sábado, 18 de abril de 2020

[One Shot] 2019 Super Rookies Drabbles: Spark of Flames {2Park}


Título: Spark of flames
Autora: Riz Aino
Parejas: 2Park (Park JiHoon + Park WooJin) (Park JiHoon | AB6IX)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, college, smut, pwp, humor?
Numero de palabras: 1.876 palabras
Resumen: su cuerpo siendo tratado de aquella forma provoca que JiHoon solo necesite de una pequeña chispa que encienda las llamas (o JiHoon necesita marcha después de acabar un estresante semestre y queda con un tío).
Advertencias: relaciones sexuales explícitas, personas que sean sensibles a este tipo de material, absténganse de leerlo, no quiero traumatizar a gente (bastante lo he hecho ya).
Notas: banda sonora que escuchaba mientras escribía esta historia, mi PWPlaylist, llena de canciones maravillosamente sensuales.
Comentario de autora: básicamente, bloqueo de 3000 pares de narices y lo primero que se me ocurre escribir en semanas es esto. Espero que os guste.

Spark of flames

            JiHoon estaba nervioso. Hacía bastante tiempo que no había hecho uso de aquella aplicación porque la universidad no le había dejado ni un solo momento libre en los últimos meses ni para buscar un polvo rápido a través de ella. Se había ayudado él mismo a rebajar la tensión de las fechas de entrega, los trabajos en grupo que se multiplicaban más rápido que las ratas y los exámenes continuos, pero después de que aquel semestre finalizara, el chico necesitaba el contacto con otra persona, alguien con quien poder echar un rato follando y no verlo nunca más. Para aquello, la dichosa aplicación era lo mejor; no obstante, también sabía que debía tener cuidado porque le habían dado más de un susto por ella —por eso había sido extremadamente cuidadoso cuando le había hablado a un muchacho que decía ser de su edad y muy guapo, pero, aun así, estaba nervioso por lo que se podía encontrar—.


            La dirección que le había marcado el chico para su encuentro era un pequeño hostal, uno de los que se encontraban rondando el campus de la universidad y que básicamente vivían de eso, de universitarios cachondos que no podían meter en sus residencias o pisos a sus parejas para echar un buen rato. Así que, JiHoon se dirigió hacia allí, aprovechando que su residencia no se encontraba especialmente lejos, y avisó a su amigo DaeHwi de lo que iba a hacer por si en un par de horas no daba señales de vida —DaeHwi era el mejor para poner el grito en el cielo y no se callaría hasta que comenzaran a moverse para buscarlo—. Nada más llegar a la puerta del hostal, el chico se encontró cara a cara con la persona con la que había quedado.

            Era un muchacho un poco más alto que él, de piel mucho más morena, pelo oscuro, ojos afilados y de color chocolate y un colmillo montado que asomó por sus labios cuando le dedicó una sonrisa al saludarlo.

            —Eres mucho más guapo en persona —fue lo que le dijo éste, tras mirarlo de arriba abajo. Un escalofrío recorrió el cuerpo de JiHoon, un escalofrío que juró que era de placer contenido—. He reservado una habitación para una hora porque me tengo que ir a casa para las vacaciones y mi autobús sale esta tarde —añadió.

            JiHoon asintió. Él tampoco esperaba mucho más, aquel era tiempo suficiente para echar un polvo rápido y asearse antes de salir a la calle de nuevo. Después de aquel breve intercambio de palabras entraron al hostal y el chico confirmó su reserva en recepción antes de recibir la tarjeta para abrir la habitación. Apenas tardaron unos minutos en entrar a ella, desarmar la cama, colocar una de las toallas del hostal sobre las sábanas y desnudarse, tumbándose JiHoon sobre el colchón, de espaldas y con sus piernas abiertas, esperando aquello que le había sido prometido y que tanto necesitaba.

            El chico se echó en las manos un aceite y comenzó a tocar, tocar y tocar todo el cuerpo de JiHoon. Sus muslos, su pecho, sus pezones, su miembro, su miembro, sus testículos, tanteando incluso su trasero, tocando una y otra vez, de forma suave debido al aceite, pero totalmente firme, mirándolo fijamente a los ojos, provocando que JiHoon se sintiera cada segundo más excitado. Su cuerpo siendo tratado de aquella forma, provocaba que JiHoon sintiera que solo necesitaba de una pequeña chispa para estallar en llamas, a pesar de que con aquello simplemente estuviera estimulándolo. Perdido en sus pensamientos y en el placer que todo aquello le estaba proporcionando, el chico casi ni se da cuenta de que uno de los dedos del otro se acababa de colar en su interior, tocando su próstata de inmediato y provocando todo tipo de reacciones en el cuerpo de JiHoon que éste no puede ni quiere controlar.

            Su espalda se levanta levemente de la cama, su interior se aprieta en torno al dedo del chico, los dedos de sus pies se encogen mientras hunde los talones en el colchón y los de sus manos se cierran en puños que agarran las sábanas, sus ojos se cierran y de su boca sale un gemido profundo que no puede ni quiere detener.

            —¿Te ha gustado? —le cuestionó el chico, esbozando una sonrisa pícara que dejó ver aquel colmillo que en aquellos momentos a JiHoon le pareció de lo más sexy. JiHoon tuvo que enfocarse en cómo responder su pregunta, porque su cabeza volaba en todas direcciones y al final simplemente pudo asentir—. ¿Quieres que siga haciéndolo?
            —Dios… sí…

            La sonrisa del muchacho se hizo más amplia y después se recolocó sobre la cama para tener una mejor postura y un mejor acceso a su interior, tocando su próstata con su dedo cada vez que movía sus ahora dos dedod, provocando que erección palpitara con cada toque, a veces casi a punto de estallar, otras veces pareciendo disminuir, pero consiguiendo que el cuerpo de JiHoon se fuera acumulando poco a poco de tensión, una tensión que por una parte estaba deseando soltar, pero por otra no quería, porque aquello le estaba provocando demasiado placer y quería seguir experimentándolo una y otra vez hasta el infinito.

