Título: Foto en blanco y
negro
Pareja: Kray (Kris x Lay) y leve HunHan (SeHun x Lu Han)
(EXO)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance,
humor, drama
Número de palabras: 4.038 palabras
Resumen: YiXing es un muy buen bailarín y YiFan un fotógrafo en busca de inspiración.
Notas: comencé a escribir
este fic en el 2012, más o menos por el tiempo en el que salió la foto de la
portada porque me gustó muchísimo y me inspiró para empezar esta historia, sin
embargo, como siempre, a falta del final la dejé.
Comentario de autora: me he propuesto
acabar todos aquellos fics que se encuentran en mi baúl de los recuerdos y este
es uno de ellos (que no se note por las parejas que es uno de los primeros,
¿eh? Que no se note nada). Espero que os guste ^^
Mis ojos estaban cerrados mientras
mi cuerpo se movía al compás de la suave música que llenaba la sala de baile ya
vacía por ser tan tarde. Siempre ensayaba a altas horas de la noche debido a
que no tenía más tiempo libre para hacerlo en otro momento, por las mañanas iba
a las clases de la universidad y por las tardes ayudaba en el café de la
familia que me había acogido en su casa para pagarles con mi trabajo su hospitalidad.
Sin embargo, tampoco podría ensayar tan tarde si no fuera por mi amistad con el
hijo del dueño del local.
Gracias a Lu Han y a JongDae me
podía permitir la vida en una ciudad tan cara como Seúl y me haría falta una
vida muy larga para poder pagarles por todo lo que me habían ayudado desde que
llegué a la ciudad, un par de años atrás.
Seguí moviéndome, sintiendo la
música hasta lo más profundo de mi ser, haciendo los movimientos sin ser
consciente de ello. Siempre había sido así, desde que era pequeño.
Me encantaba la música y bailar,
sobretodo bailar.
Hice un giro, y en ese momento, la
música fue perturbada por el sonido de un ligero “click”. Abrí mis ojos rápidamente en busca de lo que había
provocado aquel ruido y me encontré con un chico muy alto en el umbral de la
puerta, sujetando una cámara de fotos profesional. Mi corazón comenzó a latir
rápidamente, mis mejillas se tiñeron de rojo y mis ojos se abrieron de par en
par, a la vez que el chico apartaba la cámara de su rostro y esbozaba una
sonrisa tímida.
—Lo
siento —murmuró—,
no quería perturbar tu baile.
—¿Quién
eres? —pregunté intentando
recomponerme, cruzando mis brazos y poniendo una expresión seria.
—Oh…
sí… perdón por no presentarme —dijo él, y llevó
una de sus manos a su cabello para despeinarlo, algo avergonzado—.
Mi nombre es Wu YiFan —se acercó lentamente
a mí hasta estar a un par de pasos y rebuscó algo en el bolsillo de su chaqueta
de cuero negra—. ah, toma —sacó
una tarjeta y me la entregó.
Alcé la mano para cogerla y nuestros
dedos se tocaron por una décima de segundo antes de que yo apartara la mía y
mirara con detenimiento la tarjeta.
—Kris,
fotógrafo de la Agencia M —leí y alcé la vista
hacia él—. ¿No te llamabas Wu
YiFan? —pregunté alzando
una ceja.
—Kris
es mi nombre para la Agencia —contestó y yo volví
a mirar la tarjeta. Tenía un teléfono de contacto y también un e-mail.
—¿Por
qué estás aquí y cómo has entrado? —pregunté.
No sabía cómo podía haber entrado a
este lugar, si yo lo había cerrado todo con llave. Además, me daba igual que me
acabara de entregar una tarjetita que pudiera que era fotógrafo profesional, me
había hecho una foto a traición y era una persona desconocida, no sabía qué
intenciones podía tener conmigo. Puede que estuviera bastante delgado y fuera
un tirillas, pero tenía pinta de tener algo de fuerza.
—Con
llave —dijo sacando del
bolsillo de su pantalón unas cuantas llaves enganchadas a un llavero de un
micrófono y que reconocí como el de mi amigo JongDae.
—¿Conoces
a JongDae? —pregunté y él
asintió.
—Sí,
aunque él prefiere que le diga Chen-Chen, cosa que nunca hago —contestó
y yo esbocé una pequeña sonrisa. Si JongDae le había dicho aquello es que lo conocía
bastante y confiaba en él—. Ah… y… bueno… el
motivo por el que estoy aquí es porque él me recomendó que viniera esta noche a
la sala —lo miré sin
comprender y se intentó explicar mejor—.
