Título: Handcuffs (I caught you)
Autora: Riz Aino
Parejas: JunSung (Love + JunJi)
(OnlyOneOf)
Clasificación: R
Géneros: canon, smut, pwp,
humor
Numero de palabras: 1.342 palabras
Resumen: hay veces en las que
JunHyung está cansado de JiSung y, por una vez, toma la iniciativa.
Advertencias:
hay un poco de tocamiento, pero nada demasiado grave.
Notas: era necesario, muy necesario, que
escribiera una historia sobre este
momento porque llevaba meses con la idea de hacerlo y nunca me ponía.
Comentario de autora: no os voy a
engañar, pero me encanta escribir cosas con esposas y similares porque le da un
toque maravilloso a todo. Espero que os guste.
Handcuffs (I caught you)
Acababan de volver al
dormitorio después de un día demasiado agotador en el que no había parado de
grabar y grabar cosas. Estaban de comeback con angel y aquel día incluso habían
grabado un programa con GoToe, un famoso youtuber que los había hecho reír
muchísimo, así que, era normal que cuando llegaron al dormitorio, lo primero
que hicieran fuera tirarse sobre cualquier superficie a descansar y JunHyung
aprovechó que lo que quedaba más cerca de la entrada del piso era el cómodo
sofá de cuero, así que, se tiró sobre él, en plancha, mientras escuchaba cómo
los demás miembros de OnlyOneOf se iban a sus respectivas habitaciones y alguno
se metía en el baño a darse una ducha. Bocabajo, como estaba, no se dio cuenta
de que no todos se habían arrastrado hasta las habitaciones hasta que no notó
el peso de una conocida mano apretando su trasero.
—¡Hyung! —protestó,
pegando un salto y rápidamente moviéndose sobre el sofá, para quedar sentado,
alejándose lo máximo posible de JiSung y de su mano, mirándolo a través de la
cortina de su pelo con odio infinito.
Ese mismo día habían
estado hablando de ello en la pequeña entrevista que les había hecho el
youtuber y el mayor había aceptado que tenía un problema con eso de tocarles el
culo, sobre todo a él y a WookJin. Después de aceptarlo y de que se pasara todo
el programa con las manos esposadas, debería haber cambiado su actitud, pero
no… allí estaba otra vez, con aquella sonrisa socarrona sabiendo que se seguía
saliendo con la suya, tocándole el culo cuando no se lo esperaba y ganándose
con ello una de aquellas reacciones suyas que parecían gustarle tanto.
Un momento.
Las esposas.
JunHyung esbozó una sonrisa y,
ante él, JiSung lo miró confundido.
—¿Qué tramas, Kim
JunHyung? —le preguntó.
Pero JunHyung no dijo nada,
simplemente se levantó del sofá y fue corriendo hasta el lugar en el que había
tirado su mochila al entrar al dormitorio, donde había guardado las esposas.
Cuando habían acabado la grabación, se había acercado al staff para pedirles si
le podían dar aquellas esposas que habían retenido los movimientos del mayor
durante todo el programa porque seguro que les podía dar uso en casa si éste
volvía a tocarle el trasero. Las chicas del staff se habían reído, pero
inmediatamente habían accedido a su petición y le habían dado las esposas y las
llaves sin ponerle ningún problema. Y JunHyung ahora tenía una oportunidad de
oro para usarlas.
Realmente estaba cansado de cómo el
mayor se aprovechaba de que se sobresaltaba cada vez que lo tocaba, para
hacerlo y reírse un rato de él, además del hecho de tocarlo, que ya de por sí
era algo que a JunHyung no le gustaba.
—Kim JunHyung —volvió a llamarlo el
mayor.
Pero no respondió, simplemente sacó
las esposas de la mochila y se las guardó tras la espalda, esperando hasta que
el otro se acercara a él, curioso y extrañado por lo que estaba haciendo. Una
vez estuvo a tan solo unos pasos de él, JunHyung aprovechó el factor sorpresa y
su fuerza, para acercarse al mayor, sujetar sus brazos a su espalda y colocarle
las esposas en las muñecas antes de que éste pudiera hacer nada por evitarlo,
demasiado confundido y estupefacto como para hacer nada. JunHyung no pudo
evitar esbozar una sonrisa satisfecha al darse cuenta de que había logrado su
objetivo perfectamente y que ya no iba a poder tocarlo hasta que no le quitara
las esposas —e igual de aquella forma ya no volvería a hacerlo, no queriendo
volver a tener sus manos esposadas… aunque eso era más bien una vaga esperanza,
una fantasía—. El menor temía la ira divina de JiSung cuando se las quitara,
pero mientras las tuviera puestas, no podía tocarlo y al menos eso era una gran
victoria.
