Título: Heads or Tails
Autora: Riz Aino
Pareja:
TenJae (Ten + JaeHyun) (NCT)
Clasificación:
PG
Géneros:
AU, fluff, humor
Número de palabras:
827 palabras
Resumen:
Ten toma sus decisiones lanzando una moneda… incluso si debe declararse a
JaeHyun o no…
Notas: esta historia
fue escrita tras ver la idea de NCT prompts porque me encantó demasiado.
Comentario de autora:
llevaba mucho tiempo queriendo escribirla, pero entre unas cosas y otras,
siempre la dejaba y al final no me ponía… hasta que un día dije “¡basta!” y me
puse a ello. Espero que os guste.
Head
or Tails
Ten siempre tomaba sus decisiones
lanzando una moneda al aire, dejando a la suerte, al azar, la elección de lo
siguiente que seguiría en su vida. La primera elección que había tomado de
aquella forma había sido si debía viajar a Corea para perseguir sus sueños o
quedarse en Tailandia para seguir con la tradición de su familia. Aquella vez
lo había hecho solo por quitarse la responsabilidad de su decisión, pero
después de hacerlo aquella vez y que todo le saliera bien, Ten siguió lanzando
una moneda cada vez que tenía que tomar alguna decisión, fuera importante o no
lo fuera, cuando no tenía ni idea de lo que podía hacer.
Así, de esa forma, para Ten se había
hecho una costumbre llevar siempre alguna moneda en los bolsillos de sus
pantalones para poder tomar sus decisiones en cualquier momento. Y a lo largo
de los tres años que había pasado en Corea, en un grupo de baile haciendo lo
único que se le daba bien hacer y lo único que le gustaba, Ten había hecho
aquello y su vida se había regido por lo que la moneda le dictaba.
Todos los amigos que había hecho
siempre se quedaban fascinados cuando sacaba su moneda y algunos no entendían
cómo podía dirigir su vida de aquella forma, dejando que el azar decidiera por
él. No obstante, Ten se sentía más cómodo de aquella forma, porque el chico
creía en el destino y creía que, aunque él decidiera por su propia voluntad
algo, el destino se encargaría de llevarlo hasta el lugar que le esperaba, por
lo que lanzando una moneda y esperando a que mostrara su cara o su cruz, se
ahorraba todo el proceso de pensarse su decisión y todo el esfuerzo de dirigirse
hacia un lado para acabar en otro.
Ten lo había hecho todo de aquella
forma desde que tenía dieciocho años, incluso si debía liarse con alguien o no
en la discoteca, pero el chico jamás había lanzado una moneda cuando se trataba
del amor, porque nunca antes se había enamorado… al menos no hasta que no se
tropezó —literalmente— con JaeHyun.
JaeHyun había aparecido en su vida
un día mientras bajaba las escaleras de su bloque y lo salvó de una mala caída
que hubiera hecho que el chico no pudiera participar en la presentación de su
grupo de baile aquella noche y después de aquel encontronazo que el destino
había hecho posible, JaeHyun no había salido de su vida. Ya eran vecinos desde
antes, pero nunca se habían visto; sin embargo, después de aquello, no paraban
de encontrarse en todas partes y, poco a poco, comenzaron a hacerse amigos y,
poco a poco, Ten había comenzado a enamorarse de él.
Ten nunca había tomado una decisión
amorosa lanzando una moneda, pero el chico dejó en manos del destino también
decidir si debía declararse o no a JaeHyun.
—Si es cara —dijo a la habitación
vacía de su apartamento y mirando fijamente la moneda que tenía en la palma de
su mano—, me declaro a JaeHyun… si no lo es, simplemente seguiré siendo su
amigo, porque eso significará que él no es el indicado.
Con el corazón latiendo rápidamente
dentro de su pecho y con manos temblorosas, Ten lanzó aquella moneda, deseando
por primera vez que una de las dos caras de la moneda apareciera. A cámara
lenta, el chico vio cómo la moneda giraba en el aire durante unos segundos
hasta acabar de nuevo en su mano. El chico cerró sus ojos, no queriendo saber
el resultado inmediatamente, tratando de calmar su corazón antes de echar un
breve vistazo a la moneda, una moneda que había respetado su pensamiento.
La cara de la moneda que había
lanzado hizo que en su rostro apareciera una sonrisa encantadora que no murió
en sus labios en ningún momento durante los pocos minutos que tardó en guardar
de nuevo la moneda en su bolsillo, ponerse los zapatos y salir corriendo hacia
el piso de JaeHyun para pedirle que saliera con él. Respondiera lo que
respondiera el chico, el destino había decidido que Ten debía declararse, así
que eso es lo que haría.
Notas finales:
—Dejo
el final abierto para que cada uno se imagine qué es lo que puede suceder con
él. Podéis hacer como Ten y lanzar una moneda para decidir cuál puede ser el
final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario