Parte 2
El viaje a casa después de la salida
del hospital fue bastante más tranquilo de lo que YiFan se esperaba. Tao, como
había nombrado al híbrido, estaba algo intranquilo sentado en el asiento del
copiloto, agazapado y sin querer observar la calle, temblaba un poco también,
pero a pesar de ello no parecía que requiriera algún trato especial o que
tuviera que detener el coche para calmarlo.
En unos minutos llegarían a casa e
intentaría hacer todo lo posible para que Tao se sintiera bien.
El coche se detuvo en un semáforo y
YiFan giró su cabeza en dirección al híbrido —todavía no sabía cómo se había
podido dejar convencer, pero la mala vida que había llevado Tao por culpa del
maltrato que le había dado su anterior dueño había sido bastante determinante
en su decisión, aunque las palabras de ChanYeol también habían ayudado a que la
balanza se inclinara a favor de adoptar al híbrido—. Tao le devolvió la mirada
en intentó esbozar una sonrisa, seguramente para no preocuparlo, pero esa
acción hizo que se activaran todas las alarmas del hombre, que llevó una mano
rápidamente a su muslo y lo apretó firmemente para intentar transmitirle algo
de calma y de seguridad.
—Todo está bien —murmuró con su
grave voz en un tono mucho más suave del que estaba acostumbrado a utilizar—.
Estoy aquí no tienes nada que temer.
El híbrido se comenzó a relajar
lentamente bajo su toque, destensando todos sus músculos y sonriendo esta vez
de una forma más pacífica. Cuando el semáforo se puso en verde, el “gato” a su
lado ya estaba más tranquilo y YiFan respiró aliviado. Había estado cuidando de
él todo el tiempo que había pasado de vacaciones, yendo al hospital cada día y
quedándose allí prácticamente toda la jornada y ahora tendría que cuidarlo en
casa. Estaba bastante preocupado porque no estaba capacitado para cuidar de
otro ser vivo —de hecho incluso las plantas no duraban más de dos semanas en su
poder—, así que esperaba que Tao pudiera desenvolverse sin su ayuda.
Algunos minutos más tarde, llegaron
a su casa. YiFan le abrió la puerta del coche y luego lo ayudó a salir de este,
ya que Tao seguía un poco convaleciente y todavía no podía hacer movimientos
con la suficiente fluidez sin que le doliera. Sin ningún incidente y sin que
ChanYeol les saliera al paso con todas sus mascotas y asustaran al híbrido,
pudieron traspasar el umbral de la puerta y YiFan hizo al híbrido sentarse en
el sofá mientras él iba a por un vaso de agua. Al volver, se lo encontró
mirando el salón con curiosidad y sin proponérselo esbozó una sonrisa.
—¿Qué te parece mi casa? —preguntó,
tendiéndole el vaso. Tao aceptó el agua y luego asintió.
—Es bonita —respondió débilmente.
—Me alegra que te lo parezca,
ChanYeol siempre me dice que tengo que renovar la decoración —comentó,
sentándose junto al híbrido, pero dejando algo de distancia entre sus cuerpos—.
Él la cambia cada dos por tres y pretende que yo haga lo mismo, pero no soy
rico.
—¿Quién es ChanYeol? —preguntó Tao,
curioso.
—Mi vecino —respondió—, tiene a
varios híbridos como tú con él.
—Me gustaría mucho conocerlo
—murmuró el “gato”.
—Tranquilo, no tendrás que esperar
mucho, seguramente los tenemos aquí mañana o como muy tarde pasado —comentó—.
Son bastante efusivos todos, así que si no quieres que te toquen házselo saber.
Tao asintió, esbozando una pequeña
sonrisa, y YiFan pensó que quería ver muchas veces más aquella expresión en su
rostro y que haría todo lo que estuviera en su mano para hacerlo sentir bien y
que la mostrara a menudo.
●●●
En efecto, YiFan no se equivocaba
con que la visita de ChanYeol y sus cuatro mascotas no se haría esperar. A la
mañana siguiente, cuando el hombre abría la puerta para salir hacia el trabajo,
tras haberle dado una serie de instrucciones a Tao y también su número de
teléfono y el de la empresa por si necesitaba algo, se encontró de golpe a toda
la troupe. Puso su mejor cara de enfado e irritación, pero simplemente fue
ignorado por los híbridos, que se internaron en su casa como si fuera suya, en
busca del otro. Solo ChanYeol se quedó en la entrada, como pidiéndole permiso.
