Mostrando entradas con la etiqueta Capítulo 11. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Capítulo 11. Mostrar todas las entradas

jueves, 12 de enero de 2017

[Capítulo 11] El Instituto de la Muerte {Varias}



            KyungSoo dudaba mucho que esa vez fueran a obtener algo más del fantasma, pero por intentarlo que no quedara, debían hacer todo lo que pudieran ayudar a SeHun y ZiTao y si eso incluía ser pesados con el espíritu que los tenía retenidos, lo harían.

            Los chicos se dirigieron al  agujero en la valla por el que se habían estado colando de forma asidua en los últimos tiempos y después ingresaron a los terrenos del instituto, dirigiéndose al sótano. El camino ya le era más que conocido a KyungSoo, así que no le prestó ninguna atención a este. Sus ojos estaban fijos en la espalda ancha de ChanYeol ante él, en el brazo que tenía extendido hacia atrás y cuya mano grande se agarraba a la suya, envolviéndola completamente y llevándolo hacia delante.

lunes, 13 de julio de 2015

Triwizard Tournament

Capítulo 11
Reconciliación

            Al caer la noche, los alumnos de Hogwarts se reunieron en una de las habitaciones más grandes del barco para celebrar que su campeón había pasado satisfactoriamente la prueba y que, incluso, había acabado el primero en la clasificación, lo que le daría ventajas a la hora de encarar la última de las pruebas, para la que todavía quedaban muchos meses. JongIn no se había desmayado esta vez, aunque se sentía bastante agotado por todo el esfuerzo que había tenido que realizar hasta el momento. Había asistido a la fiesta para no dejar colgados a los chicos como había hecho la vez anterior, pero probablemente se iría a dormir pronto.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

EXO 3ª Temporada

Capítulo 11
Frozen


            Recogí todas mis cosas al final de la jornada mientras suspiraba cansado. Ese día había sido completamente horrible y demasiado para mi maltrecha mente. Tenía un dolor de cabeza terrible y lo único que quería era llegar a mi habitación, tumbarme en la cama de JongDae y dejarme abrazar por toda la noche. Si no se me quitaba el dolor de cabeza, me tomaría alguna de las pastillas que YiXing nos había recomendado para aquellos menesteres y listo.

            Con los temas de lingüística dándome vueltas en la cabeza, salí de la clase junto a Narsha, y entablamos una pequeña conversación hasta que tuvimos que separarnos porque ella se montó en el autobús y yo tenía que caminar hacia la residencia.

            Ya era de noche y no me gustaba mucho caminar por allí en completa soledad, ya que no quedaban muchos estudiantes a esas horas de la tarde. Me tenía que haber cogido aquella clase por la mañana, como todas las demás, pero no había ni un hueco libre cuando me matriculé de ella y tuve que hacerlo por la tarde, aunque eso me resultara completamente agotador.

            Escuché pasos detrás de mí y me tensé un poco. Me giré hacia atrás, buscando al dueño de aquellos pasos, pero no vi nada, por ese motivo, me encogí de hombros y seguí mi camino. Solo eran diez minutos hasta la residencia, así que en diez minutos tampoco podía pasar nada demasiado extraño, aun así, aligeré el paso y tomé un atajo para llegar cuanto antes.

            No obstante, aquello no fue una buena idea porque lo único que hizo fue acercarme a un tipo alto y rechoncho que se interpuso en mi camino y me sonrió de una manera que me dio escalofríos, demostrándome que era un enemigo con todas las letras.

-oooOOOooo-

            Aún me faltaban un par de calles para llegar a mi destino. Tenía ganas de tumbarme en la cama después de un día agotador de clases y en el que no había podido ni mantener siquiera una conversación lo suficientemente coherente con JongIn. Le había mandado un par de mensajes preguntándole cosas triviales que habían sido contestadas de una forma bastante seca.

            Que el chico hiciera aquellas cosas me hacía sentir un poco mal. Todavía no podía aceptar sus sentimientos, aceptarme, a pesar de que yo me afanaba en hacérselo más fácil. Estaba tan abstraído pensando en aquello que ni siquiera me di cuenta de que mi amiga Victoria me estaba llamando hasta que no sentí cómo alguien se enganchaba a mi brazo y un “ZiZi” gritado en mi oreja.

            —Victoria —murmuré, sorprendido.
            —¿Por qué no me hacías caso? —me preguntó, con un puchero en sus labios.
            —No te había escuchado, lo siento —contesté. Ella hizo una mueca y yo le acaricié la cabeza—. ¿Cómo estás? Por lo de ZhouMi y tal —no quería sacar el tema, por si ella notaba algo extraño, pero me preocupaba por mi amiga y necesitaba saber cómo se sentía.
            —Creo que mejor —susurró—. No puedo hacer nada más que esperar por las noticias, no se sabe nada.
            —Lo siento.
            —No pasa nada, ZiZi —sonrió—. Por ahora mantengo la esperanza de que esté bien, en el lugar que sea.
            —Hay que mantener la esperanza, sí —murmuré.
            —Gracias —sonrió más ampliamente y luego se giró hacia atrás—. Sulli, ven aquí, no seas tímida, pequeña —la chica que venía tras nosotros y que reconocía como una de las compañeras de piso de mi amiga se acercó un poco y me saludó tímidamente—. Puedes hablarle con confianza, cariño, aunque tenga pinta de asesino en serie es un completo amor.
            —¡Vic! —me quejé y ella rio.
            —Es la verdad.

            Sonreí un poco, uniéndome a ella. Había reído, ya no se encontraba tan deprimida por lo de ZhouMi como antes. No me gustaba verla de aquella forma tan sombría, por lo que, aunque fuera a mi costa, haría que su sonrisa no se perdiera.

-oooOOOooo-

            Estábamos solos en casa aquella tarde, por lo que aprovechamos para espatarrarnos por el salón y ver un poco la televisión. No teníamos mucho que hacer porque en los días anteriores habíamos adelantado trabajos y también habíamos encontrado unos apuntes del año anterior de una de las asignaturas, por lo que podíamos relajarnos un poco.

