jueves, 25 de julio de 2013

EXO


Capítulo 4
Tú y Yo



   Ya estábamos llegando al parque que JongIn nos había dicho. Apenas nos quedaban ya unos metros para poder entrar. Crucé la calle con el semáforo en rojo, aprovechando que no venía ningún coche, pero BaekHyun no pudo cruzar, era más lento. Esperé a que el semáforo se pusiera en verde y recuperé un poco el aliento. En cuanto cambió de color, mi amigo cruzó y cuando llegó a mi lado lo agarré de la mano para que no se quedara más atrás y seguimos corriendo.

   Entramos al parque y lo atravesamos rápidamente, buscando aquel pequeño bosque en el que JongIn y SeHun se habían escondido. De repente, cuando atravesamos la primera fila de árboles, nos encontramos con dos personas muy conocidas que no esperábamos ver allí por nada del mundo y parecía que ellos tampoco nos esperaban.

   -¿YiXing? ¿LuHan?- escuché decir a BaekHyun- ¿qué hacéis aquí?
   -SeHun- fue lo único que dijo LuHan y salió corriendo.
   -¡LuHan!- gritó YiXing y salió corriendo tras él.
   -Vamos- dije tirando de mi amigo otra vez, yendo tras aquellos dos.

-oooOOOooo-

   Me repuse después de unos momentos. Todavía no podía creer lo que había hecho, pero debía sacar fuerzas de flaqueza, era el líder de aquellos chicos, la persona a la que iban a acudir siempre que tuvieran cualquier tipo de problema. Debía ser fuerte. Me levanté y caminé hacia los dos chicos. JongIn estaba sobre SeHun, protegiéndolo con su cuerpo y con una herida bastante fea en su hombro derecho.

   -¿JongIn?- me agaché junto a ellos- ¿estáis bien?- ambos me miraron y luego miraron alrededor- ya no está- murmuré- no os preocupéis.
   -Jonggie…- escuché a SeHun- ya está bien, ya puedes…- vio su herida y abrió los ojos al máximo- Jonggie… tu… tu hombro…
   -No pasa nada… luego me lo curaré en casa…- contestó- es una pena que el otro grupo se quedara con el chino que cura- comentó intentando esbozar una sonrisa.

-oooOOOooo-

   No sabía hacia donde corría, mis pies me llevaban hacia donde él estaba. Atravesé aquel bosque y los encontré. Estaban él, JongIn y el tal JunMyeon y JongIn tenía una herida muy fea en el hombro y se encontraba sobre SeHun, protegiéndolo.

   -¡Hunnie!- grité y él se volvió hacia mí. No pude evitar ir hacia él y tirarme de rodillas al suelo para estar a su altura- Hunnie…- estaba tan cambiado, parecía que no había comido lo suficiente desde que yo no lo veía y también tenía ojeras, él nunca había tenido ojeras.
   -Lu… LuHan…- susurró mirándome con los ojos vidriosos y no pude aguantar más. Me abracé a él con fuerza, apretándolo contra mi cuerpo y ni siquiera sentí que hubiera alguien más a mi alrededor, aunque allí hubiera un montón de personas.

-oooOOOooo-

   Cuando llegué al lugar, LuHan ya estaba abrazando a su novio e ignorando completamente a JongIn, que estaba allí al lado mirando a la pareja con una pequeña sonrisa. Me acerqué a él, pasando por el lado de JunMyeon y dedicándole una pequeña sonrisa, le coloqué mi mano en su hombro y comencé a curarlo. Él me miró asustado, pero luego solo sonrió agradecido.

   -Gracias- murmuró y miró más allá de mí. Me giré y descubrí a BaekHyun y a ChanYeol.
   -¿Qué ha pasado?- escuché preguntar al más alto.
   -Un enemigo los atacó y yo sin pensar… lo maté- contestó JunMyeon con la cabeza gacha.
   -¿Cómo estás?- dijo BaekHyun.
   -Me siento mal… y también raro… yo… nunca creí que… que debería matar a alguien…

-oooOOOooo-

   Me apreté fuertemente a LuHan. Lo había echado tanto de menos. Aspiré su aroma y comencé a lloriquear. No quería volver a separarme de él nunca más, ni durante un día ni durante una semana, no podía soportarlo, lo necesitaba demasiado.

   -¿Estás bien?- preguntó y yo asentí contra su hombro- te amo…
   -Yo también te amo…- nos separamos y nos miramos- te he echado de menos… no sabes cuánto…
   -Me lo imagino- contestó- yo también te he echado de menos.
   -Prométeme que no nos volveremos a separar nunca.
   -Te lo prometo.

-oooOOOoo-
  
   Al final LuHan se levantó con una sonrisa del lado de SeHun y se dieron un beso tímido antes de avanzar hacia nosotros. LuHan me miró y me sonrió. Eso en su idioma quería decir “gracias”, ya que nunca me lo diría en voz alta, no a mí. Se acercó a mí y me puso una mano en el hombro, otra muestra de gratitud sin palabras que venía a decir algo así como “gracias por proteger a mi pequeño”.

   -De nada- murmuré y él pasó a mi lado para dirigirse a YiXing, dejando a SeHun conmigo- ¿lo vas a dejar ir?- le pregunté a mi amigo.
   -Por hoy- contestó- a partir de mañana ya no lo dejaré ir- sonrió de una manera brillante, como ya llevaba tiempo sin hacerlo y yo sonreí.
   -Me alegra saber eso.

