There is no secret between us

Título: There is no secret between us

Autora: Minako Aino (Riz Aino / Annalovesasianboys) (@sbeaea)

Pareja: TaeKai (TaeMin x Kai) (SHINEXO – SHINee x EXO)

Clasificación: PG–13

Géneros: romance, drama y fluff

Número de palabras: 2.108 palabras

Resumen: JongIn y TaeMin nunca han tenido secretos entre ellos… hasta ahora…

Notas: fic escrito para el cumpleaños de TaeMin. Ya sabéis que este niño no es santo de mi devoción… pero bueno, estoy intentando no odiarlo con toda mi alma y este es un pequeño paso para conseguirlo.

Comentario de autora: tras ver el 4 Things Show de TaeMin del verano pasado, vino a mí una idea para hacer algo con ellos dos. TaeMin y yo no nos llevamos demasiado bien… pero lo tolero un poco cuando lo veo con JongIn. Espero que os guste ^^

            Lee TaeMin supo en el mismo momento en el que vio entrar por la puerta a Kim JongIn que ambos iban a ser uña y carne y no se equivocaba. Ambos sentían gran pasión por la música, sobre todo por el baile, ambos lo daban todo hasta caer rendidos, ambos estaban seguros de que con su esfuerzo llegarían lejos y lo consiguieron.

            TaeMin debutó antes que JongIn, pero no por eso dejaron de ser amigos, porque su amistad se había forjado a base de dolor, de compartir sus pensamientos, sus dudas, sus miedos..., por eso su amistad era fuerte como un roble. Que TaeMin debutara antes, por lo tanto, no supuso ningún problema, los dos chicos seguían viéndose en los huecos que tenían, seguían llamándose, hablando cada día y quedando de vez en cuando.

            Como habían dicho en un programa, se conocían entre ellos más que a sí mismos porque lo sabían todo del otro y no tenían secretos entre ellos... o eso pensaba TaeMin.

            El maknae de SHINee llegó a una de las salas de práctica de la empresa tarde por la noche después de haber tenido todo el día repleto de agenda con ganas de irse a dormir, pero había quedado con JongIn, así que tenía que hacer un pequeño esfuerzo y mantenerse despierto un poco más para ver a su amigo y luego ya se iría a dormir (él estaba de comeback después de dos años en los que SHINee como grupo no había tenido actividades y JongIn iba a tener otro comeback por el repackage de su último álbum, así que no tenían mucho tiempo libre). TaeMin entró a la sala y se encontró a JongIn junto a SeHun, los dos sentados en el suelo y hablando en voz queda con las cabezas muy juntas. El mayor de los tres quiso asustarlos porque no se habían dado cuenta de que había llegado, pero cuando se dispuso a hacerlo captó unas palabras que lo dejaron completamente estático.

            —¿Se lo dirás? —preguntaba SeHun.

            —No quiero perder su amistad... —le contestó JongIn seriamente.

            En ese momento TaeMin, terminó de acercarse y metió su cabeza entre las otras dos para enterarse de qué era lo que estaban hablando, pero cuando ambos lo vieron, se asustaron y dieron algunos gritos, separándose de él de una forma que le dio a entender que no lo esperaban allí. El chico frunció su ceño durante un momento, pero decidió no darle demasiada importancia al asunto y se sentó con ellos en el suelo esbozando una amplia e inocente sonrisa. Cuando se quedaran solos ya le preguntaría a JongIn que era de lo que estaban hablando, ya que no tenían secretos el uno para el otro.

            —Buenas, chicos —dijo—. Una noche calurosa, ¿verdad? —los menores asintieron, pero no se veían del todo cómodos, cosa que le extrañó porque los tres habían pasado mucho tiempo juntos y SeHun era casi parte de su familia. Casi—. ¿Cómo os ha ido la práctica?

            Después de escuchar esa pregunta, los dos comenzaron a hablar sobre lo cansados que estaban de todo pero lo ilusionados que estaban también a pesar de lo malo y lo mucho que querían estar otra vez en el escenario. No se cortaron ni un pelo en criticar a sus managers ni tampoco en elogiar o bromear a sus compañeros. Así pasaron cerca de media hora hasta que SeHun comentó que tenía algunas cosas que hacer y se despidió de ellos, dejándolos solos en la sala. El ambiente se cargó un poco sin la presencia del menor de los tres, pero TaeMin lo achacó a que estaban cansados, así que no se cortó en preguntar sobre lo que había escuchado antes para así animar un poco el ambiente, pero lo único que hizo JongIn fue abrir los ojos como platos antes de cambiar de tema radicalmente.

