EXO (4ª Temporada)

Capítulo 8

En el Pasado

            —Aun no te he agradecido lo que hiciste por mí el otro día —murmuró MinSeok, sobresaltándome porque no me esperaba que me hablara.

            Hacía unos segundos se estaba leyendo aquel libro que le había regalado hacía menos de una semana, pero parecía que ya se lo había terminado de leer. A veces me sorprendía muchísimo esa gran capacidad para concentrarse en cualquier situación y momento para abstraerse y leer, terminándose así todos los libros en poco tiempo. No era de extrañar que estuviera estudiando literatura.

            —Con tu perdón ya me has agradecido lo suficiente —le contesté.

            MinSeok negó con su cabeza y se levantó de su cama para sentarse en la mía y hacer que me tumbara sobre esta para quedarse sobre mi cuerpo, mirándome con una sonrisa pícara. Sabía lo que quería hacer y quería dejar que lo hiciera.

            —Te he perdonado… —murmuró—. Te he perdonado porque tampoco tenía que estar tan enfadado.

            —Tenías una razón para ello, me he comportado como un capullo y apenas he pensado en ti cuando era lo que más debería haber hecho —susurré.

            —Bueno, pero ahora todo va a cambiar, ¿verdad? —asentí y él sonrió—. Comenzaré por hacerte sentir bien —MinSeok llevó su rostro a la altura de mi entrepierna y me bajó levemente los pantalones del chándal que llevaba, solo hasta dejar mi miembro a la vista—, pero luego tú me harás sentir bien.

            —Por supuesto —respondí casi en un jadeo cuando él bordeó con su lengua la punta de mi miembro.

-oooOOOooo-

            La oscuridad era total en aquel lugar en el que me encontraba, no podía ver absolutamente nada a mi alrededor, pero podía sentir las presencias de los demás, que se encontraban a mi alrededor, aunque la que más notaba era la de BaekHyun. Como si me hubiera escuchado pensar en él, comenzó a emitir una luz débilmente hasta que poco a poco, todo su cuerpo comenzó a brillar intensamente, iluminando el lugar en el que nos encontrábamos y descubriendo que toda la naturaleza estaba completamente muerta.

            Tragué saliva porque sabía que aquello era culpa nuestra en parte. ¿Cómo podíamos haber estado tan ciegos para no darnos cuenta de que nuestro planeta estaba muriendo lentamente? ¿Tan obcecados habíamos estado en nuestra pelea interna sin sentido? ¿Tan fáciles habíamos sido de manipular por aquella oscuridad reinante que en aquel momento lo dominaba todo?

            Miré a las once figuras que se encontraban allí conmigo. Quizás no era demasiado tarde, quizás si en aquel momento uníamos nuestras fuerzas podríamos sobrevivir y podríamos hacer de EXO un lugar bello de nuevo, como cuando creamos aquel planeta tras nuestra marcha de La Tierra. Quizás teníamos una oportunidad para enmendar los errores del pasado.

            Me desperté sudoroso en la cama, respirando entrecortado y sintiendo la mirada de BaekHyun sobre mi cuerpo. Aun con la poca luz que había en la habitación podía ver que estaba preocupado por mí, por lo que me había pasado en el sueño. Intenté calmarme y respirar hondo antes de comenzar a hablar.

            —Creo que acabo de recordar el momento anterior a nuestro final —murmuré.

            Inmediatamente, BaekHyun me abrazó fuertemente, enterrando su cabeza en mi pecho, intentando transmitirme que todo estaba bien ahora y que no pensara en aquello más de lo que debía. Lo pasado estaba en el pasado y lo que importaba estaba en el presente. A veces me sorprendía la facilidad que tenía para leer sus sentimientos, pero probablemente formaría parte de nuestros poderes, poder comprender a la otra parte de aquella forma.

            —No me preocuparé —susurré—, pero supongo que habrá que hablar con Kevin.

            —Me gustaría hablar antes con JongDae sobre otro tema, ChanYeol —dijo él—. Después le diremos a Kevin que has recordado una parte del pasado.

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            —Antes utilizabas el poder que tenías sobre mi nombre para que hiciera lo que tú quisieras —murmuré, llamando la atención de YiFan, que se encontraba tranquilamente sentado en el sofá, viendo un poco la televisión, aunque sabía que realmente no le estaba prestando atención y que estaba pensando una y otra vez en todos nosotros—. Es bueno ver que eso ha cambiado y me gustaría que no lo tuvieras que utilizar nunca más.

            —¿Por qué dices eso? —cuestionó.

            —En el pasado lo usaste para obligarme a no participar en la batalla y si no me hubiera escapado, no habríamos tenido otra oportunidad —respondí.

            Había recuperado aquel recuerdo hacía mucho tiempo y no me había gustado que me hubiera dejado al margen en aquel momento. Puede que mis poderes no sirvieran mucho para la lucha, porque no eran ofensivos, pero si podía salvar una vida, siempre sería algo bueno.