—Vigílalos, por favor —le pidió—. No
quiero que Tao se asuste.
—Lo haré lo mejor que pueda —le
respondió el chico—, sé que no debe de sentirse amenazado por nada ni por nadie
y que debe estar en un ambiente tranquilo.
—Lo dejo a tu cuidado —dijo a modo
de despedida, dejando entrar al otro en su casa y dirigiéndose al coche.
Ese día empezaba de nuevo su trabajo
tras las vacaciones y estaba algo estresado. No había podido dormir
correctamente porque se había pasado casi toda la noche en vela cuidando que
Tao se encontrara perfectamente y que no necesitara nada, pero lo peor, es que
seguramente tendría montones de cosas que hacer y ese día no se sentía
capacitado para realizarlas. Su jefe no había tenido la mejor idea del mundo al
hacerle tomar unas vacaciones forzosas, aunque sin ellas, no habría podido
ayudar a Tao a recuperarse y a no ser enviado de nuevo a algún lugar en el que
pudiera ser maltratado de nuevo.
Al llegar a la oficina se dirigió
directamente a la máquina de café que se encontraba en su planta antes de
sentarse en su escritorio y comenzar con su trabajo. En aquel lugar se
encontraba su jefe JunMyeon, bebiendo con expresión agria su café, que dejó a
un lado en cuanto lo vio y se acercó a saludarlo con una sonrisa de oreja a
oreja.
—¿Cómo te han sentado las
vacaciones? —le preguntó—. ¿Te sientes más descansado y cargado de energía?
—No lo sé con seguridad —contestó.
—Seguro que sí pero no quieres
reconocerlo —JunMyeon le dio una palmada en la espalda, no pudiendo contener su
risa y luego se fue del lugar.
YiFan suspiró y tomó su café,
dispuesto a intentar hacerlo lo mejor posible y a no pensar demasiado en lo que
había dejado en casa, aunque eso último fuera algo prácticamente imposible
porque no se fiaba de ninguno de los que habían aparecido para encargarse de
Tao mientras él no estaba. Quizás los llamaría en el descanso del almuerzo para
quitarse un poco la creciente ansiedad que se apoderaba de su cuerpo en
aquellos momentos.
●●●
YiFan regresó a casa mucho más
temprano de lo que solía, ya que no se quedó haciendo horas extras como
generalmente, sino que salió del trabajo en cuanto se terminó su jornada
laboral y condujo con rapidez para llegar lo más pronto posible. En la llamada
de mediodía parecía que todo marchaba con relativa calma, pero el hombre no
había podido quitarse una mala sensación del cuerpo.
Al entrar, se encontró la cocina
patas arriba y a todos sentados a la mesa, cenando tranquilamente. Los híbridos
de ChanYeol alzaron la cabeza como si tuvieran un resorte y BaekHyun se levantó
rápidamente para ir hacia él y abalanzársele, sin embargo, como ya sabía cuáles
eran sus intenciones, YiFan lo esquivó, dejándolo con un puchero en sus labios.
El hombre se dirigió tras esto hacia Tao, quien lo recibió con una sonrisa que
hizo que toda su angustia desapareciera al momento.
—¿Qué tal ha ido el día? —le
preguntó al híbrido y este sonrió más ampliamente.
—Bien —contestó—. Todos son muy
divertidos y cariñosos.
—Me alegra escuchar eso —murmuró.
—No hacía falta que te preocuparas
tanto —dijo ChanYeol—, sabemos comportarnos cuando la situación lo requiera y,
además, Tao es una cucada —sus mascotas estuvieron de acuerdo con esa
afirmación, ya que todas asintieron al unísono.
—Tenía motivos suficientes para
preocuparme.
YiFan tomó una silla y se sentó
junto a Tao para poder cenar con todos, lo que fuera que hubieran preparado,
esperando sinceramente que no fuera algo que lo envenenara. Se llevó una grata
sorpresa al ver que no solo no se moría sino que estaba realmente bueno y tuvo
que aplaudir a las habilidades culinarias de ChanYeol —aunque lo hizo
internamente—, sorprendido porque el millonario supiera hacer algo además de
molestar.
