sábado, 19 de enero de 2013

EXO


Capítulo 13
Resaca



   Agarré a BaekHyun y lo subí a mi espalda como pude. No tenía que haberlo sacado a bailar, estaba bastante borracho, tampoco tenía que haberme aprovechado de él en ese estado, pero sus labios, me llamaban a gritos para que los besara, y eso hice. Me dirigí a la mesa dónde estaban los chicos y cuando vieron que BaekHyun estaba desmayado sobre mi espalda, se levantaron y se acercaron a preguntar. Por muy borrachos que estuvieran, seguían teniendo un poco de cabeza todavía.

   -¿Qué le ha pasado?- preguntó JongIn
   -Sólo se ha desmayado- contesté.
   -¿Se ha desmayado?- dijo YiXing apareciendo de pronto- déjame ver- se puso a mi espalda y le estuvo haciendo algo a BaekHyun, pero no lo vi, no tenía ojos en la nuca- buf, está bien, sólo está dormido- dijo- creí que a lo mejor tenía un coma etílico.
   -Debería llevarlo a casa- comenté- bueno, a su habitación.
   -Sería lo mejor- dijo YiXing.
   -Nosotros ya nos vamos, ¿verdad, YiXing?- Kevin ya estaba ayudando a levantarse a Tao para poder medio llevarlo a rastras.
   -Sí, claro, ¿vosotros qué haréis?- preguntó el chico.
   -Nos vamos también- MinSeok miró su reloj- ya es tarde- agarró fuertemente a JongDae, que estaba por irse a algún sitio- que cuidado tengo que tener con este- murmuró- ¿te vienes también, JongIn?
   -Si os vais todos… qué remedio…

-oooOOOooo-

   Kevin llevó a Tao hasta su habitación y yo me quedé en el salón, esperando a que volviera. Me hubiera gustado haber desaparecido en ese momento para no tener que estar allí, pero no tenía ese poder, tenía el poder de curar a la gente, y Kevin me había descubierto. Tenía algo de miedo, bueno, algo era decir poco, estaba muy asustado. Cuando lo vi aparecer de repente, me levanté del sofá corriendo.

   -Siéntate- dijo, y yo obedecí sin rechistar. Luego, él se sentó a mi lado- ¿desde cuando?- preguntó, lo miré sin entender- ¿desde cuando tienes ese poder?
   -Desde… hace un… mes…- contesté agachando la cabeza, pero Kevin me la alzó.
   -Mira- dijo.

   Su mano derecha se puso roja unos segundos antes de que una pequeña llama apareciera en su dedo índice. ¿Tenía también el poder de controlar el fuego cómo ChanYeol? Cerró la mano y la llama se extinguió, luego vi algo que me dejó todavía más desconcertado de lo que ya estaba. Kevin estaba flotando sobre el sofá, no sentado. Abrí los ojos como platos.

   -Tú… tú… tú…- no sabía qué más decir, las palabras se habían quedado atascadas en mi garganta.
   -Será mejor que duermas- me dijo él, con una expresión que no pude identificar- mañana hablaremos de todo- se levantó, y se fue.

-oooOOOooo-

   Caminábamos por la calle, de vuelta a la Residencia, ChanYeol cargaba con BaekHyun a sus espaldas, JongIn iba bailando con una música imaginaria que escuchaba en su cabeza, y chocándose contra todo el mobiliario urbano, y yo, llevaba a JongDae medio a rastras, porque cada vez que lo dejaba suelto, salía detrás de toda chica o chico que nos cruzáramos, para intentar ligar, mostrándoles su habilidad para cantar, que no había menguado, aunque estuviera borracho.

   De repente vi cómo JongIn se chocó contra una farola y en ese instante su cuerpo desaparecía. Me restregué los ojos sin creérmelo, y cuando los volví a abrir, él estaba allí, agarrando a la farola como si fuera una chica, perreándole. O había bebido mucho, que no podía ser el caso porque sólo había tomado un par de cubatas, o debía graduarme la vista, cosa que me parecía más probable después de haber estado estudiando como un loco para los exámenes.

-oooOOOooo-

   Llegamos a la Residencia y nos dividimos. MinSeok se llevó a JongDae hasta la habitación que compartían, y yo cargué con BaekHyun hasta la que compartía con JongIn, que se fue por otro pasillo, chocándose contra todas las esquinas. Debería de haberme preocupado por él, pero mi atención estaba más puesta en BaekHyun que otra cosa.

   Entré a su habitación y lo dejé con cuidado sobre la cama. Él se removió un poco, pero no se despertó. Suspiré y fui hacia el baño. Me eché agua en la cara para despejarme un poco la borrachera, que aunque no estaba tan mal como JongDae, sí que me notaba un poco tomado. Se me despejó un poco después de una tonelada de agua helada, y volví a la habitación.

   BaekHyun estaba sentado sobre la cama, despierto, y con un brillo juguetón en su mirada. Me hizo un gesto para que me sentara a su lado, y yo, sin poder negarme, así lo hice. Nada más sentarme se abalanzó sobre mí, mejor dicho, se abalanzó sobre mis labios, besándome con ansia, con furia. Correspondí el beso y este se volvió excitante. Nuestras lenguas jugaban juntas, sentía el sabor del alcohol que había tomado, pero no me importaba. Poco a poco, nos fuimos recostando sobre la cama, él encima de mí, con sus manos traviesas recorriendo mi cuerpo y las mías colocadas en su espalda, levantándole lentamente la camiseta, acariciando su blanca piel.

   De repente, él dejó de besarme los labios y se dirigió a mi cuello, que besó chupó, mordió y lamió, haciéndome jadear. Trazó un camino así hasta mi oreja, que maltrató igualmente, antes de susurrarme.

   -Te amo, Channie- y se quedó dormido.

-oooOOOooo-

   Me desperté un poco desorientado, aunque en cuanto la cabeza dejó de darme vueltas, me ubiqué. Estaba en la habitación de mis amigos. ¿Qué hacía yo allí? No lo recordaba muy bien. ¿Qué hiciste después de salir de la discoteca, JongIn? Por mucho que lo intenté recordar, no pude, y lo único que conseguí, fue un dolor de cabeza mucho mayor del que ya tenía.