            —Últimamente YiXing hyung está haciendo muchas cosas y está muy cansado —fue lo que dijo en lugar de contestarle.

            —No te he preguntado eso, Kim JongIn —lo cortó—. ¿De qué hablabais antes de que os interrumpiera?

            —No es nada importante, TaeMinnie —dijo, con una sonrisa para nada sincera.

            —Si no es importante, ¿por qué no me lo dices?

            —Porque de verdad, son cosas del grupo que no tienen importancia, no te interesaría.

            —Sabes que todo lo que tenga que ver contigo me interesa, Nini —respondió.

            —Pero no es importante...

            —Aunque fuera una cosa sin importancia siempre me has comentado las cosas —murmuró TaeMin, haciendo que el chico se tensara—. No puedo entender porque no me cuentas esto.

            —Yo... —comenzó, pero no tuvo oportunidad para seguir explicándose.

            —Si no me lo vas a contar no pasa nada —el mayor se levantó del suelo y lo miró desde arriba, expresando toda la decepción que sentía en su corazón con su mirada—, pero creía que no había secretos entre nosotros —y sin darle lugar a responder, salió de la sala de práctica, sintiendo una fuerte punzada en su pecho cada vez que su corazón latía.

            Él y JongIn nunca habían tenido ningún secreto, nunca se habían ocultado cosas... aunque al parecer eso acababa de cambiar.

            TaeMin y JongIn nunca se habían pasado más de dos días sin hablar. Generalmente, cuando alguno estaba fuera del país y no podían verse hablaban por el móvil y se mantenían en contacto, pero desde que TaeMin había descubierto que JongIn tenía secretos para él, no lo habían hecho por más de una semana. Se habían cruzado por los pasillos de la empresa y ni siquiera se habían saludado porque el mayor no pensaba dirigirle la palabra hasta que el otro no confiara en él y se lo dijera todo, igual tampoco iba a contestar sus mensajes, aunque los hubiera leído, hasta que no le dijera que sucedía y por qué no se lo contaba. Quizás era algo cruel por su parte porque todo el mundo tenía derecho a tener secretos con las personas, pero TaeMin había confiado siempre en él y siempre se lo había contado todo, absolutamente todo.

            Fueron dos semanas las que pasaron de aquella guisa, sin hablarse, sin mirarse siquiera y TaeMin no podía aguantar más porque lo necesitaba, pero a cabezota no lo ganaba nadie. Sin embargo, por la necesidad que sentía de él, de su mejor amigo, no lo dudó cuando JongIn llegó hasta el un día, lo tomó de la mano y lo guió hasta una de las salas de práctica de la empresa que estaba vacía en aquel momento para hablar. La puerta fue cerrada a sus espaldas con pestillo y JongIn se lanzó a sus brazos como el koala que siempre había sido y, aunque a TaeMin nunca le había gustado demasiado el contacto, al chico siempre se lo había permitido, así que le rodeó la cintura con sus brazos y dejó que el otro se tranquilizara hasta que pudiera hablar. Sin embargo, no lo hacía y TaeMin comenzó a ponerse nervioso.

            —JongIn —murmuró.

            —Déjame estar así un poco más —le pidió, y no pudo negárselo. Quizás pasaron muchos minutos de aquella guisa, pero ninguno se movió hasta que JongIn comenzó a hablar—. No quiero estar enfadado contigo —susurró contra su cuello—, necesito hablar contigo cada día para sentirme bien... y sé que tú también, esto solo nos hace daño...

            —Creí que ya no me necesitabas porque ahora compartías tus secretos con SeHun —el menor se encogió en sus brazos ante aquel ataque, pero no respondió inmediatamente.

            —SeHun es también mi amigo, igual que MoonKyu, WonSik o ZiTao... —susurró—, pero tú eres mi mejor amigo...

            —¿Entonces por qué...?

