jueves, 22 de mayo de 2014

Snowy Wish

Parte II

            BaekHyun abrió los ojos y se encontró frente a la puerta de la casa de sus padres. Hacía tiempo que no iba por allí, pero parecía que todo seguía igual que hacía cinco años, cuando se fue de casa. Sin saber qué hacer, buscó a SuHo, hallándolo a unos metros detrás de él, animándolo con la mano a que entrara en casa. El chico se encogió de hombros y sacó del bolsillo de sus vaqueros las llaves de su casa y se detuvo cuando las vio en su mano. hacía años que las había tirado a la basura, después de haberlas partido por la mitad. Aquello no tenía ningún sentido. Volvió a girarse hacia SuHo y este le volvió a indicar que debía entrar en la casa.

            Con lentitud, el chico asintió y luego introdujo la llave en la cerradura, girándola hasta que esta se abrió con un leve clic. BaekHyun empujó la puerta y entró en casa. Todo estaba muy silencioso y demasiado igual: la misma distribución de los muebles, el mismo olor, el mismo programa de televisión que su padre siempre veía y que hacía un par de años que habían quitado de la programación…

            En ese momento, BaekHyun se acordó. SuHo le había dicho que iba a viajar a tres momentos de su pasado en los que debió haber declarado lo que realmente pensaba y parecía que aquel era el primero. El chico todavía recordaba aquel día. Sus padres habían estado hablando sobre los homosexuales y sobre lo enfermos que los ponían, sobre que ningún hijo suyo sería gay porque aquello era una aberración. BaekHyun calló durante toda la conversación a pesar de las ganas que tenía por gritar que él era HOMOSEXUAL y aquella misma noche guardó todas sus cosas en una maleta y se fue a vivir con su hermano mayor a Seúl.

            El chico entendió que el motivo por el que había ido a aquel lugar era porque debía decirles a sus padres lo que había callado en ese momento.

            BaekHyun se dirigió decididamente a la cocina, donde recordaba que había sido la conversación y entró a esta. Sus padres estaban allí, hablando seriamente sobre el tema.

            —El hijo de los señores Kim les ha confesado a sus padres esta mañana que es “gay” —comentaba su madre, remarcando la palabra—. He escuchado los gritos que salían de su casa y los portazos.
            —No puedo creerme que aquel chico fuera de “esa manera” —su padre escupió aquello como si fuera algo venenoso—, parecía alguien normal, un buen chico.
            —Es una plaga —dijo la mujer—, ya mismo no quedarán personas normales.
            —Si alguno de nuestros hijos dijera que es marica no podría soportarlo, sería una aberración y no querría verlo nunca más.

            BaekHyun estaba en el marco de la puerta de la cocina, sin poder entrar, sin poder salir, sin poder hablar, tal y como le había pasado años atrás. Quería hablar, quería ser fuerte, pero algo se lo impedía. Cuando pensaba que no podría solucionar nada y que había sido todo una pérdida de tiempo, sintió una mano en su espalda y se giró rápidamente, encontrándose con el rostro tranquilo de SuHo.

            —Puedes hacerlo —le susurró—. Todo saldrá bien… Yo estoy aquí contigo.

            El chico asintió y tomó aire antes de hablar, llamando la atención de sus padres desde sus primeras palabras.

            —¿Entonces pensáis que yo soy una aberración?
            —¿Qué estás diciendo, BaekHyunnie? —preguntó su madre, desconcertada.
            —Soy homosexual, gay, marica, como queráis llamarlo —contestó—. Me gustan los hombres, pero por eso no me considero una aberración.
            —TÚ —gritó su padre—. TÚ ERES UNA DESHONRA PARA LA FAMILIA, UNA ABOMINACIÓN Y QUIERO QUE SALGAS INMEDIATAMENTE DE MI VISTA.
            —No —replicó BaekHyun—. Simplemente soy sincero con mis sentimientos y quería que mis padres supieran algo que he estado manteniendo en secreto por miedo, pero si no me quieres volver a ver, no pasa nada. No me volverás a ver —el chico salió de la cocina y se dirigió a su habitación, cerrándola con pestillo tras de sí. Allí ya lo esperaba SuHo—. No sé en qué va esto a ayudarme —le dijo.
            —Dentro de algunos meses, tus padres buscarán tu perdón y así arreglarás la situación —contestó—. Tu vida no cambiará mucho, simplemente, no pasarás las Navidades solo, lo harás en familia.

