lunes, 19 de enero de 2015

Black Cat

Parte 3

            Si se concentraba y se aislaba de todo lo demás, YiFan aún podía sentir el cosquilleo en los labios que le había dejado el leve beso de Tao días atrás. Sabía que había hecho aquello en agradecimiento, pero no estaba acostumbrado a esa clase de muestras de afecto.

            El hombre movió su mano sobre la frente de Tao, retirando el pelo que caía sobre esta desordenadamente. YiFan sonrió levemente al ver la sonrisa que se formó en los labios del híbrido por el contacto y cómo se removía en busca de más. Al ver su reacción, YiFan quiso ir un poco más allá y llevó su mano hacia las orejas de gato que tenía sobre la cabeza. Desde hacía un tiempo quería acariciarlas, porque le parecían suaves, pero nunca se había atrevido, pero en aquel momento se sentía muy valiente.



            No obstante, en cuanto uno de sus largos dedos rozó la punta de la oreja, los ojos de Tao se abrieron de golpe y YiFan retiró su mano. El híbrido, todavía adormilado lo miró unos instantes y luego bostezó.

            —¿Pasa algo? —preguntó. Su voz fue solo un suave murmullo.
            —No… no pasa nada —respondió.
            —Pero… tu mano —susurró.
            —Mi mano…
            —Has rozado mi oreja —murmuró. YiFan tragó saliva porque había notado su atrevimiento y aquello era algo que no debía haber notado—. Si quieres acariciarlas puedes hacerlo sin miedo.
            —Tao…
            —Puedes acariciarlas —dijo de nuevo, moviendo su cabeza para que esta quedara al alcance de sus grandes manos y que sus orejas estuvieran mucho más visibles.
            —¿Está bien? —preguntó con duda.
            —Sí —susurró.

            Con dudas, con muchas dudas, alzó su mano de nuevo y la llevó a una de sus orejas, rozándola de nuevo, pero esta vez de una forma más notoria. Era suave y peluda y tenía un tacto muy agradable, a YiFan le gustaba, pero no se atrevió a seguir tocando y apartó su mano en el momento en el que empezó a escuchar un murmullo bajo y gutural procedente de Tao.

            —¿Pasa algo? —volvió a preguntar el híbrido unos segundos después, con añoranza en su mirada porque parecía querer más de su toque.
            —Estabas…
            —Ronroneando —terminó él—. Eso hacen los gatos cuando están a gusto.
            —¿Estás a gusto? —cuestionó YiFan, Tao asintió y se pegó a su cuerpo, en busca de calor y contacto.
            —Muy a gusto —respondió. El hombre llevó de nuevo su mano a las orejas del híbrido y este empezó a ronronear de nuevo—. Hoy no trabajas, ¿verdad? —le preguntó.
            —Hoy no —respondió.
            —¿Podemos quedarnos así todo el día?
            —Si así lo quieres, sí —Tao ronroneó más fuerte y YiFan se sintió muy bien porque estaba haciendo que el híbrido dejase atrás todo lo malo que le hubiera ocurrido anteriormente y concentrándose en ser feliz junto a él.

●●●

            Después de algunos días en los que YiFan no supo sobre ChanYeol, este se presentó en la puerta de su casa junto con sus cuatro mascotas, lleno de vida y con miles cosas que contar. YiFan quiso preguntarle en cuanto lo vio qué había pasado en aquellos días, pero este obvió cualquier tema que tuviese que ver con su familia, así que tras unos cuantos intento, el hombre acabó por rendirse y esperar a que el chico sacara el tema por sí mismo, ya que parecía incomodarle un poco.

            Los domingos eran los únicos días que YiFan tenía libres, así que lo pasó junto a todos en su casa hasta que ChanYeol decidió que era mejor irse a media tarde, al igual que el anterior lo había pasado con Tao entre sus brazos, acariciando sus orejas.

            —ChanYeol estaba algo extraño —murmuró Tao.

            No llevaban demasiado tiempo solos, quizás algunos minutos, pero el híbrido ya se había mudado al lugar junto a él en el sofá y se había pegado a su cuerpo mientras veían la televisión. Antes había estado jugando con Baek y Kai y parecía estar un poco cansado por ello, los dos híbridos de perro parecían tener baterías inagotables.

