lunes, 18 de febrero de 2013

La Verdad Tras El MV De No Other

La Verdad Tras El MV De No Other


   No Other. Así se llamaba la nueva canción. El líder de Super Junior peleaba con la persona encargada de hacer el MV porque quería hacer otra cosa completamente distinta a la que ese hombre proponía. Cuando Park JungSoo se proponía una cosa, hacía todo lo posible para llevarla a cabo, todo, así que, después de peleas y discusiones, acabó saliéndose con la suya. Salió del despacho triunfante, y se acercó a sus dongsaengs con una sonrisa de oreja a oreja.

   -Parece que lo has conseguido, ¿no JungSoo?- comentó HeeChul con algo de malicia.
   -Por supuesto que sí- contestó el líder- van a cambiar el guion, mañana nos lo dan y comenzamos a grabar.
   -Perfecto- dijo HeeChul- así me gusta.
   -Bien, ahora todos a descansar a casa- LeeTeuk encabezó la marcha, pero después de unos pasos se dio la vuelta cuando notó que nadie lo seguía- ¿qué pasa?- les preguntó. Todos se miraron para ver quien hablaba, hasta que al final, KyuHyu lo hizo.
   -Hyung… mmm… pues… esto… tenemos más cosas que hacer esta tarde, no podemos irnos…- LeeTeuk negó con la cabeza y sonrió de nuevo, formándosele el hoyuelo en su mejilla izquierda.
   -He conseguido que nos den la tarde libre.
   -Woahh- dijeron todos asombrados a la vez, y emocionados, salieron corriendo a abrazar a su querido y buen líder, incluso el arisco de HeeChul.
   -Ya, ya, niños… soltadme que me asfixio- todos soltaron al líder.
   -Eres el mejor hyung del mundo- dijo RyeoWook expresando los pensamientos de los demás.
   -Ah, ¿no soy yo el mejor hyung?- se indignó YeSung.
   -Tú también eres un buen hyung- contestó el eterno maknae abrazándolo.
   -Pero tú no nos consigues días libres- terminó KyuHyun.
   -Venga, niños, nada de peleas, dobles sentidos, ni comentarios maliciosos y a disfrutar de la tarde libre.
   -Sí- dijeron todos y salieron corriendo hacia la puerta.
   -Ains… estos niños…- murmuró el líder.

   Pero, ¿cuál era la razón por la que LeeTeuk había pasado por tantos problemas para cambiar la historia que contaba el MV?

    Flash Back.

   Abrazaba a KangIn fuertemente mientras éste escondía su rostro en su hombro y mordisqueaba la parte de piel del líder que quedaba expuesta y tenía a su alcance. Llevaban ya mucho rato así, en silencio, sólo abrazados sobre la cama. De repente, el menor, se dignó a hablar.

   -No me olvides- LeeTeuk se quedó unos momentos sin saber que decir, pero luego habló.
   -Tranquilo- susurró- yo nunca te olvidaré- acarició suavemente la cabeza rapada de su novio.
   -No dejes que nuestros niños me olviden.
   -Ellos te quieren mucho, no te olvidarán.
   -Las fans sí lo harán… a KiBum apenas lo tiene en cuenta ya…- murmuró. (N.A.: Aclaración, estos no son mis pensamientos, KiBum sigue en mi corazón ^^)
   -No te olvidarán, yo me encargaré de que no te olviden- dijo LeeTeuk- te nombraré en cada lugar al que vaya, contaré anécdotas tuyas, les recordaré siempre que volverás y que tendrás aquí tu sitio de nuevo, te lo prometo, nadie te olvidará.
   -Te quiero- KangIn alzó la cabeza y le dio un suave beso en los labios.
   -Yo también te quiero.

    Fin Flash Back.

   Y por eso fue que LeeTeuk se había tomado todas esas molestias, porque amaba a su dongsaeng, porque quería mantener su promesa y quería demostrarle que estando él allí, nadie lo olvidaría.






domingo, 17 de febrero de 2013

I'm Your Man


I'm Your Man


   Acababa de salir de la Universidad, cabreada con un profesor porque me había suspendido un examen que yo tenía aprobado. Estaba que echaba humo y saltaba con la mínima, estaba segura que como viera que un coche se saltaba un semáforo en rojo, mataba al conductor.

   Por suerte, llegue al apartamento que compartía con mi novio  sin haber cometido ningún asesinato, aunque no me faltaron ganas de darle su merecido a un par de inútiles que pasaron por mi lado y se me quedaron mirando, comiéndome con los ojos.

   Entré al apartamento y me lo encontré vacío. Las luces estaban apagadas, así que las encendí y luego camine por el pasillo, asomándome a cada habitación que me encontré en mi camino, buscando a mi novio, hasta que lo hallé en nuestra habitación.

   Vale, por aquella visión merecía la pena suspender todos los exámenes por el resto de mi vida.

   HeeChul estaba sobre la cama, desnudo, en un lecho de pétalos de rosa y metiéndose una fresa en la boca de una manera tan sensual y provocativa que comencé a excitarme casi de inmediato. ¿Y quién no lo haría ante semejante visión erótica?

   -¿Qué pasa, Katia? ¿Te comió la lengua el gato?- tragué saliva y di unos pasos hacia la cama- ¿o es que me deseas tanto que quieres pasar de las palabras y lanzarte directamente a comerme a mí?
   -Hum... en realidad ya me ha dado un poco de hambre...- me senté en la cama y él se incorporó un poco- no sería mala idea comenzar por el postre- y ataqué sus labios.

   Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo mientras nuestros labios estaban unidos de una manera excitante. Acabé subida a su cuerpo desnudo, sentada sobre sus piernas y disfrutando de él, como ya llevaba tiempo sin hacerlo, puesto que con los exámenes lo había tenido a pan y agua, bueno, y yo también.