   Me giré hacia la derecha y vi un bulto enorme bajo las sábanas de la cama de al lado, demasiado grande para ser sólo una persona. Y entonces volví a recordar que estaba en la habitación de mis amigos, y no en la mía. Me levanté lentamente, dándome cuenta de que dos pares de piernas asomaban por fuera de las sábanas. Fijé mis ojos en el suelo. No quería saber más, ellos ya me habían contado miles de veces que cada vez que amanecían juntos en una cama, era porque lo habían hecho.

   Salí de la habitación sin apenas hacer ruido y me dirigí a la mía. Tenía que seguir durmiendo, pero en la cama de LuHan no podría seguir, si se levantaba y se daba cuenta, seguro que me patearía fuera.

-oooOOOooo-

   Me desperté entre unos brazos largos que me apretaban fuertemente. Ya conocía de sobra esos brazos, eran los de ChanYeol. Me removí un poco sobre su cuerpo y mi cabeza me dio una punzada enorme. De repente sentí arcadas, y como pude me levanté corriendo, mareándome más de lo que ya estaba en el proceso, y pegándome contra todo, conseguí llegar al baño, y echar hasta mi primera papilla en el váter.

   Me quedé sentado en el suelo, con la cabeza entre mis piernas, para que se me quitara el mareo, cuando noté que alguien entraba al baño. Era ChanYeol, que se agachó a mi lado, y comenzó a acariciarme la cabeza cariñosamente como si fuera un perro.

   -¿Cómo estás?- preguntó.
   -Mal…- fue lo único que pudo salir de mi boca.
   -No debías haber bebido tanto.
   -No pienso volver a beber en toda mi vida…- contesté- me siento horrible…
   -Eso decimos todos, pero luego volvemos a caer…
   -Borracho- murmuré intentando levantarme, pero me mareé y ChanYeol tuvo que agarrarme para que no cayera- gracias- mi amigo me ayudó a levantarme.
   -Deberías darte una ducha de agua helada- propuso.
   -¿Quieres que me de una pulmonía?
   -Quiero que te despejes, pero sino quieres resfriarte, me ducharé contigo para darte calor- se acercó a mí y me rodeó la cintura con sus brazos, metiéndo sus manos bajo mi camiseta, tocando mi piel y mandando escalofríos a toda mi columna vertebral.
   -¿Qué… qué haces…?
   -Ayudarte a desnudarte- levantó mi camiseta y me la sacó.
   -No hace falta- lo empujé lejos de mí- ya lo hago yo.
   -Así me gusta- se acercó y me dio un beso en la mejilla- te espero fuera.

   ChanYeol salió del baño y yo llevé mi mano a la mejilla que acababa de besar. Todavía notaba el cosquilleo de sus labios sobre ella y además, la notaba caliente, al igual que otra parte de mi cuerpo, que comenzaba a despertar. Me había dejado dos grandes problemas por resolver, mi borrachera, y mi erección.

-oooOOOooo-

   Salí del baño y me encontré con que JongIn entraba a la habitación. Sin siquiera percatarse de mi presencia, se tumbó sobre la cama en plancha, y a los pocos segundos, ya estaba como un tronco. ¿Dónde habría pasado la noche? La verdad, no debería de importarme, tenía otras cosas más importantes en las que pensar, por ejemplo, en BaekHyun y sus besos y caricias.

   Me dejé caer sobre la puerta del baño y suspiré. BaekHyun no parecía recordar lo que había pasado la noche anterior. Quizás fuera mejor así, no sabía como reaccionar ante su “te amo”. Sacudí mi cabeza, dejé de pensar en eso y me tumbé en la cama, esperando a que él saliera del baño.

-oooOOOooo-

   -Quiero dormir más…- murmuré.
   -O te levantas por ti mismo, o te levanto yo y te saco de la cama a patadas- amenazó la persona que llevaba dándome la lata con que me levantara desde hacía ya un buen rato. Sus gritos hacían que mi cabeza pareciera que fuera a estallar, más de lo que ya de por sí parecía.
   -No eres capaz- susurré, y fue capaz.

   Se sentó en mi cama y me fue empujando hasta que caí al suelo, después me agarró hasta que me levanté y me sentó en la cama a su lado. Tenía una sonrisa de satisfacción en el rostro que asustaba, pero en ese momento lo único que me preocupaba era mi cabeza. Me dolía horrores.

   -Estoy como un zombi- murmuré.
   -La próxima vez no bebas tanto- me regañó MinSeok y yo medio sonreí.
   -No me parecía haber bebido tanto anoche.
   -Lo mismo dejaste de acordarte después de una cuantas copas- dijo él.
   -Pues sí, no me acuerdo de mucho- me llevé la mano al cabello para echármelo un poco hacia atrás, y fue entonces cuando vi una cicatriz en la palma- ¿esto que es?
   -Anoche se te cayó un vaso al ver a una chica muy guapa y querer salir corriendo tras ella, pero cuando viste que ella se había ido, recogiste los cristales y te cortaste- me contó MinSeok- YiXing te llevó al baño y te curó, después nos fuimos, y hasta que te quedaste dormido, me estuviste mostrando tus dotes para el canto- sonrió- cantas muy bien, por cierto.
   -Qué vergüenza- intenté esconderme, pero no tenía donde- no vuelvo a beber más…




jueves, 17 de enero de 2013

Ginseng


Ginseng


   Me levanté esa mañana muy temprano, bueno, como siempre, e intente salir de la cama sin despertar al otro inquilino. Cuando lo conseguí, salí de mi habitación y me dirigí al baño a darme una ducha. Deje el agua correr hasta que estuvo caliente mientras me desnudaba, luego, me metí en la bajo el agua hasta que mis músculos se despertaron, a la vez que mi cerebro. Cuando termine de darme esa ducha reparadora, me dirigí de nuevo hacia mi habitación, encontrándome por el pasillo con un RyeoWook no muy despierto.

   -Buenos días, Ryeo- salude y el con un movimiento de cabeza hizo su saludo y siguió su camino hacia el baño.

