Título:
SIN (I’ll Pray)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
SooYeon (SooJin + SoYeon) ((G)I-DLE)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
AU, romance, drama, smut
Número de palabras:
3.228 palabras
Resumen:
SooJin es peligrosa… pero SoYeon no puede evitar acercarse a ella.
Advertencias:
mención a relaciones sexuales explícitas y a conflictos de fe.
Notas: historia
escrita siguiendo la letra de la canción ‘Oh my God’ de (G)I-DLE.
Comentario de autora:
una idea parecida llevaba desde 2014 rondando mi ordenador en forma de un
fanfic TaeNy, pero cuando salió la canción decidí que era hora de hacerla por
fin y la reconvertí en esto. Espero que os guste.
El oscuro manto de la noche, creado
por la sombra de una nube sombría que tapa la luna y la mayor parte del cielo,
cubre de ojos indiscretos el camino de SoYeon por los terrenos que rodean el
convento en el que vive desde que era pequeña. La joven novicia corre lo más
rápido que le permiten sus piernas, tratando de llegar al lugar acordado antes
de que la luz de la luna y las estrellas vuelvan a iluminar las tierras y la
delaten si alguna de sus hermanas se asoma a la ventana y la ven. Tras cruzar
el huerto y alejarse del imponente edificio de piedra del convento, acaba
llegando a una pequeña arboleda que se hay en el límite de sus dominios,
encontrándose con la persona que ha ido a buscar justo cuando la densa nube que
ocultaba la luz de la luna y las estrellas se mueve, provocando que la nueva
claridad bañe sus rostros.
SooJin, la joven novicia que se
encuentra ante ella, le dedica una mirada de arriba abajo, con aquellos ojos
profundos que reflejan las estrellas y después esboza una sonrisa torcida en
aquellos labios gruesos que han hecho pecar a SoYeon en más de una ocasión… y
que seguirán haciéndola pecar mucho más tiempo, ya que, lo único que puede
hacer es acercarse a la otra, pegando sus cuerpos lo máximo posible,
abrazándose a ella mientras busca con sus labios los ajenos, para besarlos como
lleva tiempo sin hacerlo.
눈부신 하늘에 시선을 가린 채
네 품 안에 안기네
흐르는 음악에 정신을 뺏긴 채
그대로 빨려 드네
(Beneath
the dazzling sky covering my eyes
I
run into your arms
I
was drawn into the music
And
fall right into it)
La desnudez siempre provoca en
SoYeon escalofríos, sobre todo, cuando es expuesta al aire fresco de aquella
noche de verano; no obstante, los éstos son reemplazados por escalofríos
provocados por las manos de la otra novicia, recorriendo su piel, sus dedos
haciendo que una calidez inmediata se apoderara de cada zona que rozaba,
besando su piel con aquellos labios llenos de pecado, dejando marcas de su amor
por todo su cuerpo, sabiendo a la perfección que el hábito las cubriría
absolutamente todas de la vista del resto de las monjas.
Sus caricias y sus besos la dejan sin
respiración siempre, por lo que SoYeon busca el aire que le falta a la vez que
siente cómo se derrite cada vez más entre sus brazos, el calor llegando hasta
cada rincón de su cuerpo como si estuviera ardiendo en el mismísimo Infierno.
Help
me, help me
숨이 멎을 것 같이, I feel
Set
me free, set me free
녹아 버릴 것 같이, So sick
(Help
me, help me
As
if I’m out of breath, I feel
Set
me free, set me free
As
if I’m gonna melt, So sick)
—Ahhhh… —no puede
evitar gemir SoYeon cuando los besos de la otra novicia han terminado de
ascender por su pierna y sus labios llegan hasta su entrepierna, aquella zona
tan sensible que SooJin le ha hecho descubrir que es su perdición—. Por favor… —jadea.
Ni siquiera sabe qué es lo que le quiere pedir
con aquel “por favor”, no sabe por qué lo ha dicho tampoco, simplemente ha
salido de sus labios como salen sus gemidos. No puede retenerlos, aunque lo
intente. SooJin alza su cabeza de entre sus piernas y la mira fijamente a los
ojos, una mirada cargada de ardiente deseo que hace que su entrepierna se
humedezca aun más de lo que ya la siente. Después, le dedica una sonrisa pícara
y se recoloca mejor entre sus piernas, sentada de una forma más cómoda sobre
sus hábitos, que han dejado sobre el suelo para hacer de barrera entre sus
pieles desnudas y el frío y sucio suelo. Un instante después, uno de los largos
dedos de SooJin se introduce en su interior y SoYeon no puede evitar que otro
gemido escape de sus labios cuando siente el camino que éste traza en su
interior.
