miércoles, 9 de enero de 2013

EXO


Capítulo 12
Party Hard



   -Estoy muerto- dije dejándome caer al suelo resbalando por la pared del pasillo, a la puerta de la clase, nada más terminar el último examen.
   -Bah… venga- BaekHyun me tomó del brazo intentando tirar de mí para levantarme, no consiguiéndolo- vamos, que hemos quedado en comer en el Burger con todos… levanta- fue escuchar lo de comida y Burger y levantarme como si fuera un tornado- así me gusta- mi amigo sonrió y echamos a andar- tengo ganas de ver a los chicos- murmuró.
   -Sí, yo también, desde que comenzaron los exámenes no les vemos el pelo- contesté yo.

   Después de esa semana de infarto que tuvimos antes del parón para los exámenes, no había pasado nada demasiado raro, bueno, quitando que JongDae también era un mutante como nosotros, pero nada más. Ahora además, habíamos abierto nuestro círculo de amigos, y ya no sólo éramos BaekHyun y yo, sino que nos habíamos juntado todos los raros y MinSeok, el compañero de habitación de JongDae.

   Llegamos al Burger y allí nos esperaban estos, más una persona más. Un chico que me sonaba demasiado, alto, aunque no tanto como yo, moreno y con una mirada muy penetrante, que hablaba animadamente con YiXing.

   -Chicos- dijo él señalando al chico nuevo- él es Tao, uno de mis compañeros de piso.
   -Oh, encantado- contestó BaekHyun, yo incliné un poco la cabeza modo de saludo- yo soy BaekHyun- dijo.
   -Yo, ChanYeol- me presenté.
   -Encantado de conoceros- respondió el chico muy educado haciendo una reverencia.
   -¿Cómo os han ido los exámenes?- preguntó JongDae acabadas las presentaciones.
   -Mejor que no preguntes…- le dije echándole una mirada asesina. Pero fue tarde, y BaekHyun comenzó a decirle lo bien que le había ido en todo y lo mal que me había ido a mí. Cuando terminó se volvió hacia mí.
   -Pero que sepas, que aunque creo que no tendrás unas notazas, aprobarás.
   -Gracias- dije irónico- me ayuda mucho eso.
   -Bueno, dejemos eso- comentó YiXing- qué queréis tomar para que vaya a pedirlo- cogió un papel y comenzó a apuntar lo que le decíamos.

-oooOOOooo-

   Estaba tras el mostrador, atendiendo a aquellos que pedían su comida, cuando vi que el siguiente era mi compañero de piso YiXing, que me miraba sonriente. ¿Qué hacía allí si le gustaba la comida sana del comedor de su Facultad? Nunca había venido antes.

   -Hola, Kevin- me saludó y JunMyeon, el cotilla de mi compañero de trabajo puso la oreja al ver que me conocía.
   -¿Qué quieres tomar?- pregunté directamente para que se fuera rápido, o mi cotilla compañero de trabajo comenzaría a preguntarle cosas.
   -Ains…- negó con la cabeza- tú y tus buenos modales- suspiró- bueno, menos mal que eres guapo y tienes a todas las chicas locas por ti, que sino este trabajo no te hubiera durado tanto- comentó.
   -¿Os conocéis?- preguntó JunMyeon, que había terminado de atender.
   -Sí, somos compañeros de piso- vi cómo sus ojos comenzaron a brillar ante la perspectiva de saber más cosas de mí.
   -Ah, ¿tú eres el otro?- preguntó y YiXing asintió- solo conocía a Tao, ya casi pensaba que el tercer compañero no existía- le tendió la mano- soy JunMyeon.
   -YiXing- le agarró la mano sonriendo.
   -Me gustaría tener más noticias de ti en el futuro- dijo mi compañero, y ahí fue cuando los corté.
   -YiXing, el pedido.
   -Oh, sí, es verdad- me tendió un papel con todo apuntado y yo lo cogí- bueno, me voy, que estoy formando cola- se inclinó hacia JunMyeon- encantado de conocerte- dijo y se fue.
   -El pedido se lo llevaré yo cuando esté todo listo- me dijo mi compañero- así le preguntaré más cosas de ti.
   -No te creas- murmuré- YiXing tampoco sabe mucho sobre mí.
   -Jup…- dijo desilusionado- pero yo seguiré llevándoles el pedido.
   -Todo tuyo- le entregué el papel- siguiente- llamé y así pasó a pedir una chica bajita con el pelo largo y tintado de castaño, con muchas mechas.

-oooOOOooo-

   -¿Salir de marcha?- preguntó ChanYeol. Yo ya sabía cuál iba a ser su respuesta, así que me fui preparando mentalmente para esa noche no dormir- ¡Por supuesto que sí!
   -Y… ¿dónde vamos?- preguntó JongDae.
   -Han abierto una discoteca nueva en el centro, deberíamos ir allí- propuso mi mejor amigo.
   -¿Cómo sabes lo de la disco?- pregunté.
   -Oh, BaekHyun, querido amigo, no me subestimes- me agarró el mentón y me hizo mirarlo a los ojos- yo siempre me entero de todo.
   -De los apuntes no…- me miró mal y me soltó mientras hacía un puchero.
   -Podemos ir allí- dijo YiXing- estaría bien- miró a Tao- ¿Te gustaría venir?
   -Ah… no sé, Kevin…
   -Bah… ya eres mayorcito, además, vienes conmigo y ellos no muerden, ya lo has visto- comentó YiXing- y Kevin… también podría venir…
   -¿Quién es Kevin?- preguntó ChanYeol.
   -Él- JongDae señaló al chico rubio que estaba tras el mostrador, atendiendo a la gente- es un poco borde- comentó.
   -No es borde- cortó YiXing- es sólo… alguien… serio… muy maduro y centrado en sus cosas.
   -Casi lo dices con admiración- dijo MinSeok y YiXing negó con la cabeza.
   -Sólo le tengo respeto.
   -Cómo para no tenérselo- dijo JongDae- todavía recuerdo mi primera y única impresión de él… pensé que quería matarte.
   -Es que se llevó una impresión bastante grande- comentó Tao- parecía que se lo estaban montando en el sofá- señaló a JongDae y a YiXing.
   -¿Qué? ¡NO!- dijeron los dos a la vez.

   Pero desde ese momento, no los volvimos a mirar con los mismos ojos, y ellos se dieron cuenta.

   -¿Y bien? ¿A qué discoteca íbamos a ir?- preguntó YiXing cambiando de tema.

-oooOOOooo-

   No me costó mucho convencer a Kevin para que saliera de marcha con todos, después de todo, no se podía negar a nada de lo que yo le pidiera. Y allí estábamos los tres, con nuestras camisas y zapatos arreglados para que nos dejaran entrar, pero con nuestros pantalones vaqueros.