   Me fui hacia mi habitación de nuevo, sonriendo, ése chico simplemente ni se había dado cuenta de que se había cruzado conmigo. Entré a mi habitación y descubrí al otro ocupante de mi cama medio despierto, estirándose como un gato.

   -Buenos días- murmuró.
   -Buenos días- me acerqué a él y le toqué la cabeza- ¿cómo has dormido?
   -Bien… hasta que te levantaste…- sonreí.
   -Eres un cielo…
   -Y tú un ángel- contestó y me puse algo colorado por sus palabras, así que, para que él no lo viera me giré y fui hasta mi escritorio, abrí un cajón y de él saqué mi toma diaria de mi revitalizante, para poder terminar ese largo día perfectamente.
   -He leído que eso es malo, hyung- dijo abrazándome por el cuello y quitándome mi toma de las manos, para después ponerse a mirarla fijamente. Me había sobresaltado al notarlo tan cerca, ya que no lo había escuchado salir de la cama, pero ahora estaba más tranquilo, pensando en que me tenía que devolver lo que me había quitado- tiene muchos efectos secundarios.
   -No es nada malo, es un revitalizante- intenté quitarle la toma, pero él la quitó de mi alcance- YoungWoon, dámela- ordené, pero él no me hizo ningún caso.
   -De verdad, hyung, esto a la larga te pasará factura…- murmuró.
   -Es una toma al día, ¿qué mal me va a hacer?- de nuevo fui a quitársela pero la apartó.
   -Tomada eventualmente, actúa cómo revitalizante, mejora la concentración y la memoria, y también sirve de afrodisíaco sexual- comenzó él- pero si se toma con regularidad puede provocar diversos trastornos… no es bueno que se tome más de dos meses seguidos, y yo te llevo viendo tomártelo ininterrumpidamente desde que regresé del ejército, y quién sabe desde cuando te lo estarás tomando…
   -No hace falta que me digas todo eso… ya lo sé, YoungWoon- tendí la mano hacia él- devuélvemela- pedí, él estuvo resistiéndose durante unos momentos, hasta que al final optó por dármela- gracias- dije, y me la tomé.
   -Sigo pensando que eso es malo.
   -Soy mayorcito, YoungWoon… sé lo que hago…- me giré y tiré el envase a la papelera y en ese momento, sentí sus brazos alrededor de mi cintura y su cabeza sobre mi hombro- ¿qué pasa ahora?
   -Sólo me preocupo por hyung…- murmuró en mi oído.
   -No hace falta que hagas eso…- me giré un poco y le di un beso en la mejilla- venga, y ahora suéltame para que podamos arreglarnos, que tenemos que ir a ensayar- pero él no me soltó, se apretó más fuertemente a mí- YoungWoon…
   -¿Cuándo te darás cuenta…?- preguntó en un susurro.
   -¿Darme cuenta de qué?- bufó en mi oído y luego comenzó a rozar mi mejilla con la suya, de una manera totalmente cariñosa, como un perro en busca de caricias.
   -De que te quiero, JungSoo…
   -Eso ya lo sé…- sonreí con cariño y le devolví el roce- yo también te quiero… os quiero a todos mucho, incluso al impertinente de HeeChul…- sentí cómo apretaba más fuerte mi cintura y sus músculos se tensaban.
   -Yo… no me refiero… a eso… yo… te quiero de otra… manera…
   -YoungWoon…

   No me dio tiempo a decir nada más. Fui girado en sus brazos, para quedar cara a él y ver su sonrojo durante unos instantes, hasta que sus labios chocaron contra los míos, húmedos, calientes y suaves. Me dejé llevar por el beso, aunque al principio me negara y poco después, ni siquiera supe cómo, acabamos tumbados en la cama, él sobre mí, comiéndonos la boca y lo que no era la boca, ya que sus labios habían pasado a mi cuello y estaba haciendo de éste su desayuno.

   -Mmmm… ahh… YoungWoon… para…- él paró de maltratar mi cuello y me miró a los ojos, los suyos brillaban de deseo, y los míos, también, pero debíamos parar esa locura ahí- por favor… dejémoslo aquí…
   -No puedo…- contestó pasando sus manos por mis costados, acariciándolos levemente- no ahora que hemos empezado… no ahora que tú me estás correspondiendo…- sus manos llegaron hasta la parte de debajo de mi pijama- no ahora…- paseó sus manos por encima de mi miembro, del que en ese momento fui consciente que estaba erecto- que te has tomado tu mejunje… y tienes cuerda para rato…
   -YoungWoon…- comencé, pero él empezó a tocarme esa zona tan sensible y dejé mi réplica a medias, la verdad, yo tampoco quería parar, no ahora que mi corazón latía desenfrenadamente… no ahora que necesitaba probar sus labios una y otra vez desesperadamente… no ahora que me había tomado mi mejunje y podía hacer el amor las veces que me diera la gana… no ahora… que tenía algo, que por fin, había liberado ese algo enterrado en lo más profundo de mi ser, que me decía que este saeng pervertido, malicioso y bromista, era especial… no ahora… que tenía lo que siempre había deseado tener… no ahora que…
   -LeeTeuk hyung… KangIn hyung- se escuchó la voz de RyeoWook en la puerta- se nos hace tarde.
   -Déjalos, ya saldrán- contestó EunHyuk.
   -Pero es que los demás nos están esperando…
   -No… no abras la puerta- al escuchar eso, y al ver el pomo de la puerta girarse, YoungWoon dejó lo que estaba haciendo, para tirarse sobre mí en modo abrazo de oso y así fingir que dormíamos en el mismo momento en el que la puerta se abrió.

   -¿Ves, Ryeo? Están durmiendo- dijo EunHyuk- y ahora, vámonos y dejémosles tranquilos.
   -Pero tenemos ensayo…
   -No se van a morir por perderse un día de ensayo… además… LeeTeuk siempre está haciendo miles de cosas, debería descansar…
   -Sí… tienes razón…
   -Pues ahora vámonos…- se escuchó la puerta cerrarse, y unos segundos después, también se oyó la del apartamento.
   -Bien…- murmuró YoungWoon separándose un poco de mi cuerpo…- ¿por dónde íbamos?- y se inclinó sobre mí para besarme fogosamente los labios.



martes, 15 de enero de 2013

SuHo (The Guardian)


SuHo
(The Guardian)



2/2


   Me desperté con dolor por todas las partes de mi cuerpo, me estiré como un gato y me levanté lentamente del incómodo sillón de la sala de espera del hospital en el que había dormido. Me dirigí hacia la máquina de bebidas y me saqué un té de burbujas, después, volví a aquel sillón, a la espera de noticias.