쉴 틈 없이 빠져들고 이리저리 갖고 놀고
이성을 깨부시고 제멋대로 들어오지
위험하니 갖고 싶고 아픔까지 안고 싶고
결국 너를 품으니 난
(Fall
head over heels and you toy with my heart
And
destroy my reason and let yourself in
Dangerous,
yet I want to own it and hold onto this pain
Still
I let you in)
Cuando otro dedo se introduce en su
interior, SoYeon cierra sus ojos y se abandona al placer que éstos le producen,
unidos a la lengua de SooJin, que no deja de jugar en su entrepierna. En sus
párpados aparecen destellos brillantes como estrellas cuando el placer estalla
finalmente, sus músculos tensionándose en un instante para después relajarse
por completo mientras pequeños espasmos recorren todo su cuerpo sien que pueda
hacer nada por detenerlos. Su mente se queda en blanco, lo único que escucha en
sus oídos es el martilleo rápido de su corazón y solo puede tratar de recuperar
la respiración, aunque en aquellos momentos le es imposible.
—Oh Dios mío.
Aquello es lo
único que puede decir cuando por fin puede hablar de nuevo y se siente todavía
más sucia de lo que ya se siente por haber pecado junto a SooJin.
Ha mentado a Dios después de practicar relaciones sexuales con otra novicia, ni
más ni menos… cuando ambas habían prometido dedicar su vida y su cuerpo a la
divinidad y no entregarse a los deseos de la carne.
—Dios nunca te
dará lo que yo te doy… —es lo que replica SooJin, lamiéndose los labios con
aquella lengua que la ha hecho ver las estrellas. SooYeon, en el fondo, sabe
que tiene razón.
Oh
my God
She
took me to the sky
Oh
my God
She
showed me all the stars
La mano de SooJin encuentra el
camino hacia el interior de su muslo bajo la mesa y SoYeon se tensa rápidamente
en su silla, su expresión se pone rígida y agarra el tenedor con tanta fuerza
que, si pasa mucho tiempo de aquella forma, sus nudillos comenzarán a ponerse
blancos. Le dedica una mirada de soslayo a la otra novicia y trata de indicarle
con sus ojos que detenga aquello que pretenda hacer porque en aquel momento se
encuentran en el comedor y, junto a ellas, todas las demás monjas de aquella
congregación, desayunando después de hacer sus oraciones de la mañana.
No obstante, aunque la advertencia
de su mirada es clara, la mano izquierda de SooJin se aventura mucho más allá
del interior de su muslo y llega hasta su entrepierna, tocando aquella zona tan
sensible a través de la tela oscura de su hábito. SooYeon se tapa la boca con
su mano, en un movimiento rápido y brusco para ahogar el gemido que trata de
escapar de sus labios después de sentir un escalofrío de placer recorrer su
cuerpo y llama la atención así de una de sus superioras, que se encuentra
frente a ella sentada.
—Hermana SoYeon, ¿sucede algo? —le pregunta, concernida.
—No
sucede nada… —replica ella, con un hilo de voz—. Solo… me he mordido la lengua
comiendo…
—Ten
cuidado —dice la mujer, esbozando una pequeña sonrisa tranquilizadora—, y come más
despacio para que Dios pueda protegerte del Demonio.
SoYeon
asiente y después le dedica una corta mirada a SooJin, quien después de retirar
su mano de su entrepierna, sigue comiendo tranquilamente con una sonrisa en sus
labios. No… Dios no la puede proteger del Demonio…
Babe,
babe
달려들 것만 같이 Come in
Make
me make me
정신 나갈 것 같이 Like it
(Babe,
babe
As
if you rush into me, come in
Make
me, make me
As
if I would go insane, like it)
Sola, en su celda, SoYeon no puede
evitar pensar en todo aquello que le ha pasado desde que SooJin entró al
convento tan solo unos meses atrás, su melena rubia destellando bajo el sol,
sus ojos castaños brillando de una forma que en aquel momento no había sabido identificar
y que después había descubierto que se trataba del más perverso deseo, sus labios
junto a los que más de una vez había pecado, rojos como la más oscura de las
rosas, esbozando una sonrisa encantadora que provoco que su corazón se saltara
un latido. SooJin debió ver en ella una presa fácil con la que poder jugar, alguien
débil de fe con quien poder pecar, alguien a quien introducir en aquello que
ella llama “éxtasis” para acercarse más al Cielo y a Dios… pero que SoYeon ha
descubierto que realmente la acercan más al Infierno y al Demonio.