            BaekHyun pensaba que lo tenía todo en su vida, que no necesitaba nada, que no quería que aquel ángel que había aparecido ante él lo ayudara, pero ahora que su mente comenzaba a estar llena de buenos recuerdos con la familia, sentía que le debía mucho a SuHo y que le iba a estar eternamente agradecido.

            —Muchas gracias —susurró. El otro sonrió y le tendió la mano.
            —No tenemos mucho tiempo y aún nos quedan dos lugares más que visitar —le contestó SuHo con una sonrisa y BaekHyun agarró la mano con gusto, antes de que la habitación en la que había pasado su adolescencia se desvaneciera como lo había hecho el salón de la cabaña.


            BaekHyun abrió sus ojos cuando notó el calor de los rayos del sol en su rostro y se encontró en la terraza del piso que había compartido con su novio Kris durante todo el tiempo que había estado juntos y hasta que este se había ido de su lado porque le había sido infiel con su mejor amigo, ChanYeol. Recuerdos dolorosos vinieron a su mente, recuerdos del día en que los encontró follando como animales salvajes en celo sobre “su” cama y del día en que fueron a pedirle perdón por lo que habían hecho.

            El chico sentía cómo su corazón volvía a resquebrajarse como la primera vez, pero si SuHo lo había llevado allí tendría que ser por algo. Se giró en redondo, buscando al ángel y cuando lo encontró, se acercó a él para preguntarle el por qué lo había llevado a aquel momento.

            —¿Por qué…
            —Porque tienes que ser sincero con tus sentimientos —contestó.
            —Los odio por lo que me hicieron.
            —Eso es lo que quieres creer.
            —Eso no lo sabes —replicó el chico.
            —Sí que lo sé, BaekHyun, puedo verlo.

            Tras escuchar aquellas palabras, se quedó mudo. Él odiaba a aquellos dos, lo habían hecho sufrir mucho durante un tiempo y nada de lo que hacía le salía bien por su culpa. Los odiaba, pero también echaba de menos los fines de semana de fiesta y resaca, las películas en el sofá acurrucados por una manta, las charlas sobre sexo que ponían a Kris demasiado incómodo. Parecía imposible, pero en lo más fondo de su ser, quería que todo volviera a ser como antes y SuHo lo había visto perfectamente.

            —¿Van a venir a casa? —preguntó.
            —Vienen a pedirte perdón por todo y a buscar que los perdones —respondió SuHo y, en ese momento, el timbre sonó—. Haz aquello que le traiga paz y felicidad a tu corazón —dijo, dedicándole una sonrisa.

            BaekHyun se alejó de él y fue a abrir la puerta de su apartamento, encontrando en el rellano a su exnovio y a su ex mejor amigo. Los chicos parecían sorprendidos por ver que les había abierto la puerta, así que, durante algunos segundos no dijeron nada, pero después, fue ChanYeol quien habló primero.

            —BaekHyun… De verdad… Nosotros… Nosotros no queríamos hacerte daño… —comenzó—. Simplemente… Pasó una vez y luego quisimos distanciarnos… Pero dolía mucho y no pudimos evitar enamorarnos del otro… —el chico se puso de rodillas en el suelo—. Por favor, perdónanos… No queríamos que esto sucediera, no fue planeado —la voz le tembló y BaekHyun supo que había comenzado a llorar.