   La tarde anterior habían apuñalado a mi hyung, por defenderme y casi muere, bueno, todavía estaba en peligro, por eso no me dejaban visitarlo, pero si no llega a ser porque un chico se bajó de su coche y nos llevó al hospital, mi hyung ya no estaría aquí… y seguramente yo tampoco.

   Aunque todo aquello había sido horrible, y deseaba olvidar todo lo ocurrido, había una única cosa, bueno dos, que no me gustaría olvidar por nada del mundo, ese te amo y el roce de sus labios contra los míos. Eso me avergonzaba, pero a la vez me hacía sentir la persona más feliz del mundo, dentro de la preocupación que ahora sentía por él.

   Tan sumido en mis pensamientos estaba, que no vi la bata verde del médico de urgencias hasta que no lo tuve prácticamente delante.

   -¿Familia de Kim JunMyeon?- me preguntó y yo negué con la cabeza.
   -Pareja… creo…- murmuré. El hombre me miró de una manera extraña, pero siguió hablando.
   -¿Conoces a algún familiar suyo?- negué.
   -Sólo lo conozco a él.
   -Entendido- el hombre iba a retirarse, pero no lo dejé, el que no me hubiera comentado su estado de salud y sólo preguntara por su familia, me hacía pensar en lo peor.
   -¿Cómo está?- pregunté desesperado.
   -Su vida no corre peligro- contestó- deberías irte a casa, pequeño, tus padres deben de estar preocupados y por lo que veo no tienes pinta de ser mayor de edad.
   -Quiero quedarme aquí hasta que se despierte y pueda verlo- dije seguro de mí mismo. El hombre esbozó una pequeña sonrisa.
   -No podrás pasar a verlo hasta que su situación se normalice- respondió- será mejor que te vayas a casa, deja un número de contacto en recepción y ya te contactaremos- iba a protestar, pero sabía que él tenía razón, así que simplemente asentí y me levanté apesadumbrado.
   -Gracias por todo, ajussi- me incliné y me fui.

   Pasé una semana en blanco, sin saber nada de JunMyeon. En el colegio ya no me molestaban, sino que me miraban con miedo y no se acercaban a mí. En casa, varios vecinos bajaron a preguntar por él, ya que lo necesitaban para hacer unos arreglillos, y cuando les conté la situación, todos y cada uno de ellos fueron a visitarlo al hospital, pero tampoco los dejaron pasar a la habitación en la que estaba, como a mí, que me pasaba todas las tardes allí para que sólo me dijeran que evolucionaba. Cómo si fuera un Pokemon. Eso me ponía de los nervios.

   Y allí estaba, de nuevo en aquel hospital. Los enfermos y personal del hospital pasaban a mi lado casi sin mirarme, a lo suyo, porque la mayoría, ya me conocían y sabían por qué estaba en aquel lugar. De repente, un muchacho se acercó a mí y yo alcé la cabeza.

   -¿Eres Oh SeHun?- me preguntó y yo rápidamente asentí- no sé si debería decírtelo o no- murmuró- tampoco sé si está bien, pero…- miró a un lado y a otro y se acercó a mí- el paciente al que estoy ayudando a tratar pregunta por ti, se ve muy preocupado y está desesperado por verte- mi corazón comenzó a dar botes de alegría dentro de mi pecho- yo… si vienes conmigo… te llevaré a su habitación.
   -Iré contigo- dije y él sonrió.

   Me llevó por los pasillos, cuidándose de que nos vieran las menos personas posibles. Parecía que todavía no podía recibir visitas, pero mi hyung había ablandado el corazón de ese muchacho de prácticas que lo cuidaba y así podía ir a verlo. Llegamos a un pasillo, él abrió la primera puerta a la derecha y me hizo pasar rápidamente al interior.

   Era una habitación blanca muy pequeña, con una cama en el centro, en la que me esperaba mi hyung, con una sonrisa hermosa en su rostro y con una bata de hospital, de estas horrorosas que te dejan la espalda y el trasero al aire. Fui corriendo hacia él y lo abracé por el cuello, mientras comenzaba a llorar.

   -Hey… tranquilo…- pasó sus brazos a mi alrededor- no llores, pequeño… estoy bien…
   -Hyung…- fue lo único que pudo salir de mis labios.
   -No sabes cómo me alegra estar vivo- susurró y yo me aparté un poco para mirarlo a los ojos.
   -Yo… hyung…
   -No recuerdo mucho lo que pasó- dijo- pero recuerdo lo que te dije… y tu respuesta…- mi corazón comenzó a latir rápidamente- quiero saber… sino lo dijiste porque me… moría… porque yo…-lo callé tapándole la boca con mi mano.
   -Te amo… hyung- me sonrojé al decirlo, pero era la verdad y él tenía que saberlo. Me apartó la mano de su boca y mis labios fueron atrapados por los suyos.
   -Yo también te amo… Hunnie…- susurró contra mis labios al separarnos, íbamos a comenzar otro beso, pero una tos incómoda nos hizo separarnos y girarnos hacia el lugar de donde procedía. En la puerta estaba el chico que me había llevado allí.
   -Siento interrumpir este momento tan bonito y eso…- dijo- pero tengo que sacarte de aquí antes de que alguien te descubra y me suspendan las prácticas- asentí y sentí un suave beso contra mis labios al separarme.
   -Gracias, YiXing- dijo mi hyung.
   -No hay de qué- y el chico me sacó de allí. Salimos al pasillo y nos dirigimos de nuevo a la sala de espera, sin cruzarnos con apenas nadie.
   -Muchísimas gracias- me incliné y él sonrió.
   -Ha sido sólo por esta vez- contestó- en un par de días lo dejaran tener visitas, así que, podrás visitarlo más a menudo- sonreí- y para la semana que viene le darán el alta.