Al principio, se resistía, solía
pensar que lo que hacía junto a ella era el peor de los pecados y que SooJin la
convertiría en una pecadora… no obstante, ahora solo es capaz de pensar que si
lo que hacen es un Pecado, no le importa pagar el precio que tenga que pagar
por disfrutar de él una y otra vez.
Oh
God 어찌
저에게
이런 시험을 줬나요 Is it a call from
hell?
Can’t
stop 대체
어떻게
그녀를 빠져나갈까요
당신이 준 절제는 어두운 블랙홀 속 갈기갈기
찢겨져 혼이 나간 채로 그저 어리버리
통제가 불가능해 설탕 뿌린 마약같이
이게 죄라면 벌이라도 아주 달게 받지
(Oh
God, how could you
Put
me into this temptation, is it a call from Hell?
Can’t
stop, how could I get away from Her?
Temperance
you gave is in dark, dark place
Severaly
torn apart and became a fool
Can’t
be controled just like sugar-coated drug
If
this is sin, I’ll then pay the piper)
Durante la Nona, SoYeon abre sus
ojos lentamente y mira a su alrededor, descubriendo que todas las novicias y
monjas tienen sus ojos cerrados y sus palmas juntas rezando aquella oración en
latín que se han aprendido de memoria porque hace demasiados siglos que nadie
habla latín, y menos lo hace en aquella lejana parte del mundo conocido,
tratando de llegar a Dios a través de sus rezos, concentradas en ello y solo en
ello. SoYeon sigue recitando la oración también; no obstante, mantiene sus ojos
abiertos, su mirada fija en la persona que tiene justo delante, aquella hermosa
joven de cabellos dorados que apenas asoman por la toca blanca que cubre su
cabeza, aquella joven que algún día la volverá completamente loca porque están
jugando con fuego y sabe que acabarán por quemarse ambas.
No obstante, no puede dejar de
mirarla, de apreciar su belleza, de desear su cuerpo y de tocar absolutamente
todas las curvas que lo conforman y que no se pueden apreciar debido al hábito
amplio que viste. En algún momento, se pierde en observarla y deja de recitar
la oración que resuena en aquella amplia sala de techos que se elevan hasta el
cielo… y es en ese momento en el que SooJin abre también sus ojos y sus miradas
se encuentran. La otra novicia le dedica una sonrisa pícara y le guiña el ojo
bajo el cual tiene aquel lunar que la atrae y que quiere besar alguna vez,
provocando que SoYeon sea incapaz de volver a sus sentidos el resto de la Nona.
미친 듯이 아름답고 다시 보니 악마 같고
이성을 쏙 빼놓고 제멋대로 들어오지
불꽃처럼 강렬하고 데일만큼 사랑하고
결국 너를 품으니 난
(Insanely
beautiful, yet seems like a devil
You
make me to lose my mind and let yourself in
Blaze
up like fireworks love you till I would get burned
Still
I let you in)
Una vela que está a punto de
consumirse es lo único que ilumina la pequeña habitación en la que se
encuentran, la despensa no es especialmente amplia, pero está completamente
desierta por las noches y no hay ninguna otra monja que pueda escucharlas
porque las celdas se encuentran todas en el piso superior. Aun así, ambas
tratan de contener lo máximo posible su voz por si alguna se despierta en mitad
de la noche y decide bajar a la cocina.
SoYeon no puede evitar observar el cuerpo de
SooJin bajo aquella escasa luz que forma figuras fantasmagóricas sobre las
paredes y el suelo de piedra, aquel cuerpo hermoso y lleno de curvas que, por
primera vez está tocando esa noche, poniendo en práctica todo lo que la otra
novicia le ha enseñado en su propio cuerpo y provocando que, SooJin sienta el
mismo éxtasis que siente ella cada vez que la toca, ya que hasta el momento
solo ha visto cómo la otra se tocaba a sí misma cuando acababa de darle el
mayor placer del mundo. Ser ella la que provoca que SooJin gima en voz baja su
nombre y le pida más, le provoca una especie de orgullo en su pecho que se hace
más grande conforme más placer le da a la otra y estalla a la misma vez que
SooJin.