Yo… necesitaba algo de inspiración para hacer una fotografía increíble que me
diera la oportunidad de entrar en un concurso, así que, le hice caso y vine —sonrió
levemente—, y me encontré
contigo. Siento haberte molestado —se
inclinó un poco—, ya tengo lo que
necesitaba —el chico se giró y
comenzó a andar hacia la puerta, pero algo en mi interior no quería que se
fuera, así que lo detuve.
—Me
echaste una foto, ¿no? —dije y él se volvió
hacia mí. Con una tímida sonrisa en su rostro asintió—.
Me gustaría verla.
—Te
puedo llamar cuando la tenga revelada y quedamos —contestó—.
Esto… ¿tu nombre era…? —en ese momento caí
en que ni siquiera me había presentado, sólo le había hecho preguntas a aquel
chico.
—Zhang
YiXing —me presenté
mientras él avanzaba hacia mí, tendiéndome su teléfono móvil.
—¿Te
importaría apuntarme tu número, YiXing? —dijo
y yo lo tomé entre mis manos para escribir mi número y guardarlo en la memoria
del teléfono—. Gracias.
Cogió el móvil y luego se giró de
nuevo hacia la puerta, echando a andar hacia ella y despidiéndose con un gesto
de su mano, dejándome de nuevo solo en aquella sala de baile. Durante unos
momentos me quedé mirando la puerta por la que aquel chico se había ido, pero
después, volví a lo que hacía antes de ser interrumpido: bailar.
∞
—Eres
un maldito cretino —le dije a mi amigo
agarrándolo con mi brazo por el cuello y apretando un poco, pero sin llegar a
hacerle daño.
—¿De
qué te quejas? —preguntó soltándose
y mirándome pícaro—. Ahora tienes la fotografía
que ansiabas y encima has conocido al chico más encantador del mundo —sonrió—.
Tío, en una noche lo has conseguido todo.
—Pues
a mí no me pareció tan encantador —le
comenté, recordando como aquel chico me miraba.
Sinceramente, cuando lo había
conocido no me había parecido para nada “encantador”, sino todo lo contrario. Había
sido bastante brusco y había estado a la defensiva en todo momento conmigo. Vale
que hubiera entrado al lugar en el que estaba bailando y le hubiera hecho una
foto sin pedirle permiso, pero tampoco era para que me mirara de aquella forma.
—Eso
es que Xing-Xing es muy tímido al principio —dijo
y me dio una palmadita en la espalda. Puse mala cara por aquello porque JongDae
llegaba a ser muy sobón y no me gustaba del todo que me tocaran a todas horas y
en todo momento.
—Si
tú lo dices… —murmuré, no muy convencido—. Espero
que cuando lo vea la próxima vez sea un poco más “encantador”.
—¿Lo
vas a ver otra vez? —asentí—.
¿Habéis quedado? —negué.
—Todavía
no… cuando…
—Un
momento… ¿te dio su número? —preguntó y yo
asentí, en ese momento comenzó a reírse como si le fuera a dar un ataque.
—¿Qué
haces? —pregunté
apartándome de él un poco.
Estábamos sentados en el banco de un
parque y todas las personas que pasaban por allí nos miraban raro, bueno, a mí
me miraban raro porque estaba con aquel loco que acaparaba casi todas las
miradas.
—Es
que me parece que ahí va a surgir una bonita relación —dijo
cómo si fuera omnipotente y lo supiera todo.
—No
digas tonterías Kim JongDae —dije, intentando
negar lo evidente, y lo evidente era que al ver a ese chico bailar mi corazón
se había acelerado como nunca lo había hecho en la vida.
—Tus
mofletes colorados no dicen lo mismo… —murmuró
y yo llevé las manos a mis mejillas, no notándolas para nada calientes,
entonces suspiré y vi como a mi lado, él se volvía a reír como un loco.
—Si
es que cuando digo que eres un troll de primera, es porque lo eres… —dije
negando con la cabeza, ante mi estupidez por haber caído en aquello.
—Bueno,
dejemos eso —contestó—.
¿Cuándo lo vas a llamar?
—Cuando
revele la foto que le tomé —dije sin entrar en
más detalles para que no me pudiera tomar más el pelo.