   Me alegró mucho el poder escuchar eso, pronto podría verlo cada día y también muy pronto podría estar de nuevo junto a él y en alguna de esas ocasiones, le daría las gracias, por hacerme sonreír cada día, por salvarme la vida y por amarme, porque nunca nadie había sido capaz de hacerlo, y nunca nadie más que él, sería capaz de volver a hacerlo.



lunes, 14 de enero de 2013

EXO


Capítulo 12
Party Hard



   -Estoy muerto- dije dejándome caer al suelo resbalando por la pared del pasillo, a la puerta de la clase, nada más terminar el último examen.
   -Bah… venga- BaekHyun me tomó del brazo intentando tirar de mí para levantarme, no consiguiéndolo- vamos, que hemos quedado en comer en el Burger con todos… levanta- fue escuchar lo de comida y Burger y levantarme como si fuera un tornado- así me gusta- mi amigo sonrió y echamos a andar- tengo ganas de ver a los chicos- murmuró.
   -Sí, yo también, desde que comenzaron los exámenes no les vemos el pelo- contesté yo.

   Después de esa semana de infarto que tuvimos antes del parón para los exámenes, no había pasado nada demasiado raro, bueno, quitando que JongDae también era un mutante como nosotros, pero nada más. Ahora además, habíamos abierto nuestro círculo de amigos, y ya no sólo éramos BaekHyun y yo, sino que nos habíamos juntado todos los raros y MinSeok, el compañero de habitación de JongDae.

   Llegamos al Burger y allí nos esperaban estos, más una persona más. Un chico que me sonaba demasiado, alto, aunque no tanto como yo, moreno y con una mirada muy penetrante, que hablaba animadamente con YiXing.

   -Chicos- dijo él señalando al chico nuevo- él es Tao, uno de mis compañeros de piso.
   -Oh, encantado- contestó BaekHyun, yo incliné un poco la cabeza modo de saludo- yo soy BaekHyun- dijo.
   -Yo, ChanYeol- me presenté.
   -Encantado de conoceros- respondió el chico muy educado haciendo una reverencia.
   -¿Cómo os han ido los exámenes?- preguntó JongDae acabadas las presentaciones.
   -Mejor que no preguntes…- le dije echándole una mirada asesina. Pero fue tarde, y BaekHyun comenzó a decirle lo bien que le había ido en todo y lo mal que me había ido a mí. Cuando terminó se volvió hacia mí.
   -Pero que sepas, que aunque creo que no tendrás unas notazas, aprobarás.
   -Gracias- dije irónico- me ayuda mucho eso.
   -Bueno, dejemos eso- comentó YiXing- qué queréis tomar para que vaya a pedirlo- cogió un papel y comenzó a apuntar lo que le decíamos.

-oooOOOooo-

   Estaba tras el mostrador, atendiendo a aquellos que pedían su comida, cuando vi que el siguiente era mi compañero de piso YiXing, que me miraba sonriente. ¿Qué hacía allí si le gustaba la comida sana del comedor de su Facultad? Nunca había venido antes.

   -Hola, Kevin- me saludó y JunMyeon, el cotilla de mi compañero de trabajo puso la oreja al ver que me conocía.
   -¿Qué quieres tomar?- pregunté directamente para que se fuera rápido, o mi cotilla compañero de trabajo comenzaría a preguntarle cosas.
   -Ains…- negó con la cabeza- tú y tus buenos modales- suspiró- bueno, menos mal que eres guapo y tienes a todas las chicas locas por ti, que sino este trabajo no te hubiera durado tanto- comentó.
   -¿Os conocéis?- preguntó JunMyeon, que había terminado de atender.
   -Sí, somos compañeros de piso- vi cómo sus ojos comenzaron a brillar ante la perspectiva de saber más cosas de mí.
   -Ah, ¿tú eres el otro?- preguntó y YiXing asintió- solo conocía a Tao, ya casi pensaba que el tercer compañero no existía- le tendió la mano- soy JunMyeon.
   -YiXing- le agarró la mano sonriendo.
   -Me gustaría tener más noticias de ti en el futuro- dijo mi compañero, y ahí fue cuando los corté.
   -YiXing, el pedido.
   -Oh, sí, es verdad- me tendió un papel con todo apuntado y yo lo cogí- bueno, me voy, que estoy formando cola- se inclinó hacia JunMyeon- encantado de conocerte- dijo y se fue.
   -El pedido se lo llevaré yo cuando esté todo listo- me dijo mi compañero- así le preguntaré más cosas de ti.
   -No te creas- murmuré- YiXing tampoco sabe mucho sobre mí.
   -Jup…- dijo desilusionado- pero yo seguiré llevándoles el pedido.
   -Todo tuyo- le entregué el papel- siguiente- llamé y así pasó a pedir una chica bajita con el pelo largo y tintado de castaño, con muchas mechas de colores.

-oooOOOooo-

   -¿Salir de marcha?- preguntó ChanYeol. Yo ya sabía cuál iba a ser su respuesta, así que me fui preparando mentalmente para esa noche no dormir- ¡Por supuesto que sí!
   -Y… ¿dónde vamos?- preguntó JongDae.
   -Han abierto una discoteca nueva en el centro, deberíamos ir allí- propuso mi mejor amigo.
   -¿Cómo sabes lo de la disco?- pregunté.
   -Oh, BaekHyun, querido amigo, no me subestimes- me agarró el mentón y me hizo mirarlo a los ojos- yo siempre me entero de todo.
   -De los apuntes no…- me miró mal y me soltó mientras hacía un puchero.
   -Podemos ir allí- dijo YiXing- estaría bien- miró a Tao- ¿Te gustaría venir?
   -Ah… no sé, Kevin…
   -Bah… ya eres mayorcito, además, vienes conmigo y ellos no muerden, ya lo has visto- comentó YiXing- y Kevin… también podría venir…
   -¿Quién es Kevin?- preguntó ChanYeol.
   -Él- JongDae señaló al chico rubio que estaba tras el mostrador, atendiendo a la gente- es un poco borde- comentó.
   -No es borde- cortó YiXing- es sólo… alguien… serio… muy maduro y centrado en sus cosas.
   -Casi lo dices con admiración- dijo MinSeok y YiXing negó con la cabeza.
   -Sólo le tengo respeto.
   -Cómo para no tenérselo- dijo JongDae- todavía recuerdo mi primera y única impresión de él… pensé que quería matarte.
   -Es que se llevó una impresión bastante grande- comentó Tao- parecía que se lo estaban montando en el sofá- señaló a JongDae y a YiXing.
   -¿Qué? ¡NO!- dijeron los dos a la vez.