            Cuando anocheció, nos preparamos la cena y luego nos fuimos a mi habitación. Los padres de ChanYeol no iban a llegar, y si lo hacían, sabían que si ambos estábamos juntos en un lugar cerrado era mejor no entrar. Por este motivo, me dejé arrastrar por la pasión.

-oooOOOooo-

            Salí de la habitación de SeHun y JongIn en la residencia después de obtener la información que necesitaba. Había quedado con este último una hora antes y no se había presentado, lo había llamado y no me había cogido el teléfono, le había mandado varios mensajes y tampoco los había visto. Estaba preocupado, así que por eso había ido a aquel lugar, intentando averiguar si se encontraba bien o no.

            Me esperaba cualquier cosa, menos la respuesta que me había dado SeHun para su desaparición. ¿Bailando? Jamás me lo habría imaginado. Puede que cuando salimos todos juntos hacía unos meses después de los exámenes viera que se movía con bastante soltura en la pista, pero de ahí a imaginarme que de vez en cuando iba a clases de ballet y jazz…

            No podía creérmelo.

            Por ese motivo, me dirigí al lugar que SeHun me había indicado para poder verlo con mis propios ojos. No estaba demasiado lejos de la residencia, por lo que apenas tardé unos minutos en llegar hasta allí. Entré al edificio y, sigiloso como un gato, anduve por los pasillos mirando por el pequeño cristal de las puertas el interior de las clases, buscándolo.

            Una melodía suave y lenta salía de una de estas aulas y me encaminé hacia allí, teniendo la corazonada de que JongIn debía estar allí. No me equivocaba. Lo encontré bailando como si fuera la propia música, sin ser consciente de nada a su alrededor más que de sentir la melodía. Con lentitud y en completo silencio, entré a aquella sala y me cuidé de no reflejarme en el espejo que había en frente para que él no me pudiera ver. Quería darle una sorpresa.

            Unos dos minutos después, la música dejaba de escucharse y JongIn detenía sus movimientos, girándose y encontrándome allí. Casi sin pensar en lo que hacía, me acerqué a él y le di un pequeño beso, mostrando una sonrisa en mis labios mientras los rozaba con los suyos. Y por una vez, JongIn no se alejó o respondió a mi beso obligado, parecía hacerlo porque quería.

            Mi sonrisa se hizo mucho más amplia. Por fin estaba comenzando a aceptarlo, a aceptarme.

-oooOOOooo-

            —Maldita sea —maldije en voz baja.

            ¿Por qué me tenía que encontrar yo a un enemigo estado solo? Cada vez eran más fuertes, cada vez eran más difíciles de matar, cada vez tenían más malas intenciones. Quise sacar el teléfono móvil del bolsillo de mis pantalones, pero el enemigo dio varios pasos hacia mí, de una forma muy rápida. Aquello me dejó completamente paralizado.

            —¿Por qué? —pregunté.
            —No pienso responder ninguna de tus preguntas, vengo a llevarte conmigo —respondió.

            Justo en ese momento, salió corriendo hacia mí. Tardé un par de segundos en reaccionar y eso hizo que aquel enemigo rozara uno de mis brazos, haciéndome sangrar. Me puse en guardia y lo seguí con la mirada, preguntándome cuál podía ser su poder y cómo podía hacer que se acercase a mí lo suficiente como para que yo pudiera congelarlo sin que él pudiera hacerme daño de nuevo.

            No había tenido tiempo para pensar en mucho cuando el enemigo volvió al ataque y tuve que apartarme en el último momento para que no me volviera a tocar.

            —¿Cuál es tu nombre? —pregunté, intentando ganar tiempo.
            —Soy el gran ShinDong —respondió, esbozando una sonrisa de autosuficiencia—. El mejor de todos nosotros.
            —No lo creo —contesté.

            Él me miró con odio y volvió a atacar, pero esta vez, estaba cegado por la rabia, por lo que aproveché uno de los huecos que dejó y coloqué mi mano allí donde latía su corazón antes de comenzar a congelarlo. El enemigo se debatió e intentó soltarse, pero no pudo hacerlo y finalmente congelé su cuerpo.

            Caí agotado el suelo, sentado y saqué el móvil de mi bolsillo con rapidez, mandándole un kakao a JongDae.

Ven a por mí, estoy a mitad de camino de la residencia, pero no puedo seguir más
¿Ha pasado algo?
Solo ven a por mí, cuando llegues te lo cuento.
Voy para allá

            Leí su respuesta con una sonrisa en los labios. Ya si quería podía tirarme a dormir porque JongDae iba a ir a por mí. Estaba demasiado agotado física y mentalmente.

-oooOOOooo-

            —Me he cruzado con Tao en el pasillo y ni siquiera me ha saludado —dijo LuHan nada más entrar a mi habitación—. ¿Se ha vuelto a pelear con JongIn? —negué con la cabeza y él pareció confundido—. ¿Entonces?
            —JongIn ni siquiera está —le respondí, agachándome un poco para poder besar sus labios en condiciones—. Había quedado con Tao hace un rato pero se fue a bailar y no se acordó de la cita —volví a darle un beso a mi novio—. Le dije dónde estaba y seguramente, si ha visto a JongIn hacer uno de sus bailes sexys esté muriéndose por empotrarlo contra el espejo de la sala.
            —¿Eso lo dices por experiencia propia? —me preguntó, sobre mis labios, mordiéndome el inferior.
            —Tú también lo has visto bailar de esa forma y te recuerdo que ambos tuvimos una erección —contesté.
            —Mmmm… mi pequeño me está desafiando —murmuró—. Esto es nuevo.
            —¿Te gusta? —llevé una de mis manos a su entrepierna.
            —Me encanta —jadeó.
            —¿Puedo desafiarte y llegar hasta el final?
            —¿Qué propones? —preguntó, excitándose por el continuo movimiento de mi mano.
            —Déjame hacerte llegar al paraíso —susurré en su oído, con la voz más sexual que pude poner en el momento—. Déjame hacerte el amor.
            —Acepto la propuesta.
            —Feliz cumpleaños atrasado… Hannie… —susurré—. Espero que te guste mi regalo…



jueves, 12 de septiembre de 2013

EXO

Capítulo 11
¿Otro?