   Cuando llegamos al lugar, allí ya estaban JongDae, y su amigo MinSeok. Estuvimos bastante rato en la puerta, esperando a que llegaran los otros dos que faltaban y cuando llegaron, lo hicieron calmadamente, aunque llegaban con 20 minutos de retraso.

-oooOOOooo-

   Llegamos con veinte minutos de retraso por culpa del autobús que tuvimos que coger desde casa de ChanYeol para poder llegar, pero bueno, allí estábamos. Después de disculparnos como cien veces con los demás, entramos al local y buscamos un sitio dónde sentarnos.

   Estaba abarrotado de gente que bailaba, que reía, que bebía, que se pegaba gritos para poder entenderse por encima de la estridente música, que rebotaba en mis tímpanos y que estaba seguro que me dejaría sordo, o sino, con grandes problemas auditivos.

   Pero debía reconocer que el lugar tampoco estaba tan mal, y cuando encontramos un lugar donde sentarnos, dejamos todas nuestras cosas y algunos fueron a pedir, mientras otros nos quedábamos allí.

   Comenzamos a hablar de cosas sin importancia, y cuando llegaron con las bebidas comenzamos a beber. La primera vez que probaba el alcohol, y la verdad, no estaba nada mal. Bebí y bebí.

-oooOOOooo-

   Estaba bailando con un par de chicas que se me insinuaban descaradamente, cuando de repente vi un rostro conocido. Mi compañero de habitación, BaekHyun. Me alejé de las dos putas y caminé hacia donde él estaba sentado y reconocí también al chico que dormía con él. Estaban con unos pocos más que no conocía, pero aun así, no quería quedarme el resto de la noche solo, mis dos aburridos amigos ya se habían ido.

   Le toqué el hombro a BaekHyun y éste se volvió con una sonrisa, un cubata en la mano, y los ojos brillantes.

   -JongIn- dijo- ya me extrañaba el no verte por aquí, cierra-discotecas- me reí ante su ocurrencia de borracho- ven- se levantó y me echó un brazo por los hombros, te los voy a presentar a todos- me fue señalando y diciendo nombres y cuando terminó- únete a nosotros, cuantos más seamos mejor.
   -¿Os importa?- pregunté y todos negaron con la cabeza- entonces me quedo.

-oooOOOooo-

    Al rato de estar allí, bebiendo y hablando, ChanYeol me llevó a bailar en medio de la pista.

   Atravesamos la marea humana que se movía al compás de la música, agarrados de la mano para no despistarnos entre tanta gente, y Channie tirando de mí, hasta que encontró un lugar en el que había un poco menos de aglomeración. Nos paramos y se acercó a mí para hablarme al oído.

   -Nunca te he visto bailar…
   -Ni falta que te hace verme- le respondí. Mi voz sonó algo rara y ya me sentía un poco mareado por el alcohol, era la primera vez que bebía.
   -Baila para mí- me agarró de la cintura y me pegó mucho a su cuerpo, sin dejar prácticamente ni un hueco- baila para mí- repitió.

   No sé si fue el alcohol, el ambiente, la música o la voz ronca de ChanYeol diciéndome eso al oído, pero al final, fui moviendo mi cuerpo contra el suyo, lentamente, notando cada vez más calor. Su cuerpo muy cerca, tan cerca. Su rostro muy cerca, tan cerca, sus labios muy suaves, tan suaves. El suelo tan frío…

-oooOOOooo-

   ¿Cómo podía estar tan borracho como para que se le cayera el vaso al suelo? Y lo peor de todo es que se había cortado al intentar recoger los cristales. Y ahora estaba yo con él en el baño, metiéndole la mano debajo del grifo de agua fría para desinfectar la herida mientras él me cantaba Mirotic - DBSK. Me estaban entrando unas ganas enormes de asesinarlo allí mismo.

   -Vamos, JongDae, estate quieto.
   -No…

   Si se movía no iba a acabar nunca, y además, esa herida necesitaría puntos… a no ser que se le ayudara un poco. Había utilizado dos o tres veces más mis poderes después de curarlo ese día, así que ahora estaba un poco más seguro de cómo utilizarlos.

   Con una mano le sujeté la muñeca, y la otra la puse sobre su palma, dejando salir esa luz azulada que poco a poco fue cerrando la herida, hasta que quedó de un tamaño considerable y podría pasar sin puntos. Después, lo obligué a salir del baño conmigo.

-oooOOOooo-

   Tao me había obligado a ir a ver si YiXing necesitaba algo o si había pasado algo, porque aquellos dos tardaban mucho. En parte tenía curiosidad, porque la última vez que los vi estaban en una posición muy comprometedora. Pero lo que no me esperaba, fue lo que me encontré.

   La mano derecha de YiXing desprendía una luz azulada, y estaba cerrando lentamente la herida del tal JongDae. Él era uno de los nuestros, uno de los que hacía un mes había despertado, por eso me sentía tan extraño cuando ahora rondaba por mi alrededor.

   Salí del baño sin hacer ruido y los esperé a la salida. Dejé que el chico saliera y en cuanto YiXing salió, lo empotré contra la pared más cercana. Él me miró con miedo y confusión, pero yo solo me acerqué a su oreja para hablarle.

   -Tú y yo tenemos que hablar de ese truco de magia tuyo que cura las heridas- me separé de él y vi que su mirada era distinta, ahora solo tenía miedo.





lunes, 7 de enero de 2013

El Chico de Abajo


El Chico de Abajo


   Como todos bien sabéis, B.A.P. es un grupo nuevo que ha debutado hace muy poco, comparado con otros grupos. Al ser algo nuevo y la compañía para la que trabajamos, no tiene tantos recursos como otras, seis chicos dormimos en la misma habitación, en tres literas dobles, con todas las consecuencias que eso acarrea. Como bien dice el dicho, del roce nace el cariño, y en aquellos pocos metros cuadrados hay mucho roce, por lo que… sin apenas darme cuenta de lo que me sucedía, me acabé enamorando del chico de abajo.

   Todavía no llevábamos ni un año de haber debutado, pero en todo ese tiempo no habíamos tenido unas merecidas vacaciones, cosa que íbamos a tener ahora, y eso, iba a ser algo bueno para mí y para mi novio, porque sí, tenía novio, y el chico también era del grupo. ¿Quién era y cómo comenzamos a salir? Eso es lo que ahora que tengo tiempo, os voy a contar, mis queridas Babys.

   Estaba tumbado en mi cama bocarriba, mirando el techo blanco, pensando en cómo narices podía haber comenzado a sentir todo aquello por aquel chico. No ubicaba el momento en el que pasó, simplemente, al parecer, se había ido forjando sin que yo me diera cuenta alguna de lo que me estaba pasando. Me había enamorado sin remedio, de aquel donsaeng que siempre parecía estar en su propio mundo de felicidad y que tenía tanto talento para el baile, mi compañero de debajo de la litera, JongUp.

