Título: The sofa is comfy (but you’re comfier)
Autora: Riz Aino
Parejas: JunJung (YooJung + JunJi)
(OnlyOneOf)
Clasificación: PG–13
Géneros: canon, romance,
humor, fluff
Numero de palabras: 1.179 palabras
Resumen: TaeYeob no soporta
más los ronquidos de JunHyung.
Notas: inspirado porque el pobre de YooJung no
duerme por los ronquidos y estaba pensando en demandar
a sus compañeros de cuarto, pero al final se le ocurrió la solución de mandar a
JunJi a dormir al sofá.
Comentario de autora: sinceramente,
no he podido dejar de pensar en esto desde que vi los vídeos que os he dejado y
como no podía dejar de pensar en ello, tuve que escribirlo. Espero que os
guste.
The sofa is comfy
(but
you‘re
comfier)
—¡Al sofá! —gritó
TaeYeob, en mitad de la noche, sin ningún remordimiento por hacer ruido a
aquellas horas—. Ya estoy hasta las narices, en serio. Vete al sofá.
JunHyung lo miró como si
fuera el gato de Shrek, con los ojos brillantes, pareciendo un gato adorable
que no había roto un plato ni había hecho nada malo en toda su vida, pero
aquella expresión encantadora, dedicada a encandilar a TaeYeob para que no lo
echara de la habitación, no le provocó el más mínimo sentimiento de culpa. Ya
lo había estado avisando, le había avisado a JunHyung que como siguiera
roncando en estéreo todas las noches lo mandaba a dormir al sofá. Se lo había
dicho millones de veces en la habitación, se lo había dicho por el grupo que
compartían todos los miembros de OnlyOneOf y le había dado muchas oportunidades
para que buscara solución a sus ronquidos. Como al final nada se había
solucionado, lo único que le quedaba era alejar a la persona que roncaba como
un condenado del espacio para poder descansar un poco.
—Ya estabas avisado —le
dijo, provocando que JunHyung se pusiera de morros, pero le siguió dando igual—.
Al sofá.
Después de ver que no iba
a cambiar de opinión, JunHyung suspiró profundamente y después salió de la
habitación que compartía con él y con KyuBin, arrastrando los pies y tirando de
la manta que tenía sobre su cama, cerrando la puerta suavemente, como si de
aquella manera pudiera ganar puntos positivos para volver a la habitación en
algún momento cercano. TaeYeob suspiró también y se sentó en su cama, sintiendo
cómo la tensión y la rabia del momento se iban lentamente y su cuerpo se
relajaba por fin. Había sido duro también para él, pero tenía que ponerse firme
con aquello o si no, jamás tendría un momento de descanso de verdad y con la
apretada agenda del comeback, necesitaba dormir, cargar las pilas porque
al día siguiente todo volvía a empezar y apenas habían podido estar en la cama
más que unas pocas horas. Lo había hecho por su bien y por el del grupo, porque
si no dormía, no podría darlo todo en las presentaciones y todos se verían
afectados; además, JunHyung no tendría problemas durmiendo en el sofá porque
era comodísimo y muchas veces los miembros se habían quedado dormidos allí.
—¿No crees que te has
pasado un poco con él? —le cuestionó KyuBin.
El mayor no había dicho
nada durante toda la discusión, más que nada porque si hubiera dicho algo
TaeYeob lo habría mandado también al sofá con JunHyung porque los dos roncaban
demasiado fuerte y perturbaban su sueño, pero parecía que ahora que ya había
acabado aquello, se había decidido a hablar; sin embargo, TaeYeob no tenía el
horno para bollos en aquellos momentos.
—Todavía estamos a
tiempo de que te vayas con JunHyung, hyung —le respondió.
—No he dicho nada —replicó KyuBin—.
Mis labios están sellados —y con su mano hizo un movimiento como de cerrar una
cremallera antes de echarse a dormir.
TaeYeob no pudo evitar sonreír,
satisfecho por la victoria de aquella noche y pensando en lo bien que iba a
dormir sin ronquidos fuertes taladrándole los oídos. Se metió en su cama y se
tapó, cerrando sus ojos, dispuesto a dormir. Por primera vez en mucho tiempo,
la habitación estaba completamente en silencio y aquello le reportaba una paz
inmensa que seguro que lo ayudaba a dormir como un bebé y a descansar mejor que
nunca… o al menos eso era lo que TaeYeob había imaginado que pasaría, pero más
de una hora después, se encontró levantándose de la cama, con los ojos como
platos, sin haber dormido ni un solo segundo. En la habitación solo se
escuchaba la leve respiración de KyuBin, que había estado probando unas tiras
para abrirle las fosas nasales y así dejar de roncar y los coches pasando por
la calle bajo la ventana… además de los pensamientos de TaeYeob resonando
fuertemente en su cabeza, sintiéndose culpable por haber echado a JunHyung a
dormir al sofá.
—Para que luego vayan
diciendo que no tengo sentimientos —murmuró para sí, levantándose de la cama—.
Tengo el corazón más grande que hay entre estas paredes.
Tratando de no despertar a
KyuBin, que seguía durmiendo tan ricamente, TaeYeob salió de la habitación y
recorrió el camino hacia el salón lo más cuidadosamente posible. En el lugar no
se escuchaban los ronquidos de JunHyung y se veía la luz de una pantalla, así
que, supuso que el menor tampoco había podido pegar ojo y se dirigió hacia él,
quedándose de pie frente al chico, esperando que se diera cuenta de su llegada.
JunHyung despegó los ojos de la pantalla de su móvil, donde estaba viendo un
dorama y cuando lo vio, le dedicó una sonrisa.
—¿Tampoco puedes
dormir, hyung? —le preguntó.
TaeYeob negó con la cabeza. JunHyung
entonces pausó el vídeo en su teléfono y se quitó los auriculares, dejándolo
todo a un lado y moviéndose sobre el sofá de cuero, levantando después la manta
que se había llevado para taparse, haciéndole hueco a TaeYeob para que se tumbara
con él allí. El chico dudó si hacerlo o no, pero al final acabó asintiendo y
echándose allí con JunHyung, quien inmediatamente rodeó su cuerpo con sus
brazos y lo apretó con fuerza contra él.
—Lo siento —murmuró TaeYeob—. No
tenía que haberte echado.
—No te preocupes, hyung —le
respondió él—. El sofá es cómodo y se está bien.
—¿Entonces por qué no
podías dormir? —le preguntó.
—Estaba preocupado por si tenías
remordimientos y no podías dormir —dijo y TaeYeob no pudo evitar sentirse un
poco feliz y triste a la vez porque JunHyung a veces era demasiado bueno con
todos, con él en especial.
—Entonces, ahora que estoy aquí
espero que el sofá no se vuelva incómodo —murmuró TaeYeob.
—Para nada —negó el menor—. Ahora
que estás aquí, es aún más cómodo que antes.
JunHyung lo apretó mucho más fuerte
contra su cuerpo y TaeYeob se abrazó a él también con fuerza, sin poder
contener la sonrisa en su rostro. Esa noche, a pesar de que el menor roncó con
la misma fuerza de siempre, a TaeYeob los ronquidos no le molestaron en
absoluto, durmiendo como nunca lo había hecho, abrazado a JunHyung.
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