Después de un poco de tiempo más,
ChanYeol decidió que era hora de regresar a casa cuando LuHan se estaba
quedando dormido sobre su regazo y los cinco se fueron del lugar, dejándolos
completamente solos viendo la película que habían comenzado todos. YiFan estaba
tan inmerso en el film que se sorprendió al sentir una cabeza recargándose
contra su hombro y por un segundo estuvo a punto de gritar, pero eso solo fue
hasta que vio a Tao durmiendo plácidamente.
El hombre sonrió y se movió lo más
lento que pudo para poder levantarse del sofá y luego tomar el delgado, y aun
un poco magullado, cuerpo del híbrido entre sus brazos, llevándolo a la
habitación de invitados, que había preparado especialmente para él. Cuando lo
dejó sobre la cama y lo arropó, YiFan sonrió levemente al ver que en su rostro
solo había paz. Después de aquello se dirigió a su propia habitación y se tiró
sobre la cama, dispuesto a descansar todo lo que pudiera para comenzar el día
siguiente con toda la energía que le era necesaria.
●●●
La segunda noche que Tao pasó en
casa fue algo más movida que la primera. ChanYeol y sus mascotas se quedaron
hasta más tarde aquella vez y trastocaron un poco su dinámica, pero eso no fue
lo peor.
A media noche, YiFan se encontraba
plácidamente dormido cuando sintió un peso sobre su cama y se despertó de
golpe. Con los ojos medio pegados y con la mente nada despejada, pudo apreciar
la silueta de Tao, con sus orejas algo caídas y su cola arrastrando. Su cuerpo
temblaba levemente y eso hizo que el hombre despertara de golpe y se
incorporara para atrapar el delgado cuerpo del híbrido entre sus brazos y
tranquilizarlo.
—No tengas miedo… —murmuró,
acariciando su espalda para clamarlo—. Ya ha pasado.
El “gato” tembló más violentamente
entre sus brazos y comenzó a llorar, aferrándose a él con una fuerza que YiFan
desconocía que poseía. El hombre tardó mucho tiempo en hacer que Tao volviera a
su estado natural y se quedara dormido, soñando con cosas agradables y él
apenas pudo pegar ojo después porque seguía acariciando la espalda del híbrido
hasta el amanecer.
Tao no le contó en ningún momento lo
que había soñado, pero él se lo imaginaba. Las malas experiencias que había
tenido con su anterior dueño le habían pasado una mala pasada y lo más probable
es que hubiera tenido una pesadilla.
YiFan lo apretó fuertemente contra
su cuerpo. Él jamás le haría nada malo, ni dejaría que nada así le volviera a
ocurrir mientras estuviera junto a él.
●●●
Apenas habían pasado unos días desde
que habían llegado a casa y Tao parecía ir adaptándose poco a poco a su nueva
vida. Todavía no podía hacer movimientos muy bruscos, ni tampoco hacer
esfuerzos demasiado grandes, por lo que a veces le comentaba a YiFan que se
aburría un poco, pero que en cuanto Baek y Kai comenzaban a jugar con él se le
pasaba.
YiFan se sentía un poco mal por
tener que dejarlo a cargo de aquellos locos, pero no había nada más que pudiera
hacer, ya que no lo podía llevar al trabajo y tampoco podía dejar este porque
sino no tendrían dinero para poder vivir. Le gustaría poder pasar mucho más
tiempo con Tao y ayudarlo en su recuperación, tal y como había hecho los días
que estuvo con él en el hospital. Sin embargo, solo podía hacerlo los fines de
semana, que era cuando no tenía que ir a la oficina.
El hombre fue sacado bruscamente de
sus pensamientos cuando su teléfono comenzó sonar, avisándole de que alguien lo
llamaba. Rápidamente lo buscó entre los cojines del sofá y, en cuanto lo halló,
descolgó y se lo llevó a la oreja, mirando de reojo al híbrido que dormía con
la cabeza apoyada sobre sus piernas, no se había despertado con el ruido al
menos.
—¿Sí? —preguntó.
—Wu YiFan —dijo una voz que le
parecía conocida.
—Sí, soy yo —contestó.
—Soy el doctor MinSeok, me gustaría
ver cómo evolucionan las heridas de Tao un día de esta semana —fueron las
palabras del hombre una vez confirmó su identidad—. Hay que hacerle un
seguimiento periódico.
