miércoles, 5 de agosto de 2015

EXO (4ª Temporada)

Capítulo 6
Nada es un Juego




            Hacía un calor insoportable aquel día en la ciudad de Seúl y lo único que me apetecía era meterme en el río que debía de tener el agua fresca y alimentarme a base de helados… pero las cosas nunca salían como uno las planeaba y acabé dando vueltas por la ciudad bajo un sol abrasador y acompañado por SeHun y JongIn, que hablaban animadamente entre ellos, casi ignorando que aquel calor me estaba matando lentamente —aunque JongIn de vez en cuando me miraba, me dedicaba una sonrisa preciosa y luego me daba un pequeño apretón en la mano que hacía que me olvidara de todo—.

            Nos detuvimos en un parque y nos sentamos en uno de los bancos que estaban bajo la sombra de los árboles. Por un momento, agradecí que el sol hubiera dejado de calentar mi cabeza y cerré mis ojos para disfrutar de esa sensación durante algunos minutos. Por ese motivo, no me di cuenta que JongIn se había ido, hasta que no abrí los ojos y no lo hallé a mi lado, como sí estaba SeHun.

            —Ha ido a por unas bebidas —me respondió el chico antes de que abriera siquiera la boca para preguntarle por él.

            Nuestra conversación se acabó ahí porque SeHun comenzó a mirar su móvil, frunciendo sus labios y su ceño y antes de que pudiera preguntarle si le pasaba algo, llegó JongIn y nos tendió una lata de Aquarius a cada uno antes de dejarse caer en el banco a mi lado, pegándose a mi cuerpo. Me seguía resultando algo extraño que el chico finalmente hubiera aceptado sus sentimientos, pero me encantaba que lo hubiera hecho y que por fin correspondiera mis gestos cariñosos.

            —Gracias, JongIn —le susurré al oído, agradeciendo que me hubiera comprado la bebida.
            —No hay de qué… —murmuró él, echando su cabeza sobre mi hombro para dejarla descansar allí y pegándose más a mí.

            Hacía calor, hacía mucho calor ese día, pero estaba dispuesto a sacrificar la frescura de mi cuerpo si con eso podía mantener a JongIn así de cerca de mí.

-oooOOOooo-

            Me había sentado muy mal que Kevin dijera que yo era el menos capacitado de todos nosotros y que por eso me tenía que dar clases especiales. En los últimos tiempos había estado pensando que probablemente no fuera tan gilipollas como me había parecido en un principio, pero aquello me había demostrado que lo seguía siendo a pesar de que YiXing lo estuviera educando para ser un manso animal de compañía. Kevin no era quién para poner en duda mis habilidades y le iba a demostrar que estaba muy equivocado con respecto a aquello.

            —Muy bien —dijo, sacándome de mis pensamientos—. ¿Puedes intentar mover ese vaso hacia ti?
            —Por supuesto —respondí después de chasquear mi lengua y me concentré en mover el vaso hasta mi mano. Una vez lo hice alcé mi cabeza para mirar a Kevin y este esbozó una sonrisa que no me gustó ni un pelo.
            —Pasemos entonces a cosas más grandes.

            Kevin me tuvo toda la tarde moviendo objetos de diversos tamaños y pesos hasta que cuando el sol ya había terminado su descenso en el horizonte, en ese momento, me dijo que pararíamos ahí por hoy y se fue del salón. Como pude, me arrastré hasta mi habitación y me tumbé sobre mi cama, completamente agotado.

            En la oscuridad del cuarto que compartía con YiXing pude ver la lucecita de mi móvil parpadeando incesantemente, así que busqué con mi mano el aparato sobre la mesita hasta dar con él y cuando lo cogí, lo desbloqueé. Tenía un montón de mensajes de SeHun y unas cuantas llamadas perdidas, así que rápidamente lo llamé, con el corazón en la garganta por si le había sucedido algo malo a mi chico.

            —¿SeHun? —llamé en cuanto descolgó la llamada—. ¿Estás bien?
            —Sí, claro, ¿por qué no iba a estarlo? —cuestionó.
            —Pero me has llamado y me has mandado varios mensajes pidiéndome que contestara al teléfono —murmuré.
            —Oh, no era nada, solo quería informarte sobre JongIn y ZiTao —contestó—. Me empecé a preocupar cuando no contestabas, pero en ese momento ZiTao me dijo que tenías entrenamiento especial con Kevin, así que me calmé.
            —Creía que te había pasado algo —suspiré, ya más tranquilo.
            —Estoy bien, Lu… —aseguró—. ¿Tú qué tal? ¿Cansado?
            —Mucho —me quejé y escuché una leve risa al otro lado del aparato.
            —¿Quieres que vaya a cuidarte? —preguntó, y su voz contenía un matiz pícaro que no pude obviar.
            —Me encantaría —respondí.
            —Iré para allá, así les dejo la habitación libre a Tao y JongIn para que hagan sus cositas —dijo antes de colgar, haciéndome sonreír como un tonto.