—¿Y
a qué esperas para ponerte manos a la obra y revelarla? —preguntó,
levantándose del banco como una exhalación—.
Vamos, levanta ese culo plano del banco y vamos a tu cuarto oscuro —una
mujer que pasaba por allí junto con un niño pequeño nos miró asustada y cogió
al niño de la mano para salir corriendo de nuestro lado. Miré mal a mi amigo y
éste se encogió de hombros—. Que no se hubiera
puesto a escuchar conversaciones ajenas.
∞
—¿Lu
Han? —llamé a mi amigo intentando captar su
atención, pero éste tenía sus cinco sentidos puestos en el muchacho que acababa
de entrar por la puerta de la cafetería de sus padres—.
¿Me estás escuchando, Lu Han? —dije pasando mi
mano por delante de su cara, sin obtener reacción alguna por su parte, así que
utilicé mi última carta—. ¿Sabes? A lo mejor
me declaro al muchacho este que viene siempre y pide un Bubble Tea —dije
poniendo un dedo en mis labios de forma pensativa.
—Ni
se te ocurra —dijo saliendo por
fin de su embobamiento—. Ese tipo es MÍO —suspiré.
—Hasta
que por fin me haces caso… —comenté y vi cómo
volvía a girar su rostro hacia el chico—.
¡Lu Han! —él se giró de nuevo
hacia mí—. Préstame atención
aunque sean unos segundos.
—Sí…
si yo te presto atención… —eso fue lo que
dijo, pero sus ojos buscaron el cuerpo del chico del Bubble Tea.
—No
tienes remedio… —lo agarré de la
camisa del uniforme y lo llevé hasta las escaleras que llevaban hasta la planta
superior, donde estaba su casa, y la mía, ya que me había permitido quedarme
allí.
—¿Qué
haces? —intentó zafarse de
mi agarre, pero lo apreté más fuertemente—.
Vale, YiXing… me estás asustando —hizo
un puchero con sus labios a la vez que me miraba poniendo ojitos—.
No me violes, ¿vale?
—No
quiero violarte —lo solté cómo si
quemara—, quiero que me
escuches y dejes de mirar a aquel tipo.
—Ok,
habla, te escucho —dijo, centrándose por fin en mí.
—Anoche
cuando estaba bailando, apareció un chico que parece ser amigo de JongDae y me
echó una foto —conté.
—Pervertido
—murmuró él, pero no le hice caso.
—Necesitaba
una foto para presentarse a un concurso de no sé qué y JongDae le dijo que allí
encontraría algo que fotografiar… por lo que por eso hizo la foto.
—Ah…
pero yo sigo diciendo que es un pervertido.
—Bueno, lo que tú digas —murmuré—.
El caso es que yo quería ver la foto, así que, cuando la tenga revelada me va a
llamar y vamos a quedar…
—Esto
me huele a boda… —dijo y yo le di un
golpe en la nuca.
—No
digas tonterías —fue lo que le
contesté, saliendo de allí y yendo a la mesa en donde esperaba el chico del
Bubble Tea, junto con otro chico de piel morena, a que se le tomara su pedido,
pero la verdad, era que mi corazón comenzó a latir fuerte cuando lo escuché
decir aquello. ¿Qué me pasaba?
∞
Había pasado una semana desde que me
había encontrado con aquel chico, YiXing, bailando en la sala y ahora, después
de haber terminado todo lo que tenía por medio, por fin había comenzado a
revelar la foto que le tomé. Saqué el papel del líquido con unas pinzas
delicadamente y luego lo llevé hacia el tendedero improvisado que tenía en
aquella habitación para secar las fotografías. Cuando la dejé bien sujeta con
una pinza de la ropa apagué la luz roja desde el interruptor de la puerta y
salí por esta, intentando que entrara la menor cantidad de luz posible.
Al entrar en el salón me llevé un
susto de muerte cuando vi tumbado en mi sofá a JongDae, ya que ni lo había oído
llegar, ni antes estaba en ese lugar. Fui hacia él frunciendo mi ceño, visiblemente
molesto.
—Tú
quieres matarme, ¿no? —le dije.
—No,
hyung, sólo pasaba a visitarte —contestó como si
nada cogiendo el mando de la tele y cambiando a otro canal.
—Las
visitas que no avisan antes de venir, no son bien recibidas —murmuré
entre dientes y él sonrió, dándole al botón del contestador, que estaba
parpadeando.