   Nada más colgar el móvil y con la promesa de que ChanYeol y BaekHyun vendrían lo más rápido posible, me metí dentro, en busca de Luna, no podía dejar que le pasara nada. Si Kevin estuviera conmigo no me tendría que preocupar por nada, pero a ella no la podía implicar, era una chica normal y corriente, quizás un poco loca, pero nada más. La encontré despidiendo alegremente a la persona a la que le había entregado el pedido.

   -Luna- la llamé y ella se giró con una gran sonrisa.
   -¿Sí, oppa?
   -Esto… no quedan suficiente Coca-Cola para echar el día- le dije- ¿te importaría llamar al proveedor?
   -¿Por qué no lo hace oppa?- preguntó extrañada.
   -Ah… pues porque seguro que una voz bonita de una chica guapa hace que no se enfade porque le pidamos a mitad de la mañana suministros- contesté y ella sonrió.
   -Ok, oppa.
   -Traen los suministros por la puerta de atrás- ella asintió- espera a que lleguen, yo me encargo de todo aquí delante.
   -¿Seguro?
   -Totalmente.
   -Entonces me voy- dijo sacando su teléfono móvil.

-oooOOOooo-

   Estaba en un lugar oscuro, vacío, sin vida. Miré a mi alrededor intentando encontrar cualquier destello de esta, pero no había nada, todo estaba muerto.

   -¿Y ahora qué harás?- dijo una voz grave que me hizo estremecer.
   -Darnos una nueva oportunidad- contesté y todo se volvió blanco.

   Abrí mis ojos rápidamente a la vez que me incorporé de la cama de un salto. Kevin se removió y comenzó a despertar.

   -Kevin- susurré- Kevin- él abrió sus ojos lentamente y en cuanto me ubicó, su rostro cambió de dormido a preocupado. Mi cara debía reflejar todo el miedo que sentía.
   -YiXing, ¿qué ha pasado?- preguntó levantándose de la cama para permanecer a mi lado.
   -Yo... he soñado algo... algo raro…- murmuré.
   -¿Qué era?
   -Una voz salía de la oscuridad…- dije recordando el sueño, el vello de mis brazos se erizó y me abracé a mí mismo- me preguntaba que iba a hacer… y yo le contestaba que nos daría otra oportunidad- Kevin suspiró y me abrazó, apretándome fuertemente contra él- ¿qué era eso?
   -Un recuerdo- abrí mis ojos como platos mientras me aferraba a él- un recuerdo de lo que pasó aquella vez- él llevó una de sus manos a mi barbilla y me hizo alzar mi cabeza- YiXing… esa vez hiciste algo para darnos otra oportunidad, por eso estamos ahora aquí- me sonrió tristemente y acarició mi mejilla de una manera demasiado dulce- si llegaras a recordarlo todo… nos salvaríamos…

-oooOOOooo-

   -Jong… he estado pensando…- dije llamando la atención de mi compañero de habitación.
   -¿En qué pensabas?- preguntó girándose y mirándome.
   -¿Crees que podría llegar a desarrollar tanto mis poderes como para hacer que nevara?
   -Se deberían dar unas buenas condiciones climatológicas para ello- me contestó- pero no soy un experto- pasó por mi lado y me revolvió el pelo como si fuera un niño pequeño, cuando yo era el mayor allí- ¿por qué quieres hacer nevar, Minnie?
   -No lo sé… es bonito… y este Invierno no hemos tenido mucha nieve…
   -Eso es por el Cambio Climático y el Agujero de la Capa de Ozono- dijo y cogió su chaqueta- anda, vámonos antes de que se nos haga tarde- y echó a andar. Cogí mi chaqueta y mi mochila y lo seguí.
   -¿Esta tarde comeremos juntos?- le pregunté cuando llegué a su lado.
   -Claro, siempre- contestó con una sonrisa.

-oooOOOooo-

   -Sé quién eres- le dije al chico y este esbozó una sonrisa torcida.
   -¿Sabes que soy KiBum?- preguntó levantándose de la mesa- creía que tu poder era el de controlar el agua y no el de la adivinación.
   -Eres un enemigo y con eso me basta- él hizo una mueca.
   -Yo no me consideraría tu enemigo…
   -¿Qué es lo que quieres de mí?
   -Llevarte conmigo de forma pacífica- contestó- una vez uno de vosotros esté con ÉL todo acabará para siempre- su contestación me dio mucha curiosidad. Todavía no sabíamos quién era ese ÉL, pero todos los enemigos hablaban de su persona y de que nos querían llevar hasta él.
   -¿Para qué?
   -A eso no te puedo contestar.
   -¿Por qué?
   -No me corresponde, eso solo le corresponde a ÉL.
   -¿Quién es ÉL?
   -Si te lo digo todo pierde el encanto- contestó y luego comenzó a avanzar hacia mí- si no te resistes prometo no hacerte daño.
   -¿Cómo sé que eso es cierto?
   -Tendrás que confiar en mí.

   Comencé a retroceder lentamente, buscando alguna posición ventajosa para la lucha, aunque no quería luchar, no en aquel lugar y menos con Luna a pocos metros de allí. La chica no tenía nada que ver y no podía implicarla. Debía esperar a BaekHyun y a ChanYeol.

-oooOOOooo-

   -¿Me puedes repetir por qué vienes conmigo?- le pregunté al chico moreno y alto que caminaba detrás de mí.
   -Porque no tengo clases a esta hora y hoy Kevin no ha venido a la Facultad- contestó encogiéndose de hombros.
   -¿Y por eso tienes que venir conmigo?
   -Por eso y porque vas a la Facultad de Letras.
   -¿Y?
   -Allí estudia SeHun- le puse mala cara y seguí andando, intentando dejarlo atrás, pero sus zancadas eran muy largas, por lo que me alcanzó en un segundo.
   -También estudia allí MinSeok- dije- pero no voy a ver a ninguno de esos dos, voy a coger un libro que está en esa Facultad.
   -¿Un libro de Estadísticas en Letras?
   -¿Y yo que le hago si las Universidades tiene tan mala organización?- saqué mi móvil y le enseñé la reseña del libro que tenía apuntada para que lo viera.
   -Bueno… pues te ayudo a buscarlo…- contestó y yo bufé- además, si está alto te lo puedo alargar.
   -Lo que tú digas.