   Estaba deseosa de él y él, él lo sabía perfectamente, por lo que, ¿para qué perder tiempo? Él estaba desnudo ya, y yo lo estaría en cuanto sus largas manos pervertidas se pasearan unas cuantas veces más por mi cuerpo.

   Y no me equivocaba. A la vez que sus labios me hacían delirar, ahora en mi cuello, sus manos me quitaban la chaqueta de cuero negra, dejándola resbalar por mis brazos. Mi camisa siguió su camino poco después, pero antes de eso, sus dientes fueron los que me desabrocharon los botones, mientras sus labios rozaban mi piel y me hacían lanzar suspiros una y otra vez, además de dejarme un leve cosquilleo en cada lugar por el que pasaba. Una vez sin camisa, acabó tumbándome en la cama y desabrochándome los pantalones para sacármelos, aunque se encontró con un problema... mis zapatos.

   -¿Tanto te costaba quitarte los zapatos en la entrada?- preguntó algo molesto por el pequeño inconveniente y yo sonreí.
   -Es que me gusta que me desnudes tú completamente... incluso que me quites los zapatos.
   -Cómoda.
   -Protestón.
   -Hermosa.
   -Pervertido.
   -Hey- se quejó divertido- yo te he dicho una cosa buena.
   -Y yo también.
   -Pues si soy un pervertido… verás lo que te voy a hacer…
   -Hazme lo que quieras… estoy a tu completa disposición… soy tu chica…
   -Y yo soy tu chico…

   Y se inclinó hacia delante para comenzar a besar mis piernas, ahora desnudas, puesto que mientras estábamos en nuestra pequeña conversación, me había quitado los zapatos y había deslizado mis pitillos por mis piernas dejándome ya sólo en ropa interior. Subió besándolas, hasta llegar a mi entrepierna, y me dio un lametón por encima de mis braguitas, rozando una parte de mi anatomía que me hizo delirar. Si ya estaba excitada, en ese momento, me excité mil veces más y no podía esperar a sentirlo dentro de mí. Lo vi coger una fresa y metérmela en la boca, para luego comenzar a besarme y que así, la fruta fuera para ambos. Cuando se alejó de mí y cogió otra fresa, lo detuve.

   -Déjate de fresas y de fresos y hazme delirar cómo tú sólo sabes- murmuré y vi una sonrisa pícara.
   -Fresos no existe…
   -Lo sé, pero me da lo mismo, quiero tenerte entre mis piernas…- le contesté y él alzó una ceja mientras bajaba por mi cuerpo dando besos, hasta que llegó a mi entrepierna. Separó un poco mis braguitas de la piel y luego introdujo un dedo en ellas para rozar mi clítoris una y otra vez.
   -¿Así?- preguntó mientras yo me retorcía de placer entre las sábanas.
   -Oh… sí…- jadeé.

   Su mano salió de mi prenda y me hizo incorporarme, pasándomela por la cintura, para luego llevarlas al cierre de mi sujetador y desabrocharlo con maestría a la vez que me daba un beso húmedo, que me dejó con ganas de más cuando se apartó. Luego me volvió a dejar sobre la cama y se colocó sobre mí. Sus manos volvían a jugar con mis partes bajas, ahora que también se había librado de mis braguitas sin que yo apenas me diera cuenta de ello y mis gemidos eran audibles por todo el apartamento que ambos compartíamos en el centro de Seúl.

   A partir de ese momento no hubo ningún juego, ninguna palabra más, sólo nos concentrábamos en sentir. Me hizo llegar al orgasmo y un placer exquisito se extendió por todo mi cuerpo durante unos momentos, a la vez que temblaba. Intenté recobrar la respiración para hacerle algo a él que sabía que le encantaba, y además, no me iba a llevar yo todo el placer esa noche.

   Pero él no lo veía así. Ya se había colocado el condón y su miembro erecto pugnaba por entrar en mi interior. Intenté incorporarme, intenté hablar, intenté mil cosas, y digo intenté porque un segundo antes de que las pudiera realizar, él ya me había penetrado y comenzaba a embestirme.

   Sonaban los muelles de la vieja cama, sonaba el entrechocar de nuestras caderas, sonaba la succión de mi vagina sobre su pene, sonaban nuestras respiraciones aceleradas y entrecortadas, sonaban los gemidos guturales que el pacer nos hacía lanzar en la habitación, hasta que llegamos al clímax y ambos caímos presa de una debilidad enorme.

   -HeeChul…- murmuré- quiero que sepas… que te voy a tener a dos velas para que cuando volvamos a hacerlo sea así de genial…- noté cómo se reía silenciosamente contra mi cuerpo y cuando se alzó, vi una sonrisa maliciosa.
   -No caerá esa breva…- y comenzó de nuevo a atacarme.

   No dormimos mucho esa noche… tampoco me importó, porque estaba con la persona que amaba y que me amaba y, además, haciendo una cosa que básicamente, me encantaba.

sábado, 16 de febrero de 2013

EXO Ficha de Personajes


EXO Ficha de Personajes


















D.O.: Do KyungSoo.
Fecha de Nacimiento: 12-Enero-1993.
Lugar de Nacimiento: Goyang, Provincia de Gyeonggi, Corea del Sur.
Estatura: 175cm.
Grupo Sanguíneo: A.
Signo Zodiacal: Capricornio.
Familia: Padres y hermano tres años mayor.
Símbolo: Tierra.












Poder: Fuerza.
Color Favorito: Negro
Numero Favorito: 1
Comida Favorita: Espagueti.
Personalidad: Por sus ojos da un sentimiento de amable y débil. Es limpio, tranquilo y reservado.