-oooOOOooo-

            Sentí cómo el colchón de mi cama se hundía suavemente y esbocé una sonrisa porque, aun sin abrir los ojos sabía perfectamente que era YiXing quien se había acercado hasta allí. A Lu Han no se le ocurriría entrar en mi habitación y menos sentarse en mi cama y Tao simplemente se lanzaba sobre mí cuando entraba, así que solo podía ser él.

            —Xing… —murmuré, aunque fue más bien un ronroneo que no era nada propio de mí.

            Llevaba demasiado tiempo que no era el mismo, el yo de hacía unos meses jamás habría hecho ese ruidito, el yo de hacía unos meses estaría tomando el cuerpo de YiXing sin plantearse nada más que saciar su sed. Había cambiado mucho desde que él había entrado en mi vida y se me había metido hasta debajo de la piel sin que le diera permiso para ello. YiXing se había convertido en la persona más importante de mi vida, aunque no quería que aquello sucediera de nuevo.

            Desde que había recuperado los recuerdos del pasado había decidido que no me acercaría de aquella forma a YiXing, pero había sido imposible. Desde el primer momento en el que lo había visto me había sido realmente difícil resistirme a él, me había vuelto a enamorar y no quería por nada del mundo volverlo a perder de aquella forma.

            —YiFan —respondió, subiéndose sobre mí para llegar hasta mis labios y besarme lentamente—. Te quiero.
            —Yo también —contesté.

-oooOOOooo-

            JongDae entró a la habitación que compartíamos en aquella residencia de estudiantes y se acercó a mí con una gran sonrisa ocupando la mayor parte de su rostro, sonrisa que me dio escalofríos porque siempre que la mostraba era porque algo malo había pasado por su cabecita. Suspiré y seguí con lo que estaba, pero él se puso delante, tapándome toda la luz de la ventana, haciéndome imposible la lectura de aquel libro.

            —¿Qué quieres, JongDae? —cuestioné, sabiendo que no se quitaría de allí a no ser que le hiciera caso, aunque en los últimos tiempos no tenía muchas ganas de prestarle atención, todavía no confiaba en él después de que me hubiera demostrado que YiXing le importaba mucho más que cualquier otra persona, mucho más que yo.
            —Ven conmigo, MinSeok.
            —¿Dónde?
            —No te lo puedo decir —alcé una ceja, incrédulo y él sonrió—. Por favor, ven, creo que te va a gustar.
            —¿Tomará mucho tiempo? —pregunté, cerrando el libro tras haber colocado el marca páginas por dónde había dejado de leer.
            —No lo creo.

            Asentí y JongDae se acercó a mí para darme un corto beso en los labios, apenas un breve contacto con el que quiso ganarse mi perdón, pero aún seguía enfadado con él. Después, me tomó de la mano y me levantó de la silla del escritorio para que lo acompañara fuera de nuestra habitación. Recorrimos algunos de los pasillos del lugar hasta llegar a las escaleras que seguían subiendo a las demás plantas de la residencia. Ninguno dijo nada durante todo el camino de ascenso, pero cuando nos pasamos la última planta y seguimos subiendo me asaltó la duda de qué íbamos a hacer en la azotea del edificio.

            —JongDae —lo llamé—. ¿Dónde vamos? —su respuesta fue girar su cabeza hacia mí y sonreírme mientras, con una mano en mi cintura me apremió a seguir andando.

            Apenas fueron un par de minutos los que pasaron desde mi pregunta hasta que mi novio me abrió la puerta de la azotea, dejándome ver qué era lo que había allí. En el suelo de cemento había una sombrilla de playa hincada en uno de los miles de tubos que cruzaban el tejado y que servían para desaguar la superficie plana, bajo esta había una manta de cuadros con algunas fiambreras en ella y algunas velas aromáticas desperdigadas por el lugar. Sin poder creer que aquello fuera para mí, me giré hacia JongDae y vi que estaba sujetando un paquetito rectangular envuelto en un papel chillón en sus manos, tendiéndomelo.

            —Hoy no es mi cumpleaños —fue lo único que se me ocurrió decir, haciéndolo reír.
            —Lo sé —respondió—, pero quería hacer algo bonito por ti, algo que te mostrara cuán importante eres para mí.