—Claro, cuando usted diga nos
pasaremos por allí.
—¿Le vendría bien mañana por la
mañana?
—Es sábado, así que no trabajo
—respondió—, ¿a qué hora?
—A primera hora.
—Allí estaremos.
—Mañana nos vemos entonces.
YiFan colgó la llamada tras aquellas
palabras y luego zarandeó levemente al híbrido para que despertara y se fuera a
la cama, sin tener ninguna reacción. Por este motivo lo tuvo que cargar en sus
brazos y llevarlo hasta su cama, como había hecho los anteriores días, sin
embargo, cuando lo dejó sobre esta y se separó de su cuerpo, Tao abrió los ojos
inmediatamente.
—No te vayas… —le pidió. Y YiFan no
tuvo corazón para dejarlo solo, no después de lo de la noche anterior.
●●●
Madrugar el único día que YiFan
tenía de descanso para no hacerlo era un sacrificio enorme para él, pero debía
hacerlo por Tao, porque tenía que ir a la revisión una semana después de que se
le hubiera dado el alta en el hospital. El híbrido estaba bastante mejor y las
heridas ya le molestaban menos, pero aun así había que estar atento por si alguna
se le infectaba. YiFan lo curaba todos los días para que nada así pudiera
ocurrir, pero la revisión de un especialista era completamente necesaria para
que todo saliera bien.
Llegaron al hospital por la mañana
temprano, apenas había gente por los blancos y silenciosos pasillos, solo
algunos enfermeros y médicos, pocos pacientes a esas horas caminaban por ellos.
YiFan guio al “gato” por estos, hasta el lugar en el que pasaba consulta el
doctor MinSeok, lugar al que ya había ido él en diversas ocasiones durante las
semanas que había pasado Tao ingresado allí.
El hombre llamó con los nudillos a
la puerta sobre la cual se encontraba la plaquita que rezaba el nombre del
doctor y luego esperó a que se les diera el permiso para entrar. Tao se agarró
a la manga de su camisa, cuando la puerta fue abierta y el simpático doctor
apareció ante ellos, sentado en su escritorio.
—Bienvenidos —dijo el doctor
MinSeok—. Podéis sentaros —les indicó, y eso hicieron ambos—. ¿Cómo has pasado
estos días? —le preguntó a Tao con una sonrisa.
—Bien —murmuró el híbrido—. YiFan es
muy agradable… y ChanYeol y los demás también lo son —esbozó una pequeña
sonrisa—. Cuidan mucho de mí.
—No sabes cuánto me alegra oír eso —comentó
el hombre—. Ven, levántate —le pidió—, vamos a la camilla a ver cómo van esas
heridas.
Tao asintió a sus palabras y el
doctor le indicó al híbrido que tenía que ir tras el biombo, donde se
encontraba la camilla y a YiFan que no hacía falta que se levantase y fuera con
ellos. Por eso, el hombre solo pudo ver la sombra de Tao desnudándose
lentamente, con sus orejas un poco gachas porque estaba avergonzado, y al
doctor examinándolo luego, a través de aquel artefacto. También pudo oír
algunos retazos de su conversación, aunque estaba algo lejos. Por lo que pudo
entender, que eran palabras sueltas más que oraciones completas, YiFan se
tranquilizó porque todo parecía ir bien.
Unos minutos después, el doctor
MinSeok salía de la zona cubierta por aquel biombo y caminada hacia él para
informarlo de los resultados del examen que le acabada de realizar al gato.
—¿Y bien? —preguntó YiFan.
—Está haciendo usted un buen trabajo
con la desinfección y cura, no hay nada por lo que preocuparse —ambos
sonrieron, pero la sonrisa del doctor duró poco en su rostro—. ¿Tao tiene algún
trastorno en el sueño? —cuestionó el afable médico.
—En los últimos días ha estado
teniendo pesadillas —contestó YiFan—. Desde entonces duerme conmigo y parece
algo más tranquilo, aunque yo no puedo conciliar bien el sueño porque me
preocupa su estado y que pueda tener otra pesadilla.