Credits: @EXOPlanetSpain

EXO


Capítulo 17
Water



   Seguíamos en la habitación de BaekHyun, habíamos empezado la tarde con un ataque, después habíamos intentado localizar a YiXing, sin éxito ninguno para poder hablar de nuestros poderes ya que habían terminado lo exámenes, pero luego, tras la llegada de MinSeok, aquello se había vuelto un total descontrol y habíamos acabado hablando de sexo.

   -¿Eso que estás contando es cierto?- preguntó BaekHyun.
   -Claro que es cierto- dijo MinSeok.
   -Nunca me hubiera imaginado que eso fuera posible- mi pequeño e inocente amigo estaba más traumatizado que cuando le contaron que son los padres los que te traen los regalos en Navidad y no había ningún personaje mágico que lo hiciera.
   -¿Podíamos dejar de hablar de sexo e ir a cenar ya?- propuse- mis tripas están pidiendo algo de comer… y estamos traumatizando a BaekHyun… con tantas posiciones imposibles y maneras y…- él me miró con cara de “para ya”- eso, vámonos a cenar…
   -Sí, será lo mejor- me secundó BaekHyun levantándose de la cama.

-oooOOOooo-

   Salí de la habitación y poco después me siguieron los demás. Nos dirigimos al comedor de la Residencia entre risas y bromas dirigidas a mí con respecto a que era muy inocente, pero ellos no sabían que lo que en realidad estaba pasando, era que me estaba imaginando cada situación de la que hablaban con ChanYeol y conmigo como protagonistas, y una parte de mi cuerpo estaba comenzando a despertar levemente.

   Llegamos al comedor y nos servimos macarrones a la carbonara, que era lo que mejor pinta tenía de todo lo que allí estaba, o por lo menos eso parecía, porque al final, tampoco tenía tan buen sabor como aparentaba. Quería que dieran ya las notas y las vacaciones para volver a casa y catar la comida de mi madre. Pero… si me iba a casa… no vería a ChanYeol, claro que, en la Residencia tampoco podía quedarme. Miré a mi amigo y me mordí suavemente el labio inferior. ¿Desde cuándo el no verlo se había convertido en un problema?

   -¿Qué te pasa BaekHyunnie?- preguntó y yo negué con la cabeza intentando no preocuparlo.
   -No pasa nada…
   -¿En serio?- asentí- es que no sé… como me mirabas tanto…
   -Bueno…- en ese momento me di cuenta de que tenía una mancha en la comisura de sus labios- tienes una mancha- llevé mi dedo hacia ese lugar y le quité la mancha de la salsa y luego lo dirigí a mi boca para saborearla- muy rico- murmuré viendo como los ojos de ChanYeol se abrían a más no poder y comenzaba a balbucear cosas pero sin decir nada- ¿qué?- pregunté y JongDae llamó mi atención con sus palabras.
   -Y luego decís que no sois una pareja…
   -Y no lo somos- contesté.
   -Ya, ya… esa trola se la cuentas a otro.

-oooOOOooo-

   Después de pasarme toda la tarde en zona de máximo peligro, con un LuHan entre cabreado y avergonzado, y un SeHun parando sus instintos asesinos a cada momento con carantoñas, decidimos que lo mejor sería ir ya a cenar y olvidar aquella tarde rara con la comida, o por lo menos intentarlo. Entramos al comedor y entre toda la gente, vi a mi compañero de cuarto y a sus amigos.

   -¿Qué os parece que hoy, en vez de solos, comamos con más gente?- les pregunté a mis amigos.
   -¿Tienes otros amigos aparte de nosotros?- preguntó SeHun con un puchero- yo creía que nosotros éramos tus amigos…- se volvió hacia el otro chico- LuLu… Jonggie nos ha abandonado por otros- dijo con los ojos brillantes y LuHan me miró con cara de mala leche por millonésima vez en ese día.
   -No quise decir eso- murmuré- a ver, Hunnie, atiende- me prestó atención- es que ayer cuando os fuisteis de la disco, me encontré con mi compañero de habitación y sus amigos… y son majos- conté- podríamos ampliar nuestro círculo de amigos.
   -Yo estoy bien así- dijo LuHan.
   -Estoy seguro de que no dirás lo mismo cuando los conozcas, sobre todo a los chicos chinos.
   -Un momento… ¿hay chinos?- asentí.
   -Creo que viven los tres juntos en un apartamento- comencé a andar hacia la mesa en la que estaban los otros y SeHun y LuHan me siguieron sin darse cuenta mientras yo iba hablando- uno es un sieso, el otro es un crío y luego está uno agradable.
   -Me gustaría conocerlos- murmuró LuHan.
   -Pero…- SeHun puso otro puchero.
   -Tranquilo, mi pequeño, que no me alejaré de ti- le pasó el brazo por los hombros y después de mirar a un lado y a otro para asegurarse que nadie estuviera mirando, plantó un rápido beso en su mejilla, haciendo sonreír al pequeño de los tres como un bobo.
   -Hey, chicos- dije llamando la atención de los de la mesa.
   -Hombre, JongIn- BaekHyun se giró hacia mí- ¿cuántos cardenales tienes por el cuerpo?
   -¿Por qué preguntas eso?- dije sin entender a lo que se refería.
   -Me han contado que ayer destrozaste todo el mobiliario urbano desde la discoteca hasta la Residencia- y nada más decir esto, toda la mesa comenzó a descojonarse de mí.
   -Muy gracioso, BaekHyun- comenté irónico- bueno, dejemos el pasado en el pasado y vayamos al presente- me hice a un lado- estos son mis amigos, LuHan- señalé a mi amigo más bajito y con cara de crío- y SeHun- señalé al más alto, que ahora, avergonzado, se intentaba esconder, sin éxito, detrás de su novio.
   -Encantados de conoceros- dijo BaekHyun en nombre de todos.
   -Una cosa- dijo ChanYeol dirigiéndose a mis amigos- ¿cómo lo aguantáis?- me señaló a mí.
   -Como yo te aguanto a ti- murmuró BaekHyun y todos comenzamos a reír, mientras mis amigos y yo, nos sentábamos a la mesa.