   Vi cómo él sacaba su móvil y se entretenía, seguramente estaba diciéndole a Kevin lo que íbamos a hacer. No perdí mucho tiempo más y abrí la conversación que tenía con mi novio para dejarle un Kakao.

No sé a qué hora podremos vernos, Tao no se despega de mí
Te juro que lo perderé y me encontraré contigo en la Biblioteca
Me cueste lo que me cueste

-oooOOOooo-

   Mi bolsillo trasero del pantalón vibró como si allí tuviera un vibrador y supe que alguien me había mandado un Kakao. JongIn no podía ser porque lo tenía a mi lado y los chicos de mi clase solo tenían Line, así que solamente podía ser una persona, LuHan. Saqué rápidamente mi móvil y abrí la conversación para llevarme un gran chasco con la primera frase, aunque luego las otras lo mejoraron considerablemente.

   -Jonggie- susurré y él se volvió hacia mí.
   -¿Sí?
   -LuLu dice que no sabe a qué hora va a poder venir a verme, que uno de sus compañeros de piso lo está siguiendo como su sombra- conté.
   -Bueno… pues entonces esperaremos en la Biblioteca hasta que os podáis ver- fue lo que me contestó con una sonrisa, antes de pasar su brazo por mis hombros y seguir caminando.

-oooOOOooo-

   Se me agotaba el tiempo, el espacio donde poder esconderme o defenderme y las opciones. O iba con ese chico de forma pacífica con ÉL o comenzaba una pelea en medio de aquel lugar. Ambas opciones eran una locura. Debía haber llamado a JongIn para que se teletransportara a mi lado y me llevara lejos de allí en vez de a ChanYeol y a BaekHyun, que tardaban una hora en llegar. Pero en ese momento no se me había ocurrido, y en estos momentos no podía llamar a JongIn, porque sería un completo suicidio.

   -Entonces… ¿qué decides?- me preguntó y me mordí el labio inferior.

   No podía luchar allí o me la cargaría... pero no tenía otra opción. Me planté bien tras el mostrador y rogué porque Luna no apareciera en el momento menos oportuno por el lugar.

   Casi sin pensar, lancé mi ataque y él apenas tuvo tiempo de responder. Lanzó su ataque, también de agua, que chocó contra el mío, haciendo que esta saliera disparada en todas direcciones, así que, yo me agache tras el mostrador.

   De repente, se escucharon sonidos de agua hirviendo y supe que había llegado mi salvación. Inmediatamente después, todo se llenó de vapor de agua haciendo que la visibilidad fuera escasa o nula, al menos para mí. Tras esto, una luz cegadora inundó el lugar y supe que BaekHyun también había intervenido en aquello.

   Apenas pasaron unos segundos cuando todo el local se llenó de olor a carne quemada y supe que los chicos habían logrado acabar con el enemigo. Me sentía como un inútil, como un cobarde, pero mi poder no podía acabar con nadie a no ser que lo ahogara, pero aun no podía manejar bien aquello. Me levanté y salí de detrás del mostrador, ambos chicos estaban a unos cuantos metros de mí.

   -¿Estás bien, JunMyeon?- me preguntó BaekHyun.
   -Sí, estoy bien.
   -Esto ha quedado hecho un asco- dijo ChanYeol y me fijé en que todo había quedado hecho una porquería. Debía limpiarlo lo más rápido posible y sobretodo, antes de que volviera Luna.
   -Ojalá alguno tuviera el poder de limpiarlo todo con un chasquido de dedos- murmuré y oí a ChanYeol reír.
   -Buscamos a Mary Poppins y listo- comentó y yo sonreí, por eso y por la respuesta del otro.
   -Pues lleva desaparecida desde los 50, ya me dirás tú cómo la vas a encontrar.

-oooOOOooo-

   Ese día no habíamos ido a clase, era lo mejor, YiXing debía calmarse, debía pensar y aclararse. Por eso estábamos aun en la cama, abrazados mientras él le daba vueltas una y otra vez al sueño, recordándomelo y explicándomelo una y otra vez. De repente, una idea asaltó mi cabeza.

   -¿Todavía tienes las muestras de sangre que les sacaste a todos el día de la reunión?- le pregunté y él se separó de mí para mirarme.
   -Sí, están en el congelador, ¿por qué?
   -No sé… pero pienso que a lo mejor de ellas podemos extraer alguna información más- le contesté y él sonrió.
   -Tal vez esa sea una buena idea.










miércoles, 7 de agosto de 2013

Vampire Stories

Capítulo 11
Día de Cine

   Eran las 10:30 de su primer Sábado tras comenzar las clases en su nuevo hogar. Tras aquella semana de locos y en la que habían pasado miles de cosas, comparándose con todo el tiempo que llevaban en Seúl, las chicas solo querían descansar. Se lo merecían.

   Todas estaban tranquilamente dormidas en sus habitaciones teniendo dulces sueños cuando de pronto llamaron a la puerta.

   -*¿Quién coño viene a molestar a estas horas de la mañana?- maldecía Lourdes mientras se dirigía hacia la puerta restregándose los ojos y poniéndose las gafas para poder ver algo.

   Abrió la puerta de su habitación y salía por el pasillo cuando volvieron a llamar. Bufó mientras se dirigía a la entrada para abrir la dichosa puerta y así poder matar a quien fuera la persona que se había atrevido a perturbar su sueño. Al abrirla vio que eran los chicos e inmediatamente fue a cerrar la puerta, pero ChunJi se lo impidió, colocando el pie para ello.