—Eso no es bueno —murmuró el
doctor—. Le recetaría unas pastillas para que no tuviera pesadillas, pero estas
volverían en cuanto dejara de tomarlas y a la larga sería mucho peor —MinSeok
se mordió levemente el labio inferior—. Debe ir superando esto poco a poco e ir
pasando por todas y cada una de las etapas —expiró de golpe todo el aire—, y me
temo que usted no va a dormir mucho hasta que no lo haga.
—A pesar de que me quite algunas
horas de sueño, cuidaré de él —se comprometió.
—Me alegra oír eso —dijo el doctor.
En ese momento, Tao salió ya vestido y se acercó a ellos—. Te has portado muy
bien, Tao —el gato sonrió, satisfecho—. Te mereces que YiFan te compre un
helado en cuanto salgáis de aquí.
Los ojos del híbrido se abrieron al
máximo ante la mención del helado y comenzaron a brillar con entusiasmo, de una
forma que YiFan no había visto nunca antes en él.
—Pero… ¿los híbridos pueden comer
cosas dulces? —preguntó. No tenía ni idea de ello y YiFan pensó que quizás
debía haberse informado un poco manteniendo una conversación con ChanYeol.
—Por supuesto —contestó el doctor—,
de hecho les encanta.
—Entonces, allá vamos —dijo,
volviéndose hacia Tao, esbozando una pequeña sonrisa.
Y finalmente, resultó que sí, que a
los híbridos sí que podían comer dulce y la billetera de YiFan lo notó cuando
Tao se comió el solo lo equivalente a una familia de cuatro o cinco miembros.
●●●
La noche era un tiempo que YiFan
temía y esperaba por igual; lo temía por las pesadillas que Tao sufría y lo
esperaba porque era el único momento en el que podía abrazarlo y apretarlo
contra su cuerpo fuertemente sin que nada ni nadie lo pudiera juzgar. A sus
ojos, Tao era su responsabilidad, debía cuidarlo y protegerlo de todo lo malo
que pudiera pasarle mientras estuviera a su lado.
Era pasada la media noche cuando
YiFan notó que el cuerpo que había contra el suyo comenzaba a moverse
levemente. Parecía que el híbrido empezaba a tener una pesadilla, así que abrió
sus ojos pesadamente para estar atento y poder despertarlo si aquello iba a
más, para después abrazarlo fuertemente y no dejarlo escapar hasta que volviera
a quedarse dormido entre sus brazos.
Sin embargo, no tardó mucho tiempo
en darse cuenta que Tao no estaba teniendo una pesadilla, sino que simplemente
se estaba acomodando contra su cuerpo. YiFan sintió cómo pasaba su brazo por su
hombro, para colocarlo en su cuello y luego cómo subía una de sus piernas sobre
la suya, casi a la altura de su cadera. El hombre también notó cuando el híbrido
se terminó de acomodar, cómo su entrepierna rozaba contra la de él y ahogó un
jadeo por el leve contacto. Tao se estremeció en sus brazos en respuesta a
aquel movimiento y luego se apretó mucho más fuerte contra su cuerpo para que
sus mitades inferiores se rozasen una y otra vez con cualquier movimiento.
En aquel instante, YiFan supo que
estaba completamente perdido, aunque no supo si los vaivenes de Tao, rozándose
contra su cuerpo eran voluntarios o no hasta que este se corrió y se alejó un
poco de él. En su rostro, lo único que pudo ver fue una sonrisa satisfecha,
pero ningún signo de que hubiera estado despierto.
Esto dejó a YiFan sumamente confuso
y con un gran problema entre sus piernas.
A la mañana siguiente, cuando el
hombre se despertó, encontrándose el cuerpo de Tao prácticamente sobre él,
sintió cómo algo en la mitad inferior de su cuerpo despertaba también. YiFan
suspiró, y luego comenzó a respirar profundamente y a pensar en cosa
completamente anti-eróticas, como ChanYeol, tratando de controlarse y de
calmarse, pero no lo consiguió. Por eso, acabó levantándose de la cama con
cuidado de no despertar al híbrido que dormía profundamente sobre ella y se
encaminó al baño, donde se dio una ducha muy fría, aunque esta no le ayudó
realmente a bajar su erección y finalmente tuvo que complacerse con su mano y
así aplacar el fuego que había crecido en su interior, derramándose sobre los
fríos azulejos de la ducha.