—¡Kim JunHyung quítame las puñeteras
esposas ahora mismo! —le gritó.
—Hyung… tenemos vecinos —le
respondió él, en cambio, susurrándole al oído—. No grites en mitad de la noche
esas cosas, que se van a pensar cosas raras… más de las que ya piensan de todos
nosotros, quiero decir.
No obstante, JiSung siguió
protestando. JunHyung tampoco esperaba que se callase de aquella forma porque
el mayor nunca callaba, menos cuando estaba enfadado y despotricaba. Al menos,
no podía mover las manos, lo cual era un alivio porque también gesticulaba
demasiado y, de haberlas tenido libres, lo primero que habría hecho habría sido
tratar de darle una paliza por aquello. JiSung estaba enfadado, muy enfadado y,
de seguir gritando enfadado, acabaría ocasionando problemas, así que, a
JunHyung se le ocurrió hacer algo para que se callara, o al menos esperando que
lo hiciera. Quizás no era la idea más brillante del mundo, pero probablemente
haría que entrara en shock por ello y dejara de gritar en mitad de la
noche.
Todavía desde detrás de su cuerpo,
el chico llevó las manos a la cintura de JiSung, envolviéndolo en un abrazo,
metiendo su mano izquierda por debajo de su camiseta, tocando su barriga y
bajando aún más su mano derecha, metiéndola dentro de sus pantalones vaqueros
hasta llegar a su entrepierna, donde la dejó completamente quieta, sintiendo su
miembro tras la tela de sus calzoncillos.
—Kim JunHyung… —murmuró JiSung
quedamente—. ¿Qué haces?
—Aprovechar que estás esposado para
tocarte —respondió—. Haces lo mismo conmigo cuando no me lo espero, hyung
—añadió, tratando de defenderse por lo que estaba haciendo.
Y JiSung se rio de él.
JunHyung no supo por qué se había reído de él porque no tenía sentido, en
aquellos momentos era el que estaba perdiendo la batalla y no se podía mover ni
hacer nada en contra suyo. Estaba reclamando su venganza por todas las veces
que el mayor le había tocado el culo en los últimos tiempos y se sentía
victorioso, sabiendo que al menos aquella batalla la iba a ganar, aunque la
guerra la tenía completamente perdida. No entendía por qué se reía… y no lo
entendió hasta que no notó las manos de JiSung moverse contra su entrepierna,
donde habían acabado presionadas por el abrazo de JunHyung. En cuanto la mano
de JiSung agarró fuertemente su miembro a través de la tela del pantalón,
JunHyung n pudo evitar proferir un grito de dolor que tuvo que despertar a todo
el vecindario y rápidamente se separó del mayor, sacando sus manos de sus
pantalones y camiseta, volviendo a mirarlo con odio a través de la cortina de
su flequillo cuando JiSung se giró hacia él con una sonrisa triunfante en su
rostro.
—Ahora quítame las
esposas antes de que sea demasiado tarde, Kim JunHyung —le dijo.
JunHyung suspiró, cansado.
Nunca iba a ganar aquella batalla con las manos rápidas de JiSung… pero
esperaba que en algún momento alguno de ellos tuviera la posibilidad de darle
su merecido en aquel sentido. Suspirando con cada paso que dio hacia la
mochila, fue en busca de las llaves de las esposas y apenas tardó unos segundos
en quitárselas. Cerró los ojos fuertemente esperando a que JiSung lo asesinara
lentamente, pero en lugar de sentir los primeros golpes de la paliza de su
vida, lo único que sintió fue el frío del metal contra sus muñecas y supo que,
además de perder aquella batalla, acababa de crear un monstruo llevándose
aquellas esposas al dormitorio de OnlyOneOf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario