuvieron en silencio, tratando de dormirse en
aquella estrecha cama, con solo el ruido que hacían los escasos coches que
pasaban de madrugada por la calle rompiéndolo… hasta que SoJung comenzó a
hablar, con voz calmada y pausada.
—¿EunBi… estás dormida? —le preguntó. La chica estuvo
tentada a no responder y hacer que estaba dormida porque no sabía cómo
reaccionar a lo que pudiera querer decirle la mayor, pero finalmente acabó por
negar con su cabeza, dándole a entender que estaba despierta—. Quería
preguntarte algo…
—¿Qué es? —le cuestionó.
—Tú y Bin… ¿estáis saliendo?
A EunBi le dio la risa ante la pregunta tan estúpida que
le había hecho SoJung y casi se atragantó con su saliva, por lo que comenzó a
toser y se sentó en la cama para tratar de no morir ahogada de aquella forma
tan tonta. Estuvo durante unos momentos así, tosiendo como si se le fuera la
vida en ello, ante la mirada preocupada de la mayor que había encendido la luz
de nuevo y se había incorporado con ella en la cama también.
—¿Estás bien? ¿Quieres agua? —le preguntó cuando dejó de
toser.
—Estoy bien, estoy bien, no te preocupes —aseguró—. ¿Por
qué haces una pregunta tan tonta como esa? —le dijo justo después—. Si Bin es como
si fuera mi hermano… sería rarísimo, ugh… me dan escalofríos de los malos solo
de pensarlo.
—Entonces… ¿es verdad lo que me contó Yerin? —cuestionó
SoJung. EunBi frunció su cejo, confundida—. Lo de que… te gustan las chicas
también.
—Ahhhhhh —murmuró, entendiendo. Hacía unas semanas habían
estado hablando en el piso sobre sus gustos y disgustos y sus relaciones y
EunBi les había contado a sus compañeras de piso que era bisexual porque ya
llevaban demasiados años conociéndose y no creía que fueran a tener ningún
problema con ello —menos cuando Yerin y Yuna llevaban saliendo juntas desde el
principio de la era de los dinosaurios—. Lo que no se le había llegado a ocurrir
fue que aquella conversación se fuera a expandir por el resto de su grupo de
amigos, aunque realmente a ella no le importaba que los demás lo supieran
tampoco.
—Bi —respondió, corrigiéndola—. Pero hace tiempo que no
ejerzo con una chica —dijo, riendo, pensando en su última relación con una
chica, en su primer año de facultad… hacía ya demasiado tiempo.
—¿Y te gustaría ejercer? —le cuestionó SoJung.
—Sí, supongo… lo echo de menos —contestó, aunque no sabía
a donde quería llegar la mayor con aquel interrogatorio.
—¿Conmigo? —preguntó SoJung.
—¿Contigo? —cuestionó EunBi en respuesta, confundida—.
Espera. ¿¡Qué!?
Su reacción lo único que provocó en SoJung fue una
carcajada, pero en aquellos momentos el cerebro de EunBi iba a toda velocidad
porque no estaba entendiendo absolutamente nada y no sabía qué era lo que podía
esperar de todo aquello. No sabía si la mayor solo le estaba tomando el pelo, si
le estaba tirando los tejos o qué… no sabía nada y su corazón también iba a
toda velocidad con tan solo la posibilidad de que SoJung le estuviera diciendo
que quería algo con ella porque aquello era algo que no se había imaginado
jamás… la mayor siempre había estado demasiado fuera de su liga.
—A ver… quería proponerte que nos liáramos o algo —dijo
SoJung después de que la risa finalmente la dejara hablar, bastante seria—,
porque me gustas mucho y pues no sé si yo te gusto a ti o no, pero me gustaría
ejercer un poco de bollería industrial contigo.
—Madre mía… ¿estoy soñando o se me ha ido la cabeza? —acabó
diciendo EunBi.
—Creo que estamos las dos bastante despiertas —replicó la
mayor—. ¿Te gustaría? —le preguntó en voz baja, como si tuviera miedo de su
respuesta.
—Me encantaría —acabó diciendo rápidamente EunBi—. Me llevas
gustando meses, pero no creía que yo te gustara a ti y literalmente llevo
semanas llorándole a Bin porque nunca te iba a gustar.
—Yo me he pasado semanas llorándole a Yerin para que te
sonsacara si te gustaban las chicas también para saber si podía tirarte la caña
o qué —contó SoJung, con una sonrisa preciosa en su rostro que EunBi replicó en
el suyo al instante.
Las dos habían sido muy tontas aquel
tiempo y habían desaprovechado mucho tiempo… pero a partir de aquel momento no
iba a ser así. Y de eso se encargó EunBi, inclinándose sobre el cuerpo de la
mayor para besar aquellos labios que llevaba meses queriendo besar, sabiéndole
mucho más dulces de lo que jamás se había llegado a imaginar.
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