            —Sí —le contestó—, pero no quería hablar de ello ahora, así que será mejor dejarlo estar hasta que se decida a contar qué le pasa —el híbrido hizo un ruidito extraño y enrolló su cola en la muñeca de YiFan, haciendo que este diera un bote de la sorpresa—. ¿Tao? —en su rostro podía apreciarse toda la confusión que sentía por aquella acción—. ¿Pasa algo? —preguntó, pero el híbrido no dijo nada y simplemente guió su mano hasta su entrepierna—. Tao…
            —Yo también… me siento extraño —confesó—. Es la primera vez que me pasa y aunque SeHun me lo ha explicado y me ha ayudado, creo que si lo haces tú me sentiré mucho mejor.
            —¿SeHun qué…?

            YiFan no estaba entendiendo mucho, pero podía suponer que Tao le estaba hablando sobre su celo y si eso era cierto, significaba que este había dejado que SeHun lo ayudara a satisfacerse y la verdad era que el hombre no sabía cómo tomarse aquello. Pero lo importante en aquellos momentos era que el híbrido tenía bien sujeta su mano y esta estaba situada sobre su entrepierna, tocando su miembro que comenzaba a endurecerse.

            —SeHun me ayudó un día en la oficina —respondió—, y se lo agradecí ayudándolo a él.

            Eso le crispó un poco los nervios. No consideraba que Tao fuera de su propiedad o algo por el estilo, pero se había comprometido a cuidarlo y a protegerlo y no le gustaba mucho SeHun. Además, estaba notando cómo el miembro del híbrido crecía cada vez más y sentía el impulso de abandonarse y tocarlo hasta hacerlo llegar al paraíso, que probablemente era lo que buscaba este. Era un gato muy listo.

            —Y quieres que yo te ayude, ¿verdad? —Tao asintió con una sonrisa gatuna que le encantó.

            No debía verlo de aquella forma. Tao era un híbrido, un chico con orejas de gato y cola de gato al que habían hecho así de forma artificial porque algo como aquello no era natural en la realidad y YiFan odiaba todo aquello hasta hacía un par de meses, no podía simplemente dejarlo todo atrás, dejar todas sus convicciones y su moralidad solo por él… pero lo estaba haciendo y lo asustaba a la vez que le gustaba. Había acogido a Tao porque este había aparecido moribundo en su jardín debido a que su anterior dueño lo maltrataba y se había comprometido a hacer todo por él y según le había dicho ChanYeol eso entraba en el pack, por lo que no tenía por qué dudar, pero lo hacía.

            —YiFan… —ronroneó el híbrido y aquello fue lo que le decidió a mover su mano por sí mismo y acariciar el miembro de Tao hasta que este se corrió, quedándose dormido inmediatamente después.

●●●

            Desde que YiFan se enteró de que SeHun había jugado con Tao en la oficina, intentó llevar lo menos posible al híbrido a ella y así que ChanYeol también estuviera un poco ocupado en casa, ahora que había regresado, para que tuviera otras cosas en las que pensar. Desde que había vuelto a veces estaba un poco ausente, pero si no quería hablar del tema, YiFan no lo iba a presionar.

            Cuando regresó después del trabajo a casa, se encontró a LuHan y a Tao jugando juntos, cosa que le extrañó bastante, y miró interrogante a ChanYeol, que observaba la escena con la mirada perdida. Al ver que el chico no se percataba de su mirada, se acercó a él y se sentó a su lado en el sofá, hundiendo el cojín para que se percatara de su presencia. Cuando se giró hacia él, el chico lo miró esbozando un intento de sonrisa que YiFan vio que no era para nada sincera.

            —¿Estás bien? —le preguntó y ChanYeol agachó su cabeza, agotado.
            —¿Tanto se me nota? —cuestionó, en voz muy baja, tan baja, que YiFan tuvo que estar muy atento para escucharlo.
            —Un poco —respondió el hombre. El chico lo miró de nuevo y suspiró antes de abrir la boca de nuevo para hablar.
            —Mi padre murió finalmente y ahora soy yo el dueño de todo nuestro imperio —dijo.
            —Eso es… —YiFan no supo qué era lo que había estado a punto de decir, si era triste o maravilloso, así que se alegró de que ChanYeol lo cortase para seguir hablando.
            —Pero yo no quiero ser el dueño de nada, no tengo madera para ello —miró a sus mascotas—. Yo solo quiero vivir mi vida con estas cositas, tranquilo, sin agobios… como hasta ahora.
            —Bueno, a veces no podemos hacer solo lo que nos gustaría, sino que tenemos que hacer lo que debemos —dijo YiFan—. A mí no me gusta trabajar desde que sale el sol hasta que se esconde, pero tengo que hacerlo para poder traer dinero a casa y sobrevivir —ChanYeol lo miró, haciendo un puchero. Aquella expresión decía que sabía que el mayor tenía razón, pero que él quería seguir como hasta el momento—. Pero bueno, es tu decisión, yo no tengo nada que decir ahí.
            —Gracias, YiFan.