—“Tiene un mensaje nuevo” —dijo
la voz de la máquina—. “Hola, soy Kris, si no te contesto al
teléfono es que no estoy en casa, si es urgente, llámame al móvil” —me
escuché decir—. “Deje su mensaje después de la señal” —volvió
a hablar la máquina y un pitido desagradable salió de ella, antes de dejarme
escuchar la voz de JongDae—: “Tío, me aburro, voy para tu casa” —lo
miré con mala hostia—. “No tiene más mensajes nuevos” —dijo
de nuevo la máquina y yo me senté resoplando en el sofá a su lado.
—¿Ves
cómo había avisado? —se recochineó
encima.
—¿Tú
no tienes otra cosa qué hacer aparte de molestarme? —pregunté.
—No
mucho, la verdad.
∞
Mi teléfono móvil comenzó a sonar y
le hice una señal a Lu Han para que me cubriera mientras yo iba a contestar,
pero éste estaba más pendiente del chico del Bubble Tea, y de su moreno
acompañante, que de cualquier otra cosa que sucediese en el local. Mientras que
aquel muchacho se encontrara en la cafetería esta podía salir ardiendo que mi
amigo no se daría cuenta de absolutamente nada.
—¿Sí?
—pregunté al descolgar.
—Hola…
esto… ¿YiXing? —preguntó una voz
grave que se me hizo familiar al otro lado de la línea.
—Sí,
¿quién es?
—Ah…
soy Wu YiFan… o Kris… el chico de la foto… —se
explicó él, pero yo ya no necesitaba más explicación y una sonrisa se extendió
por mi rostro.
—“Me ha llamado” —pensé—.
Sí, se quién eres…te recuerdo… —fue lo que dije,
sin embargo.
—Bueno,
pues… sólo quería decirte que ya revelé la foto… y como querías verla, pues… te
llamé.
—Oh…
genial… —no salió otra cosa
de mis labios por más que lo intentara. Estaba muy nervioso y el móvil hacía
equilibrios y en mi sudorosa mano, prometiendo una desastrosa caída si no lo
sujetaba con firmeza.
—¿Cuándo
te viene bien quedar para ver la foto? —preguntó
rápidamente, como si él también estuviera terriblemente nervioso.
—Pues…
por las mañanas estoy en la facultad… y por las tardes trabajo en una
cafetería… —puse un dedo en mis
labios, pensando—. Los domingos son
los únicos días libres que tengo pero esta semana lo tengo pillado para hacer
un trabajo para clase… —seguí contándole mi
vida casi sin darme cuenta—. ¿Te importaría
venir un rato a mi trabajo una tarde que puedas? —pregunté.
—No,
en absoluto —dijo él.
—Bien…
entonces… ¿cuándo…?
—Hoy
estoy algo liado —murmuró—.
Mañana estoy libre.
—Genial,
¿tienes papel y boli cerca? —pregunté.
—Un
momento —lo oí hacer un poco
de ruido por el lugar—. Ya.
—Apunta,
que te digo la dirección —y comencé a darle
todo lo que necesitaba para llegar hasta el café—.
Te espero aquí mañana —dije al acabar.
—Allí
nos vemos —se despidió y yo
colgué con mi corazón latiendo a mil por hora.
∞
Colgué el teléfono y suspiré. No
había sido para tanto al final, pero el haber estado dos horas decidiéndome si
llamarlo o no, había hecho mella en mí. Me dejé caer sobre el sofá y me tendí
cuan largo era, tirando las zapatillas de andar por casa a algún lugar, sin
importarme donde cayeran. Estaba más preocupado con otras cosas.
Iba a verlo al día siguiente, y
aquello, extrañamente, me ponía feliz. Una pequeña sonrisa asomó en mis labios,
pero la quité inmediatamente al darme cuenta de que no estaba solo en mi
apartamento.
—¿Cómo
coño entras a mi apartamento sin que yo te abra? —le
pregunté a JongDae incorporándome del sofá y mirándolo mal.
Siempre pasaba lo mismo, sin que yo
le abriera la puerta él entraba a mi apartamento y cuando me lo encontraba, me
llevaba unos sustos que cualquier día me mataba allí mismo de un infarto.
—Pues
por la puerta —contestó—.
No voy a entrar por la ventana.
—¿Cómo? —volví a
preguntar.
—Me sé tu código.