-oooOOOooo-

   -Vámonos- le dije a YiXing- ya no podemos hacer nada aquí- él asintió y nos fuimos.

   Hicimos el camino de vuelta, esta vez de una manera relajada, sin prisas y además, en silencio, ya que él me seguí sin hacer ningún ruido. Cuando casi llegábamos a casa, YiXing se detuvo y yo me giré hacia él.

   -¿Cómo supiste que SeHun estaba en peligro?- murmuró.
   -No lo sé- contesté sinceramente- ha sido algo instintivo, de repente, he sentido que necesitaba mi ayuda- él asintió.
   -Me gustaría saber una cosa- dijo.
   -Pregunta.
   -¿Cómo os conocisteis?- sonreí- eres mayor que él… y… bueno… digo, sino te importa contármelo…
   -Fue haciendo un trabajo para la Universidad en un instituto- contesté- lo conocí así y a partir de ese momento ya no pude separarme de él.
   -¿Hace cuánto fue?
   -Hace dos años.
   -¿Lo amas?
   -Más que a mi vida- YiXing suspiró.
   -Yo no soy nadie entonces para decirte que te separes de él- comentó- yo que no puedo pasar varias noches sin sentir el calor de Kevin a mi lado- agachó su cabeza, avergonzado- intentaré hacerlo entrar en razón para que… para que podáis veros…
   -De todas maneras nos vamos a ver- le dije- no pienso pasar más tiempo separado de SeHun.

-oooOOOooo-

   -Deberíamos hacer algo para que estos dos no estén solos en ningún momento- comentó ChanYeol una vez LuHan y YiXing se fueron del lugar, dejándonos a los cinco solos- no tienen unos poderes muy buenos para quedarse solos.
   -Mi poder nos ha salvado durante bastante tiempo- murmuró JongIn- pero tengo que desarrollarlo más para no cansarme mientras lo utilizo.
   -Sirve para que podáis llegar hasta lugares en los que podáis defenderos- dijo BaekHyun- y el de SeHun, cuando esté bien desarrollado será una buena defensa- me miró- por ahora deberíais dedicaros a eso, a desarrollarlos.
   -Como hice yo- dijo ChanYeol, que también me miró a mí- JunMyeon… tú también deberías desarrollar el tuyo- asentí.
   -Por ahora, sería mejor que nos fuéramos a casa, ya que aquí no podemos hacer nada- murmuró BaekHyun.
   -Sí, sería lo mejor- secundé- descansad- les dije a JongIn y a SeHun y ellos asintieron.

-oooOOOooo-

   Nos separamos después de que JunMyeon hyung nos dijera que descansáramos. Llevaba a JongIn agarrado por los hombros, todavía no podía sostenerse en pie durante demasiado tiempo y ya había estado de pie un rato, por lo que se había cansado más.

   -Alguno debería tener el poder de reponer las fuerzas de los demás- murmuró y yo sonreí.
   -Sí, eso sería bastante productivo- le dije- sobre todo para ti- él sonrío.
   -Es que esto es muy cansado- contestó- demasiado cansado.
   -Me imagino, tienes que desplazarte a través del tiempo y del espacio, y además, estabas cargando conmigo- él me miró raro y yo agaché mi cabeza- ¿qué pasa?- pregunté- LuHan es un Friki y me ha enseñado algunas frikadas suyas.
   -Ains…- suspiró- lo que se hace por amor…- le pegué en el brazo y él rio.
   -No te rías…- le dije- ya te enamorarás tú también y verás cómo haces cosas muchas más extrañas que las que yo he hecho.
   -No lo creo- contestó muy seguro de sí mismo.
   -Ya lo veremos.

-oooOOOooo-

   Llegué a mi casa y me encontré a KyungSoo esperándome en la puerta. Le sonreí y lo hice entrar a casa. Miré por todos lados en busca de mi madre, pero no la encontré, así que me relajé un poco y en vez de guiarlo a mi cuarto lo llevé al salón.

   -¿Ha pasado algo?- pregunté.
   -Yo me he encontrado con uno de los chicos del otro grupo- contestó- está en mi Facultad.
   -Bueno, no creo que por eso haya que tomar alguna medida… yo me encuentro con Kevin en el trabajo- le respondí y él suspiró tranquilo.
   -¿A ti te ha pasado algo?- preguntó y yo me sorprendí- has tardado mucho en llegar a casa.
   -La verdad es que sí- me dejé caer en el sofá y suspiré- he matado a un enemigo…- él abrió sus ojos y me miró con preocupación.
   -¿Estás bien?- asentí.
   -Eso creo… aunque es duro…- KyungSoo me miró fijamente y luego se acercó a mí para pasar sus brazos por mi alrededor, dándome un abrazo.

-oooOOOooo-

   No podía quitarme de la cabeza lo que había estado a punto de hacer cuando entré en la habitación de ChanYeol, sino hubiera estado hablando con JongIn, las cosas habrían sido muy distintas, y ahora, seguramente, en vez de caminar a mi lado como lo hacía ahora, me habría dicho que me odiaba y me habría dejado solo, a merced de cualquiera de nuestros enemigos.

   Pero todavía sentía que debía haber hecho algo. Me daba exactamente igual que lo que hiciera rompiera nuestra amistad, simplemente, necesitaba decirle todo cuanto pasaba por mi cabeza, la cosa no iba a quedar así.