Oh
my God
She
took me to the sky
Oh
my God
She
showed me all the stars
Deberían de estar en sus respectivas
celdas, rezando antes de irse a dormir, deberían estar siguiendo las reglas de
las oraciones del convento y, sobre todo, deberían dejar de tocarse por debajo
de sus hábitos, sobre la dura cama de SoYeon porque, en cualquier momento, la
madre superiora puede aparecer para cerciorarse de que se han metido en la cama
a dormir a la hora indicada… pero, siempre pueden poner una excusa, siempre
pueden tratar de estar atentas a los resonantes pasos en el pasillo de piedra,
para separarse a tiempo, para esconderse, para hacer lo que fuera necesario
para que no las pillasen. Incluso, SoYeon llega a pensar, no le importa lo más
mínimo que la madre superiora entre en aquellos momentos por la puerta de su
celda y la encuentre tumbada de espaldas en su cama, con SooJin sobre ella, sus
dedos dentro de su cuerpo y sus labios besando cada zona expuesta que ha dejado
su hábito descolocado en el fragor del deseo.
¿Qué les podría pasar? Solo les
darían unos azotes y las expulsarían del convento por no servir a Dios como las
escrituras mandan, quizás no es un precio tan alto a pagar por disfrutar de
todos aquellos placeres que le regala aquel pecado que comete cada vez que se
presenta la ocasión junto a la otra novicia.
짙은 보랏빛 향길 온몸에 물들이고
높고 넓은 하늘의 저 끝까지 퍼트리네
짙은 붉은색 사랑을 얼굴에 새기고
그 누가 뭐라 해도 Fall in love
(I
color myself with strong purple scent
And
spread across the entire sky
I
print dark red love on my fase
And
whatever people say fall in love)
No obstante, mientras se dan placer
la una a la otra, no aparece la madre superiora ni ninguna otra de las monjas o
novicias de la congregación, nadie las interrumpe y pueden seguir con su
pequeño juego hasta que el placer más absoluto recorre sus cuerpos con
violencia, como si realizar aquel acto prohibido en un lugar donde todas las
demás las puedan encontrar les reporte aún más placer que cuando lo hacen a
escondidas y a SoYeon ya no le importa nada exclamar el nombre de Dios por lo
bajo cuando el fuego se extiende por todo su ser hasta alcanzar el más absoluto
de los placeres, mientras puede sentir que casi alcanza con sus manos las
estrellas gracias a SooJin.
Oh
my God
She
took me to the sky
Oh
my God
She
showed me all the stars
La luz del sol es casi cegadora,
pero aquel hecho no le impide a SoYeon reconocer la figura de SooJin entre las
demás novicias que han ido a la ciudad para el importante evento que
representaba la Semana Santa. Aquella luz cegadora de primavera no le impide
llegar hasta ella en el mercado, agarrarla del brazo y llevársela del lado de
las demás novicias con la excusa de enseñarle algo que ha encontrado. Ninguna de
las demás les presta atención y SoYeon guía a SooJin por las estrechas y sucias
calles de lo que antaño era la ciudad en la que creció hasta llegar a un lugar
abandonado, un callejón que no llevaba a ningún lado, en el que la cegadora luz
del cielo no llegaba y al que las ventanas de las casas no se asomaban… el
mejor lugar para lanzarse a los brazos de la otra novicia y besar sus gruesos
labios con la certeza de que no iba a dejar de querer besarla ni un solo
instante de su vida y con el barullo de la ciudad, tan cerca y a la vez tan
lejos, resonando en sus oídos junto con la voz de SooJin gimiendo su nombre como
si se tratase de un canto celestial.
눈부신 하늘에 시선을 가린 채
네 품 안에 안기네
흐르는 음악에 정신을 뺏긴 채
그대로 빨려 드네
(Beneath
the dazzling sky covering my eyes
I
run into your arms
I
was drawn into the music
And
fall right into it)
Notas finales:
—Llevaba tiempo sin
escribir un songfic, por lo que al principio estaba un poco desentrenada, pero
en cuanto le cogí el truco, salió todo del tirón y no tuve casi ni que pensar.
—Y ahora las aclaraciones (?) Se supone que
esto está ambientado en una especie de convento de la Baja Edad Media Europea,
pero no tiene ni situación, ni nada concretado. Also, hablo en una parte de la “Nona”
que es una hora en la que las religiosas de conventos (y monjes) tenían que
rezar y ya no hay nada más que deba aclarar. Gracias por leer.
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