Capítulo
9
Beauxbatons,
Durmstrang y Hogwarts
JongIn se despertó por la mañana escuchando
demasiado ajetreo dentro de su camarote. Todavía en la subconsciencia de su
sueño, el chico podía oír algunas voces que intentaban hablar lo más bajo
posible para no despertarlo, pero poco a poco, el chico que dormía sobre la
cama lo fue haciendo hasta que abrió sus ojos del todo. Girándose en la cama y
con los ojos abiertos, JongIn descubrió que lo que lo había despertado era
JunMyeon, moviendo un baúl y hablando con Wendy, que se encontraba también en
la habitación. El chico se incorporó de la cama, sin entender nada de lo que
estaba pasando, pidiéndoles a ambos una explicación con su mirada, aunque Wendy
se fue en cuanto vio su torso desnudo y solo quedó JunMyeon para explicarle lo
que sucedía.
—Lamento haberte despertado —comentó
el chico de Ravenclaw, subiéndose sus gafas por el puente de la nariz—. No era
mi intención.
—¿Qué haces aquí, JunMyeon? —cuestionó
con voz ronca JongIn sin dar rodeos. Quería una respuesta.
—Oh… pues… bueno… —empezó el otro,
balbuceando en cada sílaba hasta que cogió aire y lo dijo todo seguido—. TaeMin
habló conmigo y me pidió que le cambiara la habitación, por lo que ahora él
está con JinKi en la mía y yo me vengo aquí contigo a hacerte compañía.
—¿Qué? —casi gritó JongIn al
escuchar aquella noticia.
TaeMin estaba tan cabreado con él
que ni siquiera quería dormir en su misma habitación. Eso hizo que JongIn se
pusiera bastante triste porque su relación iba de mal en peor y aquello no
podía ser, tenía que arreglarlo todo lo más pronto posible. Sin embargo, TaeMin
no quería hablar con él, así que se había cambiado de camarote para que él no
pudiera molestarlo con aquello. El chico suspiró y se dejó caer contra la
almohada, haciendo que JunMyeon se preocupara y se acercara a él para ver cómo
se encontraba tras sus palabras.
—JongIn… no sé qué es exactamente lo
que habrá pasado entre vosotros, pero seguro que si le das tiempo para asimilar
las cosas, él mismo volverá a ti para que habléis y lo aclaréis todo —dijo,
acariciando su brazo—, así que no te preocupes mucho por él.
—Espero que tengas razón… —murmuró
el chico, aunque sabía que por la personalidad de su amigo algo así sería
bastante imposible, aun así, no quería perder la esperanza de que algún día lo
dejara explicarse y pudieran volver a ser amigos como antes.
—Y si estás preocupado por la
Segunda Prueba del Torneo —comentó JunMyeon—. ¿Quién mejor que yo para ayudarte
a prepararte? —el chico de las gafas le sonrió y JongIn no pudo hacer otra cosa
más que devolvérsela, agradeciendo que estuviera haciendo aquellas cosas por
ellos aunque solo se conocían desde hacía unos pocos meses porque el de
Ravenclaw estaba en su último año de Hogwarts y ellos aún se encontraban en
sexto, además de pertenecer a Casas diferentes.
—Muchas gracias, JunMyeon… por todo —murmuró
y la sonrisa del otro se ensanchó.
—No hace falta que me las des —contestó.
Durante unos segundos estuvieron en silencio, solo sonriendo, hasta que se
escuchó una voz femenina desde fuera.
—¿Está ya vestido JongIn para que
pueda pasar ahí dentro? —cuestionó Wendy, haciéndolos reís a ambos.
—Un momento —contestó JongIn antes de
salir de la cama y vestirse con el uniforme de su Casa.
★★★
JongIn se encontraba desayunando en
el comedor de Durmstrang cuando de repente, Wendy llegó corriendo y se sentó a
su lado, con un nuevo número de la revista Corazón
de Bruja en sus manos. El chico supo sin que ella dijera una palabra que
volvía a tener un artículo de un montón de páginas dedicadas a él y a sus
posibles relaciones sentimentales con medio mundo. A JongIn, cada vez que algo
así sucedía, le entraban unas ganas enormes de usar por primera vez en su vida
la maldición imperdonable avada kedavra con
el periodista entrometido que no tenía nada que hacer más que entrar en los
terrenos de Durmstrang en busca de exclusivas inventadas.
