Título: Sorcerer of the Souls
Autora: Riz Aino
Pareja: JeongJung (Jeong DoYum + Jung JinSung) (1THE9)
Clasificación: R
Géneros: AU, fantasy, romance, drama, angst
Número de palabras: 1.233 palabras
Resumen: lo único que DoYum desea es que él vuelva a su
lado…
Advertencias: muerte de personaje
principal y uso de magia negra.
Notas: escrito para mi personita preciosa que adora a 1THE9 tanto
como yo.
Comentario de autora: se me pidió fantasía y angst y yo soy
muy dada a la fantasía, pero muy poco dada al angst… aun así, no sé qué me dio
que al final hice esto super angsty. Espero que os guste.
Sorcerer
of the Souls
El
círculo mágico comenzó a brillar instantes después de que DoYum terminara de
decir en voz alta el hechizo que llevaba demasiado tiempo preparando y el joven
hechicero no pudo evitar esbozar una sonrisa porque, por fin, lo podía
conseguir, por fin podría traerlo de vuelta. El círculo externo se iluminó por
completo y la luz fue entonces viajando por las líneas y los diferentes
hechizos que había marcado en el suelo y que durante tanto tiempo se le habían
resistido, hasta que, con su ingenio y la ayuda del último libro de hechizos
que había adquirido en el mercado negro por fin había conseguido que se
iluminaran. La luz siguió su camino, abriéndose paso a través de los círculos y
formas cada vez más cerradas hasta llegar al centro, lugar en el que se
encontraba aquella forma humana que había creado de barro y sobre la cual había
colocado los cristales en los que había contenido las diferentes almas con las
que se había hecho a lo largo de los últimos meses. Finalmente, el cuerpo fue
tragado por un intenso foco de luz y DoYum tuvo que cerrar sus ojos ante el
resplandor de ésta para que no lo cegara.
Cuando DoYum volvió a abrir los ojos, la luz había
comenzado a remitir y en el centro del círculo, allí donde instantes antes se
encontraba el cuerpo de barro que había creado, encontró el cuerpo de la
persona que tanto había echado de menos. Desnudo, de rodillas sobre el suelo,
la cabeza gacha y los ojos cerrados, respirando de forma irregular, se
encontraba JinSung. Durante un segundo, el corazón de DoYum se detuvo al verlo,
pero rápidamente se repuso y no pudo evitar que una amplia sonrisa se instalara
en su rostro antes de entrar en el círculo, que ya había dejado de brillar, y
arrodillarse frente a él, abrazando fuertemente el cuerpo de su compañero, del
amor de su vida.
JinSung estaba allí con él de nuevo, entre sus brazos.
Todavía no podía creerse que lo hubiera hecho, que lo hubiera conseguido, que
JinSung volviera a estar allí, respirando, vivo. Lágrimas de alegría y de
angustia empezaron a acumularse en sus ojos hasta que finalmente cayeron por
sus mejillas sin que DoYum las pudiera retener. Los últimos meses habían sido
un infierno, habían estado llenos de oscuridad para el joven hechicero sin
JinSung allí… había hecho todo lo posible para traerlo de vuelta durante todo
aquel tiempo y no había conseguido nada todas las veces que lo había tratado
hasta aquella ocasión y casi había abandonado la idea de traerlo de vuelta
varias veces, pero lo había seguido intentando y lo había conseguido.
Le había devuelto la vida a JinSung atrapando su alma en
un cristal y después había recolectado varias almas de diferentes personas que
se habían encontrado en su camino, para poder anclar la del chico a su cuerpo.
Había sido duro, había sido frustrante, pero lo había conseguido.
—Te he echado tanto de menos… —susurró.
Y su voz pareció desencadenar la primera reacción de
JinSung desde que había aparecido en el lugar, el chico se tensó al escucharla
y después se separó de su cuerpo para mirarlo a los ojos. Sus ojos se llenaron
de confusión al ver a DoYum frente a él, por lo que comenzó a mirar a su
alrededor, tratando de reconocer aquel familiar lugar, observando todos y cada
uno de los detalles de éste y observando después el suelo sobre el cual se
encontraba, viéndose en el centro del círculo. Sus ojos se abrieron al máximo y
después volvió a mirar a DoYum, llevando sus manos a la tela de su camisa,
agarrando fuerte la tela con sus puños, la furia ardiendo en su mirada.
—¿Qué has hecho, DoYum? ¿Qué has hecho? —le
cuestionó.
—Te echaba demasiado de menos —replicó
él—. No podía vivir sin ti.
—Eso no te da derecho a hacer lo que has
hecho —siseó JinSung, soltándolo y alejándose de él—. ¿A cuántos has matado?
¿Cuántas vidas has sacrificado para conseguir sus almas y traerme de vuelta?
¿Cuánto de ti mismo ha muerto para hacer este hechizo oscuro?
—No podía vivir sin ti —volvió a decir
DoYum, atragantándose con sus lágrimas al hacerlo.
—Debías hacerlo… —dijo el chico—. Yo ya
no formo parte de este mundo y sabes que este cuerpo no va a poder sostenerse
por sí mismo, que cada vez necesitará más almas para nutrirse y vivir… —DoYum
se mordió el labio inferior para ahogar la desesperación que sentía en esos
momentos, a pesar de haber recuperado por fin a la única persona que había
amado—. Sabes que no puedo vivir de esta forma, DoYumie.
JinSung se acercó a él para dejar un corto beso sobre sus
labios, un beso de despedida, un beso que ahogó más a DoYum en su
desesperación. Lo sabía, sabía que había obrado mal, que había usado artes
prohibidas, que había arrebatado la vida de otra gente para extraer sus almas,
pero todo lo había hecho por él, por JinSung, por volver a estar junto a él.
Sin embargo, el chico tenía razón, no podía vivir de aquella forma… porque
estaba muerto en vida y porque aquel cuerpo cada vez iba a necesitar más y más
almas que lo sostuvieran, a medida que aquellas que no le pertenecían fueran
pereciendo poco a poco. Entendía perfectamente que no quisiera vivir así, pero
él no podía vivir tampoco sin JinSung, lo había tratado y había acabado de
aquella forma, perdiéndose a sí mismo.
DoYum alzó su cabeza para ver cómo JinSung se levantaba
del suelo y cómo caminaba hacia el lugar en el que había dejado la daga con la
que se había hecho un corte en la mano para poder comenzar el hechizo,
arrebatándose la vida con ella sin dudar. Las lágrimas volvieron a caer sin que
pudiera detenerlas y un grito de desesperación escapó de su garganta al ver la
escena, ahogándose cuando el cuerpo de JinSung cayó en el suelo junto a él. Lo
había vuelto a perder y esta vez había sido culpa suya… pero aquella vez no iba
a volver a soportar todo aquello por lo que había pasado en los últimos meses y
simplemente alargó su mano para agarrar la daga y quitarse la vida también. Lo
último que pudo ver antes de que sus ojos se cerraran para siempre fue el
rostro de JinSung y aquello le dio la suficiente paz a su corazón.
Notas finales:
—Esto
es muy dramas y lo siento, pero era necesario. Quizás es lo más dramas que he
escrito en los últimos tiempos, que solo he hecho cosas fluffs… no os
preocupéis, volveré a ellas, esto solo era un experimento.
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