            —Era algo que no estaba preparado para contarte —dijo antes de que acabara la frase—. Me sentía muy confuso y esto no era algo que pudiera hablar contigo —frotó su chata nariz contra el cuello ajeno, muy avergonzado.

            —¿Por qué?

            —¿Porque cómo iba a decirte que quizás me estaba sintiendo atraído por ti? —cuestionó.

            TaeMin se quedó sin respiración durante los segundos que tardó en comprender lo que JongIn le acababa de decir y cuando soltó el aire que había estado conteniendo sintió como su corazón latía fuerte dentro de su pecho, al compás del de JongIn. En la vida se habría imaginado que era algo como aquello lo que el menor guardaba en su interior porque jamás había pensado que pudiera ser capaz de sentir algo por él. Eran amigos desde hacía años, habían dormido juntos, se habían duchado juntos, habían visto películas porno juntos y se habían masturbado el uno delante del otro. Habían estado en sus mejores y en sus peores momentos, lo habían compartido absolutamente todo... pero nunca habría imaginado que el menor tuviera aquellos sentimientos por él.

            —Nini...

            —Lo sé, sé que tú no sientes nada por mí y que me estoy haciendo ilusiones vanas, que no me querrás nunca de la forma en la que te quiero yo y que probablemente después de esto ya no seremos amigos, por eso hablé con SeHun, porque no podía imaginar perderte para siempre solo porque me siento atraído por ti y...

            JongIn no pudo seguir hablando porque siguiendo un impulso, TaeMin le alzó la cabeza de su cuello y le dio un beso en los labios para callarlo. Fue un contacto breve y muy leve, pero sirvió para sellar los labios del menor y para que la cabeza de TaeMin dejara de dar vueltas y vueltas. Cuando se separaron, se miraron a los ojos unos segundos antes de que JongIn volviera a esconder su cabeza en su cuello.

            —¿Por qué lo has hecho? —le cuestionó, hablando tan bajito que TaeMin tuvo que concentrarse para poder captar sus palabras.

            —Porque no parabas de hablar y necesitaba pensar —respondió.

            —Lo siento.

            —No lo sientas.

            Ambos chicos se quedaron callados y en la sala de práctica no se escuchó más que el ruido amortiguado de sus corazones y respiraciones, así que TaeMin aprovechó aquellos momentos de paz y tranquilidad para pensar con calma.

            Adoraba a JongIn, era su mejor amigo, pero nunca se había sentido atraído hacia él. Mujer u hombre, eso nunca le había importado, pero a JongIn nunca lo había visto de esa forma. Sin embargo, pensar en todos los momentos que habían compartido y recordar lo feliz que había sido durante ellos hizo que su corazón saltara mucho más rápido dentro de su cuerpo. Cuando estaba con JongIn su corazón siempre saltaba de alegría y, hasta el momento, TaeMin había pensado que se debía a que era su mejor amigo y tenían una conexión especial, nunca se había planteado que aquella conexión pudiera deberse a que se sintiera atraído por él. Tenía la cabeza echa un lío y se sentía un poco abrumado, pero de aquel momento sacó algo en claro, que hasta que no averiguara si de verdad sentía algo o no por JongIn, no se iba a separar de él.

            —No sé si te quiero como amigo o como algo más —dijo sinceramente—. Necesito pensar —notó cómo JongIn asentía contra su pecho y comenzaba a retirarse, pero lo apretó contra su cuerpo para que no se alejara—, pero no quiero separarme de ti.

            —Eres cruel...

            —Si fuera cruel te habría dicho que no sentía nada por ti y te habría alejado de mi vida, pero ambos sabemos que eso es mentira y yo nunca he podido mentirte ni tener secretos para ti —respondió TaeMin—. Sabes que en cuanto tenga una respuesta correré hacia ti para decírtela.

            —Lo sé —susurró JongIn—. Tenla pronto.

            —Sí.

            Y con aquella promesa, se separaron y se miraron a los ojos unos momentos antes de sonreírse mutuamente y abrir la puerta de la sala para salir al pasillo, agarrados por los hombros, como si allí no hubiera pasado nada, aunque TaeMin seguía dándole vueltas a su cabeza, para tener cuanto antes su respuesta.