   -Buenos días- saludó con una gran sonrisa.
   -¿Qué quieres?- preguntó la chica malhumorada.
   -Venimos a ver la peli- explicó él- ¿o es que se te ha olvidado?- preguntó con expresión burlona. A Lourdes le entraron ganas de quitarle esa expresión de la cara de una forma muy poco cortés.
   -Sí, lo recuerdo- contestó- pero se suponía que habíamos quedado después de comer y no a estas horas de la mañana- aunque no sabía qué hora era exactamente, por el sueño que tenía podría asegurar que era bastante temprano.
   -Ya, bueno- dijo él rascándose la cabeza, revolviéndose así el pelo- pero pensamos que sería mejor venir antes.
   -¿Me has despertado para esto...?- se quejó la chica.
   -*Lou... ¿Quién es?- preguntó Lorena medio dormida apareciendo detrás de esta con la camisa de tío que utilizaba para dormir mal colocada.
   -Buenos días- la saludó ChunJi con una gran sonrisa.

   Al ver quien estaba en la puerta la chica se sorprendió. Abrió los ojos de una manera desmesurada y se recolocó la prenda mientras salía corriendo hacia el interior de la casa, concretamente, hacia su habitación. Todo esto, bajo la atenta mirada de cuatro chicos y su amiga, que se habían quedado un poco pillados.

   Desde allí comenzó a llamar a gritos a las otras dos que aún seguían durmiendo mientras ella se arreglaba y se ponía algo decente. Lorena salió de la habitación viendo que no había habido ningún movimiento en los cuartos de Inma y Ana y fue a despertarlas, a gritos y casi tirándolas de las camas, diciéndoles que había cuatro chicos buenorros en la entrada y que no podrían salir a recibirlos ni en pijama ni en bragas.

   Mientras tanto, en la entrada.

   -Si os vais a quedar tenéis que ayudar a limpiar y cocinar- dijo Lourdes, que veía en ellos una oportunidad de repartir aún más las tareas de casa ese día.
   -Por mi perfecto, ¿vosotros que opináis, chicos?- preguntó ChunJi girándose para preguntarle al resto del grupo que estaba detrás de él. Ante la pregunta todos asintieron.
   -Pues entonces pasad- se retiró un poco y los dejó entrar, mientras se colocaba bien sus gafas.
   -Wah... Lourdes ¿tú llevas gafas?- preguntó ChunJi señalándola.
   -¿Pues no lo ves?- contestó bastante molesta tras cerrar la puerta y dirigirse al salón. Esto era lo que le faltaba, preguntas tontas tan temprano.
   -Es que nunca te había visto con ellas.
   -Siempre llevo lentillas- aclaró- pero para estar en casa es mejor las gafas, además acabo de levantarme.
   -¿Te despertamos?- preguntó L.Joe.
   -A todas, es Sábado y hasta la tarde no vendríais, así que no íbamos a madrugar por placer.
   -Lo sentimos- dijeron rápidamente Joe y MinHyuk a la vez, inclinándose. DaeHyun también se inclinó, aunque no dijo ni una palabra.
   -No importa, pero la próxima vez avisad antes, por lo menos para que estemos preparadas- dijo saliendo del salón para ir a su habitación a cambiarse- voy a vestirme ahora vuelvo.
   -¿Quieres que te ayude?- preguntó ChunJi siguiéndola.
   -Ni se te ocurra moverte de aquí- le dijo Lourdes bastante seria poniéndole un dedo en el pecho y empujándolo hacia el salón nuevamente.
   -Vamos, solo era una broma- dijo soltando una risilla nerviosa.
   -Es demasiado temprano para aguantar tus bromas- y diciendo esto se fue.

   Una vez estuvieron las chicas listas, aunque no mucho, pero por lo menos se quitaron el pijama, se peinaron y se lavaron la cara, salieron al salón donde los chicos las esperaban. ChunJi y Joe se habían adueñado del sofá y del mando de la tele, mientras que MinHyuk miraba entretenido los libros de la estantería del salón y DaeHyun parecía muy entretenido observando una de las tantas plantas que Inma había ido trayendo al apartamento en el breve espacio de tiempo que habían estado viviendo allí. Según ella, le daban calidez a la casa, aunque Ana discrepaba y decía que lo que le daba calor a la casa era una estufa.

   Estuvieron unos momentos discutiendo qué era lo que debían hacer cada uno, hasta que al final todos se pusieron de acuerdo y se concentraron en sus tareas. Cada una recogió su habitación  y luego, con la ayuda de los chicos se dirigieron a realizar las tareas que les habían tocado.

   Lourdes y ChunJi salieron a comprar comida pues este dijo que iba a preparar su mejor plato en compensación por las molestias que había causado, ya que había sido idea suya (y de quién sino) el ir a visitarlas tan temprano.

   Ana y DaeHyun hacían la colada. Esta intentaba constantemente entablar una conversación con el joven, pero este permanecía completamente callado haciendo que la chica convirtiera una conversación en un monólogo. Al final dejó de hablar y guardar su saliva. Sino hablaba con ella, pues muy bien.

   Inma y Lorena limpiaban el resto de la casa junto con los otros dos chicos. Así pues mientras Inma estaba limpiando el salón con MinHyun, entre risas, miradas cómplices, cuchicheos y roces; Lorena estaba con L.Joe limpiando los baños. Sin embargo estos intentaban mantenerse alejados, como si temiesen hacerse daño al tocarse.

   Cuando llegaron Lourdes y ChunJi todos ya habían terminado y estaban sentados en los sofás viendo en la televisión un aburrido (para las chicas) y divertido (para ellos) programa de variedades en el que varios ídolos del momento tenían que hacer alguna que otra chorrada.

   Lou entró realmente enfadada y se dirigió a la cocina donde comenzó a sacar todos los utensilios haciendo un gran ruido al abrir y cerrar los armarios, ya que daba portazos. Ante su comportamiento, Lorena salió hacia la cocina y L.Joe fue tras ella.

