domingo, 2 de mayo de 2021

[Drabble] (Inter)National Producers Picks: The princess' flower {HiiNak}

Título: The princess’ flower

Autora: Riz Aino

Parejas: HiiNak (Yabuki Nako + Honda Hitomi) (IZ*ONE | AKB48)

Clasificación: PG

Géneros: AU, historical, fluff

Numero de palabras: 731 palabras

Resumen: la flor del crisantemo es el emblema de la familia imperial y, por lo tanto, la flor de la princesa Nako.

Notas: no he encuadrado la historia en ningún momento en concreto porque ando justa de conocimientos en historia japonesa y para algo tan cortito como esto no me apetecía realmente ponerme a investigar mucho.

Comentario de autora: Nako y Hitomi son de mis nenas favoritas en IZ*ONE y la verdad es que quería escribir algo con ellas y no dejar pasar la oportunidad de hacer algo con mis niñas. Espero que os guste.

 

The princess’ flower

 

            Hitomi solo había visto la flor del crisantemo en un emblema en una ocasión. Una única ocasión. Pero nunca había podido olvidarla. Era una niña cuando una procesión de la familia imperial caminó por las calles de la capital, provocando que todo el mundo enmudeciera y se inclinaran ante ellos. Su madre la había hecho inclinarse también al paso de la comitiva y Hitomi solo había levantado la cabeza en una ocasión, justo cuando ante ella pasaba una niña más o menos de su edad, con unos ojos enormes y brillantes, observándolo todo con curiosidad y asombro, con aquel emblema de la flor de crisantemo grabado en un collar. Su madre la había hecho inclinar la cabeza de nuevo, pero Hitomi había sido feliz porque había podido ver a una de las princesas de la familia imperial. Desde aquel momento, no había vuelto a ver aquella flor ni aquel emblema nunca más… hasta aquella noche.

 

            Era de madrugada cuando llamaron a la puerta de su casa. Hitomi escuchó los golpes entre sueños, de la misma forma que escuchó a sus padres despertarse y hablar. Más dormida que despierta escuchó más voces, muchas voces desconocidas que, poco a poco, la fueron despertando. Sin embargo, Hitomi no terminó de despertarse hasta que su madre no llegó a su lado y la movió ligeramente, sujetándola por los hombros.

 

            —Hitomi, cariño, despierta —le dijo la mujer y ella abrió los ojos levemente—. Tienes que vestirte e irte ahora mismo.

            —¿Qué? —preguntó sin comprender.

 

Su madre no le contestó, solo la apremió para salir de la cama. Confusa, Hitomi no pudo hacer más que obedecer a su madre, que parecía preocupada y ansiosa. Se levanto y se arregló y después siguió a su madre por la casa hasta llegar a la entrada, donde su padre las esperaba, junto con una comitiva de cinco personas.

 

—Tienes que irte con ellos, mi niña —le dijo su madre—. No te preocupes, no te pasará nada.

 

            Con mucho miedo y todavía demasiado confusa, Hitomi acabó haciendo lo que su madre le había dicho, irse con aquella comitiva de madrugada, sin saber por qué y sin saber qué sería de ella, sin volvería a ver a sus padres o si en algún momento regresaría a su hogar… incluso si podría seguir viva para ver un nuevo amanecer. A su lado se colocó una persona más o menos de su altura, con una capa que ocultaba su rostro, pero que le tendió la mano y Hitomi aceptó aquella mano y la tomó durante toda la noche fuertemente, como si fuera su salvavidas. En la oscuridad de la noche, pudo ver el leve brillo de una joya en forma de crisantemo; no obstante, no habló con la persona que le tendió la mano y solo siguió a la comitiva por las oscuras calles de la capital hasta salir por la muralla, saltando por ella con la ayuda que le brindaron.

 

            Cuando finalmente el sol iluminó su camino, hicieron un alto, escondidos en los bosques que circundaban la gran ciudad, finalmente la comitiva se presentó ante ella. Guardias de palacio, damas de la corte y la princesa Nako, la misma princesa que años atrás había cruzado su mirada con la suya, cuando ambas eran solo unas niñas. Esa mañana, Hitomi supo que su familia siempre había tenido una deuda con el clan familiar de la princesa y que su labor era ayudar a cualquier miembro de la familia que estuviera en apuros. Y esa misma mañana, Hitomi supo que, ya fuera por deuda familiar o por su propia decisión, ella ayudaría siempre a la princesa Nako.

 

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