   Pero desde ese momento, no los volvimos a mirar con los mismos ojos, y ellos se dieron cuenta.

   -¿Y bien? ¿A qué discoteca íbamos a ir?- preguntó YiXing cambiando de tema.

-oooOOOooo-

   No me costó mucho convencer a Kevin para que saliera de marcha con todos, después de todo, no se podía negar a nada de lo que yo le pidiera. Y allí estábamos los tres, con nuestras camisas y zapatos arreglados para que nos dejaran entrar, pero con nuestros pantalones vaqueros.

   Cuando llegamos al lugar, allí ya estaban JongDae, y su amigo MinSeok. Estuvimos bastante rato en la puerta, esperando a que llegaran los otros dos que faltaban y cuando llegaron, lo hicieron calmadamente, aunque llegaban con 20 minutos de retraso.

-oooOOOooo-

   Llegamos con veinte minutos de retraso por culpa del autobús que tuvimos que coger desde casa de ChanYeol para poder llegar, pero bueno, allí estábamos. Después de disculparnos como cien veces con los demás, entramos al local y buscamos un sitio dónde sentarnos.

   Estaba abarrotado de gente que bailaba, que reía, que bebía, que se pegaba gritos para poder entenderse por encima de la estridente música, que rebotaba en mis tímpanos y que estaba seguro que me dejaría sordo, o sino, con grandes problemas auditivos.

   Pero debía reconocer que el lugar tampoco estaba tan mal, y cuando encontramos un lugar donde sentarnos, dejamos todas nuestras cosas y algunos fueron a pedir, mientras otros nos quedábamos allí.

   Comenzamos a hablar de cosas sin importancia, y cuando llegaron con las bebidas comenzamos a beber. La primera vez que probaba el alcohol, y la verdad, no estaba nada mal. Bebí y bebí.

-oooOOOooo-

   Estaba bailando con un par de chicas que se me insinuaban descaradamente, cuando de repente vi un rostro conocido. Mi compañero de habitación, BaekHyun. Me alejé de las dos putas y caminé hacia donde él estaba sentado y reconocí también al chico que dormía con él. Estaban con unos pocos más que no conocía, pero aun así, no quería quedarme el resto de la noche solo, mis dos aburridos amigos ya se habían ido.

   Le toqué el hombro a BaekHyun y éste se volvió con una sonrisa, un cubata en la mano, y los ojos brillantes.

   -JongIn- dijo- ya me extrañaba el no verte por aquí, cierra-discotecas- me reí ante su ocurrencia de borracho- ven- se levantó y me echó un brazo por los hombros, te los voy a presentar a todos- me fue señalando y diciendo nombres y cuando terminó- únete a nosotros, cuantos más seamos mejor.
   -¿Os importa?- pregunté y todos negaron con la cabeza- entonces me quedo.

-oooOOOooo-

    Al rato de estar allí, bebiendo y hablando, ChanYeol me llevó a bailar en medio de la pista.

   Atravesamos la marea humana que se movía al compás de la música, agarrados de la mano para no despistarnos entre tanta gente, y Channie tirando de mí, hasta que encontró un lugar en el que había un poco menos de aglomeración. Nos paramos y se acercó a mí para hablarme al oído.

   -Nunca te he visto bailar…
   -Ni falta que te hace verme- le respondí. Mi voz sonó algo rara y ya me sentía un poco mareado por el alcohol, era la primera vez que bebía.
   -Baila para mí- me agarró de la cintura y me pegó mucho a su cuerpo, sin dejar prácticamente ni un hueco- baila para mí- repitió.

   No sé si fue el alcohol, el ambiente, la música o la voz ronca de ChanYeol diciéndome eso al oído, pero al final, fui moviendo mi cuerpo contra el suyo, lentamente, notando cada vez más calor. Su cuerpo muy cerca, tan cerca. Su rostro muy cerca, tan cerca, sus labios muy suaves, tan suaves. El suelo tan frío…

-oooOOOooo-

   ¿Cómo podía estar tan borracho como para que se le cayera el vaso al suelo? Y lo peor de todo es que se había cortado al intentar recoger los cristales. Y ahora estaba yo con él en el baño, metiéndole la mano debajo del grifo de agua fría para desinfectar la herida mientras él me cantaba Mirotic - DBSK. Me estaban entrando unas ganas enormes de asesinarlo allí mismo.

   -Vamos, JongDae, estate quieto.
   -No…

   Si se movía no iba a acabar nunca, y además, esa herida necesitaría puntos… a no ser que se le ayudara un poco. Había utilizado dos o tres veces más mis poderes después de curarlo ese día, así que ahora estaba un poco más seguro de cómo utilizarlos.

   Con una mano le sujeté la muñeca, y la otra la puse sobre su palma, dejando salir esa luz azulada que poco a poco fue cerrando la herida, hasta que quedó de un tamaño considerable y podría pasar sin puntos. Después, lo obligué a salir del baño conmigo.

-oooOOOooo-

   Tao me había obligado a ir a ver si YiXing necesitaba algo o si había pasado algo, porque aquellos dos tardaban mucho. En parte tenía curiosidad, porque la última vez que los vi estaban en una posición muy comprometedora. Pero lo que no me esperaba, fue lo que me encontré.

   La mano derecha de YiXing desprendía una luz azulada, y estaba cerrando lentamente la herida del tal JongDae. Él era uno de los nuestros, uno de los que hacía un mes había despertado, por eso me sentía tan extraño cuando ahora rondaba por mi alrededor.