            Cuando el chico finalmente sacó sus dedos, JiHoon no pudo evitar dejar escapar un ruidito de disconformidad de sus labios, provocando una pequeña risa en su acompañante. JiHoon le dedicó una mirada de odio infinito mientras el chico se masturbaba para hacer que su erección se endureciera lo suficiente para colocarse el condón. En ese momento, se dio cuenta de que él no había hecho absolutamente nada por el otro, para excitarlo, pero aun así, éste tenía una leve erección entre sus piernas. JiHoon se incorporó en la cama, alargando su mano hacia el miembro del chico para ayudarlo en aquella tarea, pero éste lo detuvo.

            —No es necesario —le dijo—. Túmbate de nuevo y disfruta.

            JiHoon asintió, pero no se tumbó inmediatamente, primero se inclinó hacia éste, llevando sus labios a su cuello, justo debajo de su oreja, besando y mordiendo levemente aquel lugar y luego el contorno de su marcada mandíbula. Solo después de aquella pequeña incursión, volvió a echarse sobre el colchón, mirando fijamente los ojos del otro y abriendo sus piernas al máximo y esperando. El chico no tardó en recomponerse de la sorpresa por su acción y terminó de endurecerse su propio miembro y colocarse el condón, para después inclinarse sobre JiHoon, guiando su erección a su trasero, empujando su punta dentro de su cuerpo con lentitud, provocando que JiHoon soltara un pequeño “au” por la intrusión.

            —Si te duele, dímelo y paro —murmuró el chico, deteniéndose por completo—. No quiero hacerte daño.
            —No… no… —replicó él, jadeando—. Puedes seguir, solo necesito acostumbrarme de nuevo a la sensación.

            El chico asintió y después, lentamente y con todo el cuidado del mundo, comenzó a internarse de nuevo en su cuerpo, llenándolo por completo y moviéndose lentamente dentro y fuera de él, llevando la mano con la que no se estaba apoyando en el colchón al miembro de JiHoon y comenzando a tocarlo por primera vez en mucho rato. No tardaron mucho en llegar ambos al orgasmo, primero JiHoon por la fricción de las grandes y huesudas manos del otro, después su acompañante, probablemente por la contracción de su recto debido al clímax, ambos lanzando gemidos al caldeado ambiente de aquella habitación del hostal.

            JiHoon tardó en recomponerse del orgasmo y, para cuando lo hizo, el otro chico ya se estaba levantando de la cama, condón atado en una mano y dirigiéndose al baño. No pudo evitar fijarse en aquella espalda trabajada, una espalda en la que le habría gustado hundir sus dedos si hubieran tenido una postura un poco más íntima, una espalda ancha que se perdía en sus estrechas caderas. JiHoon sacudió su cabeza, no quería pensar en eso en aquel momento, porque si iba a ponerse así, en primer lugar, no tenía que haber entrado a aquella aplicación y, en segundo lugar, no tenía que haber quedado con un chico tan guapísimo y tan increíble en la cama. ¡Por el amor de Dios, había encontrado su próstata con sus dedos y lo había hecho sentir en el cielo! Volvió a sacudir su cabeza y cerrar sus ojos para tratar de pensar en otra cosa.

Una vez su corazón y su mente se calmaron, se sentó sobre la cama, notando una pequeña incomodidad al hacerlo que se iría probablemente en unas horas y después comenzó a recoger su ropa de donde la había ido dejando para tenerla toda a mano cuando se diera una rápida ducha antes de salir por la puerta de aquel hostal, despidiéndose del chico con el que había pasado aquel buen rato. La puerta del baño se abrió en ese momento y por ella salió el otro chico, completamente desnudo y su piel todavía goteando agua, una visión que hizo que JiHoon tuviera que tragar lentamente. Aquello era demasiado para él, así que decidió que lo mejor que podía hacer era meterse él en el baño sin cruzar mirada o palabra con el otro, pero éste no parecía tener los mismos planes, porque cuando pasó por su lado, lo retuvo, tomándolo por su brazo, haciendo que JiHoon parara en seco su escape hacia el baño.

            —¿Puedo contactarte cuando vuelva a Seúl? —le cuestionó y, antes de pensar siquiera, JiHoon ya había movido su cabeza de forma afirmativa—. Perfecto —respondió éste, esbozando una amplia sonrisa, para después soltar el brazo de JiHoon y empezar a vestirse.

            JiHoon volvió a tardar unos momentos en procesar lo que acababa de pasar y a lo que acababa de acceder… y cuando lo hizo se metió corriendo en el baño, cerrando la puerta fuertemente a sus espaldas y queriendo morirse muy fuertemente. Ni siquiera sabía el nombre de aquel chico y había esperado no saberlo y despedirse de él sin conocerlo, un simple polvo después del semestre para desestresarse y descargar toda la tensión que había acumulado… pero parecía que no había conseguido solo eso esa tarde, pensó mientras se metía en la ducha para quitarse todo el aceite del cuerpo.










Notas finales:
—Quiero expresar que el nombre de esta historia es “Spark of flames” porque “Spark” si giras la S es un 2 y entonces pone “2Park” (insertar aquí el meme de la mente cósmica).

No hay comentarios:

Publicar un comentario