—Imposible
—dije sin poder creérmelo, acercándome
a él para ver si mentía o no, pero no había duda, si entraba allí era porque
tenía que saberse la contraseña del piso—.
¿Cómo? —pregunté y él se
encogió de hombros—. Yo nunca te he
dicho mi pin —JongDae sonrió de
lado, de una manera que no me hizo presagiar nada bueno.
—Tú
no me lo has dicho —contestó—,
pero eres demasiado obvio, Wu YiFan. La fecha de tu cumpleaños no es un buen
código para guardar tu piso.
—Cualquier día apareces en la acera
sobre un charco de sangre —amenacé, medio en broma, medio en serio.
—No creo que lo hagas —comentó—. Sabes
que eres demasiado cool para ir a la cárcel —y lo peor era que tenía razón en
aquello.
—Siempre puedo hacer como si te
hubieras suicidado —sonreí y él me devolvió la sonrisa, pero luego abrió la
boca para decirme algo más, aunque su respuesta quedó cortada por el sonido de
su teléfono móvil.
—Ahora seguimos —murmuró antes de
contestar—. ¿Sucede algo, NiNi?
JongDae se alejó de mí mientras
hablaba por teléfono con su hermano menor y yo utilicé aquellos momentos de paz
y tranquilidad antes de que regresara a darme la lata para pensar. Lo único que
había en mi cabeza aquellos momentos era que volvería a ver a YiXing y mi
corazón no paraba de latir rápidamente solo por el pensamiento. Al principio me
había parecido alguien realmente borde, pero después, tras entender que se
podía haber sentido un poco violento por mi llegada me sentí algo mal, y ahora,
tras haber revelado la foto que le había tomado, no hacía más que pensar en él
de una forma en la que llevaba mucho tiempo sin pensar en nadie.
Tomé la fotografía que se encontraba
sobre la mesa y observé el perfil del bailarín en blanco y negro mientras
realizaba un movimiento preciso y precioso. YiXing era precioso y desprendía un
aura agradable incluso desde aquella fotografía.
Sonreí. No podía esperar hasta que
fuera mañana.
∞
Llevaba todo el día nervioso y
estaba mucho más patoso de lo que era habitual en mí, pero no podía evitarlo.
Wu YiFan… o Kris… iba a venir a la cafetería aquella tarde y eso me hacía
comportarme de aquella forma. No lo entendía del todo, no entendía cómo podía estar
así solo por aquello cuando solo lo había visto una vez, pero intuía qué era. El
chico era guapo, muy guapo, y me había llamado mucho la atención.
—¿Qué te pasa hoy, Xing? —escuché
que me preguntaba Lu Han y me giré hacia él—. Estás mucho más distraído de lo
normal.
—Y me lo dice el
que no puede ver a nadie más cada vez que entra el chico del Bubble Tea —repliqué,
haciendo que mi amigo bufara—. No me pasa nada —contesté luego—, solo estoy nervioso
porque va a venir YiFan a enseñarme la foto que me tomó hace un par de semanas.
—¿El pervertido? —preguntó él,
pasando un trapo por la barra.
—No es un pervertido…
—Bueno, no lo conoces, así que
quizás sí lo es —dijo con una maquiavélica sonrisa en su rostro de niño bueno.
—Es amigo de JongDae así que…
—Peor me lo pones —rió—. JongDae es
de todo menos santo.
—¿Y qué dices que soy entonces?
La voz de JongDae se hizo escuchar
de repente al otro lado de la barra, asustándonos a ambos y haciendo que
diéramos un saltito en nuestros sitios antes de girarnos hacia él y verlo con
una sonrisa gatuna en su rostro.
—Eres el mismísimo demonio —contestó
Lu Han, todavía con una mano puesta sobre su pecho.
—Sabes que no, que aquí el único
Luficer que hay eres tú —dijo, y luego se giró hacia mí—. Xing, te traigo a tu
cita.
—¿Mi cita? —pregunté sin entender y
mi amigo me señaló detrás de él, lugar en el que pude ver a la persona a la que
estaba esperando.
—¡JongDae! —repliqué, avergonzado,
pero aquello solo hizo que él riera más fuerte, acompañado de Lu Han.
Puse mis ojos en blanco y les
recordé a aquellos dos demonios que cuidaran bien del lugar antes de dirigirme
hacia el chico que aún se encontraba en la puerta del establecimiento.
—Buenas —me saludó cuando llegué a
su lado.