-oooOOOooo-

   Tras la cena, después de pasar una tarde la mar de divertida, JongDae y yo acabamos por volver a nuestra habitación, después de despedirnos de todos. Los amigos de JongIn eran bastante agradables, aunque estaban un poco cortados, yo también, para qué negarlo, pero eran majos, sobre todo el tal LuHan, porque el otro apenas había hablado. JongDae se tiró en su cama y yo me tiré en la mía.

   Comencé a dar vueltas en la cama. Habíamos pasado una buena tarde, pero habían desviado el tema del original, creían que se me había olvidado, pero nada de eso. La verdad, en estos momentos, tampoco me importaba demasiado, pero si seguían mintiéndome, me iba a cabrear, y mucho, y ellos no querrían verme cabreado. Me giré en dirección a mi compañero de cuarto.

   -No soy tonto, lo sabes, ¿no?- murmuré y él se volvió hacia mí.
   -Ya lo sé, Minnie, ya lo sé…

-oooOOOooo-

   Estábamos recogiendo para acabar el turno. Le agradecía enormemente a Tao que hubiera venido a ayudarme, yo solo no habría podido hacerlo. Cogí tres vasos de cristal y los llené de agua, estaba seco, y ya que estaba, les llevé agua a los otros dos chicos que estaban allí. Iba tan tranquilo, hasta que la fregona y el cubo se atravesaron en mi camino.

   Todo sucedió muy rápido. Los vasos salieron de mis manos, a la vez que sentía un cosquilleo extraño en mis dedos y el agua de los vasos se sostuvo en el aire durante unos segundos, para después caer justo después al suelo. Me quedé paralizado. ¿Qué había sido eso? Miré a KyungSoo con miedo y éste me devolvió esa misma mirada, luego dirigí mi vista hacia Tao y vi cómo sacaba su móvil y comenzaba a marcar, sin dejar de mirarme.

-oooOOOooo-

   Tenía el cuerpo de YiXing debajo de mí, le besaba su cuello, bueno, más bien me lo comía. Acariciaba también sus costados, mientras él tironeaba de mi cabello y se apretaba a mi espalda. Sentía mucho calor, también mi corazón latir rápidamente contra mis costillas. Esto era algo totalmente nuevo para mí, que apenas respondía a los estímulos sensoriales, y era algo muy extraño, muy humano. Demasiado humano.

   Dejé su cuello y pasé a sus labios. Lo besé con furia apretándole los labios contra los míos. Rocé mi lengua contra su labio superior y él me abrió su boca, dándome paso a aquel lugar para jugar con su lengua, para morderla, para saborearlo todo completamente.

   De repente, algo en mis pantalones comenzó a vibrar y me separé de YiXing un poco para poder sacar el móvil de mi bolsillo, mientras él paseaba sus labios por mi cuello y casi me arranca un suspiro.  Descolgué el móvil para descubrir que era Tao quien interrumpía aquel momento.

   -¿Qué quieres?- pregunté con muy mala hostia.
   -Ha despertado otro…- no podía ser, no lo había notado, pero lo que sí notaba eran los labios de YiXing sobre mi piel- justo delante de mí…
   -¿Quién?
   -JunMyeon hyung- suspiré e intenté calmar mi respiración, en ese momento, el chico debajo de mí paró su exploración sobre mi piel. ¿Qué era lo que podía hacer? No podía pensar con mucha claridad.
   -Sería mejor que le contaras un poco por encima lo que le pasa- contesté- después, haremos una reunión todos y ya…
   -Está bien- y colgué quitándole la batería a mi móvil para que nadie nos volviera a molestar, después, me incliné sobre YiXing para seguir besándolo.
   -¿Qué ha pasado?- preguntó ahogando un gemido.
   -Nada…- mordí su clavícula.
   -Ahh… no me… mientas… ahh…
   -Sólo…- subí besando hasta sus labios y los mordí- ha despertado alguien más…



viernes, 15 de febrero de 2013

Cara o Cruz


Cara o Cruz


   -Si sale cara- dijo MinHo mostrándome la cara de la moneda- deberás gastarle una broma de las gordas a KiBum- asentí. Me gustaba esa idea, aunque luego me llevara una paliza de la diva- pero si sale cruz- me enseñó el reverso y sus ojos brillaron de una manera que no me gustó nada- tendrás que acostarte con JinKi.
   -¿Qué? ¿Cómo?- pregunté sin poderme creer lo que estaba escuchando.
   -Lo que oyes hyung, no pienso volver a repetirlo- contestó cruzándose de brazos.
   -¿Y no podemos cambiar la opción de la cruz?- dije esperanzado, pero él negó con la cabeza mientras esbozaba una sonrisa maliciosa de las que normalmente se veían en KiBum- esto es una venganza porque me pasé contigo el otro día en Twitter, ¿no?- él asintió.
   -Me vas a pagar caro el haberte reído de mí- contestó, y lanzó la moneda al aire.

   Vi la moneda girar a cámara lenta, como si estuviera en una película. Giraba y giraba en el aire, hasta que cayó en la mano de MinHo, pero rebotó y él no pudo atraparla, por lo que cayó al suelo y salió rodando, metiéndose debajo del sofá de la sala. Mi corazón comenzó a latir rápidamente mientras veía a MinHo retirar el sofá y hacerme una señal para que me acercara. A paso lento llegué hasta allí y vi lo que la suerte me había deparado. Iba a morir hiciera una u otra, pero haciendo lo que la cruz me indicaba, moriría de una forma no muy agradable.