   Salí del baño sin hacer ruido y los esperé a la salida. Dejé que el chico saliera y en cuanto YiXing salió, lo empotré contra la pared más cercana. Él me miró con miedo y confusión, pero yo solo me acerqué a su oreja para hablarle.

   -Tú y yo tenemos que hablar de ese truco de magia tuyo que cura las heridas- me separé de él y vi que su mirada era distinta, ahora solo tenía miedo.





sábado, 12 de enero de 2013

Ficha Personajes de EXO


EXO Ficha de Personajes























SuHo: Kim JunMyeon.
Fecha de Nacimiento: 22-Mayo-1991.
Lugar de Nacimiento: Seúl, Corea del Sur.
Estatura: 1.71cm.
Grupo Sanguíneo: AB.
Signo Zodiacal: Géminis.
Familia: Padre, Madre, hermano mayor (cuatro años mayor).
Símbolo: Gota de Agua.












Poder: Agua.
Comida favorita: Sushi.
Número favorito: 8.
Colores favoritos: Dorado y lila.
Especialidades: Actuación, Golf, Ciclismo.
Personalidad: Una persona ejemplar y amable, pacífica, no le gustan los problemas, por eso siempre hace lo posible para resolverlos.
Es muy maduro, también muy atento y siempre que puede, intenta ayudar a la gente.

EXO


Capítulo 11
Storm



   Tronaba fuerte y cada vez que caía un rayo, toda la habitación se iluminaba. Me levanté de la cama y fui hacia la ventana para bajar la persiana y así estar a oscuras, después, me volví a acostar, vislumbrando de nuevo un haz de luz, ésta vez no provocado por las tormenta, sino porque la puerta se abrió, dejando pasar por ella, a mi compañero de piso, Tao.

   -Kevin- sólo dijo eso, pero yo ya sabía lo que quería, así que me hice a un lado en la cama y le dejé espacio para que entrara- gracias- susurró entrando y pegándose a mí.
   -Sigues siendo un niño pequeño- murmuré, más para mí mismo que para el chico que había invadido mi cama, como siempre hacía cada vez que había tormenta.

   Casi sin proponérmelo siquiera, comencé a recordar la primera vez que lo vi, cuando conocí a ese pequeño asustado que se había convertido en mi compañero de piso y en mi compañero de armas.

    Flash Back.

   Había comenzado a llover y mi paraguas se había quedado en casa, un lugar muy poco útil, ya que del diluvio, en aquel lugar, no me tapaba. Seguro que me resfriaba y mi compañero de piso me regañaba por ser un imprudente. No es que me importara lo que dijera, pero es que podía llegar a ser muy pesado.

   Miré al cielo y vi que se había puesto todavía más oscuro. Si no salía en esos momentos del portal en el que me había metido, seguro que la tormenta que se veía por el horizonte, me pillaría de lleno.

   Salí corriendo rápidamente por las calles de Seúl, resguardándome de vez en cuando bajo los balcones de los pisos y casas para descansar y dejar de mojarme todo el tiempo. Volví a echar a correr justo cuando el primer rayo cayó del cielo, y el estruendo del primer trueno se dejó escuchar en la ciudad. En ese momento, me choqué contra un chico, y todo a mi alrededor cambió.

   De repente, las gotas de agua dejaron de caer en mi rostro, el ruido de la ciudad dejó de escucharse, un rayo se quedó parado surcando el cielo, todas las personas a mi alrededor se quedaron estáticas, menos el chico que tenía enfrente, que temblaba de miedo.

   Una sensación extraña se apoderó de mi cuerpo al ver el rostro de aquel chico, aquel rostro desconocido, pero que en mi interior me resultaba muy familiar. Y esa sensación desconocida, que me avisaba de que él, era alguien como yo.

   -No temas- susurré al chico- todo está bien- alzó su cabeza para mirarme a los ojos, esos ojos oscuros los reconocería en cualquier parte.
   -¿Quién eres?- preguntó en chino.
   -En otra época me llamaban Kris- contesté en el mismo idioma que él había utilizado- pero ahora soy Kevin- el chico asintió.
   -¿Me ayudarías?
   -Siempre- dije. De todas maneras, nunca pude negarme a lo que él me decía.

   Fin Flash Back.

-oooOOOooo-

   Me levanté por la mañana, agotado. Apenas había dormido nada en toda la noche con tantos rayos y truenos. No me gustaba nada la tormenta. Para añadir más, estaba en una cama que no era la mía, en la casa de ChanYeol y había estado a punto de morir. Además, le había mentido a MinSeok, que seguro que e cuanto me viera la cara sabría que le había mentido. De verdad, ése día mejor que no me hubiera levantado.

   Lo peor de todo, era que mis amigos eran muy raros, puesto que por lo que me habían contado tenían poderes raros. Y YiXing también era de los suyos. Según me habían dicho, porque yo no lo recordaba muy bien, me había curado la herida que me había hecho con el cristal y me había salvado la vida desarrollando esos poderes extraños.

   Después de todo eso comencé a sentirme raro, muy raro, claro, que entre tanta rareza, ni se notaba.

   Salí de la cama y me asomé a la ventana. Seguía lloviendo a mares y la tormenta continuaba. Éste día iba a ser un asco de nuevo.

-oooOOOooo-

   Ya era Lunes, el fin de semana se me había pasado volando. Esa mañana me tocaba otra vez el turno con Kevin. Me había preocupado una barbaridad después de que el otro día se mareara, siendo él como era. Nada más verlo entrar por la puerta del local, lo acosé a preguntas.

   -¿Estás bien, Kevin? ¿Qué fue lo que te pasó el otro día?- no hubo ninguna contestación por su parte, pero sabía que si seguía dándole la lata, acabaría contestándome, aunque fuera mal y me mandara a la mierda, como hacía casi siempre, pero obtendría mi respuesta- estaba preocupado, ¿sabes? Después de todo somos compañeros, ¿no?- comencé a darle la lata ahora también físicamente cogiéndolo del brazo y tironeando de él- nah, venga, Kevin, dime- ahora estaba como un niño pequeño, pero él simplemente se soltó de mí y me ignoró. Bufé como un gato. Ya me dirá lo que le pasó, y sino, me enteraré cuando venga Tao y se lo pregunte al chico, que era mucho más agradable que él.