●●●

            Aquel día, YiFan se había tenido que llevar al trabajo a Tao porque ChanYeol había decidido que tenía que hacer lo correcto y se había ido a casa de sus padres a arreglarlo todo. El hombre había estado muy pendiente de su híbrido, pero también de su trabajo y estaba muy cansado, así que lo único que quería era darse una ducha rápida y luego meterse en la cama y dormir hasta que el despertador le sonase de nuevo.

            Sin embargo, nada le salía cómo lo planeaba.

            —YiFan —lo llamó Tao. El nombrado se giró hacia él para que este supiera que lo estaba escuchando, a pesar de que estuviese dejando sus cosas sobre el escritorio—. Me gustaría que nos bañásemos juntos.
            —¿Juntos? —preguntó, porque creía que no había escuchado bien. El híbrido asintió.
            —Los baños son más divertidos cuanta más gente haya —respondió—. Cuando están aquí los demás me baño con Kai y Baek —YiFan se mordió el labio inferior para aguantarse las ganas de mata a ChanYeol porque sí, tenía que quedarse cuidando a Tao de vez en cuando, pero ese no era motivo suficiente para gorronearle comida y agua también—. ¿Nos bañamos juntos? —volvió a preguntar.
            —Está bien —dijo el hombre finalmente, haciéndolo sonreír felizmente.

            Unos minutos más tarde, ambos se encontraban desnudos y metidos en la bañera. Se estaba un poco incómodo porque ambos eran muy altos y la bañera no es que fuera demasiado grande, pero se las apañaban más o menos. Tao apoyaba su espalda en el pecho de YiFan y de esta forma, este podía acceder a todo su cuerpo y lavarlo. El híbrido ronroneaba en sus brazos mientras pasaba la esponja por su cuerpo y cuando pasó a lavarle el pelo, teniendo cuidado de que no le entrase demasiada espuma en las orejas, se deshacía en gemidos guturales que no hicieron otra cosa más que encender a YiFan, pero se controló porque estaba demasiado cansado.

            Una vez ambos estuvieron aseados, el hombre se colocó una toalla en la cintura mientras comenzaba a secar bien y lentamente a su gato, sin dejar que ninguna gota mojase su piel. Después pasó a revolverle el cabello con la toalla para secarlo también y Tao le gruñó un poco porque lo estaba despeinando, pero él le aseguró que lo compensaría más tarde y así lo hizo. Unos minutos después, le cepillaba el pelo con cuidado para quitarle los enredos que pudieran habérsele formado anteriormente mientras el híbrido comenzaba a ronronear de nuevo.

           YiFan se sentía bien al hacer aquello, le gustaba, era algo mágico y especial para ambos, por eso, esa noche se quedó dormido, abrazando el delgado cuerpo de Tao, apretándolo fuertemente contra el suyo y con una gran sonrisa satisfecha en sus labios.

●●●

            Las noches de YiFan habían sido tranquilas últimamente debido a que las pesadillas que tenía Tao habían remitido. Eso quería decir que por fin estaba dejando atrás todo lo que había vivido con su anterior dueño, que lo había maltratado y ahora se sentía muy a gusto con él. En ese sentido habían sido muy tranquilas, porque ya no se despertaba a mitad de la noche calmando al híbrido que tiritaba entre sus brazos; pero se despertaba por otros motivos, algo más placenteros.

            La primavera era una época muy mala para los híbridos. Lo había entendido del todo cuando encontró en su cocina un día a Kai y a Baek haciéndolo sobre una de sus encimeras para calmar su celo. Así que por las noches, ya no dormía del tirón porque tenía que ayudar a Tao a alcanzar el orgasmo.

            Esa noche, YiFan sintió cómo el híbrido hacía algo que nunca antes había hecho y se tensó irremediablemente bajo su toque, porque las manos de Tao en su entrepierna era lo último que creía que podía sentir en la oscuridad de su habitación y en el calor de su cama. Intentó alejarse de su mano pero el híbrido se pegó más a él, sin dejarle espacio para escapar, mientras seguía acariciando su miembro por encima de la tela del pantalón de su pijama, como siempre hacía con él.