~.~.~

   Había pasado una semana desde que la moneda había girado y yo todavía no sabía cómo acercarme a él. Le intenté pedir consejo al instigador de todo esto, pero mi dongsaeng malicioso no me hizo ni puto caso. Quise hablar con KiBum, el cerebro del grupo, pero si se lo contaba, todo se iría al garete. ¿Ir con el maknae? ¿Acaso me quedaba otra opción? Con lo inocente que era ni siquiera se daría cuenta de mis intenciones, era mi única opción.

   -TaeMin, bonito, ven aquí- lo traté como si estuviera llamando a un perro, pero él no se dio cuenta, estaba muy ocupado jugando al Pro con MinHo. Suspiré y me acerqué a él- Tae… ¿puedo hablar contigo un momento?
   -Sí, habla, hyung- me contestó sin dejar de mirar la pantalla de la tele.
   -¿Prestándome atención a mí y no a la pantalla a ser posible?
   -Te escucho, te escucho- bufé y le agarré la cara para que me mirara, haciendo que perdiera el control del mando y MinHo marcara un gol- jo… hyung… por tu culpa he perdido- hizo un puchero, pero no me dejé llevar por su cara bonita y me puse serio.
   -Tengo que hablar contigo, es una cosa seria, así que te necesito completamente atento a mí- él asintió poniéndose serio- ahora, ven conmigo- lo cogí de la mano y lo levanté del sofá.
   -Pero… ¿y el partido?- preguntó mirando a MinHo.
   -Tranquilo, te busco sustituto- dijo el otro encogiéndose de hombros.
   -Ok, pero luego hacemos un partido entero tú y yo- contestó el maknae y MinHo asintió.

   En ese momento, tiré de TaeMin fuera de aquella sala y lo llevé hasta la habitación que compartía con ojos de sapo que acabábamos de dejar. No podía arriesgarme a mantener esa conversación en mi cuarto y que KiBum la escuchara por casualidad.

   -Tú dirás, hyung- comentó.
   -Pues… mira… tú eres el que más conoce a Onew de todos nosotros- empecé y él asintió- pues… yo… me gustaría pasar… más tiempo con él… y no sé cómo…- fue lo que dije, tenía que disimular la verdadera razón.
   -Ya sabes que hyung es muy abierto, puedes acercarte a él cuando quieras, que él no rechazará tu compañía- contestó.
   -Sí… ya… pero… me gustaría irme acercando… y que no se notara mucho… y… ya sabes…- no sabía que decirle, esperaba que mi cabeza baja, mi mirada tímida y mi mano revolviendo mi cabello lo convencieran de que me dijera cómo acercarme, pero no me esperé lo siguiente que salió de sus labios.
   -¿Te gusta Onew hyung?- me quedé de piedra al escucharlo decir eso y no pude contestar, pero él siguió hablando- por lo que parece, aun no estás muy seguro…- comentó- claro… tanto tiempo saliendo con chicas que… bueno… eso de que te guste un hombre se te hace raro, ¿me equivoco, hyung?- preguntó y yo lo miré confuso- por eso quieres estar más tiempo con él… para darte cuenta de qué es lo que sientes- se estaba sacando conclusiones raras, pero por lo menos parecía que me iba a guiar un poco… un momento… ¿el maknae me estaba guiando en temas amorosos? Debía estar loco- lo mejor que puedes hacer es dormir con él.
   -Un momento, Tae… ¿me estás diciendo que me acueste con él?- me hice el sorprendido-
   -No, hyung, ¿por qué piensas eso?- dijo poniéndose colorado- lo que yo decía era dormir de dormir, nada de… de… sexo- la última palabra la dijo casi en un susurro.
   -¿Y cómo voy a hacer eso?- pregunté- yo duermo en mi habitación con KiBum… y él duerme en la suya propia.
   -Tengo una idea.

   Nota mental: nunca hacerle caso a las ideas que tenga TaeMin.

~.~.~

   Y allí estaba yo, con algunas de mis cosas en la habitación de mi hyung, porque la maravillosa idea de TaeMin, fue romperme mi cama y cómo la única lo suficientemente grande como para caber dos personas sin estar demasiado achuchadas era la suya, pues, problema resuelto. De verdad, a ese niño había que mirarle si tenía bien la cabeza, y de paso mirármela a mí, porque no era normal que yo le hiciera caso.

   -Esto… hyung…- murmuré mientras él se metía en su cama tranquilamente.
   -¿Qué pasa Jong?- preguntó.
   -Gracias por dejarme que me quede aquí- le dije y él sonrió amablemente, como siempre.
   -No es nada.

   Me metí en la cama de mi hyung, tras quitarme la camiseta para dormir. Me tumbé y me tapé, luego me hice bolita en una esquina de la cama y cerré mis ojos para dormir. Cuando los volví a abrir de nuevo, sentí un peso sobre mi pecho, un calor junto a mí y unos brazos rodeándome. Sonreí. Mi hyung me estaba abrazando dormido.

~.~.~

   Me pasaba los días revoloteando alrededor de mi hyung, haciéndole compañía a cada lugar que iba, ayudándolo a cocinar cuando le tocaba a él y no a KiBum, ayudándolo con algunos pasos del nuevo baile, que era algo complicado, ensayando las letras de las nuevas canciones una y otra vez hasta que nos salían perfectas, durmiendo a su lado, abrazándolo y sintiendo su calor.

~.~.~

   -Mañana te traen tu cama arreglada- me dijo mi hyung- todavía no sé qué pudisteis hacer TaeMin y tú para cargárosla.
   -Bueno…- llevé mi mano a mi cabeza y me comencé a despeinar- eso sólo lo sabremos él y yo- él sonrió y se acurrucó un poco contra mí.
   -Así que… mañana volverás a tu cuarto con KiBum…- murmuró.
   -Sí… eso parece…
   -Hemos pasado un buen tiempo…
   -Sí…- pasamos un rato callados, hasta que él habló de nuevo.
   -Yo no quiero que te vayas…- susurró y algo se encogió en mi interior, yo tampoco quería irme, pero no por aquello por lo que me acerqué a él, era otra cosa.
   -Yo…
   -No hace falta que digas nada…- dijo- está bien así…

   No dije nada, tal y cómo él me pidió, pero sí que hice algo, algo que ni siquiera pensé en hacer, algo de lo que no me arrepentí tampoco. Alcé su rostro para ponerlo a la altura del mío y rocé sus labios por unos momentos, luego me separé lentamente de él para ver una sonrisa en sus labios.