●●●
Cuando YiFan llegó a casa se
encontró a ChanYeol sentado en su sofá, con LuHan tumbado sobre sus piernas,
disfrutando de las atenciones que estaba recibiendo en sus orejas, a Chen
tumbado en un rincón, durmiendo plácidamente y a Baek y Kai jugando con Tao muy
entretenidos, haciendo un bocadillo de gato del que este no podía zafarse.
YiFan aprovechó aquella situación
para acercarse al sofá y sentarse con ChanYeol. Desde que Tao había hecho eso con él noches atrás había estado
pensando bastante en ello y aún no había llegado a ninguna conclusión sobre
aquello porque todavía no había podido asimilarlo del todo. Había sido muy
extraño, muy excitante y el hombre estaba confundido, por lo que había decidido
preguntarle a ChanYeol sobre el tema, aunque eso no le hiciera demasiado bien a
su reputación el millonario era la persona que sabía más sobre híbridos que
conocía.
—¿Puedo preguntarte algo sobre los
híbridos, ChanYeol? —le dijo, captando su atención.
—Sí, claro, puedes preguntar lo que
quieras —le contestó. YiFan miró al híbrido que se encontraba sobre las piernas
de su invitado y ChanYeol captó que quería que su conversación fuera a solas al
instante—. LuHan, ¿nos dejas solos unos momentos? —el gato lo miró con tristeza—,
habremos acabado en unos minutos —le aseguró—. Ve y molesta a Chen un rato
—LuHan le lanzó una última mirada compungida antes de levantarse y caminar
hacia la esquina en la que se encontraba Chen, tirándosele encima al otro gato
y despertándolo al instante—. Bien, ya podemos hablar —dijo ChanYeol—. ¿Qué
pasa?
—La verdad es que es algo violento
de decir —murmuró el hombre.
—Entonces, cuanto antes lo digas
mejor, porque más rápido se pasará el bochorno —el chico sonrió—, además,
puedes confiar en mí —YiFan asintió lentamente y tragó saliva antes de comenzar
a hablar.
—¿Es normal que un híbrido se
masturbe contra ti hasta correrse?
La cara que puso ChanYeol después de
escuchar sus palabras hizo que YiFan se arrepintiera de haberlas dicho porque
parecía a punto de echarse a reír y tener un ataque histérico. Sin embargo, se
serenó antes de contestarle.
—Bueno, en la época en la que nos
encontramos sí es más o menos normal.
—¿Cómo? —preguntó YiFan sin entender
a qué se refería.
—Estamos en primavera, YiFan, y por
lo tanto, en época de celo —aclaró—, los híbridos tienen características
humanas y animales.
—Válgame el cielo —murmuró el
hombre, dejando caer su cabeza pesadamente contra el respaldo del sofá.
—Generalmente se desahogan solos,
con sus dueños o con otras mascotas —dijo ChanYeol—. Baek se metía en mi cama
hasta que llegó Kai y Chen hacía lo mismo también —se quedó meditativo unos
segundos—, lo que no sé es cómo se lo van a arreglar ahora LuHan y Chen porque
no tienen ese grado de confianza.
—Vale, eso ya es demasiada
información —lo cortó YiFan, haciendo que el chico sonriera.
—Regreso al tema entonces —el hombre
asintió, agradecido—. La respuesta a tu pregunta es sí, es normal y que cuando
Tao lo necesite estas primeras veces intenta tocarlo tú y hacerlo llegar al
orgasmo —un escalofrío recorrió la columna vertebral de YiFan—, pero hazlo con
suavidad y con mucho tacto.
—Entendido… creo —murmuró, aunque no
se hacía a la idea.
—Me llevaré a los niños a casa para
daros intimidad —dijo de pronto ChanYeol, levantándose del sofá.
—¿Eh? ¿ChanYeol? —quiso detenerlo,
pero no pudo, el millonario llamó a sus mascotas y estas estuvieron a su lado
al momento. Un par de segundos después, los cinco salían de la casa
atropelladamente, dejándolo solo con Tao.
—Bienvenido a casa —le dijo el
híbrido, yendo hacia él para abrazarlo fuertemente contra sí.
—Ya estoy en casa —respondió.