            Quiso acercarse a él y consolarlo, pero Kris se le adelantó y se tiró al suelo con él para abrazarlo. Parecía que realmente se querían el uno al otro y BaekHyun los había echado de menos. Si la primera vez que fueron les hubiera abierto la puerta, seguro que los habría perdonado sin la intervención de SuHo al ver aquella escena, pero en esa época estaba demasiado dolido como para verles las caras siquiera.

            —Os perdono —murmuró, los otros dos alzaron la cabeza, sorprendidos—. Pero dadme un poco de tiempo para acostumbrarme a la nueva situación.
            —Gracias Baekkie… —susurró Kris—. Muchas gracias.

            El chico asintió y cerró la puerta de su casa, adentrándose en el lugar y tumbándose sobre el sofá, con su cerebro rellenando las tardes de soledad y miseria con nuevos recuerdos de risas y felicidad de los tres juntos.

            —Creo que voy a llorar —murmuró.
            —No te juzgaré si lo haces —SuHo apareció ante él, tendiéndole su mano—, pero antes nos queda otra cosa que hacer —BaekHyun tomó su mano y todo a su alrededor desapareció en la oscuridad.



            El tercer lugar en el que BaekHyun apareció fue en su lugar de trabajo, un pequeño escritorio, rodeado de otros tantos en los que sus compañeros trabajaban atareadamente. El chico miró a su alrededor, viendo que en el calendario que colgaba de la pared que tenía al lado ponía que era 10 de Diciembre.

            Aquel había sido el día en el que si jefe lo había mandado a hacer el reportaje sobre los milagros de aquel pueblo de montaña, lejos de toda la civilización. Lo había enviado allí porque quería probarlo antes de decidir cuál iba a ser su futuro. BaekHyun siempre había querido ser periodista deportivo, pero nunca había tenido la oportunidad de hacer alguno de aquellos reportajes y si hacía bien su trabajo aquella vez, podría ver cumplido su sueño.

            Notó una presencia a su lado y vio a SuHo muy cerca de él, lo miró y el chico le sonrió de aquella forma tan encantadora.

            —¿Para qué me has traído aquí?
            —Para que busques toda la información que necesitas desde aquí, ya que estando en la cabaña no podías hacer tu trabajo por la falta de internet —le contestó.

            BaekHyun sonrió ampliamente y se sentó en su escritorio, buscando todo aquello que necesitaba y que sabía que le haría falta en los días que quedaría atrapado en la cabaña por la nieve hasta que lo tuvo todo, después, lo guardó en su pendrive y se giró hacia SuHo.

            —Listo.
            —Entonces aquí acaba mi trabajo —dijo él—. Ahora podrás ser completamente feliz y dichoso en tu vida.
            —Gracias.

            SuHo le tendió su mano por última vez y BaekHyun la tomó, estándole eternamente agradecido a aquel ángel que había aparecido en su vida y lo había ayudado a tener la vida que él pensaba que ya poseía. Haría un gran artículo y conseguiría hacer realidad su sueño y todo sería gracias a SuHo por haber aparecido entre la nieve, cumpliendo todos sus deseos.


4 comentarios:

  1. Suho es un angel~ y nunca mejor dicho jaja. Las dos primeras situaciones fueron muy bestias... Pero normales al fin y al cabo.

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    1. Yep ^^ Un angelito muy cuco... Bueno, ya avisé que no iba a ser muy allá la historia, no podía pensar en nada más y eso fue lo único que se me ocurrió

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  2. Sencilla y cortita pero bonita :) Y esto refuerza una vez más mi convicción de que hay que hablar las cosas por muy dolido/enfadado que estés (aunque una cosa es decirlo y otra hacerlo xD pero bueno~).

    Bye bye :)

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    1. Siempre hay que hablar las cosas, porque quedarse con ellas dentro no es bueno, pero claro, no es nada fácil hacerlo

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