   -¿Otra vez habéis discutido?- preguntó la chica acercándose, aunque colocándose a una distancia prudencial.
   -Pregúntaselo a él- respondió la otra abriendo el frigorífico con cara de querer asesinar a alguien.
   -¿Y dónde está? - preguntó esta vez L.Joe. Justo entonces llamaron a la puerta.
   -Ahí tienes tu respuesta- murmuró ella.
   -¿Que hacías?- le preguntó L.Joe a ChunJi tras abrirle la puerta y dejarlo entrar a la casa.
   -Me he encontrado con SooHee y le he preguntado por mi hermano. Eso es todo- contestó como si nada, encogiéndose de hombros.
   -Pues Lourdes parece bastante molesta- comentó el chico.
   -¿Ah sí?- preguntó ChunJi con una media sonrisa en su rostro.
   -Sí, está en la cocina, desahogando su furia con los muebles.
   -¿Con que enfadada?, ¿y no será que estás celosa?- insinuó ChunJi al entrar a la cocina donde se encontró a la chica con un cuchillo gigante entre las manos.
   -¡¿YO?! ¿Celosa? Más quisieras- cortó Lourdes más enfadada aún.
   -Pues que pena, pero no deberías estarlo, ella es solo una amiga.
   -Eso es lo que dicen todos- dijo Lorena mirándolo con mala cara y cruzándose de brazos.
   -Exacto- Lourdes soltó el cuchillo en la encimera, pero como si lo siguiera teniendo, se veía muy amenazadora con o sin él.
   -Tú tampoco ayudas mucho- le replicó ChunJi a Lorena.
   -Hombre, me tengo que poner de parte de mi amiga.
   -Mejor lo dejamos- intervino Joe intentando relajar el ambiente- pero es cierto lo que dice, es una amiga, nada más.
   -Ah, ¿tú también la conoces?- dijo Lorena mosqueándose por el hecho un poco también.
   -No saquéis conclusiones precipitadas- dijo MinHyuk entrando a la cocina junto a Inma, que tras haber escuchado los golpes y las voces, se habían acercado a ver qué pasaba. Ana había ido a su cuarto a por cualquier cosa, mientras que DaeHyun seguro que seguiría mirando a la nada con esa expresión inexpresiva en su rostro.
   -Bueno, vamos a dejar eso y vamos a ponernos a hacer la comida- dijo Lourdes un poco más tranquila.
   -¿Y qué es lo que vas a prepararnos?- preguntó Lorena con curiosidad.
   -Kimbap- fue lo único que dijo el chico antes de ponerse manos a la obra.

   Tras comer todos felicitaron a ChunJi por su gran trabajo y los chicos se ofrecieron a limpiar los platos. Después se pusieron a discutir por la película que querían ver, pero finalmente vieron Ninja Assasin, una película surcoreana en la que salía un famosísimo actor y cantante, Bi Rain.

   Sangre, sangre y más sangre por todos lados, que aunque en realidad todos allí sabían que era Ketchup, pero las chicas no podían dejar de cubrirse los ojos cada vez que algún chorro de sangre parecía salir de la pantalla, menos Lourdes, que ella estaba tan tranquila.

   Cuando acabó la película comenzaron a recoger un poco aquello. No había servido para casi nada la limpieza de la mañana, porque el suelo había acabado lleno de las palomitas que habían estado comiendo. Todos pusieron mala cara y tras jugar al piedra-papel-tijeras, le tocó a Inma recogerlo todo.

   -Yo te ayudo- le propuso MinHyuk- así acabaremos más rápido.
 -Muchas gracias- contestó ella con una pequeña sonrisa tímida y desaparecieron con los recipientes de plástico donde habían echado las palomitas.
  -Esto…- comenzó el chico cuando entraron a la cocina- no sé si debería… pero…- Inma lo miró fijamente esperando a que continuara y él se revolvió el pelo, como frustrado- a ver… me gustaría… que tú y yo… quedáramosmañanaparahaceralgo- dijo lo último de sopetón y la chica no abrió los ojos mucho, sin entender ni papa.
   -No he entendido lo último, perdona.
   -Bueno… me preguntaba… si querías quedar mañana y hacer algo…
   -Oh… bueno… yo…
   -Una gran idea Min- dijo de pronto una voz y ambos se giraron para ver a ChunJi en la puerta de la cocina- podríamos quedar todos mañana otra vez a hacer algo fuera de casa, ¿qué os parece?

   Los chicos asintieron, bueno, L.Joe asintió y DaeHyun se encogió de hombros, mientras que MinHyuk murmuró algo por lo bajini. Las chicas, no muy convencidas, aceptaron y quedaron para ir el Domingo al parque y hacer algo de deporte.



(N.A.: Receta para preparar un rico kimbap, por si queréis aprender a hacerlo y para que si no sabéis lo que es, tengáis una idea ^^ Receta cortesía de Encarni García Ruiz, gracias ^^)

Ingedientes:

- Alga Kim (conocida tambien en japonés como Nori)
- Arroz cocido
- Jamón cocido cortado en tiras (se puede sustituir por frankfurt, Jamon york, de pavo, etc.)
- Tortilla cortada a tiras
- Danmuji  (nabo amarillo encurtido, se puede comprar en la tienda de chinos).
- Zanahoria rallada
- Pepino rallado o en tiras
- Sal (echaremos una poca a la tortilla, al arroz y a la zanahoria)

Preparación:

1-.Lo primero que haremos será extender una lámina de alga Kim sobre una alfombrita de bambú, la cual podéis comprar en las tiendas de alimentación china. Una vez hecho esto, pondremos arroz cocido y lo extenderemos de tal manera que quede cubierta la mitad y un poco más del alga Kim.

Importante: El arroz cocido debe estar caliente, recién cocido.

2-.A continuación pondremos en tiras alargadas los ingredientes que hemos preparado al principio, en forma de tiras finas.

3-.Lo siguiente será ir enrollando poco a poco con las manos y ayudándonos de la alfombrita de bambú de forma que quede un tubo. Aquí es importante que el alga Kim se quede enrollada en si misma de forma que la acción será enrollar y presionar de forma que el rollo quede consistente y tubular.