   -Channie…- murmuré y él se giró hacia mí.
   -Dime.
   -Me gustaría hablar contigo de algo cuando lleguemos a casa- dije tras coger aire y la sonrisa que me dedicaba se borró por completo.
   -Está bien.





miércoles, 24 de julio de 2013

Ghost

Ghost


   Estaba reventado. Apenas llegué a la que era mi habitación en aquel hotel de Kazan, en Rusia, me tumbé sobre una de las camas cuán largo era y suspiré cerrando mis ojos. El día había sido completamente agotador. Entre el Jet-lag, porque estábamos en la otra punta del mundo, el paseo que nos habíamos dado aquella mañana por la ciudad, los ensayos de la tarde y la actuación de hacía unos momentos, no sabía todavía cómo no me había muerto.

   Sentí cómo mi cama se hundía y abrí mis ojos rápidamente, encontrándome con una sonrisa pícara de JongDae. Él sería mi compañero de cuarto durante nuestra estancia en Rusia.

   -¿Qué quieres, JongDae?- pregunté y él se encogió de hombros.
   -No mucho… sólo saber dónde se ha metido el hiperactivo elfo que tengo como amigo- dijo.
   -Se ha muerto- murmuré cerrando mis ojos.
   -Oh… vamos, no seas así- comenzó a zarandearme hasta que lo miré de nuevo.
   -¿Qué quieres?
   -Hacer un rato el tonto, molestar a los chicos, desesperar a JunMyeon- comenzó a enumerar- lo que hacemos siempre, vamos.

   Me dirigió una sonrisa de “vamos a hacer travesuras que estamos en Rusia y eso no sucede muy a menudo”. Yo hubiera aceptado, siempre era de los primeros en apuntarse a las locuras de aquel chico, pero estaba demasiado cansado.

   -Estoy muy cansado…
   -Yeollo, sin ti las bromas no serán tan divertidas- dijo haciendo un puchero.
   -Otro día.
   -Otro día no estaremos aquí- suspiré y cerré mis ojos de nuevo, esta vez poniéndome de costado y dándole la espalda deliberadamente.
   -Seguro que se te ocurre algo divertido sin mí…

   Lo escuché bufar y luego noté cómo se levantaba de mi cama y salía al pasillo del hotel dando un portazo. Lo único que pensé antes de quedarme profundamente dormido, fue en que se hubiera llevado la tarjeta para poder abrir la puerta, porque yo seguro que no le abriría.

~.~.~

  Abrí mis ojos en la completa oscuridad de la habitación. Intenté moverme pero no podía. Empecé a sentirme angustiado, no sabía lo que me pasaba, ¿por qué no me podía mover? De repente sentí un frío escalofriante y miré hacia el fondo de la habitación. Me asusté más de lo que ya estaba. Allí había algo, no lo podía ver, pero sí que lo notaba. Una presencia, un aura.

   Intenté volver a moverme de nuevo, pero no podía hacerlo, mis músculos no me respondían por mucho que les mandara moverse. Sentí cómo esa presencia se acercaba a donde estaban las camas y mi respiración se volvió más acelerada de repente. Tenía mucho miedo. Ese fantasma estaba haciendo que no pudiera moverme.

   Miré de reojo a la otra cama, rezando porque mi compañero no estuviera allí todavía, pero la suerte no estaba de mi parte. Vi cómo JongDae se tensaba y luego abría los ojos rápidamente.

   -¡POR FAVOR, SÁLVAME!- gritó.

   Intenté moverme por todos los medios. Resistirme a aquella presencia para poder levantarme e ir hacia mi amigo. Su voz estaba teñida de miedo y de dolor. Di un grito y entonces pude volver a moverme. Miré hacia dónde estaba la presencia y esta comenzó a desaparecer. No tardé en levantarme de mi cama e ir a la de mi amigo.

   -Ya estoy aquí, estoy aquí- susurré buscando su mano y apretándola.
   -Yeol…- murmuró.

   Tenía los ojos abiertos al máximo y me miraba con mucho miedo. Un sudor frío comenzó a recorrerme por la espalda y me metí rápidamente en su cama, abrazándolo fuertemente. Mi corazón latía desbocadamente. Había pasado mucho miedo.

   -¿Qué era… eso…?- lo oí preguntar.
   -No lo sé…
   -Prométeme que no me vas a dejar solo esta noche…- me pidió con voz ahogada y yo no pude negarme.
   -No lo haré, no te dejaré solo… nunca…- lo apreté más fuerte contra mi cuerpo y pasamos toda la noche abrazados, sin poder dormir y con nuestros corazones martilleando ensordecedoramente contra nuestras costillas.












N.A.: Historia completa y absolutamente real (con algunas modificaciones). A los chicos les pasó esto durante su pequeña estancia en Rusia y lo pasaron realmente mal.

martes, 23 de julio de 2013

Amigos, ¿Para Siempre?


Amigos, ¿Para Siempre?


   Estaba sentado en el sofá, mirando fijamente la escena que se extendía ante mí. Llevábamos dos meses sin ver a los miembros de la subunidad china, pero no era para que estuvieran así, ¿verdad?

   LuHan había entrado en casa y se había lanzado sobre SeHun, y ahora, ahora se lo comía a besos sobre el otro sofá de la sala bajo mi atenta mirada y la de nueve personas más.

   Mis celos por aquella pareja no tenían límites. Yo, que era al mejor amigo de SeHun, que había estado siempre a su lado, en las buenas y en las malas, yo, que lo amaba más que a nada no me llevaba nada de él. Ni un mísero gracias cuando LuHan estaba allí, porque cuando él estaba a su lado, lo demás parecía no existir, incluso yo no existía. Pero claro, yo no podía culparlo por eso, ¿acaso no hacia yo lo mismo cuando estaba con él?