—Hola —respondí—. ¿Nos sentamos por
aquí? —él asintió. Lo guié hasta una de las mesas y cuando él se sentó le dije—:
¿Qué quieres de tomar?
—Por ahora nada —murmuró—. Siéntate —me
tomó de la muñeca suavemente con una de sus grandes manos e hizo que me sentase
en la mesa.
—Si quieres algo no dudes en
pedírmelo, ¿eh? —dije y él asintió de nuevo, esbozando una sonrisa. Un silencio
algo incómodo se instaló entre nosotros y tuve que agregar—: ¿Has traído la
foto?
—Oh… sí… claro —murmuró él
nerviosamente, comenzando a rebuscar en la cartera que llevaba—. La foto… la
foto… —pareció encontrarla y me miró, esbozando una sonrisa tímida antes de
entregarme un sobre—. Ábrelo.
Agradeciéndole con una sonrisa
también abrí lentamente el sobre para no estropearlo y saqué la foto que allí
se encontraba. Mis ojos casi se me salen de las cuencas al verme allí retratado
de aquella manera tan magistral. Ni siquiera parecía yo, parecía otra persona
completamente distinta la que me devolvía la mirada desde la fotografía, aunque
llevaba mis ropas y mi pelo y no podía ser nadie más que yo.
—Wow —murmuré. Me había quedado sin
palabras.
—La voy a presentar a un concurso de
fotografía que hay a finales de este mes —contó YiFan.
—Es preciosa.
—Todo gracias al modelo —respondió
con una sonrisa encantadora.
—Bueno… pues si ganas el concurso esperaré
que me invites a salir como compensación —dije rápidamente y, enseguida me
arrepentí de mis palabras, pero cuando miré a YiFan él sonreía de oreja a oreja
y aquella expresión lo hacía parecer mucho más guapo.
—Eso ni lo dudes.
Dos meses después…
La música resonaba en las paredes
llenas de espejos de la sala de baile mientras me movía al ritmo que esta
marcaba, dejándome llevar con ella y sin prestar atención a nada más. Estaba concentrado
en aquello, pero mi concentración se desvaneció cuando mi teléfono móvil
comenzó a vibrar incesantemente dentro del bolsillo de mi pantalón y tuve que
parar para cogerlo. Ni siquiera miré el nombre en la pantalla antes de
contestar.
—¿Sí?
—¿Estás libre este domingo? —dijo
una voz grave al otro lado de la línea, una voz que hizo que mi corazón
comenzara a ir mucho más rápido de lo que ya lo hacía.
—Sí… —murmuré—. ¿Por qué?
Nunca había quedado con YiFan
después de la vez en la que me había enseñado la fotografía y las pocas veces
que nos habíamos visto en los anteriores meses había sido porque él se había
pasado por el café, así que me extrañaba que me llamara para decirme algo como
aquello.
—Me dijiste que tenía que invitarte
a salir si ganaba el primer premio con tu foto… —contestó—, así que aquí me
tienes —me quedé callado durante quizás demasiado tiempo, por lo que él agregó—.
¿Quieres salir conmigo, Zhang YiXing?
—Sí.
Notas finales: ¡¡¡y por fin lo
termino!!! Creía que nunca llegaría este día. Espero que os haya gustado esta
historieta aunque no sea demasiado buena.
Mira, tu haz un Kray y me tienes ahí como una campeona leyendo como tonta jajaja. Sea malo, sea bueno, un Kray es un Kray :v
ResponderEliminarY me ha gustado, la verdad es que me hubiese gustado que se desarrollara un poco más la historia entre los dos, pero bueno, para explicar de lo que iba el tema se entiende todo super bien :D
Pero no puedo ir haciendo birrias, se supone que he mejorado escribiendo y eso se tiene que notar en lo que haga, no puedo volver a mis inicios ;;____;;
EliminarLo sé... esto es algo que tengo que cambiar, no voy a dejarlo estar. Voy a escribir mejor próximamente. Lo juro.
AAAAAAALSÑDKVJKHGKLSFÑ.
ResponderEliminarYifan debería de hacerle todas las fotos que quiera ( ͡° ͜ʖ ͡°) (?)
Me pones tonta cuando escribes Kray, shoro, asdlldldkfjkklgll
Saludos! <3
Todas las que quiera y más *O* Porque YiXing es demasiado bonito <3
EliminarEl Kray es muuuuuy bonito <3
Saludos ^^