            Intercambié mi mirada entre el improvisado picnic en la azotea, el regalo y él y sentí cómo mi corazón latía a gran velocidad. Aquello era lo más bonito que nadie había hecho por mí y viniendo de JongDae, quien era una persona a la que las cursilerías no le iban para nada y que no sabía ni siquiera cocer el arroz en una arrocera, era algo aún más perfecto y maravilloso. Sin poder contenerlo, me acerqué a él los pocos pasos que nos separaban y le di un gran abrazo, seguido de un beso que nos dejó a ambos sin respiración.

            —Eres increíble… —murmuré.
            —Lo sé —dijo, y yo le pegué en el brazo—. ¿Me perdonas, MinSeok? —sus ojos destilaban sinceridad, así que lo único que pude hacer fue asentir, ya no estaba tan enfadado—. No sabes cuánto te quiero —susurró antes de volver a besarme.

-oooOOOooo-

            BaekHyun estaba sentado de espaldas a mí, mirando demasiado entretenido su teléfono móvil como para darse cuenta de que acababa de entrar a la habitación. Aproveché que no me estaba prestando la más mínima atención para, de puntillas, avanzar hasta él sin que me escuchara y darle un pequeño susto. Sin embargo, cuando llegué hasta la cama, alargando mis manos para tocarle los costados y hacerlo saltar del susto, él se dio la vuelta repentinamente y me miró, con los ojos brillantes.

            —Baek… —dije.
            —ChanYeol… —murmuró, lanzándose sobre mí para abrazarme fuertemente, hundiendo su cabeza en mi pecho.
            —¿Qué te pasa? —pregunté.

            Comencé entonces a mover mi mano sobre su espalda, arriba y abajo para tranquilizarlo. BaekHyun no estaba llorando, pero parecía muy alterado por algo, así que debía calmarlo mientras reunía las fuerzas para contestarme. Pasó un buen rato antes de que alzara la cabeza de mi pecho y me diera un corto beso en los labios antes de hablar.

            —He estado pensando en todo lo que ha pasado, en todo lo que hemos vivido en los últimos meses y en lo que Kevin dijo el otro día… —murmuró—. Esto no es ningún juego, es algo muy serio que nos podría costar la vida, ChanYeol —lo apreté fuertemente de nuevo contra mi cuerpo antes de contestarle.
            —Nunca ha sido un juego… no… —murmuré—, pero sabes que nunca dejaré que nada malo te ocurra, BaekHyun.
            —No estoy preocupado por mí… sino por ti —respondió—, yo tampoco quiero que te pase nada.



4 comentarios:

  1. Bueno, empecemos :v
    Tao y Nini son taaaaaaan lindos y tiernos *-* hacen vomitar arcoíris xD
    Lulu no es ningún debilucho >:D ¡Enséñales Lu! xD
    Xiu ya perdonó a Dae ¿Verdad? *o*
    Todos han de estar volviéndose locos D: no saben cuándo pasará algo °-°
    Te prometo fielmente que todos los miércoles voy a comentar ^u^ porque, sé lo que es que nadie te deje ni un misero comentario TT así que ¡¡Fighting!! Tu historia es realmente increíble *-* totalmente daebak :v
    Descubrí que por ésos lares son las 5:33 :v bueno, aquí son las 3:33 de la mañana xD me desvele leyendo (?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son demasiado cuquis para ser de verdad (?) ^^
      Por supuesto que no, él puede hacer todo lo que se proponga
      Sí, no podían estar mucho tiempo peleados ^^
      Demasiado locos, saben que algo va a pasar, pero no imaginan cuando y les va a dar un ataque al corazón un día de estos (?)
      La verdad, no sabes cuánto lo aprecio, porque en los últimos tiempos he estado de bajón y encima nadie se molestaba en dejar una opinión, así que te querré toda la vida <3
      Uy, que tarde, duerme, duerme y descansa ^^

      Eliminar
  2. Hola? xD Y como se ha dado cuenta ahora Baek de que no es un juego? Y porque al mirar el teléfono se ha dado cuenta de todo? jaja

    Me encanta la transformación de Kris, es tan... perfecta y genial <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces piensa y recapacita, son momentos de lucidez que tiene, después vuelve a ser el mismo idiota de siempre XD

      Bueno, Kris ha tenido cuatro temporadas para ir cambiando, creo que su evolución ha sido lenta y constante y me gusta cómo quedó su personaje al final ^^ No creí que pudiera darle tanta profundidad

      Eliminar