—¿Qué es esta vez? —preguntó,
mirando a la chica.
Ella no le contestó, simplemente le
enseñó la foto de portada, en la que aparecían él y SeulGi, en el momento en el
que ella le daba un beso en la mejilla, junto con un titular que decía: “Kim
JongIn engatusa a una pobre chica de Beauxbatons para tapar su escándalo con
ZiTao, el campeón de Durmstrang”. Aquello había sucedido solo hacía una semana
y dentro del comedor del Instituto, así que JongIn se puso en tensión porque el
tal Byun BaekHyun también se había adentrado en el castillo.
—Ahora hay un artículo que dice que
has comenzado a salir con esta chica para tapar que eres gay y en realidad
estás con ZiTao —le dijo Wendy—. Hay al menos unas veinte páginas sobre eso,
además de varias fotos del baile en las que salís en el centro de la pista,
hablando o bailando muy acaramelados.
—¿Tus compañeras de curso me harán
algo si me cargo al tipo este? —preguntó el chico, un poco harto de todo
aquello.
—Probablemente, así que no te lo
recomiendo —contestó ella con una sonrisa—. Solamente tienes que aguantar esto
hasta que acabe el curso, después se olvidará de ti porque ya no serás uno de
los participantes del Torneo.
—Hay dos campeones más, ¿por qué no
los molesta con sus chorradas a ellos también? —dijo, cruzándose de brazos y
bufando, haciendo reír a Wendy.
—Porque el chico de Beauxbatons es
muy serio y porque a ZiTao ya lo molestan cuando hablan de ti —respondió.
—Si yo ni siquiera tenía que estar
aquí aguantando esto, fue TaeMin quien me presentó, yo no quería —JongIn hizo
un puchero—. Solo quería hacer mi sexto curso en Hogwarts de una forma normal y
corriente.
—Bueno, las cosas casi nunca salen
como se desean —dijo Wendy.
En ese momento, un montón de
lechuzas entraron al comedor para entregar el correo a los alumnos. JongIn miró
al techo, para ver aquel espectáculo, sin esperar que ningún paquete cayera
frente a él porque no le había mandado ninguna lechuza a sus padres después de
recibir su carta. Sin embargo, un pájaro que conocía perfectamente se posó
frente a él, con una carta en su pico, sorprendiéndolo. Se trataba de MinHyuk,
la mascota de Krystal, así que el chico rápidamente alzó su mano y le quitó la
carta. La lechuza de plumas oscuras inclinó su cabeza, con los ojos muy abiertos
y JongIn la acarició un poco.
—Buen chico, MinHyuk —dijo—. Ve al
barco con TaeMin, él te dará chucherías como agradecimiento —la lechuza graznó
y luego emprendió el vuelo de nuevo.
—¡Qué cuco! —exclamó Wendy—. ¿De
quién es?
—Es la lechuza de mi amiga Krystal —le
respondió—. En todo el tiempo que llevamos aquí no me había mandado ninguna
carta.
—Igual es algo importante, ábrela —JongIn
asintió y rompió el sello de la carta para abrirla y poder leer su contenido.
Al
imbécil de Kim JongIn,
Eres un
idiota rematado, insensible y mal amigo. Te vas a la otra punta del mundo y ni
siquiera te acuerdas de que tienes una amiga en Hogwarts que está preocupada
por ti y que solo sabe que estás bien a través de El Profeta y de tus líos
amorosos por Corazón de Bruja.
Taem me
ha contado lo que ha pasado entre vosotros dos y el motivo, también me ha
preguntado si yo sabía algo sobre lo de que eras gay y tal y le dije que no. Te
has callado mucho tiempo ese pequeño detallito, al igual que otros que los dos
hemos ido dejando pasar, pero al contrario del cabezota Lee TaeMin yo quiero
saber el por qué no nos habías contado nada a pesar de que somos tus amigos.
¡Así que
ya estás mandándome de vuelta a MinHyuk con una respuesta para que te perdone o
cuando vuelvas no te dirigiré la palabra nunca más!
Krystal
JongIn terminó de leer la carta con
una sonrisa en su rostro. Se tenía que haber imaginado que algo así sucedería,
pero no se había acordado de ello. El chico suspiró y miró hacia su derecha,
donde se encontró a Wendy con una expresión extraña mientras leía la carta por
encima de su hombro. Rápidamente, JongIn dobló el folio para que no pudiera
seguir leyendo, pero ya era tarde, la chica había visto el segundo párrafo.