            —Tao —murmuró Tao—, ¿qué haces? —pero el híbrido no le contestó a su pregunta, solo siguió tocándolo. YiFan sentía que como siguiera de aquella forma acabaría corriéndose y no quería hacer eso, no hasta no saber qué era lo que pasaba por la cabeza de Tao, así que, con la poca fuerza de voluntad que le quedaba después de estar sintiendo sus caricias, colocó sus grandes manos sobre la de Tao y la detuvo—. Por favor, para —le rogó.
            —¿No te gusta? —le preguntó el híbrido.
            —Sí, claro que me gusta pero…
            —¿Entonces? ¿Por qué no dejas que te toque cómo tú me tocas a mí? —cuestionó.
            —¿Por qué lo haces?
            —Porque quiero agradecerte todo lo que haces por mí —respondió.
            —No hace falta…
            —Sí hace falta

            Y diciendo esto, Tao volvió a mover su mano sobre su miembro, esta vez, introduciéndola bajo la tela del pantalón y del bóxer. El roce de piel con piel hizo que YiFan se estremeciera y se abandonara a las caricias que estaba recibiendo porque las manos de Tao eran delgadas y suaves y lo estaban volviendo completamente loco, tan loco que tenía el impulso de agarrar al híbrido y tumbarlo con fuerza contra el colchón para penetrarlo una y otra vez.

            Pero debía detener sus impulsos.

            —Tao… para… —jadeó. El híbrido dejó de mover su mano al instante y lo miró interrogante.
            —¿Pasa algo? —YiFan asintió, intentando recuperar su voz.
            —Si sigues así creo que no voy a poder contenerme y eso puede que no te guste —murmuró.
            —¿Por qué no me va a gustar? —preguntó.
            —Te dolerá —respondió y Tao hizo un pequeño gesto que no supo identificar, probablemente, por algún mal recuerdo de su antiguo dueño—. Es mejor que no sigamos.
            —Pero yo quiero seguir… —susurró Tao—. Quiero seguir.
            —¿Estás seguro? —cuestionó YiFan y el híbrido asintió lentamente—. ¿De verdad?
            —Sí.

            Teniendo el doble asentimiento de Tao, YiFan sonrió levemente y se inclinó sobre el híbrido, tumbándolo sobre su espalda para comenzar a tocar su cuerpo con cuidado, con tacto, con infinito cariño. Poco a poco fue quitándole la ropa, descubriendo su cuerpo con sus labios y haciendo que el gato se deshiciera en gemidos y jadeos. Una vez estuvo completamente excitado y estimulado lo suficiente, YiFan comenzó a jugar con su entrada con sus largos y huesudos dedos, creando espacio para luego poder introducir su miembro.

            El hombre escuchaba de vez en cuando cómo Tao se quejaba, en esos momentos se detenía y esperaba a que el otro le diera permiso para poder continuar. Sobre todo, no quería hacerle daño. Por eso, YiFan, a pesar de que sentía que necesitaba ir más rápido y satisfacerse a sí mismo, fue tan despacio como pudo y con tanto cuidado como supo. Cuando creyó que Tao ya estaba listo, guió su miembro hacia su entrada y empezó a introducirse en él lentamente, para no hacerle daño, hasta que estuvo completamente dentro, ahogando un gemido.

            —¿Estás listo? —le preguntó. Tao asintió, con sus mejillas sonrosadas y su frente perlada por una capa de sudor, su respiración agitada, su pecho subiendo y bajando rápidamente y su miembro completamente erecto y a punto de estallar. Estaba precioso—. Entonces vamos allá.

            Y YiFan comenzó con el vaivén, al principio lento, pero después cogiendo un poco de velocidad, buscando que las apretadas paredes del híbrido lo hicieran llegar al paraíso. Algunos minutos después, llenos de jadeos y gemidos, ambos llegaron al orgasmo a la vez.

●●●

            Aquel domingo, YiFan se propuso hacer algo diferente, por eso, en vez de quedarse durmiendo hasta tarde con Tao, se levantó temprano y arrastró al híbrido al centro de la ciudad. Nunca habían salido de casa juntos a no ser que fuera para ir al trabajo del hombre, ya que este se encargaba de ir y hacer las compras cuando el híbrido no lo acompañaba, así que pensó que sería una buena idea pasar por el supermercado y hacer las compras juntos.