   Pero no todo en un enamoramiento es feliz y bonito, lleno de flores por todos lados y de color rosa, hay muchas cosas oscuras, y más, cuando se sabe, que esa relación no podría funcionar. Primero, porque ambos somos chicos y segundo, porque él todavía no sabía lo que yo sentía. Había intentado mil veces declararme, en plan insinuación y sin decirlo del todo, pero ese dongsaeng lento no pillaba las indirectas, pero había otra cosa peor, y eso eran los celos que sentía cuando lo veía tan cerca de YongGuk o de JunHong.

   Siempre que le hacía más caso a ellos que a mí, me ponía malo. A mí nadie me hacía ningún caso, me trataban como al que sobra dentro del grupo, porque no tiene más habilidades que el arte de cocinar y hacer aegyo, pero nada de cantar, y me sentía mal por eso. Di una vuelta en mi cama y me asusté, al ver al culpable de mis problemas emocionales con los brazos apoyados sobre el colchón y la cabeza echada sobre estos, mirándome fijamente, pero con timidez.

   -Por Dios, JongUppie- me puse una mano en el corazón de modo dramático mientras me levantaba rápidamente y éste latía a un ritmo desenfrenado, tanto por el susto, como por su presencia- me has dado un susto de muerte- me quejé.
   -Lo siento, HimChan hyung…- murmuró agachando la cabeza- no era mi intención…
   -Nah, no pasa nada- llevé mi mano hasta su cabeza y se la acaricié, haciendo que él la alzara y sonriera levemente- ¿qué es lo que querías?- pregunté.
   -Quería saber lo que le pasa a hyung, estoy preocupado…- esas palabras me llegaron al alma, nadie se preocupaba por mí, normalmente era yo el pesado que se preocupaba por todos los demás.
   -No me pasa nada- le mentí. No le podía decir qué era realmente lo que me pasaba, no en estos momentos.
   -Sé que parezco babo o algo- murmuró él- pero… quiero la verdad, hyung, no me mientas, por favor…- abrí los ojos mucho ante estas palabras. ¿Cómo sabía que le estaba mintiendo? Pero lo peor de todo es que… ¿cómo le iba a contar todo?- dime qué te pasa, hyung.
    -Me pasa…- comencé tranquilo, pero al segundo, salió mi ataque de celos- me pasa que estoy enamorado de un dongsaeng tonto que no sabe qué es lo que siento y que se relaciona con todos menos conmigo y que cuánto más me insinúo, menos se da cuenta y… a la mierda todo- exploté diciendo todo eso y luego me volví a tumbar en la cama, esta vez bocabajo y tapándome la cabeza con la almohada, avergonzado.
   -Hyung…- lo escuché murmurar y luego un peso sobre mi cama, que me indicaba que él se había subido también y que ahora gateaba hasta acostarse a mi lado y envolverme entre sus brazos- hyung…
   -Hum…- fue lo único que dije.
   -Lo siento…- alcé mi cabeza de debajo de la almohada y lo miré interrogante.
   -¿Por qué te disculpas, Uppie?
   -Porque no sabía que te estaba haciendo sentir así- abrí mucho los ojos de nuevo, ¿qué es lo que estaba intentando decirme?- yo… sabía que te gustaba… hyung…- ¿cómo? ¿Lo sabía y me estaba ignorando deliberadamente? Hice un puchero de enfado y él sonrió tímidamente- no… no es lo que piensas… yo no quiero jugar contigo, hyung… pero… estoy muy asustado…- escuchar eso me calmó un poco, pero no del todo, ¿de qué estaba asustado?- yo… soy muy joven… y nunca… había sentido… algo tan grande por alguien… quiero decir… yo nunca me he enamorado… y de repente, comencé…- cogió una gran bocanada de aire para seguir- de repente… comencé a sentir cosas por… por hyung… y me asusté… me asusté todavía más… al saber que tú también… sentías algo por mí… porque no sé qué hacer… y…
   -Shhh… shhh- susurré y lo envolví en un abrazo cariñoso- tranquilo… yo estoy aquí para protegerte y ayudarte con todo- intenté tranquilizarlo y él alzó su cabeza y me sonrió.
   -Hyung… me gustas mucho…
   -Tú también me gustas mucho…- contesté y seguí abrazándolo fuertemente, con una sonrisa en los labios por saberme correspondido.

   Tardamos un par de meses en aclarar qué era lo que exactamente pasaba entre nosotros, y cuando lo hicimos, fui la persona más feliz del mundo. Ahora, ya habían pasado cuatro meses de eso y por fin teníamos esas ansiadas vacaciones, que todos necesitábamos y queríamos, esas vacaciones que yo pasaría con mi pequeño. Un peso extra en mi cama me hizo abrir los ojos y encontrarme al hacerlo con el rostro de mi novio, que se acercaba para darme un beso en la mejilla.

   -¿En qué piensas, hyung?- preguntó tras rozar mi cara.
   -Pienso en el momento en el que nos declaramos- contesté con una sonrisa.
   -Ese fue un gran momento- dijo acomodándose sobre mi pecho.
   -Sin duda, lo fue- le di un beso en la cabeza- te quiero tanto, Uppie…- murmuré.
   -Yo también te quiero…- susurró él antes de quedarse dormido.


sábado, 5 de enero de 2013

EXO


Capítulo 10
Esto es…



   No sé cómo tuve el valor para separarme de JongDae, pero al final lo hice. Caminé hasta el apartamento, lentamente y sumido en mis pensamientos, todo lo que había pasado era muy extraño, pero BaekHyun y ChanYeol más o menos me explicaron que tenía algo así como un poder, el poder de la curación, y que ellos tenían otros, el de emitir luz y lanzar fuego, respectivamente.

   Todavía estaba un poco loco por todo, pero con un poco de descanso, a lo mejor podría encarar las cosas de otra manera, contemplar el problema desde otra perspectiva. Ja. Ni yo me creía en esos momentos lo que estaba pensando. Tenía poderes mágicos… ¿cómo Harry Potter pero sin varita? Por favor, ¿cómo podía explicarse eso?

   Y de repente me acordé.

   -Los análisis…

-oooOOOooo-

   Estaba tumbado en el sofá, viendo la televisión pero sin ver nada. No le prestaba atención a lo que pasaba a mi alrededor. Meditaba, pensaba en todo lo que estaba ocurriendo los últimos días, mientras descansaba después de que las fuerzas me hubieran flaqueado horas antes.