   -Jong…
   -Shh…- le tapé la boca con mis dedos- no digas nada- él asintió y retiró mi mano, para luego, volver a besarme.

~.~.~

   No sé cuándo surgió la necesidad de tenerlo, de poseerlo, pero ese día, mientras estábamos solos en la casa, necesité tomar todo de él.

   Todo comenzó con un beso, un beso excitante que nos dimos bajo las sábanas. Un beso que de suave se tornó de golpe desenfrenado, salvaje. Un choque entre labios, una lucha entre lenguas, unos dientes que mordían todo aquello que encontraban a su paso.

   Dejé sus labios en busca de aire, pero al ver la piel de su cuello, no me pude contener y comencé a besar, a chupar, a morder ese lugar, escuchándolo jadear. Pero un jadeo no era suficiente para mí, yo quería escucharlo gemir, gemir mi nombre, gemir por que le diera más, escuchar ese dulce sonido salir  de sus labios.

   Todo el mundo dice que de los dos, yo soy quien tiene la voz más bonita, sin duda eso está completamente equivocado. Él es quien tiene la voz más hermosa y todos coincidirían conmigo, si lo oyeran gemir tal y como yo lo estaba haciendo.

   Mis manos apartaron su ropa, las suyas la mía y los dos cuerpos desnudos nos rozábamos mientras rodábamos por la cama, intentando determinar quien acababa arriba. No hizo falta mucho tiempo para que mi fuerza ganara y él acabara debajo de mi cuerpo, buscando mis labios de una forma completamente desesperada.

   Me pegué a él y nuestros miembros se rozaron, mandándonos a cada uno una deliciosa sensación de placer por todos los nervios. Bajé por su cuerpo, besando y mordiendo cada trozo de piel que encontraba a mi paso, mientras mi mano toqueteaba su miembro y le arrancaba así dulces gemidos hasta que se corrió en mi mano.

   -Hyung...- murmuré- yo... no sé... cómo se hace...
   -Lo siguiente... es como cuando... lo haces con... una mujer... métela... en el hueco...- contestó él entrecortado-
   -Pero... es... pequeño... te haré daño...
   -Hazlo.

   Utilicé su semen para comenzar a meterle los dedos por su trasero y que no le doliera, pero eso era imposible, le dolía. Al principio chillaba de dolor, pero cuanto más corría el tiempo, más gemidos de placer se intercalaban entre los gritos de dolor, hasta que ya solo se le escuchaba gemir una y otra vez, mientras mis dedos se adentraban cada vez más y más en su interior.

   -Quiero... la quiero... ahora...

   No me demoré demasiado en hacer sus sueños realidad y saqué mis dedos de él, para reemplazarlos rápidamente con mi miembro. Ahora volvió a gritar de dolor, pero comencé a masturbarlo para distraerlo, a la vez que entraba y salía de su interior.

   Me moví, al principio con cuidado, para no hacerle más daño del que ya le hacía, pero luego, mi cuerpo me pedía más, y el suyo también, por lo que, fui aumentando la velocidad, cada vez más rápido, cada vez más hondo, cada vez más delicioso.

   Nuestras voces se alzaban en aquella habitación, coordinadas, en una escala parecida, mientras nuestros cuerpos danzaban como nunca lo habían hecho hasta alcanzar el clímax.

   -Te amo, Jong...- fue lo que él dijo antes de caer profundamente dormido entre mis brazos.
   -Yo... yo...- no pude continuar, no sabía que decirle.

~.~.~

   Me levanté tempano aquella mañana, aunque no hubiera dormido nada por la noche, no tenía ganas de estar en la cama. Me dirigí a la sala y me senté en el sillón. Quería pensar tranquilamente sobre lo que había pasado esa noche, y también, los días anteriores.

   Todo había comenzado como un juego, como la venganza de MinHo por haberle molestado en Twitter, pero había cambiado completamente todo. Yo no me había quedado con mi hyung aun cuando mi cama volvía a estar arreglada por eso, me había quedado porque yo quería estar con él. Y esa noche… no había tenido sexo con él… había hecho el amor con él… porque yo lo quería.

   Salté del sillón como si tuviera un resorte cuando oí unos pasos que se acercaban a la sala, donde yo estaba, pero me tranquilicé al ver que era mi hyung quien aparecía por el umbral de la puerta. Me miró extrañado.

   -¿Qué haces levantado tan temprano, Jong?- murmuró yendo hacia el sillón.
   -Me he desvelado y no podía dormir- le contesté con una sonrisa.
   -Vuelve a la cama, anda- me agarró de las manos y me guio por la casa hasta la habitación. Nos metimos en la cama y él se abrazó a mí, en busca de calor- te quiero, Jong…- volvió a repetir, justo antes de quedarse dormido. Me hubiera gustado contestarle, pero mi voz, por primera vez, se había atascado en mi garganta y no quería salir.

~.~.~

   -MinHo- llamé a mi dongsaeng y él vino hacia mí- quiero decirte algo.
   -Dispara, hyung.
   -Lo de Onew…- comencé.
   -¿Ya te has acostado con él?- preguntó y yo asentí- tío, yo creía que no ibas a ser capaz de hacerlo- me dio unas palmadas en la espalda- por fin he consumado mi venganza, nunca mejor dicho- comenzó a reírse escandalosamente.
   -Jong…- me giré rápidamente al escuchar la voz de mi hyung- ¿qué es eso de lo que estáis hablando?- su voz estaba rota, sus ojos vidriosos, su cuerpo temblaba.
   -Hyung…- me acerqué a él, pero él se apartó de mí.
   -No me toques- dijo con asco- no te atrevas a volver a tocarme nunca- y salió de la sala.