            No hacía mucho calor a pesar de que la primavera estaba llegando a su fin y el verano estaba a punto de comenzar, por lo que se podía salir a la calle sin derretirse. YiFan condujo hasta el centro y luego dejó su coche aparcado en uno de los parkings que había desperdigados por el lugar, para después caminar junto a Tao, que parecía haber olvidado que hasta hacía unos momentos se estaba muriendo de sueño y no quería levantarse de la cama, y se divertía viendo todas las cosas que había a su alrededor y que eran nuevas para él.

            —¿Te gusta esto? —le preguntó y Tao asintió—. ¿Te gustaría salir más a menudo conmigo?
            —Por supuesto —YiFan sonrió ante su respuesta afirmativa y se anotó mentalmente llevarlo al centro cada vez que tuviera ocasión para enseñarle todas las posibilidades de la vida.

●●●

            A pesar de que YiFan siempre había tenido una gran relación con su cama y que generalmente los días que no tenía que ir a trabajar los pasaba en ella, en los últimos tiempos pasa sus domingos fuera de esta e incluso fuera de su casa. A Tao también le gustaba mucho dormir, pero si era por pasar el día junto al hombre en cualquier lugar nuevo de la ciudad, al híbrido no le importaba tener que levantarse y caminar hasta que le dolieran los pies porque en esos momentos era muy feliz.

            Aquel día estaban en un centro comercial. YiFan había decidido que lo mejor era pasar el día mirando tiendas de ropa y luego hacer la compra de comida para la casa. Durante sus anteriores paseos por el centro había descubierto que al híbrido le encantaba mirar las tiendas de ropa y que también le gustaba probarse mil y una cosas, haciéndole ojitos luego para que el hombre se las comprase. Igual no tenía que malcriarlo tanto, pero YiFan casi nunca podía resistirse a esos ojitos brillantes que le rogaban, así que prácticamente todo lo que se probaba, acababa luego en bolsas que colgaban de sus manos.

            Probablemente tuviera que echar horas extra en su trabajo alguna que otra vez por gastar más de lo necesario, pero teniendo en cuenta que Tao apenas tenía fondo de armario, merecía la pena.

            La última compra, había sido una chaqueta para el invierno, bastante abrigada y algo cara, pero que amortizaría muy bien porque servía para todo y pegaba con todo, así que estaba bien. Dejó a Tao en el probador, probándose algunas cosas más, que no le iba a comprar porque el dinero que le quedaba lo tenía que guardar para poder hacer la compra de la semana, mientras fue a pagar por aquella chaqueta. Sin embargo, cuando volvió al probador, no lo encontró.

            YiFan se giró en redondo y aprovechó su altura para buscar al híbrido, pero no lo halló en la tienda. Salió corriendo del establecimiento y comenzó a buscar por fuera, con el corazón desbocado y angustiado porque había perdido a Tao. Mirando rápido y de un lado a otro, pudo vislumbrar una cabeza morena con orejas de gato y supo inmediatamente que se trataba de él, así que corrió lo más rápido que le permitieron sus largas piernas, persiguiendo a Tao, que era arrastrado por un tipo corpulento contra su voluntad.

            El hombre corrió y corrió, pero cuando llegó cerca no pudo hacer nada más que anotarse mentalmente la matrícula porque aquel tipo había metido a Tao en un coche y se lo llevaba lejos de él.

●●●

            —¿Me podría repetir la descripción del gato? —le preguntó el agente de policía por enésima vez en el día. YiFan cogió aire, intentando calmarse para no pegarle a aquel agente de la autoridad que solo hacía preguntas y que no estaba buscando a Tao, que era lo importante.
            —Un poco más bajo que yo, cabello negro, ojos muy rasgados y piel oscura —respondió como un autómata.
            —¿Tiene alguna foto de él?
            —No aquí, pero en cuanto llegue la persona a la que estoy esperando la traerá —explicó.
            —Bien —el policía apuntó aquello en su ordenador—. ¿Descripción del secuestrador?
            —Un tipo corpulento, de pelo oscuro —contestó—. No puedo decirle nada más porque solo lo vi de espaldas.
            —No sabe quién podría ser, entonces.
            —No con seguridad, pero me imagino que será su antiguo dueño —respondió.
            —¿Su antiguo dueño? —el agente pareció interesado por aquel dato.
            —Sí. Tao apareció en mi jardín, maltratado y yo lo llevé al hospital —dijo—. El doctor arregló los papeles para que pudiera quedarme con él una vez estuvo recuperado y desde entonces ha estado conmigo.
            —Muy bien, ¿tiene el informe médico?
            —Lo traerá la persona que estoy esperando.