   Debía averiguar el motivo por el cual mis fuerzas se iban cada vez que sentía esa fuerza oscura tan conocida. De repente algo me hizo girarme hacia la puerta de entrada, segundos antes de que se abriera y por ella entrara YiXing, completamente en su mundo, con una cara muy extraña, e intentando ocultar, a duras penas, una gran mancha de sangre en su ropa.

   Me levanté del sofá y fui hacia él, asustado, poniéndome en lo peor. YiXing sólo me miró algo confundido, seguramente por mi repentina acción, pero mi cuerpo había reaccionado solo y estaba ante él. Fue entonces cuando se miró y descubrió la mancha.

   -Oh… yo…
   -¿Estás herido?- no me pude contener y le pregunté eso.
   -No… eh… tenía una… práctica de Medicina… y el mu… muñeco que cuidaba… pues… no lo hice bien… y soltó esta… esta mezcla rara… que parece… sangre…

   Se veía desolado, como si hubiera sido un paciente de verdad el que le hubiera manchado de sangre. Debía ser muy importante para él hacerlo bien, realmente no lo sabía, apenas conocía nada de él, pero otro impulso me hizo acariciarle la cabeza delicadamente con una mano.

   -La próxima vez lo harás bien- le dije y me fui rápidamente de su lado, viendo antes de girarme hacia mi cuarto como una leve sonrisa iluminaba su rostro.

-oooOOOooo-

   Llegué a la Residencia sin ningún ánimo. ¿Cómo ChanYeol era capaz de matar a una persona y estar tan fresco como una rosa? No podía entenderlo, pero la verdad, no habíamos tenido mucha más opción, y ése chico, había causado que JongDae casi muriera, eso me puso de muy mala hostia… pero aun así, era una persona.

   Me tumbé en mi cama, me coloqué mis auriculares y me puse la música a todo volumen, necesitaba no pensar en nada, no pensar en que éramos raros, que teníamos poderes, que habíamos metido a JongDae en todo esto y que YiXing también había resultado ser alguien como nosotros. Mientras estaba con ChanYeol, mis pensamientos depresivos pasaban a un segundo plano, pero ahora que no estaba a mi lado, sólo quería que nada de esto hubiera comenzado. Con todo esto en mente me fui quedando dormido.

-oooOOOooo-

   -Gracias por acogerme en tu casa, ChanYeol- dije- si vuelvo lleno de sangre por todas partes a la Residencia, Minnie es capaz de montarme un escándalo preguntado mil y una veces si estoy bien, si me pasa algo y cosas por el estilo.
   -No hay de qué- me contestó.
   -Siento molestar.
   -No pasa nada, además, te han dejado a mi cargo y te tengo que cuidar, o BaekHyun y YiXing me darán una paliza- dijo haciéndome sonreír.
   -Eres buena gente.
   -Lo sé- respondió muy digno- pero…- me miró con duda de si preguntarme o no lo que tenía en mente.
   -Puedes decir lo que sea- lo animé.
   -¿No nos tienes miedo?- lo miré sin entender- quiero decir, somos monstruos- negué con la cabeza.
   -No sois monstruos, sois personas normales con algo muy peculiar- contesté- además, ¿cómo podría teneros miedo?- pregunté- YiXing es como un conejito, BaekHyun es un encanto y tú estás muy hecho polvo, no podría temeros, os conozco de años.
   -Me alegra escuchar eso…
   -Además, me habéis salvado la vida, eso es algo que une mucho.
   -Me gustaría preguntarte otra cosa- dijo con duda.
   -Adelante.
   -No dirás nada de todo esto, ¿verdad?- negué con la cabeza.
   -No quiero que os lleven a ningún lado para hacer experimentos con vosotros.
   -Gracias.

-oooOOOooo-

   Me desperté como un resorte cuando escuché voces al otro lado de la puerta de mi habitación y me asusté, hasta que una de ellas la identifiqué con la de mi compañero de habitación, JongIn, aunque las otras dos no lograba ubicarlas para nada, y eso que era bastante bueno para identificar las voces, pero claro, estaba medio dormido, bastante con reconocer la de JongIn. La puerta se abrió y me permitió entrever a un par de personas que se despedían de mi compañero, mientras éste entraba a la habitación con una sonrisa de oreja a oreja.

   -Oh- dijo al verme- estás aquí.
   -Es obvio, ¿no?
   -Últimamente pasas mucho tiempo fuera de aquí- siguió sin prestar atención a lo que yo le había dicho- te vas con tu novio, ¿eh?
   -¿Qué novio? ¿Qué chorradas dices JongIn?
   -Venga… no seas tímido- se sentó en mi cama y comenzó a darme codazos mientras ponía una cara que decía “lo sé todo, a mí no me engañas, estás con uno”- venga… cuéntame cómo es que te la metan por el culo…
   -¡JongIn!- grité entre asustado, avergonzado y con unos pensamientos muy poco sanos sobre un acto muy poco puro entre los dos- deja de decir burradas.
   -Ahh… que todavía no os lo habéis montado- concluyó.
   -JongIn…- respiré hondo para armarme de paciencia- no tengo ningún novio y no me he acostado con nadie.
   -¿Eres virgen?- abrí los ojos tanto que casi se me salen de las cuencas- me extraña, con ese novio tan pervertido que tienes…
   -JongIn- le agarré la cara para que me mirara y le tapé la boca para hacer que así dejara de decir cosas que me avergonzaban- a ver, primero, NO tengo novio- enfaticé el no para que lo entendiera- así que ya lo demás que estás diciendo no tiene razón de ser.
   -¿No tienes novio?
   -No.
   -Pero si es que se veía claro que estabais liados cuando os vi durmiendo- comentó.
   -No, no estamos liados- volví a aclarar- somos amigos.
   -Pues nadie se abraza tan posesivamente siendo un amigo.
   -Muy bien, JongIn… piensa lo que te de la gana, pero ChanYeol y yo sólo somos amigos.
   -Bah… lo que tu digas…- se levantó y me dejó allí, sumamente confuso y con ganas de matarlo.

-oooOOOooo-

   Me había resultado raro, muy, muy raro que Kevin se preocupaba por mí, pero cualquiera se preocuparía por una persona que llegara lleno de sangre a casa y con cara de haber visto un fantasma. Me quité la ropa y miré las manchas rojas. Me había asustado mucho lo que le había pasado a JongDae, pero lo había ayudado y al final había quedado todo en un susto, en un mal susto. Me miré las manos. Habían brillado y habían curado a mi mejor amigo, eso había sido algo fascinante y también extraño, pero había hecho algo bueno y se sentía bien.

   Entré a la bañera después de dejar que el agua la llenara y me tumbé, dejando volar mi mente y quedándome dormido con el calor y los vapores que desprendía el agua.