~.~.~

   Estábamos en un programa de la tele, los cinco. Era un programa para hacer el tonto un rato, divertirnos y de paso hacer promoción del nuevo single, pero no era lo mismo. Onew no era Onew. No tenía esa hermosa sonrisa en su rostro, no hacía ni decía cosas raras. Tampoco me miraba, era cómo si yo no existiera para él y a MinHo lo ignoraba. KiBum y TaeMin no tardaron en darse cuenta de que ahí, pasaba algo y el maknae, aunque fuera inocente, sabía que algo tenía que ver conmigo.

~.~.~

   -¿Qué has hecho?- TaeMin me miró muy mal mientras avanzaba hacia a mí- ¿qué le has hecho a hyung?- preguntó- ¿dónde está esa sonrisa que siempre muestra?- sus ojos se pusieron vidriosos- ¿por qué le haces daño a quien amas?
   -Tae…- intenté calmarlo, intenté limpiar las lágrimas de sus mejillas, pero no me dejó.
   -Ni se te ocurra- dijo- ya has hecho mucho daño.

~.~.~

   -Eres gilipollas, Kim JongHyun- me dijo KiBum sentándose en su cama con obvia molestia- ¿cómo se te ocurrió hacer eso?
   -MinHo…- comencé, pero él no me dejó terminar.
   -Sí, ya me sé toda la historia, he hablado con MinHo, con TaeMin y con Onew- dijo- aunque al líder me ha tocado consolarlo.
   -No sabes cuánto lo siento…
   -Eso a mí no me vale- contestó- Onew te ama y tú lo has traicionado.
   -Pero yo lo amo- lo corté.
   -Pues ve y díselo.

~.~.~

   Estaba en la puerta de la habitación de mi hyung. Tenía una mano levantada, para llamar, pero no me atrevía a hacerlo. Suspiré por quinta vez desde que había llegado allí. No podía… no, no me atrevía a entrar. No me atrevía a enfrentar su mirada acusadora, sus labios sin sonrisa. Pero… debía hacerlo… porque lo amaba. Llamé.

   -Entra… sino eres JongHyun…- contestó él y tragué saliva mientras abría la puerta.

   Me lo encontré tumbado en su cama, en la cama que había sido testigo de todo lo nuestro. Estaba llorando. Me acerqué a él y lentamente, me senté en aquella mullida superficie, para no perturbarlo. Llevé una mano a su cabello, para acariciarlo, y él se dejó.

   -¿Por qué, JongHyun?- preguntó y yo me sobresalté un poco- ¿por qué lo has hecho?
   -¿Cómo has sabido que era yo?- murmuré.
   -Reconozco tu olor a kilómetros de distancia- contestó- reconozco el sonido de tus pasos, reconozco el tacto de tus manos en mi cabello… te reconocería hasta por el más mínimo detalle, JongHyun…

   Escuchar esas palabras hizo que mi corazón comenzara a latir fuerte contra mis costillas y me doliera, me doliera mucho más de lo que me había dolido hasta ese momento.

   -Lo siento…- fue lo único que pude decir. Él se levantó y se quedó sentado mirándome con los ojos hinchados y rojos por las lágrimas.
   -¿Por qué lo sientes?- preguntó irónico- ¿por hacerme sufrir? ¿Por hacer que me enamorara de ti y luego tirarme a la basura como si fuera un trasto que estorba? ¿Por matarme lentamente?- cada cosa que decía se incrustaba en mi corazón como si fuera una flecha dañina. Él ahora me odiaba.
   -Lo siento por todo eso…- lo corté, antes de que pudiera seguir- pero también lo siento por quererte y no tener el valor de decírtelo- él abrió sus ojos, sorprendido.
   -Mientes- murmuró y comenzó a darme leves puñetazos en mi pecho- mientes… mientes… ¡Mentiroso!
   -No… hyung… yo te amo…- contesté- te comencé a amar cuando pasamos todo aquel tiempo juntos- conté- te amo y quería decírtelo el día que me escuchaste hablar con MinHo, él me hizo acercarme a ti por venganza de lo que le hice en Twitter, pero lo que pasó fue que me enamoré de ti y sólo quería decirle que ya había hecho lo que la cruz en la moneda había indicado y ya tenía su venganza, pero que yo tenía algo más preciado…- lo miré a los ojos- tú.
   -No…
   -Te amo, te amo, te amo…- dije una y otra vez mientras tomaba su rostro entre mis manos- no me cansaré de repetírtelo… te lo diré a cada momento… para compensar todas aquellas veces que quise decírtelo y no lo hice.
   -Jong…
   -Por favor… perdóname… no te pido que me ames o dejes de odiarme…- susurré- sólo te pido que me perdones…

   Pasamos un buen rato callados, mirándonos ambos a los ojos, casi sin parpadear. Sólo enfocándonos en nosotros, en nada más, lo único que nos importaba en ese momento, éramos nosotros. Todo estuvo así, hasta que él lo rompió mientras quitaba mis manos de su rostro y me temí lo peor.