            El policía abrió la boca para hablar de nuevo, pero tuvo que cerrarla porque en aquel momento entraba en la sala ChanYeol, de forma atropellada y con una carpeta en sus brazos, que contenía todo lo que le había pedido YiFan que llevase. Sin fijarse siquiera en el lugar en el que se encontraban, el chico se abalanzó sobre él y le dio un abrazo estrangulador que YiFan no sabía que necesitaba, pero que correspondió con la misma fuerza.

            —Tranquilo, lo encontrarán —le susurró—. Encontrarán a Tao.
            —Espero que esté bien —murmuró el hombre.
            —Ya verás que sí —ChanYeol se separó de su cuerpo y atrapó con sus dedos las lágrimas que no sabía que estaba derramando—. Lo encontrarán y lo llevarán contigo, así que no llores, ¿vale? —YiFan asintió lentamente y ChanYeol volvió a abrazarlo hasta que la voz del policía los sacó de su pequeño mundo.
            —¿Es usted la persona que esperábamos? —preguntó. El chico se separó de él y asintió, tendiéndole la carpeta que llevaba en sus manos.
            —Aquí está toda la información que necesitan, así que encuentre lo más pronto posible a Tao.

            Tras decir esto, ayudó a YiFan a levantarse y lo guió por la estación de policía hasta su coche. Después, condujo con cuidado hasta llegar a su casa, ya que no era conveniente que el hombre entrara en un lugar en el que todo le recordaría que Tao no estaba con él. Nada más entrar, todas sus mascotas se abalanzaron sobre ellos y YiFan recibió más abrazos cariñosos de los que había recibido en toda su vida y se sintió un poco mejor.

            Estaba angustiado, muy angustiado, pero debía tranquilizarse y esperar por buenas noticias. La policía encontraría pronto a Tao, así que no debía preocuparse… pero no podía evitar hacerlo, no podía evitar pensar que su híbrido lo estaría pasando mal allá donde estuviera.

●●●

            YiFan tuvo que pedir algunos días libres en su trabajo, en contra de su voluntad, porque cuando intentó ir a la oficina, ChanYeol se lo impidió y lo hizo llamar a JunMyeon para explicarle lo que había pasado. Su jefe, al enterarse, le dijo que no se le ocurriera aparecer por su lugar de trabajo hasta que no se hubiera solucionado todo y que no se preocupara, que todo saldría bien.

            En parte, el hombre agradecía que todos ellos se estuviesen portando bien con él y que intentaran ayudarlo, pero YiFan sentía que tenía que hacer algo para dejar de pensar en Tao y trabajar lo hubiera hecho distraerse de sus pensamientos negativos y de su preocupación, porque ya había pasado una semana y todavía no se sabía nada del paradero de Tao.

            El único paso que había dado la policía era que habían encontrado el coche gracias a la matrícula que YiFan les había dado, pero este resultó haber sido robado y luego abandonado a las afueras de la ciudad, por lo que no tenían mucho más. Habían estado también observando las cámaras de seguridad, pero el tipo se había tapado la cara con un pañuelo y apenas si se le veían los ojos en las imágenes, por lo que no habían podido identificarlo.

            Así que YiFan estaba de los nervios.

            Agradecía el enorme esfuerzo que estaba haciendo ChanYeol por él, por permitirle quedarse en su casa y dormir en su cama mientras que él se apretujaba con LuHan en el sofá y todo lo que hacía por animarlo, tanto él como sus mascotas. Lo apreciaba mucho y se pegaba bofetadas mentalmente por no haberse portado bien al principio con el chico, porque era un verdadero encanto.

            El hombre se encontraba en la cocina aquella mañana, desayunando mientras observaba cómo Baek y Kai jugaban con los cereales, esbozando una pequeña sonrisa, para que los dos híbridos vieran que sus esfuerzos estaban sirviendo, aunque realmente no lo hacían mucho, pero no quería que todo fuera en vano. ChanYeol todavía no había aparecido por el lugar, así que supuso que seguiría durmiendo, por eso, se sobresaltó cuando el chico apareció corriendo por la puerta de la cocina, con los ojos desorbitados y con una sonrisa demasiado grande para su rostro.