   Sin embargo, yo quería algo más, necesitaba algo más... ¿O es que acaso íbamos a ser amigos por el resto de la eternidad?

   Cuando por fin se separaron y vieron nuestras caras, se dieron cuenta de que aquel no era el sitio para comerse, así que, sin decir ni una palabra, se levantaron del sofá y se fueron, agarrados de las manos, hacia el cuarto de SeHun.

   -Será mejor que los dejemos solos- comentó Lay hyung- LuHan gege estaba últimamente que no se aguantaba... necesitaba desfogar un poco...
   -Querrás decir follar, ¿no?- corrigió ChanYeol.

   En ese momento, se oyó un gemido, un gemido de SeHun y yo me levanté rápidamente de mi asiento.

   -Vámonos- dije sin más y todos me siguieron.

   Estuvimos toda la tarde fuera. No hablé mucho ni me mostré accesible como siempre. No estaba de buen humor. Quería ser yo el que hiciera gemir a SeHun así, pero yo no puedo ni tocarlo de esa manera.

   Cuando regresamos a casa, aquellos dos estaban en el salón viendo una película sin sobarse demasiado. Eso me tranquilizó, a mí y a mis celos, que me carcomían por dentro desde que habíamos salido del apartamento, dejando solos a aquellos dos.

   -Jonggie- me llamó SeHun para que me sentara a su lado y eso hice, no podía negarle nada. Me hinchó el orgullo que dejara de abrazarse a LuHan y me abrazara a mí.
   -¿De qué va la peli?- le susurré al oído y él se acomodó mejor sobre mí, sacándome una sonrisa, antes de contestar.
   -De dos amigos que dejan de serlo porque él se enamora de ella y se lo dice, pero ella se asusta y se va con otro tipo a ser feliz mientras que él se hunde en la miseria- contó y aquello me llego al alma. Acababa de resumir lo que llegaría a pasar si le dijera que lo amaba. Era mejor ser amigos y no aspirar a nada más. Así podía tenerlo cerca, tenerlo conmigo cuando LuHan no estaba- nosotros nunca dejaremos de ser amigos, ¿verdad?- preguntó- nunca nos separaremos y estaremos juntos siempre... seremos amigos para siempre- yo asentí y lo abracé fuertemente contra mi pecho.
   -Amigos para siempre...










Twinkle


Twinkle

    Brillante, centelleante. Él era una chispa de luz que iluminaba a todos y todo lo que hacía, y como era normal, también me iluminaba a mí. LuHan, con esa sonrisa blanca, con esos ojos castaños claros, con ese cabello rubio que tan bien le quedaba. Él era brillante, tan brillante, que incluso me opacaba a mí, yo, que era el mejor bailarín de la empresa, el más exótico, el más conocido… cuando no estaba él.

   ¿Celos? No, yo no tenía celos de él. Lo que yo sentía era una admiración enorme por él, aunque también sentía algunas cosas por él que no podían llamarse admiración, sino amor. Sí, lo amaba, ¿y quién no? Era LuHan, todo el mundo lo amaba, ¿por qué no yo?

   Pero claro, lo nuestro era imposible. Por mucho que lo intentara, nunca lo conseguiría. LuHan era el novio de SeHun, mi mejor amigo.

   -JongInnie… ¿te encuentras bien?- escuché preguntar a su dulce voz y salí de mi mundo, para encontrármelo, frente a mí, muy cerca, mirándome preocupado.
   -Sí, estoy bien- contesté.
   -No, no estás bien, estás muy distraído- dijo y le sonreí.
   -No es nada.
   -Sabes que estoy aquí para lo que necesites…- comentó- lo sabes, ¿no?
   -Claro- él me sonrió y su sonrisa me cegó.

   A partir de ese momento no tuve ninguna consciencia de lo que hacía, y cuando la recuperé, me encontré besando a LuHan, besando aquellos dulces labios, mientras sujetaba con mis manos su nuca para que no se alejara y disfrutando enormemente del contacto. Me separé rápidamente de él y agaché mi cabeza, avergonzado por lo que había hecho.

   -¿JongIn?
   -Lo siento, hyung… no era mi intención… yo… lo siento…- noté un movimiento a mi lado y supe que se había sentado en el sofá, conmigo. Sentí su mano en mi rostro y me hizo mirarlo.
   -No pasa nada, es solo un beso- murmuró- nada más que eso.
   -Para mí sí es algo más…- susurré y él sonrió tristemente.
   -Sé que te gusto- dijo- no soy tonto, JongIn… ya lo sabía, pero…- cogió aire y me miró fijamente. Yo ya sabía lo que me iba a decir- no puede ser… yo… yo amo a SeHun… y… lo siento…
   -Ya lo sabía…- murmuré con mi corazón hecho pedazos- ya lo sabía…
   -Lo siento de verdad, JongIn.
   -LuLu, Jonggie- ambos alzamos nuestra cabeza y vimos a SeHun en la puerta, con una radiante sonrisa.
   -Di, pequeño- LuHan se separó de mí y fue hacia él, siempre hacia él.
   -Estamos por salir a escena- dijo- vamos Jonggie- me tendió la mano y yo la cogí- LuHan… ¿te adelantas?- le preguntó a su novio y él asintió, dejándonos a solas- te sigo queriendo aunque haya pasado esto.
   -¿Lo has visto?- SeHun asintió- lo siento… no era mi intención.
   -No te disculpes- murmuró- si yo hubiera sabido que te gustaba… nunca…
   -No pasa nada- le contesté y apreté fuertemente su mano- ambos sois felices, no pienso meterme entre vosotros, sabré arreglármelas y salir adelante- le sonreí.
   -Está bien, pero no salgas adelante solo… nos tienes a todos… apóyate en alguien muy cercano a ti… que te quiere…