-oooOOOooo-

   -¿Sangre?- preguntó Tao sin creerse lo que le contaba- no me lo puedo imaginar.
   -Él me ha dicho que era una mezcla extraña que le ha soltado un muñeco, pero no sé, era demasiado real- contesté.
   -Ahora hacen todas las cosas muy reales- se acomodó bien en su cama- además, no me imagino al bueno y siempre dispuesto a ayudar de YiXing matando a alguien.
   -Tienes razón, pero hay algo que me molesta.
   -¿Todavía sigues cabreado por lo del chico ese que ayer estaba aquí sobando a YiXing?- dijo Tao alzando una ceja.
   -¿Qué?- pregunté, pero de repente lo recordé- ah, no, es simplemente que algo no es como antes, no sé qué pueda ser, pero siento algo distinto alrededor de YiXing.

-oooOOOooo-

   Abrí la puerta de casa y busqué a mis padres por todos lados, pero no los encontré. Suspiré aliviado cuando descubrí una nota en la cocina, junto con una fiambrera, en la que decían que cómo mi hermana no venía a vernos, ellos irían a verla a ella. Bueno, por lo menos no los tendría allí, porque no sabía cómo explicarles que llevara a un chico desconocido lleno de sangre.

   -No están- le dije a JongDae, que iba detrás de mí.
   -Es un alivio.
   -Te prepararé el baño para que puedas quitarte toda esa sangre- comenté- también te sacaré toallas y algo de ropa mía para dormir.
   -Muchas gracias- me hizo una reverencia- siento molestar.
   -No es molestia- y tras decir esto, fui a hacer todo lo que había dicho, viendo antes de girarme cómo JongDae cogía su móvil, que estaba sonando.

-oooOOOooo-

   Estaba preocupado. JongDae llevaba todo el día sin contactar conmigo cuando me dijo que almorzaríamos juntos antes de salir por la mañana, despertado por su amigo YiXing para hacer cualquier cosa. Lo había llamado un par de veces, pero no me lo había cogido, y él siempre contestaba a mis llamadas.

   Cuando mi móvil sonó con It’s War – MBLAQ, el tono que le había asignado a JongDae, me faltó tiempo para salir corriendo a contestar, al hacerlo, y oír su voz me quedé algo más tranquilo.

   -¿Minnie?- preguntó.
   -¿Quién más va a ser?- le dije y justo después comencé- ¿dónde has estado? ¿Ha pasado algo? ¿Sabes que me tenías muy preocupado? Te llamé un par de veces y no lo cogiste… ya me había puesto en lo peor- noté cómo reía nerviosamente.
   -Tranquilo, Minnie, estoy bien- me contestó- estuve todo el día con YiXing, BaekHyun y ChanYeol y se me ha pasado el tiempo volando.
   -Jum…- murmuré mientras hacía un puchero.
   -No hagas pucheros- ¿cómo sabía lo que había hecho? ¿Era mago acaso?- siento haber faltado a mi palabra de comer contigo, pero otro día te lo compensaré.
   -Eso espero- dije- ¿vendrás a cenar por lo menos?- casi lo vi negar con la cabeza mientras suspiraba al otro lado de la línea.
   -Me temo que no… me quedo en casa de YiXing, nuestros padres querían hacer una vídeo-llamada desde China y así nos ven a los dos de golpe.
   -Bien, pero tú estás bien, ¿no?
   -Perfectamente.
   -Entonces… ¿nos vemos mañana?
   -Mañana prometo despertarte a golpes- contestó medio riendo.
   -Eres malo- dije.
   -Sabes que no lo haría- respondió divertido- mañana nos vemos y no te preocupes por mí, Minnie.
   -Está bien, te espero mañana aquí… y recuerda que me debes una comida.
   -Lo recordaré, hasta mañana.
   -Hasta mañana- me despedí y la línea se cortó.

   Suspiré tranquilo. Por lo menos a JongDae no le había pasado nada malo, sólo se había estado divirtiendo con sus otros amigos, los cuales, por cierto, no me presentaba, pero bueno, lo importante era que estaba bien, me había quitado un peso de encima. Me tumbé en la primera cama que pillé y me quedé dormido, sin siquiera divisar cómo se formaban nubes en el horizonte que amenazaban con tormenta.

-oooOOOooo-

   Ya había dejado a JongDae acostado en el cuarto de mi hermana cuando me dirigí a mi cama para dormir. Le había arreglado un poco el otro cuarto ya que no lo iba a meter en mi cama. JongDae no era BaekHyun. Me metí entre las sábanas y nada más tumbarme, el sueño me venció, había sido un día muy largo.

   Colores brillantes me envolvían. Estaba en un lugar lleno de colores cálidos, ocres, rojos, amarillos, marrones y todo a mi alrededor era igual. Comencé a caminar por el lugar, dándome cuenta de que en realidad no caminaba, sino que mis pies estaban ligeramente despegados del suelo, como flotando. Escuché un ruido raro y me giré, viendo una gran sombra oscura que lo engullía todo a su paso y se dirigía rápidamente hacia mí.

   Me desperté sobresaltado y vi una luz al otro lado de la ventana, seguida justo después por un gran estruendo. Me asusté, pero luego caí en la cuenta de que sólo había tormenta, y me volví a echar a dormir, sin recordar absolutamente nada de mi sueño.



Intercambio de Poderes


Intercambio de Poderes



   Por fin terminamos por ese día. Había tenido que ir con HeeChul hyung a una entrevista en la televisión para promocionar Don’t Don, y en la que se me echó encima varias veces, para intentar besarme, bueno, nada de intentar, lo consiguió, aunque en cámara no se vio nada, o eso espero.

   Me dejo caer en mi cama, agotado y cierro los ojos para abandonarme al sueño, sin siquiera quitarme la ropa que traía de la calle, ésta está calentita y el pijama frío. Casi estoy a punto de entrar en el mundo de los sueños, cuando noto otro peso sobre mi cama y abro los ojos, asustado, aunque en el fondo, sé muy bien que es él.

   -¿Qué quieres, hyung…?- pregunto medio dormido.
   -Quiero “marcha”- responde. Cuando él dice que quiere “marcha”, significa que quiere hacer el amor conmigo, vamos, que se la meta, como diría él.
   -Estoy cansado…- me revuelvo en la cama, me acurruco e intento dormir, pero sé que él no se va a dar por vencido hasta no obtener lo que quiere. De hecho, yo antes de conocerlo no era gay, él me hizo gay a la fuerza, porque me quería para él y no se conformaba con un no. Tengo que reconocer que al principio no me hizo mucha gracia esto, pero cuando supe que no era solo por capricho, sino que también había sentimientos por su parte, me dejé hacer gay tranquilamente, porque yo, aunque no me había dado cuenta, también amaba a mi hyung.
   -Venga… Hannie… si no vas a tener que hacer mucho esfuerzo…- dice mientras gatea hacia mí y se me sube al cuerpo.
   -Contigo siempre tengo que hacer esfuerzos.
   -¿Me estás rechazando?- abro los ojos asustado y lo miró fijamente, va a empezar con sus dramas y yo no quiero dramas.
   -Está bien, está bien… me rindo- levanto las manos en señal de paz y una sonrisa de satisfacción y pícara, aparece en su rostro.
  -Te prometo que hoy vas a disfrutar mucho, Hannie- susurra en mi oreja, y después me la muerde.