            —¡Lo han encontrado! —gritó—. ¡Han encontrado a Tao!
            —¿Dónde está? —preguntó el hombre sin poder creerse aquella noticia—. ¿Dónde está Tao?
            —Te llevaré.

            No tardaron mucho en arreglarse ni en coger el coche para conducir con rapidez a la comisaría, lugar desde el que habían llamado a ChanYeol con la buena noticia de que habían encarcelado al antiguo dueño y que habían puesto a salvo a Tao. Tampoco pasó mucho tiempo desde que aparcaron el coche y corrieron hacia la planta que se les había indicado. YiFan dejó atrás a sus acompañantes, porque era el que tenía las piernas más largas, y llegó el primero a la sala en la que Tao se encontraba sentado, esperando a que fueran a por él.

            YiFan se quedó paralizado al verlo, sin saber qué hacer o qué decir. No podía creer que volviera a estar tan cerca de él. Su parálisis se curó en el momento en el que el híbrido alzó la cabeza y el hombre pudo ver algunas marcas de recientes golpes en su rostro, que se iluminó al verlo. En ese momento, echó a correr de nuevo y se abrazó con fuerza a él.

            —Tao, Tao, Tao, mi Tao —susurraba, apretándolo contra su cuerpo, intentando contener las lágrimas que amenazaban con escaparse de sus ojos.
            —YiFan… —lo escuchó murmurar—. He pasado tanto miedo.
            —Lo siento, lo siento —se disculpó el hombre—. Prometí que no te iba a dejar solo nunca pero lo hice y pasó esto —se separó un poco de su cuerpo para poder mirarlo a los ojos.
            —No es tu culpa —Tao posó su mano en su mejilla y le sonrió—. No es tu culpa.
            —Pero si no te hubiera dejado solo…
            —Shhh… —el híbrido lo hizo callar, pero YiFan no podía para de hablar y de culparse.
            —Me debes odiar porque por mi culpa ese hombre te raptó y te pegó y… lo siento tanto… —se aferró al cuerpo de Tao—. Lo siento.
            —No te odio, ¿cómo podría odiarte? —el híbrido lo hizo mirarlo a los ojos—. Estoy bien, ya estoy bien, porque estás aquí conmigo —le dio un pequeño beso en los labios—. Te quiero —a YiFan se le hizo un nudo en la garganta al escuchar esas palabras y luego se mordió el labio inferior, tratando de no volver a llorar.
            —Yo también te quiero mucho, te quiero tanto —se acercó y besó suavemente los labios de Tao—. Y te prometo que no dejaré que te pase nada malo otra vez, te lo prometo, te cuidaré siempre —susurró—, mi gato negro.









Notas finales:
—Debido a que algunas personas pueden quedarse con la duda de qué edades tienen los protagonistas de esta historia puesto que en ningún momento las menciono, os las diré ahora:
            YiFan ronda los veintitantos.
            ChanYeol tiene veintipocos.
            Las mascotas de ChanYeol, Baek, Chen, Kai y LuHan tienen más o menos su edad, año arriba, año abajo.
            Tao tiene sobre veinte años.
—Espero que os haya gustado este fic, porque esta será la primera y última vez que escriba sobre nekos XD.


4 comentarios:

  1. Ya terminóóóóó *shoro*

    Pues puede que no te guste mucho el TaoRis, pero yo te voy a dar las gracias porque gracias a Black Cat la parejita me ha vuelto a llamar la atención (?) (y por escribir este fic tan cuqui, claro está xD)

    Pero por qué tan mono?!!!! Es que me imagino a YiFan acariciando a un gatito y awwwwww. Me imagino a YiFan acariciando a Tao y awwwwwwww. ME IMAGINO A YIFAN ACARICIANDO A UN TAO MEDIO GATO Y MY GOD QUE ME MUERO DE TERNURITA!!!!!!!! Ok, ya pasó. Eso ha sido por el subidón de glucosa que me ha dado por culpa de tu fic, así que hazte responsable (?)

    LOL a YiFan no le a molado mucho enterarse del TaoHun (?) Pero yo sé que a tí sí (???) Afdlgalfglag es tu deber como dueño, YiFan, será mejor que no lo olvides nunca *w*

    Ains pobrecito ChanYeol. Se le muere el padre y encima le toca hacerse cargo de algo que no le gusta :/ Pero qué achuchable es YiFan preocupándose por él! >.<

    Me pregunto si Kai y Baek también le habrán ayudado en esos baños conjuntos (?) ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Pero porqué son tan monos y cuquis y adorables y YiFan lavando a Tao y acariciándole las orejitas y yo también quiero!!!!!!!!!!!!!!!