—Wendy yo… —comenzó, pero no pudo
decir nada más porque en ese mismo instante llegó JunMyeon, dándole un beso en
la mejilla a la chica y sonriéndoles a ambos.
—Buenos días, madrugadores —los
saludó y, tras ver sus caras, se preocupó—. ¿Ha pasado algo? —JongIn
rápidamente señaló la revista que se encontraba sobre la mesa para que el
recién llegado no se enterase de lo que acababa de ocurrir—. Oh, ¿otro
artículo? No te preocupes, JongIn, ya se cansará —y diciendo esto, se sentó en
la mesa para comenzar a desayunar.
JongIn aprovechó que no les estaba
prestando ninguna atención en ese momento para decirle a Wendy con la mirada
que debían de hablar con ello y que por nada del mundo, podía contarle lo que
había leído en la carta a nadie, ni siquiera a JunMyeon.
★★★
El representante de Hogwarts en el
Torneo de los Tres Magos se encontraba en su habitación, escribiéndole la carta
que debía enviarle a Krystal como respuesta. A su alrededor se encontraban
diversos papeles arrugados que había desechado porque no le acababan de
convencer. Tenía que darle a la chica una explicación coherente sobre el por
qué no les había dicho nada a ambos sobre su homosexualidad a pesar de ser los
mejores amigos y también tenía que contarle cosas de su pasado que tampoco le
había dicho a nadie por miedo a lo que pensaran de él.
Sin embargo, estaba completamente en
blanco.
En aquel momento, la puerta de su
habitación se abrió y por ella entró JunMyeon. El chico lo saludó y JongIn dejó
lo que estaba haciendo porque, de todas formas no sabía cómo decir todas
aquellas cosas que había estado callando. Con un golpe de su varita, recogió
todas las bolas de papel y las quemó, recogiendo luego sus cenizas y echándolas
a la papelera.
—¿Sabes que el papel se recicla,
JongIn? —comentó el mayor.
—Lo sé, pero estoy frustrado y ver
cómo se quemaba me ha hecho sentir un poco mejor —respondió.
—Bueno, allá tú —sonrió JunMyeon y
tras unos segundos, dio una palmada al aire, como si se acabara de acordar de
algo—. Por cierto, he estado pensando sobre la segunda prueba, que ya te queda
una semana —dijo. JongIn, con todo lo que había tenido en su cabeza en los
últimos tiempos no se había acordado de que faltaba tan poco para ella—, y he
llegado a la conclusión de que el colgante que tuviste que quitarle al troll
debe ser algo importante para la siguiente.
—¿Tú crees?
—Sí, he estado investigando en la
biblioteca de Durmstrang sobre los anteriores Torneos y, generalmente, lo
encontrado en la Primera Prueba luego servía de una manera u otra para la
siguiente —contestó el chico.
—Vaya… no me lo había ni imaginado —murmuró
JongIn.
—¿Tienes por ahí el guardapelo? Para
que le eche un vistazo —le preguntó JunMyeon y el chico asintió. Desde que lo
había conseguido, el chico lo había llevado colgado al cuello para que no se le
perdiera porque tenía tendencia a perder todas las cosas que caían en sus
manos, así que llevó sus manos a su cuello y desabrochó el engarce para
tendérselo a JunMyeon—. Gracias —dijo este y durante algunos minutos, se dedicó
a toquetearlo y a mirarlo desde todos los ángulos posibles hasta que este hizo
clic y se abrió—. Vaya… —murmuró—. No tiene nada en su interior, pero sí un
hueco algo profundo para poder meter algo ahí.
—¿Para qué crees que pueda servir? —preguntó
JongIn.
—No lo sé… pero quizás en la Segunda
Prueba deberás recoger algo y llevarlo a algún lugar utilizando esto, así que,
yo no me separaría de él.
—Gracias JunMyeon —dijo el chico,
abalanzándose sobre él para darle un abrazo, cogiendo luego el guardapelo y
colgándoselo del cuello.
★★★
Al día siguiente, el chico seguía
enfrascado en la carta y no sabía cómo hacerla, qué escribirle a Krystal. Se
estaba frustrando mucho y aquello le estaba empezando a dar dolores de cabeza
bastante fuertes, y por si fuera poco, MinHyuk seguía allí, esperando a que le
entregara la carta. De vez en cuando, el animal lo picoteaba para que
terminara, para que le hiciera caso o para que le diera de comer. Todo aquello
lo tenía de los nervios porque no sabía cómo explicarle nada a Krystal.