   Nuestra ropa ya ha desaparecido por la habitacióny la puerta de ésta ya está bien cerrada, para que el otro habitante del apartamento, KiBum, no entrara y se encontrara una escena que lo pudiera traumatizar, aunque él ya sabía de nuestra relación, bueno, él y todo el bloque, porque HeeChul daba unos chillidos cada vez que lo hacíamos que se escuchaban hasta en la luna.

   Comienzo a tocar el miembro de mi hyung, pero me para, haciéndome tumbarme en la cama y tocándome él. Sus dedos se mueven ágiles por mi miembro semi-erecto y por mis testículos, mientras que su boca, se dedica a saborear mis labios, mi cuello, mi pecho. Poco después, ya tengo mi pene apuntando hacia arriba y él sonríe con satisfacción.

   -Disfrutarás mucho hoy…- murmura, y no sé por qué, pero me entra un escalofrío por el cuerpo que nada tiene que ver con el placer. Esa cara, esa sonrisita malévola, la repetición de esas palabras, todo, me daba una mala espina impresionante y en cuanto noto el dedo juguetón de mi hyung intentando entrar en mi interior, supe que estaba en lo cierto.
   -¿Qué haces?- pregunto apartándolo de mí.
   -Hacerte disfrutar…
   -No…- murmuro, pero él se coloca sobre mí y comienza a besarme la oreja.
   -Tranquilízate y disfruta…- susurra lamiéndola.
   -No quiero…
   -Cada uno da lo que recibe- murmura- y luego recibe, lo que da…- pasa su lengua por mi cuello.
   -Hyung…
   -Hannie… no te dolerá… te lo prometo…- su dedo se introdujo en mi interior y comienza a moverlo.
   -Hyung…
   -Sabes que nunca te haría daño…

   Escuchando estas palabras, me abandoné a él, tranquilizándome y dejando que él hiciera conmigo, lo que yo tantas veces había hecho con él. Notando sus dedos en mi interior, haciendo espacio y su boca sobre mi pene, haciéndome delirar y distrayéndome del dolor que me estaba provocando. En un momento dado, saca sus dedos, aleja mi miembro de su deliciosa boca y comienza a empujar con la punta de su pene, mi entrada, provocándome un dolor indescriptible.

   -¡Ahrgh!
   -Shh… shh…- deja de empujar mientras me besa- tranquilo… tranquilo…

   Al final, después de un buen rato, me calmo y él puede seguir entrando en mi cuerpo. Se siente extraño, muy extraño, lleno, pero al fin y al cabo se siente muy bien. Entrando y saliendo de mi cuerpo, mi hyung profería gemidos ensordecedores, sabía qué era lo que estaba sintiendo ahora mismo, era delicioso. A mí, al principio me duele, pero después, ya estoy gimiendo y dejándome llevar como él.

   Noto su mano tocando mi pene al mismo ritmo desenfrenado que se introducía y salía de mi cuerpo, tocando una y otra vez, un punto en mi interior, que me volvía loco de placer. En un momento dado, siento como exploto y me corro, tras llegar al orgasmo más absoluto, mientras noto el líquido de mi hyung corriendo por mi interior.

   Su respiración entrecortada en mi oído, su miembro saliendo cuidadosamente de mí, su cuerpo desnudo, resbaloso de sudor contra el mío, su corazón latiendo desbocado. Su semen resbalando de mi agujero recientemente abierto por primera vez. Todo era perfecto, incluso lo último, aunque jamás lo hubiera imaginado.

   -¿Qué tal estás?- lo escucho murmurar.
   -Creo que bien…- digo y lo acomodo sobre mí.
   -Me alegra escuchar eso- alza un poco su cabeza y roza sus labios contra los míos.
   -Pero…- susurro.
   -Siempre hay un pero…
   -Me gusta más ser activo que pasivo…- reconozco- no creo que vuelva a soportar algo así- siento cómo él sonríe- ¿por qué lo has hecho?
   -Para que sepas qué se siente… y para qué sepas lo que te quiero, para dejar que me hagas esto siempre…- comprendo en ese momento todo y le sonrío.
   -Yo también te quiero mucho… y a partir de ahora… te querré más…
   -Eso es lo que yo buscaba- dice- que incluso tú, mi chino hermoso, me quisieras más todavía…
   -Pues lo has conseguido- digo y rozo sus labios para sellar aquellas palabras antes de quedarme dormido.



jueves, 3 de enero de 2013

Love Like Oxigen


Love Like Oxigen


   Llevábamos siendo amigos unos cuantos años. Muchos se sorprendían por nuestro parecido físico, la verdad, parecía que éramos hermanos, pero no era así, sólo éramos amigos. Nos llevábamos de maravilla, TaeMinnie era un encanto y tan inocente, que incluso parecía alguien más joven que yo, aunque era al revés.

   Nos habíamos hecho amigos por nuestra pasión por el baile. Ensayábamos hasta las tantas y hablábamos de lo que fuera, sólo estar juntos nos hacía felices. Salíamos por las noches también, pero sólo cuando él tenía tiempo libre, puesto que había debutado, pero las salidas se habían acabado, porque yo también tenía ahora mucho trabajo.

   Ahora teníamos poco tiempo, por lo que cuando dijeron que ambos estaríamos en aquella nueva sub-unidad de la SM, Younique, me puse como loco. Ensayaría de nuevo con él y pasaría un par de semanas a su lado. Eso era lo mejor desde el debut, que la agencia me había dado.

   Nos pasamos los días ensayando, todos. EunHyuk y Henry sunbaes, HyoYeon noona, LuHan y él, TaeMinnie. Era muy cansado, como cuando teníamos comeback, casi ni nos dejaban tiempo para respirar, pero merecía la pena, porque estaba con él.

   Era el último de ensayo y los demás, ya se habían ido, pero ambos éramos iguales, demasiado perfeccionistas en cuanto al baile, y nos quedamos ensayando. Yo no quería largarme de aquel lugar hasta que él no se fuera, pasar tanto tiempo con él era algo precioso, y no pensaba desperdiciarlo ahora.