   Lo pasé mal, porque la luz de LuHan seguía llamándome, pero con la ayuda de KyungSoo, pude salir adelante, y descubrí que era a él a quien necesitaba y no a LuHan, porque este ya tenía a alguien que lo necesitaba, SeHun.




sábado, 20 de julio de 2013

After Dance {TaoHun}

2/8 After Dance {TaoHun}

   -Habéis trabajado muy duro hoy- oí decir al coreógrafo y supe que había llegado el momento de dejarse caer hasta el suelo y dar por fin las primeras muestras del agotamiento, tanto físico, como mental, que sufría en estos momentos- mañana seguiremos.

   Los que aún seguían de pie le hicieron una reverencia a nuestro coreógrafo y él recogió sus cosas, para largarse del edificio de la SM. En cuanto la puerta se cerró tras él, los demás se desparramaron por el suelo, siguiendo mi ejemplo, el de Chen y BaekHyun hyung. Noté cómo alguien se sentaba a mi lado y miré en aquella dirección, encontrándome con SeHun al hacerlo. Me dedicó una sonrisa cansada y luego echó su cabeza sobre mi hombro.

   -ZiZi- susurró y yo le sonreí, tocando su cabello, ahora de color arcoíris- estoy cansado.
   -Yo también…- murmuré. Eché mi cabeza sobre la suya y así nos quedamos, viendo cómo los demás refunfuñaban.

   Por mí, me hubiera quedado toda la vida con él de esa manera, pero manager hyung comenzó a levantarnos del suelo, uno por uno y a decir que nos ducháramos rápido que nos teníamos que ir a casa pronto porque al día siguiente comenzaba nuestro ComeBack. Yo estaba muy nervioso y los demás también lo estaban. Teníamos muchos ojos puestos en nosotros y las fans estaban más alocadas que nunca.

   Al final, manager hyung llegó hasta nosotros dos y bufamos antas de levantarnos del suelo. Recogimos nuestras cosas, tal y como estaban haciendo los demás y los seguimos a las duchas de la empresa. SeHun iba agarrado a mi brazo, probablemente en busca de apoyo, sus piernas sufrían mucho con este baile porque debía deslizarse por el suelo justo al final y las tenía llenas de heridas y moratones.

   Cuando llegamos a las duchas, estaban todas ocupadas por nuestros hyungs. Bueno, quedaba una libre, aunque claro, éramos dos personas. Lo miré y él me sonrió. De todas maneras, nunca le había importado que nos bañásemos juntos, de hecho, parecía que le gustaba hacerlo, como a mí.

   -¿Nos duchamos juntos?- propuse y él sonrió.
   -Será lo mejor- murmuró.

   Nos dirigimos hacia la ducha libre y nos desvestimos rápidamente para poder salir de allí y llegar a casa para descansar. SeHun entró primero, dejándome a la vista su trasero respingón y su pequeña cintura. Me relamí los labios y acabé por quitarme los boxers antes de entrar a la ducha y abrazarme posesivamente a él por la espalda.

   -ZiZi- susurró divertido.
   -Mmm…- apreté mi abrazo y lo noté reír.
   -Vamos… no tenemos mucho tiempo…- le di un beso en la nuca y sentí cómo se estremecía contra mi cuerpo, rozando con su trasero mi miembro y haciendo que este diera un pequeño tirón- ZiZi…
   -Solo un poquito…- contesté comenzando a besar su cuello dulcemente.
   -¿Y los demás?- jadeó.
   -No te preocupes- murmuré- no te preocupes por ellos…

   Comencé a besar su cuello, su hombro, chupando algunos lugares, como ese lunar tan sexy que tenía en su cuello. Intentaba no dejar marcas o me llevaría la bronca del siglo, pero era muy difícil. No podía resistirme a su piel. Mis manos comenzaron a viajar por sus costados, arriba y abajo, hasta que llegaron a sus caderas. Llevé mi mano un poco hacia delante y rocé su miembro, haciendo que gimiera sonoramente.

   -¿Qué ha sido eso?- se escuchó preguntar a KyungSoo hyung en una de las duchas y rápidamente SeHun se tapó la boca con las manos.
   -¿Qué ha sido qué?- preguntó esta vez Lay ge.
   -Lo que se ha escuchado- aclaró.
   -Yo no he escuchado nada- dijo XiuMin hyung.
   -Ha sido como un gemido- comentó Kai y ambos nos tensamos.
   -ChanYeol, deja de darle duro a BaekHyun mientras estemos todos juntos- gritó Chen divertido- haced cositas cuando estéis solos.
   -No he sido yo- se escuchó a BaekHyun.
   -Baek no gime así- dijo ChanYeol.
   -Oh, ahórranos eso, ChanYeol- contestó LuHan ge y casi pude ver como ponía cara de asco en donde estuviera.
   -¿Quién ha sido entonces?- preguntó KyungSoo hyung.
   -¿Queréis dejarlo ya?- se escuchó la grave voz de Kris ge y me apreté fuertemente a SeHun- da igual, quien haya sido que deje de hacer manitas y punto.
   -Recordar, chicos, que mañana tenemos ComeBack- dijo SuHo hyung.
   -Sí, umma- contestaron todos y nosotros nos unimos a la contestación para no levantar sospechas.