    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Tao queriendo agradecerle y queriendo seguir y sin importarle que le pueda doler y porqué me haces esto!!!!!!!!!!!! Tanta cucosidad no puede ser buena para la salud Q.Q ¡¡¡Pero es que encima me mezclas la cucosidad con un poco de sexo hard!!! Tú no quieres que yo sobreviva a esto, ¿verdad? No sé cómo mi corazoncito lo aguanta <3 YiFan, créeme cuando te digo que tu bolsillo nunca olvidará el "fatídico" día en el que empezaste a llevarte a Tao de compras (?) Es que encima es como en la realidad, que le compra cualquier cosa que le pide, y shoro QwwwwQ

    ¡No! ¡Que me lo secuestran! ¡Que seguro que es su antiguo dueño y menos acariciarle las orejitas le va a hacer de todo! ¡Con lo cuqui que era todo por qué me haces esto! ;_____;

    Menos mal que YiFan tiene a ChanYeol y a todas sus mascotas para apoyarlo en todo lo que está pasando. Espero que encuentren a Tao prontito antes de que el hombre malo le haga cosas mala ;_;

    ChanYeol es un verdadero encanto <3 ¡Lo han encontrado! Puff, qué alivio >.< Tan bonito el reencuentro... QwQ

    Si en el fondo te gusta el TaoRis, sólo que no quieres admitirlo. Nadie escribe algo tan bonito y cuqui y adorable sobre una pareja que no le gusta (?)

    Beshos~ <3

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    1. Ne~ Terminó por fin... Por fin XD
      No es que no me guste, me parece que son muy cucos y eso, es que he tenido muy malas experiencias por ella, así que por ahora no puedo verla como a las demás (es como el KaiSoo o el SuLay) XD No hay de qué ^^
      OMG!! Un subidón enorme, madre mía... pero yo no puedo hacerme responsable... lo siento, si lo hago por ti tengo que hacerlo por todos XD
      No, a YiFan no le ha hecho mucha gracia enterarse del TaoHun, aunque a mí sí, mucho, lo adoro XD No debe olvidar ninguno de sus deberes, no XD
      Sí, el pobre lo pasa mal, pero bueno... ha vivido demasiado tiempo en la inopia XD
      JAjajajajaajaajja XD Pues no sé, eso ya te lo imaginas tú XD Es muy cuqui que lo adore de esa manera *O*
      Claro que quiero que sobrevivas!!! Si no qué voy a hacer yo sin mi lectora fiel (de las pocas que me quedan) ^^ Nunca lo olvidará, no, el pobre va a acabar con su armario invadido de cosas de leopardo XD Es que YiFan nunca se ha podido resistir a sus encantos <3
      Bueno, tenía que haber un poco de acción, no todo puede ser cuqui... además, acaba bien, tú tranquila ^^
      En el fondo, muy en el fondo, estoy empezando a superarlo... pero creo que todavía no estoy preparada XD
      Besitos <3

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  2. Las notas finales, las edades jajaja, sonará a chorrada pero la forma en la que lo has escrito, me ha matado xd.

    Uau, para ser la tercera parte de lo que iba a ser una, ha molado bastante~

    Cuando Yifan esta hablando con Tao de Yeol y de repente Tao con su cola le pilla la mano y va al tema, mi cara mientras leia era en plan O.O xdd fue como tan repentino xd

    Y.. a ver. Esto es mas para saber como te los imaginas tu y asi no se, hacerme yo tambien la idea xd. Los hibridos solo tienen pelo de animal (?) en las orejas y en la cola? El resto del cuerpo es como de un humano? Porque van con ropa... Asi que cuando Yifan se encontró a los perros dandolo todo en la cocina, creo, iban desnudos en plan lo muestro todo con tal de quitarme el calenton?xd

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    1. LOL Really? XD
      Es que creo que en One Shot se me quedó demasiado corto... a pesar de que ahora ya me haya extendido de más... pero creo que lo necesitaba (?)
      Jajajaaja XD Es que el celo es lo que tiene, que o puede aguantar (?) Sí, solo en las orejas y la cola, lo demás es todo igual XD LOL Cuando los encuentra yo me los imagino con los pantalones medio bajados ahí en un calentón XD No totalmente desnudos XD

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