   -JongHyun…- susurró- te perdono…- escuchar esas palabras me hicieron inmensamente feliz- pero necesito algo de tiempo para poder olvidar el daño que me has hecho- asentí y las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.
   -Gracias hyung- murmuré y me acerqué a él para abrazarlo. Casi pensaba que rechazaría mi abrazo, pero me atrajo más hacia él y lo noté aspirar mi aroma.
   -Te extraño… Jong…- dijo- extraño todo de ti… y quiero volver a cómo estábamos antes… antes de que me enterara de todo… pero sin mentiras…- me separé un poco de él y vi que tenía una sonrisa triste en su rostro.
   -Haré que vuelvas a sonreír de felicidad… hyung…- sus labios se curvaron levemente- ¿puedo besarte?- pregunté tímido y él asintió levemente. Me acerqué un poco y rocé nuestros labios durante unos segundos, para luego apartarme y ver una pequeña sonrisa.
   -También extrañaba tus besos…- murmuró.
   -Te amo…
   -Y yo a ti.



jueves, 14 de febrero de 2013

Follow Me


Follow Me


   -Sígueme- eso fue lo único que me dijo él, y después, me cogió de la mano y me sacó del apartamento que compartíamos los seis mientras estábamos en Corea.

   Estaba muy confuso y se reflejaba perfectamente en mi cara. No sabía adonde me llevaba, ni tampoco por qué y cuándo preguntaba, él sólo se limitaba a sonreírme y a seguir andando, tirando de mí, por las calles de la ciudad.

   -Vamos, JongDae- murmuré- me quieres decir ya adonde me llevas- dije por vigésima vez desde que habíamos salido del apartamento.
   -Ya lo verás- contestó con una sonrisa. Bueno, eso era un avance, ahora me había contestado, a lo mejor, con un poco de suerte y de ser pesado, me contaría ya de una puñetera vez adonde me llevaba.
   -Jong…- murmuré.
   -Por muy pesado que te pongas, hyung, no te pienso decir nada- dijo y yo detuve su avance, debido a que tenía más fuerza que él. Él se giró hacia mí, un poco molesto- hyung… ya falta poco… ya lo verás- negué con la cabeza y me planté en el sitio en el que estaba, en mitad de una calle poco concurrida de Seúl- vamos, hyung… confía en mí y sígueme.
   -No…- dije poniendo un puchero y él se acercó a mí para darme un abrazo- vamos Minnie… solo un momento más…- lo escuché susurrar cerca de mi oreja y un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir su aliento contra mi cuello.
   -Está bien…- acabé murmurando, él se apartó de mí y volvió a tomar mi mano entre la suya, entrelazando ahora nuestros dedos, y en vez de ir delante y tirando de mí, se quedó a mi lado, avanzando a mi paso.

   Tras unos minutos más andando, llegamos a un edificio, que aunque por fuera no resultara gran cosa, por dentro, escondía un gran secreto. Era un Restaurante de cinco estrellas, ricamente decorado, con cuadros famosos en las paredes y manteles de tela muy fina, además de unos asientos que por lo que se veía, eran bastante cómodos.

   Me quedé embobado mirando el lugar con los ojos como platos y la boca casi babeando. Había bastantes personas allí, y eso me hizo salir de mi ensoñación. Debía comportarme, estaba en un lugar muy caro y de postín, sacudí levemente mi cabeza, serenándome y miré a JongDae, él me observaba con una sonrisa, y antes de que pudiera decir nada, él comenzó a hablar.

   -Me alegra que te guste este lugar, no estaba muy seguro.
   -Pero… ¿por qué?- pregunté yo sin entender. No era nuestro aniversario de novios, yo no había hecho nada que se mereciera este despliegue tampoco, y no se me ocurría el por qué estar en este lugar tan lujoso.
   -¿No sabes qué día es hoy?- me preguntó con clara sorna y yo inflé mis mofletes, molesto porque él no me dijera nada- de verdad… eres muy despistado, hyung- murmuró y se acercó al señor que esperaba en la puerta, preguntándole por la mesa de la reserva de un tal “Kim JongSeok” y él hombre comenzó a guiarnos por entre las mesas, hasta llegar a una algo apartada, después se fue.
   -Eres muy poco original…- murmuré y él sonrió ampliamente.
   -Es que me gustaba cómo quedaba mi nombre junto al tuyo- contestó- pero eso no viene al caso ahora- dijo y me miró fijamente- te traje aquí por algo importante- nada más escuchar aquellas palabras, mi corazón comenzó a golpear fuertemente contra mis costillas. O lo que quería decirme era que me dejaba, o la otra opción era que me pedía en matrimonio. Casi comienzo a hiperventilar, dándome cuenta de que en Corea ni en China podríamos casarnos y seguro que era la primera opción. Me iba a dejar. Puse cara de pánico y él pareció ver por dónde iban mis pensamientos, porque comenzó a aclarar las cosas- tranquilo, hyung, no voy a dejarte- y yo respiré tranquilo- es por otra cosa por lo que te he traído aquí.
   -¿Qué otra cosa es?- pregunté sin poder aguantarme.
   -Feliz día de San Valentín- dijo y yo me quedé completamente en shock. Había olvidado que hoy era 14 de Febrero, el día mundial de los enamorados.
   -Yo… JongDae… yo…- comencé a hablar, pero no sabía qué decirle.
   -Ya sé que no debería haberte traído aquí, ni nada por el estilo, porque tú te olvidaste y no hiciste nada por mí- me sentí peor con sus palabras y mi expresión se volvió triste mientras agachaba la cabeza- pero- murmuró cogiéndome dulcemente de la barbilla y alzándome el rostro para que lo mirara- lo he hecho porque te quiero, Minnie- esbocé una pequeña sonrisa- y lo único que espero a cambio es hacerte el amor esta noche como si no hubiera mañana- me miró fijamente durante unos momentos, hasta que una sonrisa radiante volvió a mi cara.
   -Está bien- murmuré y él sonrió- feliz día de San Valentín- dije mientras ambos nos inclinábamos un poco sobre la mesa y rozábamos nuestros labios de una manera suave- te amo, Jong- susurré contra sus labios cuando nos separamos.
   -Yo también te amo, Minnie.