   Ambos bailábamos, nos movíamos al son de la música haciendo los movimientos de la coreografía predeterminada. Sudábamos, respirábamos entrecortados y cuando la música dejó de sonar, ambos nos dejamos caer sobre el suelo.

   Él estaba hermoso de aquella manera, con sus ojos cerrados, intentando recobrar el aire desesperadamente, su cabello pegado a su frente por el sudor y diversas gotas de éste, recorriéndole el rostro y el cuello. Mi corazón latía desenfrenadamente ante esta visión, y casi hiperventilaba.

   Me arrastré hasta él, temblando y con una toalla para poder ayudarlo a secarse, y así borrar aquella visión porno que me estaba ofreciendo. Él abrió sus ojos al sentirme cerca y me sonrió cuando me vio con la toalla. Comencé en ese momento a secarle el sudor y él se dejó, con aquella hermosa sonrisa en sus labios y sus ojos mirándome fijamente, pero con aquella timidez tan propia de él. No pude evitar morderme el labio inferior y pasé mi lengua luego por ellos.

   -Gracias- murmuró.
   -No hay de que…

   Nos quedamos en silencio, sólo mirándonos hasta que él desvió su mirada hacia cualquier lugar de aquella sala, haciéndome suspirar cansado. Siempre pasaba aquello, él desviaba su mirada cada vez que nuestros ojos se encontraban por  más tiempo de lo normal. De repente, él me hizo una pregunta que me dejó bastante pillado.

   -¿Cómo definirías el amor?
   -¿El amor?- pregunté y él asintió todavía sin mirarme, sus mejillas se habían coloreado y tenía una expresión adorable en su rostro- pues… no lo sé… ser feliz con la persona que amas… o algo así… ¿cómo lo definirías tú?
   -Como el oxígeno- respondió. Entorné los ojos, no sabía a lo que se refería.
   -No lo entiendo- murmuré y él me miró de nuevo.
   -Quiero decir… que cuando estás enamorado de una persona… necesitas estar cerca en todo momento, y lo necesitas casi tanto como respirar…
   -Oh… qué profundo…
   -Soy profundo- respondió con una sonrisa y una idea loca vino a mi cabeza en ese momento.
   -¿Alguna vez te has sentido así, TaeMinnie?
   -Sí… ¿y tú?
   -Sí…- contesté con mi corazón latiendo tan rápido y tan fuerte que seguramente él podría escucharlo- ¿conozco a la persona afortunada?- él asintió levemente, con un sonrojo aún mayor en su rostro- ¿quién es?- pregunté casi con miedo.
   -Kim JongIn…

   Escuchar mi nombre de sus labios como respuesta a mi pregunta y además, sin ningún rastro de burla, broma o algo así, sólo con una timidez extrema, me hizo la persona más feliz del mundo, y eso se notó en la gran sonrisa que apareció en mis labios.

   -¿Quién es la persona que tú amas?- preguntó.

   No respondí a su pregunta con palabras, sino que se la respondí con acciones. Dejé la toalla con la que le había quitado el sudor tirada por algún lugar y comencé lentamente a acercarme a él, hasta que nuestros labios se rozaron suavemente durante unos segundos, luego, me alejé tan lentamente como me había acercado. TaeMinnie tenía una sonrisa hermosa en su rostro, pero inmediatamente hizo un puchero.

   -No me has contestado- murmuró divertido.
   -Sí, lo he hecho- él negó con la cabeza de una manera adorable y suspirando, me acerqué a su oreja- Lee TaeMin…- no hice nada más que terminar su nombre, cuando ya volvía a sentir sus labios contra los míos y sonreí dentro del beso, me iba a matar de amor con esa personalidad suya- no sabes cuánto te quiero…- murmuré.
   -Tú tampoco sabes cuánto te quiero…



martes, 1 de enero de 2013

What’s The Name Of The Game?


What’s The Name Of The Game?


½ Cuando te Conocí


   Era un chico aplicado. Me gustaban mucho las matemáticas, y sacaba muy buenas notas en esa asignatura, de hecho había participado en un concurso de mates, y a pesar de mi juventud, pude ganar fácilmente a muchos chicos mayores que yo. También me encantaba la historia. Veía muchos dramas de esa temática, y leía muchos libros acerca de eso. Realmente me gustaba aprender cada día alguna cosa nueva. Además, para distraerme, jugaba a videojuegos, mi favorito era el Starcraft, era, lo que algunos podrían considerar, un adicto a ellos, pero a mí me daba lo mismo.

   Por estos motivos, no era muy apreciado entre los compañeros de mi clase, y un odio infinito se cernía en torno a mí a todas horas, pero yo no les hacía mucho caso, al principio, aunque después, sí tuve que tomarlos en serio.

   Me hacían perrerías por mis notas y por mi inteligencia superior a la suya. Colocaban chinchetas en mis zapatos, pegaban chicles a mi mesa, destruían mis apuntes, etc. Tanto era así, que me comencé a defender, al principio con miedo, y luego con mucha más seguridad.

   Nunca había sido muy bueno en los deportes, así que fuerza física no tenía, pero sí funcionaba muy pero que muy bien mi cerebro, así que mis ataques eran verbales. Tenía una lengua viperina que asustaba a todo aquel que osaba meterse conmigo, ya que no podían responder a mis comentarios hirientes y sarcásticos, y menos cuando me cabreaba de verdad.

   Pero aunque temían a mi ingenio y a mi lengua, no me temían en nada como persona, y una vez descubrieron que las acciones son mejores que las palabras, no se amedrentaron por nada de lo que yo pudiera decirles.

   -Suplica- dijo uno.
   -¿Crees que voy a suplicarte a ti?- dije- antes muerto.
   -Tus deseos son órdenes para mí.

   Intenté escapar, de verdad que lo intenté, pero cinco chicos, todos más altos, más fuertes, más amenazadores que yo, sinceramente, había hecho los cálculos, y no tenía más que un 0’0001% de poder escapar de esa situación sin muchos golpes, y eso pensando que los milagros existiesen, sin esa variable, estaba completa y absolutamente perdido, a merced de los garrulos que comenzaron a patearme y a pegarme, mientras proferían insultos sin sentido por sus inútiles bocas.

   Caí al suelo, incapaz de sostenerme, y allí, siguieron con los golpes. Me tapé la cara con las manos, por lo menos, sino se veía en mi rostro, todavía podría ocultar a mis padres el maltrato que estaba sufriendo por parte de mis envidiosos compañeros de clase, que no tenían más cerebro que el de un mosquito, si pensaban que a golpes podía solucionarse todo.