Con las manos en la cabeza, tirándose
del pelo, lo encontró Wendy cuando entró a su habitación sin llamar siquiera.
—Oh, ¿no está aquí JunMyeon? —preguntó
y el chico negó—. Qué raro, no lo encuentro por ninguna parte —comentó—. No te
molesto, que pareces muy entretenido —la chica empezó a cerrar la puerta, pero
JongIn la detuvo.
—No, no, no, quédate —le dijo—.
Tenemos que hablar de lo del otro día —esperó que con aquello Wendy entendiera
que se refería a lo que había leído en la carta y no se decepcionó al ver que
la chica asintió y luego entró a la habitación, cerrando la puerta tras ella.
—Lo siento mucho, de verdad —comenzó—.
No quería leer la carta, pero me dio curiosidad —explicó—. Sé que no debería
haberlo hecho porque era un asunto privado y aunque me torturen con la
maldición cruciatus nunca diré nada
sobre su contenido —JongIn sonrió ante aquella muestra de lealtad.
—Gracias, Wendy.
—No hay de qué —sonrió ella—. Si
necesitas algo, lo que sea, puedes contar conmigo.
El chico le volvió a agradecer por
aquello y luego Wendy se despidió de él alegando que tenía que encontrar a
JunMyeon sí o sí, dejándolo solo en el camarote del barco. En ese momento,
JongIn pensó que deba igual la forma en la que expresara lo que tenía que
decirle a Krystal, lo único que importaba es que fuera sincero. Cogió entonces
un folio en blanco, mojó la pluma en el tintero y comenzó a redactar.
JongIn escribió sobre cómo se dio
cuenta de que era homosexual, sobre sus miedos por el rechazo que sufrían la
mayor parte de ellos, sobre su inseguridad y sobre que, a pesar de todo, muchas
veces había querido contárselo a ambos pero finalmente había acabado callando.
También escribió sobre el por qué no tenía ni idea de lo que había pasado en el
mundo mágico hasta antes de su ingreso en Hogwarts, contándole que había vivido
hasta los once años, cuando recibió la carta de admisión, aislado en el mundo muggle con su madre muggle y su padre mago.
El chico contó esto y muchas otras
cosas más, rellenando varios folios y cuando terminó de escribir si carta,
esperó a que se secara y dobló las hojas para meterlas en un sobre y tendérselo
a MinHyuk, que esperaba impaciente por alzar el vuelo. JongIn no revisó lo que
había escrito porque sabía que si lo hacía se echaría atrás y quemaría aquellos
papeles, como había hecho anteriormente, simplemente abrió la ventana para que
la lechuza pudiera volar hasta su dueña.
★★★
JongIn miraba el guardapelo una y
otra vez mientras le daba vueltas y lo movía de un lado a otro entre sus manos.
No era un objeto muy grande, pero tampoco era precisamente pequeño y era de
oro, tanto la cadena como el pendiente. El chico llevaba un buen rato pensando,
sentado en una de las mesas del comedor, en si debía decirle o no a ZiTao lo
que le había comentado JunMyeon sobre este. JongIn no sabía con seguridad si
aquello era una buena idea, pero teniendo en cuenta que el campeón de
Durmstrang le había dado un pequeño aviso a él sobre la anterior prueba, no
quería ser desagradecido. Además, ni siquiera sabía si el objeto iba a tener
utilidad realmente o si era solo una teoría de JunMyeon que no llevaba a
ninguna parte.
Sin embargo, ahí estaba la duda y
JongIn no sabía qué hacer.
El chico se decidió finalmente a
hacerlo cuando vio levantarse a ZiTao, junto con algunos de sus amigos de una
de las mesas del comedor. JongIn nunca se había acercado a él de aquella forma,
cuando este estaba rodeado de gente, siempre estaban solos, pero no podía
esperar más tiempo porque la Segunda Prueba era dentro de dos días. El
representante de Hogwarts caminó con decisión hasta que alcanzó al grupo
compuesto por cuatro chicos y dos chicas y se aclaró la voz antes de hablar,
llamando la atención de ZiTao y de los demás.