●●●
YiFan estaba terminando de desayunar
la mañana del día siguiente cuando escuchó sonar el timbre de la puerta de su
casa. Se levantó de la mesa y, al pasar por el lado de Tao, le acarició la
cabeza distraídamente al híbrido antes de salir de la cocina para abrir la
puerta. Seguramente sería ChanYeol que llegaba para quedarse en la casa hasta
que el hombre terminara su jornada, así que abrió la puerta y se hizo a un lado
rápidamente porque las mascotas de su vecino siempre entraban con rapidez y
formando jaleo, mas nada de eso sucedió.
El hombre se asomó por la puerta
algo confundido, viendo a ChanYeol solo ante ella, con una seria expresión en
su rostro, algo que no había visto muchas veces.
—¿Pasa algo? —preguntó.
—Me sabe mal tener que decírtelo de
esta manera, YiFan —comenzó el chico, asustándolo un poco—, pero hoy no voy a
poder cuidar de Tao, mi padre ha tenido un ataque y tengo que ir a casa a
verlo.
—Oh, no pasa nada, tranquilo
—murmuró—, ya me las arreglaré.
—Lo siento de verdad —se disculpó
ChanYeol y luego se inclinó levemente antes de darse la vuelta y marcharse.
—¿Ha pasado algo? —escuchó preguntar
YiFan a Tao desde el interior. El hombre le dedicó una última mirada a su
vecino antes de cerrar la puerta y entrar de nuevo a la cocina.
—Hoy ChanYeol no puede quedarse
contigo —le contestó.
El híbrido lo miró con una gran
tristeza en sus ojos y supo inmediatamente que no iba a ser una buena idea
dejarlo solo en casa, pero no tenía muchas opciones. De hecho, solo tenía dos:
o quedarse allí con él y no ir al trabajo o llevárselo a la oficina con él.
—Bueno, no pasa nada —murmuró Tao—. Que
te sea leve el día.
—No voy a dejarte aquí solo —dijo.
—No me va a pasar nada —aseguró,
pero YiFan no quería dejarlo solo por nada del mundo, así que tomó una decisión
rápido y sobre la marcha.
—Te llevaré conmigo.
Unos minutos después, ambos salían
por la puerta de casa. Tao había intentado por todos los medios convencerlo de
que estaría perfectamente bien y que no le pasaría nada si se quedaba solo,
pero YiFan no tenía corazón para dejarlo allí solo. Se montaron en el coche y
el hombre arrancó, para después conducir hacia su lugar de trabajo. Por el
camino estuvo pendiente del híbrido que se encontraba sentado en el asiento del
copiloto, mientras pensaba qué iba a decirle a su jefe y esperaba que no
hubiera muchos problemas, ya que este se llevaba casi siempre a SeHun al
trabajo.
—YiFan… —lo escuchó murmurar cuando
estaba a punto de aparcar el coche en la plaza que me había sido asignada.
—¿Sí? —preguntó, invitándolo a
hablar.
—Muchas gracias.
YiFan sonrió levemente ante sus
palabras mientras aparcaba. En cuanto el coche estuvo estacionado y el motor
apagado, se inclinó un sobre Tao para desabrochar su cinturón y dejarlo lentamente
en su sitio, después se quitó el suyo y salió del coche. Caminó junto al
híbrido el espacio que los separaba de su lugar de trabajo, subiendo al
ascensor hasta su planta y luego andando hasta su mesa. Durante el trayecto,
atrajeron un montón de miradas, pero YiFan intentó obviarlas.
—Siéntate aquí —le indicó al
híbrido, señalando la silla que SeHun utilizaba siempre que se iba con él.
quiso decirle a Tao algo más, pero en aquel momento, su jefe salió de su
despacho junto a su híbrido de gato y ambos se acercaron a su mesa, mirándolo
con los ojos como platos—. Siento no haber avisado de que Tao venía conmigo —le
dijo a su jefe—, no podía dejarlo en casa solo.
—Oh, no pasa nada —sonrió JunMyeon—,
así SeHun no se aburrirá, puedes traerlo cuando quieras —se giró hacia su
híbrido—. Hazle un tour por la oficina y no seas muy bestia —le dijo y este
asintió antes de acercarse a Tao.
—Mi nombre es SeHun, ven conmigo —Tao
miró a YiFan, esperando su aprobación y, en cuanto este se la dio, tomó la mano
que el otro híbrido le tendía y salieron corriendo de allí.
—No sabía que tenías una mascota —rió
su jefe—, creía que no te gustaban mucho por la cara que ponías cuando SeHun
venía contigo.