4-.Y una vez enrollado, lo sacamos de la alfombrita de bambú y nos quedarán estos tubos de kimbap, alargados y grandes los cuales iremos poniendo en un plato hasta acabar con todos los ingredientes o hagamos aquella cantidad que teníamos pensado cocinar.



5-.Una vez ya acabados los rollos pasaremos a cortar cada tubo en trozos para comer. Los cortes deben hacerse con un cuchillo muy afilado ya que de no ser así corremos el riesgo de romper el kimbap, ya que la presentación debe de ser limpia.




N.A.: Siento comunicaros que no habrá más capítulos de Vampire Stories hasta finales de Septiembre debido a que las cuatro autoras de este Fic debemos estudiar mucho, y además, pasamos por un período de "no sé qué escribir, matadme". Por eso, dejaremos de publicar. Pero en cuanto podamos, volveremos con más fuerza que nunca.
Besos <3

sábado, 12 de enero de 2013

EXO


Capítulo 11
Storm



   Tronaba fuerte y cada vez que caía un rayo, toda la habitación se iluminaba. Me levanté de la cama y fui hacia la ventana para bajar la persiana y así estar a oscuras, después, me volví a acostar, vislumbrando de nuevo un haz de luz, ésta vez no provocado por las tormenta, sino porque la puerta se abrió, dejando pasar por ella, a mi compañero de piso, Tao.

   -Kevin- sólo dijo eso, pero yo ya sabía lo que quería, así que me hice a un lado en la cama y le dejé espacio para que entrara- gracias- susurró entrando y pegándose a mí.
   -Sigues siendo un niño pequeño- murmuré, más para mí mismo que para el chico que había invadido mi cama, como siempre hacía cada vez que había tormenta.

   Casi sin proponérmelo siquiera, comencé a recordar la primera vez que lo vi, cuando conocí a ese pequeño asustado que se había convertido en mi compañero de piso y en mi compañero de armas.

    Flash Back.

   Había comenzado a llover y mi paraguas se había quedado en casa, un lugar muy poco útil, ya que del diluvio, en aquel lugar, no me tapaba. Seguro que me resfriaba y mi compañero de piso me regañaba por ser un imprudente. No es que me importara lo que dijera, pero es que podía llegar a ser muy pesado.

   Miré al cielo y vi que se había puesto todavía más oscuro. Si no salía en esos momentos del portal en el que me había metido, seguro que la tormenta que se veía por el horizonte, me pillaría de lleno.

   Salí corriendo rápidamente por las calles de Seúl, resguardándome de vez en cuando bajo los balcones de los pisos y casas para descansar y dejar de mojarme todo el tiempo. Volví a echar a correr justo cuando el primer rayo cayó del cielo, y el estruendo del primer trueno se dejó escuchar en la ciudad. En ese momento, me choqué contra un chico, y todo a mi alrededor cambió.

   De repente, las gotas de agua dejaron de caer en mi rostro, el ruido de la ciudad dejó de escucharse, un rayo se quedó parado surcando el cielo, todas las personas a mi alrededor se quedaron estáticas, menos el chico que tenía enfrente, que temblaba de miedo.

   Una sensación extraña se apoderó de mi cuerpo al ver el rostro de aquel chico, aquel rostro desconocido, pero que en mi interior me resultaba muy familiar. Y esa sensación desconocida, que me avisaba de que él, era alguien como yo.

   -No temas- susurré al chico- todo está bien- alzó su cabeza para mirarme a los ojos, esos ojos oscuros los reconocería en cualquier parte.
   -¿Quién eres?- preguntó en chino.
   -En otra época me llamaban Kris- contesté en el mismo idioma que él había utilizado- pero ahora soy Kevin- el chico asintió.
   -¿Me ayudarías?
   -Siempre- dije. De todas maneras, nunca pude negarme a lo que él me decía.

   Fin Flash Back.

-oooOOOooo-

   Me levanté por la mañana, agotado. Apenas había dormido nada en toda la noche con tantos rayos y truenos. No me gustaba nada la tormenta. Para añadir más, estaba en una cama que no era la mía, en la casa de ChanYeol y había estado a punto de morir. Además, le había mentido a MinSeok, que seguro que e cuanto me viera la cara sabría que le había mentido. De verdad, ése día mejor que no me hubiera levantado.

   Lo peor de todo, era que mis amigos eran muy raros, puesto que por lo que me habían contado tenían poderes raros. Y YiXing también era de los suyos. Según me habían dicho, porque yo no lo recordaba muy bien, me había curado la herida que me había hecho con el cristal y me había salvado la vida desarrollando esos poderes extraños.

   Después de todo eso comencé a sentirme raro, muy raro, claro, que entre tanta rareza, ni se notaba.

   Salí de la cama y me asomé a la ventana. Seguía lloviendo a mares y la tormenta continuaba. Éste día iba a ser un asco de nuevo.

-oooOOOooo-

   Ya era Lunes, el fin de semana se me había pasado volando. Esa mañana me tocaba otra vez el turno con Kevin. Me había preocupado una barbaridad después de que el otro día se mareara, siendo él como era. Nada más verlo entrar por la puerta del local, lo acosé a preguntas.

   -¿Estás bien, Kevin? ¿Qué fue lo que te pasó el otro día?- no hubo ninguna contestación por su parte, pero sabía que si seguía dándole la lata, acabaría contestándome, aunque fuera mal y me mandara a la mierda, como hacía casi siempre, pero obtendría mi respuesta- estaba preocupado, ¿sabes? Después de todo somos compañeros, ¿no?- comencé a darle la lata ahora también físicamente cogiéndolo del brazo y tironeando de él- nah, venga, Kevin, dime- ahora estaba como un niño pequeño, pero él simplemente se soltó de mí y me ignoró. Bufé como un gato. Ya me dirá lo que le pasó, y sino, me enteraré cuando venga Tao y se lo pregunte al chico, que era mucho más agradable que él.