—ZiTao —el chico se volvió hacia él,
igual que los demás que componían el grupo, aunque dedicándole una sonrisa
cálida al ver que se trataba de él—. Me gustaría hablar contigo… si puede ser —siguió,
aunque las últimas palabras las dijo en un tono de voz más bajo, algo
intimidado por la presencia de dos chicos muy altos, más que él y que ZiTao
(uno era el de pelo plateado que le había dado la pista la última vez y otro
moreno con cara de psicópata).
—Claro —le respondió—. Chicos,
adelantaos, ahora os alcanzo —dijo a sus amigos y estos asintieron antes de
girarse y volver a andar, dejándolos a los dos allí—. ¿Sucede algo?
—Bueno, no es que suceda nada
especialmente —comentó y luego se acercó al oído de ZiTao para susurrarle—,
creo que sé por qué tuvimos que coger el guardapelo cuando pasamos la Primera
Prueba —se alejó de ZiTao y en ese momento vio cómo en su rostro aparecía una
sonrisa.
—Muchas gracias, JongIn —dijo—.
Ahora solo queda avisar a SeHun.
—¿A SeHun? —preguntó el chico.
—Claro, esto es una competición
amistosa, no hay que ponerles trabas a los demás no compartiendo información
importante —respondió.
—Tienes razón —murmuró.
—Entonces… ¿me ayudas a buscar a
SeHun? —le propuso ZiTao y JongIn no pudo negarse.
Recorrieron el castillo y los
terrenos circundantes a este, buscando al campeón de Beauxbatons por todas
partes hasta que lo encontraron en la parte posterior de la construcción
medieval, donde se encontraba el carruaje en el que habían viajado los alumnos
de la Academia, lugar en el que también dormían. Si JongIn no hubiera sido
mago, se habría preguntado cómo dormían en aquel lugar tan pequeño cerca de
veinte personas.
El chico estaba tumbado en la
hierba, mirando el cielo con gran atención, como si fuera algo muy interesante.
La nieve había desaparecido algunas semanas atrás y la hierba, aunque un poco
marchita por el frío que había soportado en los últimos tiempos, era apta para
tumbarse sin coger una pulmonía. Ambos chicos se acercaron hasta donde SeHun se
encontraba y fue ZiTao el encargado de hacerle saber su llegada.
—SeHun —dijo y el chico se incorporó
rápidamente, en tensión y a punto de sacar su varita. Sin embargo, al ver que
se trataba de ellos dos, se relajó un poco y les dirigió una sonrisa de
disculpa—. Sentimos molestarte, pero JongIn tiene información que es importante
para los tres.
—No sé si realmente será o no, pero
creo que puede ser importante llevar con nosotros el guardapelo a la Segunda
Prueba —comentó JongIn.
—Gracias —dijo SeHun.
Me gusto mucho el capítulo.
ResponderEliminarAun no confío en Tao! Es sospechoso que sea taaaan solidario y bueno :/
Lastimara a jongin. Lo sé.
Pobrecito tuvo que salir del closet xD
Me alegra que te gustara el capítulo ^^
Eliminar¿Por qué nadie confía en él? Si es adorable. No le hará daño a nadie, menos a JongIn XD
Sí, salió porque no había más remedio XD
PD: no te contesté antes al coment porque se había marcado como spam y no lo he visto hasta ahora. Sorry unu
Hola hola hola!!
ResponderEliminarHay casi moría el pasado miercoles cuando no encontré el nuevo capitulo ToT y hoy casi muero de felicidad~~
Me gusta que Jongin sea sincero consigo mismo y pueda trasmitirlo a los demás~
Siento que Tae está exagerando las cosas un poquito, aunque tenga excusa es algo cruel ignorar a tu mejor amigo cuando el se quiere disculpar...
Tao me sigue dando mala espina, juro que quieri creer que es bueno, pero todo va tan bien como para ser verdad ;-;
En fin, gracias por escribir asi de maravilloso y compartirlo con el mundo Te quiero❤
Sabes que espero el siguiente
Besitosc;
Holi~
EliminarSorry, es que como subí cap de la última temporada de un serial importante XD Por eso no lo subí en el día que generalmente acostumbro.
Está bien ser sincero con todos, pero sobretodo con uno mismo, así se ahorran problemas ^^
Taem siempre ha sido un exagerado (?) En realidad pasa muchas veces que te quieres disculpar y que resulta que no te hacen caso porque "están muy dolidos"
Que no te dé mala espina, de verdad, Tao simplemente es adorable (?)
Gracias a ti por leer mis desvarios y comentarlos, no mucha gente se toma la molestia <3
Besitos <3