   De repente, no noté más golpes sobre mi cuerpo. Esperé unos segundos antes de aventurarme a mirar, y al hacerlo, descubrí que había un chico parado frente a ellos. Era bajito, más que yo, y estaba mirando fijamente a mis cinco agresores, cómo si con la mirada pudiera matarlos o algo así.

   -¿Quieres recibir tú también, pequeño?- preguntó uno de ellos.
   -Yo soy más de dar, que de recibir- contestó el chico.
   -Y encima nos gallea- dijo otro.
   -Respeta a tus mayores.

   Y dicho esto, en un parpadeo, el chico se había abalanzado sobre los otros, y con una serie de patadas y movimientos extraños, los tumbó a todos y los dejó medio inconscientes en el suelo. A los cinco. Después, se acercó a mí y se agachó a mi lado.

   -¿Estás bien?- preguntó con una sonrisa encantadora que me dejó boquiabierto, porque segundos antes se había cargado a cinco tíos de golpe- no muerdo- dijo.
   -Es… estoy… bien…
   -Me alegra- me tendió su mano para levantarme del suelo y yo la tomé- mi nombre es SungMin- dijo con una gran sonrisa.
   -Kyu… KyuHyun…
   -Es un placer conocerte, KyuHyun- soltó mi mano y se fue, sin darme tiempo siquiera a darle las gracias por haberme salvado la vida.

   Me quedé plantado sin saber qué hacer durante unos momentos. De repente comencé a notar movimiento por donde estaban los garrulos. Acabé por salir corriendo antes de que despertaran, me vieran allí todavía, y me molieran a palos.

   Una semana. Había pasado una semana desde que el tal SungMin me había salvado, y los chicos que me molestaban no se atrevieron a tocarme más. Ni siquiera me insultaban o me miraban mal, simplemente, era como si yo para ellos no existiera, y eso era perfecto.

   También había pasado una semana desde que no veía a ese chico, y estaba sintiendo una especie de ansiedad por volverlo a ver. Le quería dar las gracias, quería saber algo más de él, quería, realmente no estaba muy seguro de qué era exactamente lo que quería, y menos de cómo me comportaría frente a él.

   La ansiedad aumentaba a cada día que pasaba, y opté por usar mi cerebro para encontrarlo. Recordé que dijo que era mayor, así que, en mi curso no hacía falta que buscara. Tenía dos vías, la lenta, buscar por todas las listas de los cursos superiores un tal SungMin y luego ir a su clase, o la rápida, preguntar a algún profesor acerca de él. Opté por la segunda opción.

   Y así, después de que el profesor de E.F. me dijera en qué curso estaba y que seguramente estaría como todas las tardes, entrenando Artes Marciales en el pabellón pequeño, salí corriendo en su busca. Al llegar al lugar, paré de correr e intenté recuperar mi respiración antes de entrar. Abrí la puerta, y me lo encontré haciendo movimientos extraños con un palo, él, en cuanto notó mi presencia, paró, y me sonrió.

   -Sabía que me encontrarías- dijo.

   Casi como si su presencia ejerciera alguna influencia mágica en mí, y eso que yo no creía en la magia porque no estaba demostrada científicamente, comencé a avanzar hacia él, hasta que me coloqué a un par de palmos de él, sin dejar de mirar sus ojos.

   -¿Te gustaría jugar a un juego, KyuHyun?- preguntó cogiendo la corbata de mi uniforme.
   -¿Cuál es el nombre del juego?

   Supuestamente lo había estado buscando para decirle “Gracias”, pero en esos momentos, mi mente no procesaba nada, sólo quería que SungMin me siguiera mirando de aquella manera, que me siguiera sonriendo tal y como lo hacía, y que esas manos que jugueteaban con mi corbata, juguetearan con alguna que otra parte de mi anatomía.

   Me asusté ante los pensamientos que estaba teniendo y sacudí la cabeza para quitármelos.

   -El juego se llama, ¿quieres salir conmigo?
   -No lo conozco… no sé cómo se juega…
   -Di sí y yo te enseñaré como se juega.
   -Sí…
   -Así me gusta.

   Salvó la distancia que había entre nuestros cuerpos, y me besó. Así fue cómo comenzaron nuestros juegos.



Mi Primer Beso


Mi Primer Beso


   -¨¿Cuándo y con quién fue tu primer beso?”

   Ésa fue la pregunta que me hizo recordar mi pasado.

   -“Fue en Explorando el Cuerpo Humano, con EunHyuk, en el capítulo de la piscina.”

   Ésa fue mi respuesta en el programa, pero allí había dos personas que sabíamos que esa respuesta no era del todo cierta, porque, la persona sí era la correcta; pero no el momento, el momento fue antes, fue mucho antes…

   Compartía habitación con la persona más pervertida que había conocido en toda mi vida, Lee HyukJae. Éramos buenos amigos, pero él no entendía muy bien eso de que yo quería ser un adolescente inocente un poco más de tiempo. Un día, me dejé llevar, le hice caso, y dejé de ser inocente.

   -Me gustaría experimentar algo- dijo tumbado en su cama.
   -¿El qué?- pregunté.
   -Me gustaría dar mi primer beso y así saber qué es lo que se siente…
   -A mí también- reconocí- siento algo de curiosidad- él se alzó un poco de la cama apoyándose sobre los codos.
   -¿Qué te parecería si experimentamos?- sugirió.

   Y esa fue mi perdición. En el momento en el que nuestros labios se rozaron dejé de ser inocente para siempre, y comencé mi época de experimentación.

   Ahora que lo pienso, nunca hubo sentimientos más allá de una buena amistad, sólo era una mera experimentación de un par de adolescentes hormonados y calientes que pasaban sus días y noches juntos.

   Él guarda todas mis primeras veces… y yo guardo todas las suyas.

   Lo que yo había dicho en el programa era una verdad a medias, pero no se podía conocer toda la verdad, porque lo que pasó en el dormitorio, no salió de él… y nunca saldrá.


domingo, 30 de diciembre de 2012

EXO Ficha de Personajes Enemigos


Ficha de Personajes EXO. Enemigos























Choi MinHo
Fecha de Nacimiento: 9 de Diciembre, 1991
Lugar de Nacimiento: Incheon, Corea del Sur
Grupo Sanguíneo: B.
Estatura: 181 cm
Signo del Zodiaco: Sagitario
Aficiones: Hacer ejercicio, escuchar música, rapear, y tomarse fotos.
Personalidad: Es algo tímido e introvertido, no sabe muy bien cómo comunicarse con la gente nueva, a veces es muy torpe con los demás, pero de buen corazón. Un romántico de esos que ya están en extinción, si eres su amigo no dejara de estar preocupado por ti ni un segundo. Se enoja fácilmente si siente que no se le respeta.
Su nombre significa que es "brillante y bondadoso"
Le gustan las películas de acción, sobre todo las de James Bond.