   Esperamos unos momentos más y escuchamos como todos seguían duchándose sin prestar atención a nada más que a ellos mismos. Suspiramos y por fin nos pudimos relajar.

   -ZiZi- susurró- es mejor que no hagamos nada…
   -¿Por qué?- pregunté pegándome más a su cuerpo, haciendo que la leve erección que tenía se frotara contra su trasero y jadeara.
   -Nos escucharán…
   -Solo intenta no gemir…
   -¿Y cómo voy a hacer eso?- preguntó y noté por su voz que estaba algo cabreado, seguramente frustrado.

   Volví a besar su cuello, escuchando sus leves suspiros y abrí el grifo de la ducha, para que el agua cayera y amortiguara un poco los ruidos que pudiéramos hacer. Llevé mi mano de nuevo a su entrepierna mientras me frotaba contra su trasero, haciéndome sentir así en el paraíso. Débiles gemidos salían de su boca al tocarlo y supe que se harían cada vez más fuertes a medida que empezara a llegar.

   Mordí su oreja y tracé un camino de besos por su mandíbula y por su mejilla, lamiendo su cicatriz. Él giró un poco su cabeza, intentando atrapar mis labios con los suyos, pero no llegaba bien. Hizo un pequeño puchero y yo le permití que se girara entre mis brazos. Respiró sobre mi boca antes de comenzar a besarme de una manera salvaje.

   Labios, lenguas y dientes se encontraron en aquel beso descontrolado. Noté sus manos sobre mi pelo, atrayéndome más a él, pegándome más contra su cuerpo. Nuestros miembros, ya erectos, entraron en contacto y ambos gemimos dentro del beso.

   Si el lugar estuviera en silencio podría ser perfectamente audible el sonido de succión de nuestras bocas y los gemidos que lanzábamos constantemente al aire. Daba gracias mentalmente por eso mientras intentaba no perder mi cabeza del todo en las caricias que SeHun me daba, ni en sus labios sobre los míos.

   Mis manos recorrían su cuerpo desesperadamente, hacía mucho tiempo que no podía sentirlo y aquello ya me estaba agobiando un poco. Bajé mis manos por su espalda a la vez que él se aferraba fuertemente a mi cuello y comenzaba a enredar sus dedos en mi cabello mientras el beso en el que nos habíamos enfrascado seguía teniendo lugar. Llegué a su trasero y le apreté un cachete, haciéndolo jadear en mi boca. Sentí cómo mi miembro daba un tirón mucho más fuerte de lo que lo había hecho antes y ya no pude más.

   En ese momento me dieron igual las palabras de SuHo hyung, yo solo quería metérsela a SeHun y que no pudiera caminar durante dos semanas.

   Él pareció notar lo ansioso que estaba y lo que quería hacerle. No parecía estar muy conforme con ello. Se separó de mí y me miró mordiéndose el labio inferior, como pensando en algo, calibrando lo que podían hacer y lo que no. Luego se lamió los labios de una forma completamente excitante y me acerqué a él, por inercia.

   -Intenta no ser brusco- susurró en mi oído y aquello me encendió aún más.

   Ataqué su pecho, besándolo y mordiéndolo, aprovechando que él no se quitaría la camiseta en ningún programa, mientras escuchaba sus gemidos y sentía sus manos en mi cabello, revolviéndolo todo. Seguí bajando, apoyándome en su cuerpo para no resbalar por culpa del agua que caía incesantemente sobre nosotros desde la alcachofa de la ducha hasta que acabé de rodillas en el suelo, con su miembro completamente erecto justo en frente de mi cara.

   Alcé mi mirada y lo descubrí sonrojado de una manera completamente adorable, mientras respiraba algo acelerado. Tragué saliva. Me incliné un poco hacia delante, abriéndole las piernas, hasta que mi lengua le dio un lametón a la punta de su miembro y todo su cuerpo tembló de placer. Volví a lamer, esta vez siguiendo una de las venas de abajo arriba, mirándolo intensamente, apartando las gotas de agua que caían a mis ojos parpadeando levemente.

   La reacción en su rostro no se hizo esperar. Sus ojos se pusieron en blanco, su boa se abrió y dejó escapar un gemido gutural, a la vez que sus mejillas se encendían aún más. En ese momento una sonrisa se extendió por mi rostro, una sonrisa de satisfacción.

   Apreté mi agarre sobre sus caderas y volví a buscar su miembro, pero esta vez no lo lamí, sino que lo introduje completamente en mi boca. Comencé a chupar, a morder, a presionar con mis labios con mis dientes. Sabía lo que le gustaba, lo que le hacía gemir y lo que le hacía perder el control, y se lo daba. Mi miembro dio otro tirón al escuchar uno de sus gemidos mientras sentía sus caderas ayudando al incesante movimiento de mi boca y de mi lengua y su pe, que no podría aguantar mucho más.

   Aparté una mano de sus caderas y la llevé a mi miembro. Necesitaba tocarme o explotaría, debía hacerlo. Gemí nada más mi mano entró en contacto con mi pene y paré de moverme unos segundos. Tenía que metérsela a SeHun… pronto.

   Le separé aún más sus piernas e introduje el primer dedo en su interior. Sentí su cuerpo tensarse y sonreí. Empecé a mover ese dedo dentro de él mientras una y otra vez torturaba su miembro con mi boca. No pasó mucho tiempo para que pudiera meter dos dedos holgadamente dentro de él. Noté como su cuerpo empezaba a anticiparse al orgasmo y succioné con mucha más ansia, unos momentos más y se corrió para mí.