   Me pasé toda la mañana dándole la brasa, pero no obtuve ni una reacción, ya me estaba cansando de que me ignorara completamente, y, además, mis cuerdas vocales ya se estaban resintiendo de tanto hablar, solo, pero al fin y al cabo, había estado hablando.

   Llegó la hora punta y estuve más que entretenido atendiendo a las personas que llegaban al local, también sonriéndole a las jovencitas que se pasaban por allí sólo para admirarnos a Kevin y a mí. Cuando toda la bulla pasó, y se normalizó la situación, me pude sentar tranquilo, por primera vez en un par de horas. Mientras estaba descansando, pude ver como al local entraba una cara conocida, pero que llevaba bastante tiempo sin ver.

   -¡KyungSoo!- lo llamé y él se dio cuenta de mi presencia y se acercó al lugar donde yo estaba- ¿cómo estás? Llevaba mucho tiempo sin verte.
   -Estoy bien, muy liado con los exámenes, ya sabes, apenas salgo de mi habitación para ir a la Universidad, pero hoy tenía ganas de visitarte- me contestó con una sonrisa y yo me levanté y le di un abrazo.
   -Pero qué majo eres- dije achuchándolo.
   -Hyung… me aplastas…- susurró.
   -Ah, perdón- me separé y sonreí- es que llevaba mucho tiempo sin verte y ya extrañaba eso de apachurrarte.
   -Bueno, te prometo que la próxima vez que me veas será pronto.
   -¿Cuándo? ¿Cuándo?- pregunté impaciente.
   -Cuando acaben lo exámenes- propuso.
   -Sí, queda poco, me parece bien, y después de eso no dejaré que te me vuelvas a escaquear.
   -Está bien, hyung.

   Me pasé la mayor parte de lo que me quedaba de turno con KyungSoo, hablando de todo lo que nos habíamos perdido el uno del otro. Aunque éramos vecinos, puesto que ambos estábamos muy ocupados, apenas nos veíamos, y estos pocos momentos en los que nos encontrábamos, eran muy preciados para ambos.

   Al final, al salir por la tarde con KyungSoo, de camino a casa, seguía lloviendo a mares, y tronando, llevaba así todo el fin de semana, ¿cuándo narices acabaría la maldita tormenta? Al final, no me enteré de lo que le pasó a Kevin, pero, seguro que me enteraría otro día, lo veía casi a diario, a mi vecino llevaba sin verlo meses, así que, podría esperar.

-oooOOOooo-

   Tal y como me suponía, JongDae tenía unas ojeras impresionantes cuando me reuní con él en su Facultad. Estaba con su compañero de habitación en la Residencia, MinSeok, que lo miraba preocupado, al igual que yo. La verdad estaba horrible. Pero, estaba vivo, y eso era lo que importaba. Me acerqué a ellos y me senté a su lado.

   -¿Cómo estás?- le susurré al oído.
   -La verdad me siento un poco raro, YiXing- contestó- la tormenta esta me está trastornando un poco.
   -Pero… ¿se te ha abierto la herida o algo?
   -No, de eso estoy bien- suspiré algo más relajado.
   -Bueno, algo es algo… y lo de la tormenta se te pasará en cuanto termine- aseguré.
   -Eso espero.

-oooOOOooo-

   -¿Eh? Wait a moment…- le dije a BaekHyun- ¿qué me estás contando?
   -Lo que escuchas- me contestó.
   -Tío, tu compañero de habitación es muy raro- dije eso, pero en realidad, mi mente estaba volando con escenas de BaekHyun conmigo en la cama, no precisamente durmiendo.
   -Nah, es un buen tipo, tú mismo decías hasta hace un par de días que os llevaríais bastante bien.
   -Y lo sigo diciendo, pero…
   -Sí, ya, yo no me imagino eso de tú y yo…- hizo un movimiento con las manos y los dedos muy descriptivo, formando un círculo con sus dedos índice y pulgar de la mano derecha y metiendo el dedo índice por el hueco una y otra vez.
   -Yah, para- le cogí las manos- la gente pensará que estamos hablando de cosas raras.
   -Ah, que no estamos hablando de cosas raras…
   -Bueno, sí… pero tampoco es como para que toda la clase se entere y siéndote sincero, creo que nos miran mal- a nuestro alrededor se había formado un círculo de orejas cotillas y otro de miradas asqueadas.
   -Ya deberías estar acostumbrado a que te miren mal- comentó BaekHyun con una sonrisa encantadora.
   -También es verdad- me encogí de hombros y le devolví la sonrisa.
      
-oooOOOooo-

   Después de almorzar con YiXing, que se había acoplado, y con MinSeok, y que éste se fuera a las clases que tenía por la tarde, me dirigí a mi habitación en la Residencia, con mi amigo, que seguía preocupado por mí y revoloteaba a mi alrededor preguntando cada dos por tres por mi estado de salud. Me tenía ya un poco harto, pero comprendía que se comportara así, había estado a punto de morir delante de sus ojos, era normal que ahora se pasara todo el tiempo así.

   Íbamos a estudiar, cada uno su cosa, porque él estudiaba Medicina y yo Ingeniería, pero bueno, ése día habían cortado las clases para que pudiéramos prepararnos los exámenes.

   Llegamos a la habitación, escuchando la tormenta que no había parado desde la noche que me quedé en casa de ChanYeol. No había podido dormir bien desde ese día, los truenos no me dejaban conciliar el sueño, Morfeo no se dignaba a aparecer en mi vida (N.A.: Morfeo es el Dios griego del sueño).

   De repente, por la ventana, se vio caer un rayo justo en el transformador de la Residencia, asustándonos a YiXing y a mí, dejándonos sin luz a todos, escuchando un fuerte trueno que casi nos rompe los tímpanos y con un cosquilleo en mis manos y unas líneas que titilaban en mis dedos y que a mi amigo le provocó un calambre al entrar en contacto con ellas.

   Los dos nos miramos unos momentos a los ojos, asustados. Yo me había vuelto como ellos en el peor momento. El período de estudio para los exámenes finales.