—No me gustaban —contestó YiFan—,
pero Tao es diferente.
●●●
—¿Cómo has pasado el día? —le
preguntó a Tao.
Ya estaban en el coche, volviendo a
casa después de un largo día en la oficina. Tao se había pasado las horas junto
a SeHun, yendo de un lado para otro, jugando y riendo. Parecía que lo había
pasado bien, pero YiFan quería asegurarse de ello porque JunMyeon le había
dicho que podía llevarse a Tao al lugar, así que si su respuesta era
afirmativa, podía ir con el híbrido a la oficina y librar a ChanYeol de su
responsabilidad. De esta forma, podía estar un poco más pendiente de Tao,
también, así que todos salían ganando.
—Ha sido divertido —respondió el
gato—. Me gustaría volver… si no te molesto… —susurró al final, no muy seguro,
contrastando con la felicidad con la que había contestado al principio.
—No me molestas —le aseguró, viendo de
reojo cómo Tao sonreía.
YiFan condujo las pocas manzanas que
lo separaban en ese instante de su vivienda y luego aparcó su coche donde
siempre lo hacía y cuando apagó el motor y se giró hacia Tao para desabrocharle
el cinturón, se llevó una sorpresa. El híbrido le dio un pequeño beso en los
labios y le dio las gracias antes de salir del coche corriendo y entrar en la
casa, dejando a YiFan completamente confundido y con un cosquilleo agradable en
sus labios.
Black Cat conti!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Y eso que hace tiempo que el TaoRis dejó de gustarme especialmente pero es que son tan cuquis y Tao tan abrazable y Kris tan sobreprotector y ChanYeol tan ChanYeol y sus mascotas tan ellas y I love it!!!
ResponderEliminarAins mi pobrecito Tao, que mal lo debió de pasar :c Menos mal que ahora está YiFan cuidándole para que no le ocurra nada ^^ Y ChanYeol con sus mascotas, tan efusivos como siempre xD Baekkie, tendrás que ir acostumbrándote a no besar a YiFan cada vez que lo veas, que ahora tiene una mascota que se puede poner muy celosa (?)
LOL PERO NO ME HABLES DE LA ÉPOCA DE CELO Y DE KAI Y BAEK QUE EMPIEZO A IMAGINARME COSAS Y NO PUEDO CON MAI LAIF (???????)
Tao que hace amiguitos en todos lados ^^ Espero que él y SeHun no la líen mucho en la oficina, que hay gente trabajando (?)
Y ya me puse al día con todos los fics sueltos!!!!! Ya puedo leer tranquilamente EXO 3ª Temporada sin presiones ni nada que me interrumpa!!!! Que no recuerdo por qué capítulo me quedé, así que aprovecharé la excusa para releerme la temporada desde el principio (?) :3
En fin, por hoy te dejo. Mañana si el Universo no me ha preparado nada (me la tiene jurada, yo lo sé ¬¬) vuelvo a la carga :P
Good night! ^^
Sí!!!!! La continuación después de meses ^^ Bueno, a mí nunca me gustó y... HE HECHO UN SERIAL (dadme crédito por ello, eh? XD
EliminarSí, ahora no tiene de qué preocuparse porque FanFan lo protegerá de todo ^^ Muy muy efusivos y Baek siempre quiere meterle boca XD Bueno, Tao comparte (?)
Jajajajajajajaj XD Pero imagínatelas, que para eso las dejo caer XD
Nah, no la liarán mucho, tú tranquila ^^ (o eso creo (?))
Eso es genial!! Por fin me has alcanzado ^^ (escribo mucho, lo siento ;;___;;)
Bye <3
Me encanta que haya continuación~~~
ResponderEliminarAhora, yo siento que algo se me tira en la cama y no sé como responderia jajaja. Pobre bicho.
Vale, y cuando le pregunta a Chanyeol sobre lo del celo xD muy bestia. Es entre perturbador, raro, morboso...
Sí? Es que yo pensaba que quedaba muy corto y eso... Así que me dije, venga, tú puedes hacer un mini serial... y aquí me tenéis XD
EliminarYo si alguien se mete en mi cama... Pues depende, la verdad... Si son Tao o YiFan (o los dos) yo los dejo, eh XD
Jajajaajja XD Es que es muy directo, no le gusta dar rodeos XD