   Me pasé toda la mañana dándole la brasa, pero no obtuve ni una reacción, ya me estaba cansando de que me ignorara completamente, y, además, mis cuerdas vocales ya se estaban resintiendo de tanto hablar, solo, pero al fin y al cabo, había estado hablando.

   Llegó la hora punta y estuve más que entretenido atendiendo a las personas que llegaban al local, también sonriéndole a las jovencitas que se pasaban por allí sólo para admirarnos a Kevin y a mí. Cuando toda la bulla pasó, y se normalizó la situación, me pude sentar tranquilo, por primera vez en un par de horas. Mientras estaba descansando, pude ver como al local entraba una cara conocida, pero que llevaba bastante tiempo sin ver.

   -¡KyungSoo!- lo llamé y él se dio cuenta de mi presencia y se acercó al lugar donde yo estaba- ¿cómo estás? Llevaba mucho tiempo sin verte.
   -Estoy bien, muy liado con los exámenes, ya sabes, apenas salgo de mi habitación para ir a la Universidad, pero hoy tenía ganas de visitarte- me contestó con una sonrisa y yo me levanté y le di un abrazo.
   -Pero qué majo eres- dije achuchándolo.
   -Hyung… me aplastas…- susurró.
   -Ah, perdón- me separé y sonreí- es que llevaba mucho tiempo sin verte y ya extrañaba eso de apachurrarte.
   -Bueno, te prometo que la próxima vez que me veas será pronto.
   -¿Cuándo? ¿Cuándo?- pregunté impaciente.
   -Cuando acaben lo exámenes- propuso.
   -Sí, queda poco, me parece bien, y después de eso no dejaré que te me vuelvas a escaquear.
   -Está bien, hyung.

   Me pasé la mayor parte de lo que me quedaba de turno con KyungSoo, hablando de todo lo que nos habíamos perdido el uno del otro. Aunque éramos vecinos, puesto que ambos estábamos muy ocupados, apenas nos veíamos, y estos pocos momentos en los que nos encontrábamos, eran muy preciados para ambos.

   Al final, al salir por la tarde con KyungSoo, de camino a casa, seguía lloviendo a mares, y tronando, llevaba así todo el fin de semana, ¿cuándo narices acabaría la maldita tormenta? Al final, no me enteré de lo que le pasó a Kevin, pero, seguro que me enteraría otro día, lo veía casi a diario, a mi vecino llevaba sin verlo meses, así que, podría esperar.

-oooOOOooo-

   Tal y como me suponía, JongDae tenía unas ojeras impresionantes cuando me reuní con él en su Facultad. Estaba con su compañero de habitación en la Residencia, MinSeok, que lo miraba preocupado, al igual que yo. La verdad estaba horrible. Pero, estaba vivo, y eso era lo que importaba. Me acerqué a ellos y me senté a su lado.

   -¿Cómo estás?- le susurré al oído.
   -La verdad me siento un poco raro, YiXing- contestó- la tormenta esta me está trastornando un poco.
   -Pero… ¿se te ha abierto la herida o algo?
   -No, de eso estoy bien- suspiré algo más relajado.
   -Bueno, algo es algo… y lo de la tormenta se te pasará en cuanto termine- aseguré.
   -Eso espero.

-oooOOOooo-

   -¿Eh? Wait a moment…- le dije a BaekHyun- ¿qué me estás contando?
   -Lo que escuchas- me contestó.
   -Tío, tu compañero de habitación es muy raro- dije eso, pero en realidad, mi mente estaba volando con escenas de BaekHyun conmigo en la cama, no precisamente durmiendo.
   -Nah, es un buen tipo, tú mismo decías hasta hace un par de días que os llevaríais bastante bien.
   -Y lo sigo diciendo, pero…
   -Sí, ya, yo no me imagino eso de tú y yo…- hizo un movimiento con las manos y los dedos muy descriptivo, formando un círculo con sus dedos índice y pulgar de la mano derecha y metiendo el dedo índice por el hueco una y otra vez.
   -Yah, para- le cogí las manos- la gente pensará que estamos hablando de cosas raras.
   -Ah, que no estamos hablando de cosas raras…
   -Bueno, sí… pero tampoco es como para que toda la clase se entere y siéndote sincero, creo que nos miran mal- a nuestro alrededor se había formado un círculo de orejas cotillas y otro de miradas asqueadas.
   -Ya deberías estar acostumbrado a que te miren mal- comentó BaekHyun con una sonrisa encantadora.
   -También es verdad- me encogí de hombros y le devolví la sonrisa.
      
-oooOOOooo-

   Después de almorzar con YiXing, que se había acoplado, y con MinSeok, y que éste se fuera a las clases que tenía por la tarde, me dirigí a mi habitación en la Residencia, con mi amigo, que seguía preocupado por mí y revoloteaba a mi alrededor preguntando cada dos por tres por mi estado de salud. Me tenía ya un poco harto, pero comprendía que se comportara así, había estado a punto de morir delante de sus ojos, era normal que ahora se pasara todo el tiempo así.

   Íbamos a estudiar, cada uno su cosa, porque él estudiaba Medicina y yo Ingeniería, pero bueno, ése día habían cortado las clases para que pudiéramos prepararnos los exámenes.

   Llegamos a la habitación, escuchando la tormenta que no había parado desde la noche que me quedé en casa de ChanYeol. No había podido dormir bien desde ese día, los truenos no me dejaban conciliar el sueño, Morfeo no se dignaba a aparecer en mi vida (N.A.: Morfeo es el Dios griego del sueño).

   De repente, por la ventana, se vio caer un rayo justo en el transformador de la Residencia, asustándonos a YiXing y a mí, dejándonos sin luz a todos, escuchando un fuerte trueno que casi nos rompe los tímpanos y con un cosquilleo en mis manos y unas líneas que titilaban en mis dedos y que a mi amigo le provocó un calambre al entrar en contacto con ellas.

   Los dos nos miramos unos momentos a los ojos, asustados. Yo me había vuelto como ellos en el peor momento. El período de estudio para los exámenes finales.