   Tragué rápidamente y me saqué su miembro de mi boca. Las piernas le fallaron y lo sujetaba mientras me levantaba para que no cayera a la placa de la ducha. Lo puse de cara a la fría pared de azulejos rápidamente para aprovechar el estado de relajación en el que estaba su cuerpo e introducirme lentamente en él.

   Sentí cómo se tensaba, pero el orgasmo lo había dejado sin fuerzas. Empecé a besar su nuca, su espalda mientras iba empujando. Llevé mi mano a su miembro, ahora flácido, pero muy sensible y lo escuché jadear. Aproveché ese momento para hacer que mi miembro entrara completamente dentro de él.

   Lancé un gemido junto a su oreja. Las paredes me apretaban y aquello no podía ser más delicioso. Esperé unos momentos para moverme y comencé a recorrer el camino que hacían las gotas de agua por su espalda con mis besos. SeHun temblaba todavía. Pacientemente esperé a que él me diera la señal de que podía seguir y esta hizo acto de presencia cuando sus caderas comenzaron a moverse contra las mías.

   Lo agarré por las caderas de nuevo fuertemente y empecé a salir de una manera lenta, aunque apenas me moví. Lo escuché apretar los dientes y le giré la cara mientras detenía todo movimiento. Lo miré a los ojos unos segundos antes de besar sus labios de una manera suave, lenta y dulce. Una vez lo sentí entretenido con mi boca empecé a moverme de nuevo, me mordió la lengua, me mordió los labios, pero a mí no me importaba.

   El movimiento de caderas que había comenzado lento y suave, pronto dejó de serlo y me encontré entrando y saliendo rápidamente de él mientras nuestras bocas luchaban por mantenerse ocupadas y así no gemir demasiado fuerte y que los demás escucharan lo que en aquella ducha en la que estaban. Sin embargo, era demasiado incómodo.

   No lo pensé demasiado cuando ya estaba saliendo de SeHun y volteándolo para que quedara cara a mí. Le dediqué una sonrisa antes de volverlo a besar en los labios mientras hacía que sus piernas envolvieran mi cintura. En cuanto sentí estas a mi alrededor, lo coloqué contra la pared para poder tener sujeción y con la mano que no estaba sujetando firmemente, guie mi miembro de nuevo a su ano y me enterré en él.

   Seguí embistiendo de esta manera, llegando cada vez más lejos, hasta tocar aquel punto que lo volvía loco. Él gimió y antes de que el sonido se volviera más fuerte busqué su boca. El beso estaba desacompasado por culpa de las embestidas, pero a mí no me importaba, necesitaba sentir sus labios, su cuerpo. Su pene, erecto de nuevo se rozaba incesantemente contra nuestros estómagos, creando una fricción que acabaría por hacer que él volviera a correrse.

   Empecé a ir más rápido de lo que ya iba, entrando y saliendo prácticamente de su cuerpo, llevándonos a ambos al límite. Unos segundos después, nos corríamos a la vez, retirándonos de la boca ajena para poder disfrutar de aquella sensación. Salí de él, ya que los temblores de su cuerpo estaban haciendo estragos en mí y luego me dejé caer sobre él, aprovechando que la pared nos sujetaría. Mis piernas no me sujetaban y las suyas tampoco.

   Respirábamos fuertemente, nuestros corazones latían de manera acelerada y nuestros cuerpos estaban todavía más cansados que después de la intensa práctica. Intentamos recobrar la normalidad mientras el agua caía de manera incesante sobre nosotros. Comencé a darle pequeños besos a su cuello y él rió. La vibración de su cuerpo contra el mío fue perfecta.

   -No empieces- dijo apartándome de él, mirándome divertido- ¿eres insaciable o algo?
   -Sí- susurré- nunca estoy saciado de ti- me sonrió y luego me besó dulcemente en los labios.
   -Entonces aprovecharemos más a menudo cualquier momento a solas para saciarte- le correspondí el gesto y él me separó un poco- pero antes tenemos que ducharnos o todos sospecharán que algo va mal- hice un puchero, pero luego asentí, él tenía razón.
   -Está bien- contesté mientras él cogía el bote de gel- pero me debes un orgasmo.
   -Por poco tiempo…- lo escuché murmurar.







viernes, 19 de julio de 2013

Aroma


Aroma

            Entramos a aquella habitación de hotel que compartiríamos esa noche y cerramos la puerta tras nosotros. Pasaos unos minutos en silencio, escuchando cómo las puertas de las demás habitaciones en las que estaban los demás miembros del grupo se cerraban poco a poco, a la vez que las voces que se escuchaban en el pasillo eran amortiguadas o simplemente apagadas.

            Mi corazón latía rápidamente, con anticipación. En cuanto todo quedó en silencio, me atrevía a girarme hacia mi compañero de habitación, mi mejor amigo, y recientemente, mi novio. Él estaba de espaldas a mí, mirando por la ventana el paisaje que ofrecía la ciudad de Shanghai por la noche, un espectáculo precioso.

            Sonreí y me acerqué a él lentamente, intentando que no notara mi presencia, cosa casi imposible debido a su percepción. Finalmente llegué tras él. Sospeché que me dejó hacerlo, porque vi como a través del reflejo de la ventana me dedicó una sonrisa que yo le devolví. Lo abrace lentamente por la espalda y enterré mi rostro en su nuca.

