sábado, 14 de abril de 2018

[Drabble] 2017 Rookies Ask Drabbles: 4 Walls {WonEun}



Título: 4 Walls
Autora: Riz Aino
Pareja: WonEun (Joo WonTak + Hong EunKi) (RAINZ)
Clasificación: PG
Géneros: romance, drama, fluff
Número de palabras: 771 palabras
Resumen: estar encerrados entre cuatro paredes es la única solución a la tensión entre WonTak y EunKi.
Notas: drabble escrito para euneun.
Comentario de autora: no he visto muchos fics de esta pareja, por lo que al final me decidió por ellos para hacer esta historia. Espero que os guste.

4 Walls

Los miembros de RAINZ se habían dado cuenta de la tensión que existía entre WonTak y EunKi, una tensión que cada día se acumulaba más y más en ellos conforme se acercaba la fecha del debut y que era algo que los perjudicaba a todos y no solo a ellos dos, una tensión que tenía mucho que ver con que ambos estaban enamorados del otro pero eran incapaces de confesar sus propios sentimientos, una tensión que los hacía ser torpes el uno con el otro y una tensión que había hecho que todos estuvieran hasta las narices de ella y que por eso se aliaran con su manager para encerrarlos en la sala de ensayo durante toda una noche para que resolvieran aquella tensión.


Seguramente, una noche entre cuatro paredes lo arreglaría todo y haría que por fin el grupo pudiera debutar tranquilamente, sin nada que hiciera que la relación entre todos ellos fuera rara. Por eso, con aquella mentalidad habían dejado solos a EunKi y a WonTak, practicando la coreografía de su canción y se habían ido a casa, encerrándolos. Ninguno de los dos se había dado cuenta de que habían sido encerrados, demasiado volcados en la coreografía, pero cuando tiempo después trataron de salir y no pudieron hacerlo. Trataron de llamar a sus compañeros de grupo, trataron de  contactar con su manager, trataron de poder salir de allí por sus propios medios, pero no pudieron hacerlo y entonces, solo entonces, ambos se sentaron en el suelo, con sus espaldas apoyadas contra la pared, derrotados.

Ninguno entendía por qué había pasado todo aquello, pero sobre todo, ninguno de ellos quería pensar que había sucedido porque quisieran que resolvieran sus problemas amorosos, porque eso significaba que los demás se habían dado cuenta de sus sentimientos y eso era algo que les daba mucho miedo a ambos. Sin embargo, conforme pasaban las horas, el silencio pesado se acumulaba sobre sus hombros y el sueño no venía, ambos sabiendo que tenían que hablar, pero sin querer hacerlo… al menos hasta que EunKi por fin rompió aquel silencio que se había instalado entre las cuatro paredes de su sala de ensayo.

Hyung… —dijo, llamando la atención de WonTak—. Creo… creo que estamos aquí por una razón.
—¿Por qué razón? —le preguntó el otro, sin querer dar a conocer qué era lo que él sentía.
—Porque los chicos están hartos de lo que sucede entre nosotros y deben querer que lo arreglemos —replicó EunKi—. No creo que haya otra razón.
—Entre… nosotros… —comenzó el mayor, pero no pudo seguir, porque EunKi lo cortó.
—Sé que puede sonar raro, hyung, muy raro —dijo el menor—. Pero de alguna forma, me he enamorado de ti y, aunque tú no correspondas mis sentimientos, al menos me gustaría que pudiéramos hacer como si mis sentimientos no existieran y pudiéramos ser amigos.

WonTak, al escuchar aquellas palabras, por primera vez rompió el silencio de sus sentimientos y también dejó que EunKi escuchara cómo se sentía con respecto a él. Había tenido miedo, mucho miedo de lo que el menor pudiera pensar sobre él y sobre sus sentimientos, pero viendo lo valiente que éste había sido, él mismo se sintió valiente.

—EunKi… —lo cortó, antes de que pudiera seguir por aquel camino—. Yo… tenía mucho miedo de ver cuál podía ser tu reacción si te contaba cómo me sentía… mucho miedo… pero también estoy enamorado de ti y no quiero que finjamos ser amigos o que obviemos tus sentimientos.

El rostro de EunKi se le iluminó, se iluminó debido a la felicidad que aquella declaración le había provocado y le faltó tiempo para echarse a los brazos de WonTak.

Muchas horas después, cuando sus compañeros de RAINZ regresaron a la empresa para ensayar, abrieron la sellada puerta y se encontraron a las dos personas que habían dejado allí la noche anterior, durmiendo al uno en brazos del otro, con amplias sonrisas en sus rostros y a ninguno de ellos se les escapó que, gracias a que los habían dejado encerrados entre aquellas cuatro paredes, por fin habían acabado con aquella tensión que había lastrado sus vidas en los últimos tiempos.



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