            Aspiré su aroma dulce, pero a la vez ácido y lo noté estremecerse. Siempre pasaba aquello. Yo tenía una especie de obsesión con olerlo y él se estremecía siempre que lo hacía.

            Apreté mis brazos más fuerte a su alrededor y lo atraje contra mi cuerpo. Mi corazón latía a mil por hora y estaba seguro que él podía notarlo perfectamente. Pasamos así un tiempo, hasta que él comenzó a girarse lentamente para encararme. Colocó sus brazos alrededor de mi cuello y me dio un beso en la frente, aprovechando que yo era algunos centímetros más pequeño.

            -Me gusta estar así contigo- murmuró contra mi frente. Sus labios eran suaves- y adoro este pelo tuyo tan vistoso- sonreí mientras él comenzaba a enredar sus dedos en el cabello de los colores del arcoíris de mi nuca.
            -A mí también me gusta tu cabello- susurré- pareces un lobo- sentí otro beso sobre mi frente y sus manos bajando por mis brazos. Alcé un poco mi cabeza para buscar sus labios pero él se apartó.
            -No… no lo hagas…
            -Tao- protesté.
            -Si lo haces no podré contenerme.
            -Pero…- me volví a quejar y él sacudió su cabeza.
            -El otro día no sé de donde saqué fuerzas para no estamparte contra los azulejos de la ducha- dijo con voz suave. Mi cuerpo se estremeció al recordar aquellos primeros toques tímidos entre ambos mientras nos duchábamos, que fueron ganando intensidad. Si no hubiera sido por Kris, que nos interrumpió dando fuertes golpes en la puerta para que saliéramos, no sé qué hubiera podido pasar. Sin embargo todo aquello me gustó, me gustó mucho y quería volver a repetirlo.
            -Sé… que el otro día no era el momento más acertado…-comencé, llevando mis manos a su cuello y comenzando a rozarlo con mis dedos- pero ahora estamos solos… hay una cama… y no tenemos que preocuparnos por nada…
            -No- dijo tras bufar y alejarme un poco de él.
            -¿Por qué?-puse un puchero y di un pisotón en el suelo. Me estaba comportando como un niño pequeño, pero me daba lo mismo. Tao me miró intensamente y tuve que apartar mi mirada.
            -Hunnie… me gustaría poder seguir adelante… pero lo que viene ahora será algo doloroso para ti…- se mordió el labio inferior cuando yo me abracé de nuevo a él.
            -Me da igual- susurré.
            -Si lo hago no podrás bailar bien… te dolerá y no podrás hacer los movimientos- suspiré y el comenzó a tocar mi cabello de nuevo- Hunnie… no quiero que por mi culpa puedas sufrir y además, si las fans ven algo extraño, no tardarán en inventar cosas- al final me rendí y asentí.
            -Está bien- murmuré y su cuerpo se destensó- nada de meterla…

            Alcé mi cabeza y atrapé sus labios rápidamente, sin darle tiempo a reaccionar. Al principio se quedó estático, pero luego, empezó a corresponderme. Sus labios eran suaves, cálidos y su sabor, exquisito, exótico, excitante. No tardé mucho tiempo en comenzar a pasear mis manos por su cuerpo, tocando cada rincón que podía, hasta que llegué a su entrepierna. No fue más que un roce, pero él me apartó.

            -Hunnie…- volvió a advertir.
            -Solo un poquito…- di un paso adelante y él uno atrás.
            -Si empiezo no podré dar marcha atrás…
            -Yo no quiero dar marcha atrás…
            -Oh SeHun…- esta vez su tono fue más autoritario y me quedé quieto, mirándolo fijamente a los ojos. Estaba conteniéndose para no tocarme y hacerme suyo, dañándome en el proceso. Al final suspiré y me alejé de él.
            -Está bien, no haremos nada.
            -Gracias- Tao soltó todo el aire que había estado conteniendo y destensó su cuerpo.
            -Hoy solo dormiremos- me dirigí a la cama y me quité toda la ropa, sintiendo la mirada de mi novio sobre mí, para luego ponerme unos pantalones rotos que utilizaba como pijama en verano y tumbarme en la cama- por ahora… solo me conformaré con aspirar tu aroma y abrazarte- murmuré mientras él se quitaba su ropa y se metía en la cama, conmigo- pero en cuanto acabe el ComeBack te quiero solo para mí- él sonrió y yo no pude evitar devolverle mi sonrisa.
            -Te quiero- susurró y me dio un pequeño beso, después, se giró para echarse a dormir.
            -Yo también te quiero- respondí abrazándome a su espalda y aspirando su aroma.






jueves, 18 de julio de 2013

Ficha de Personajes EXO. Enemigos


Ficha de Personajes EXO. Enemigos


Henry Lau
Fecha de Nacimiento: 10-Octubre-1989
Lugar de Nacimiento: Toronto, Canadá.
Altura: 1,76cm.
Grupo Sanguíneo: AB
Habla con fluidez dos idiomas: Inglés y Mandarín, se defiende con el Cantonés, Coreano Conversacional, Japonés, algo de Francés y cosas básicas del Español.
Henry aprendió a tocar el violín a la edad de seis años
Especialidades: Violín, Piano, Breakdance, Batería, Ballet.
Apodos: Mochi, Violín Prince, Underwear Thief
Color Favorito: Blanco
Deporte Favorito: Tenis
Comida favorita: Lychee taiwanesa, dulces y chocolates.