            —La última vez que nos enfrentamos a un enemigo casi te pierdo, YiXing… —murmuró.

            —¿Pensabas volver a encerrarme? —mi pregunta sonó algo fuerte, sobresaltando a Tao, que se encontraba en el otro sofá, tendido jugando con el móvil.

            —Había estado sopesando esa posibilidad, no te voy a mentir —respondió, mirándome a los ojos—, pero al final deseché la idea porque sabía que aunque intentara protegerte, tú saldrías de nuevo para ayudar en todo lo que pudieras.

            —Si vuelves a dejarme atrás, te juro que los resucitaré a todos menos a ti —lo amenacé, pero él simplemente rio gravemente y se inclinó contra mi oído para susurrar.

            —No serías capaz… no puedes vivir sin mí.

            —Vale, me voy de aquí, así ya podéis comeros mutuamente —anunció ZiTao, levantándose del sofá—, que parece que no puede estar uno en el salón sin ser testigo de cosas que no quiere ver —y se fue del salón, dejándonos solos.

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            —Entonces… —comenzó JongDae—. ¿Has recordado?

            —He recordado —certificó ChanYeol—. Lo que Kevin nos ha estado contando era la verdad, así que no hay dudas.

            —Me imaginaba que no nos mentiría —comentó el dueño de la habitación—, no con la posibilidad de que nosotros recordáramos y pudiéramos reclamarle por mentirnos.

            —¿Lo llamamos y le contamos esto? —cuestioné—. Igual es algo que deberían saber todos, pero…

            —Lo mejor será que se lo digas primero a él —dijo JongDae—. Probablemente los demás se pondrán ansiosos por no poder recordar nada y no creo que sea bueno.

            —Creo que es lo mejor —asintió ChanYeol.

            —Bueno, ¿qué queríais aparte de contarme esto? —cuestionó—. Porque BaekHyun me dijo que había algo más y que prefería que no estuviera MinSeok cuando se diera esta conversación.

            —¿Estás seguro de que no va a volver? —pregunté y él asintió.

            —Está en su casa, ha ido a ver a su hermana menor porque se ha puesto un poco enferma —respondió.

            —Vale, entonces podemos hablar —los dos chicos asintieron y yo tragué saliva—. Sé que los videojuegos se te dan genial y que las estrategias son tu fuerte, así que, tenemos que tener algo planeado para poder enfrentarnos a ÉL cuando llegue el momento, algo que no se espere y que nos dé la victoria.

            —Habéis venido entonces a la persona adecuada —sonrió JongDae—. Comenzaré a pensar cómo somos más productivos antes de que llegue la próxima reunión para así poder explicaros todas las alternativas que tenemos para vencer.

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            —¿Lo habéis hecho? —preguntó SeHun.

            Las dos personas que teníamos ante nosotros prácticamente escupieron sus bebidas y tuvieron que coger las servilletas para secarse el uno al otro. Eso ya era algo de por sí extraño viniendo de JongIn, así que no me extrañaba que la repentina pregunta que había lanzado mi novio tuviera una razón de ser, aunque aquello no podía saberlo realmente porque no me podía meter en su cabeza para saber qué era lo que estaba pensando… aunque… mi poder era la telequinesis, igual en un estadio más desarrollado podría llegar a comunicarme mentalmente con algunas personas, tenía que ponerlo en práctica.

            —¿Por qué siempre tienes que preguntar cosas como esta en lugares públicos y cuando la gente está comiendo? —contestó ZiTao con otra pregunta.

            —Eso quiere decir que sí que lo habéis hecho —aseguró mi chico.

            —Sí, lo hemos hecho, ¿algún problema? —dijo JongIn.

            —Yo no me esperaba esto de ti, JongIn —comenté yo.

            Quise molestarlo un poco aunque me había hecho a mí mismo la promesa de no hacerlo de nuevo porque el chico lo había pasado muy mal cuando ZiTao desapareció, pero era un animal de costumbres y no podía luchar contra lo que llevaba tantos años haciendo y ya se había convertido en una costumbre.

            —Lu Han —me reclamó, pero yo solo sonreí.

            —¿Y quién ha recibido esta primera vez? —preguntó SeHun, haciendo pública también mi curiosidad sobre aquel detalle.

            Los dos chicos se señalaron entre ellos inmediatamente, dejándome sumamente confuso. Los miré diciéndoles con los ojos que se dejaran de bromas y dijeran la verdad, pero ellos siguieron señalándose entre ellos.

            —Recibimos los dos —contestó ZiTao.

            —¿Cómo…? —comenzó mi chico, pero antes de que pudiera acabar de hacer su pregunta lo corté.

            —¿Rotasteis en vuestra primera vez? —cuestioné y ambos asintieron—. Joder, estos están a otro nivel.

            —JongIn… —dijo SeHun, con sus ojos como platos—. No me esperaba que te abrieras de piernas tan rápido.

            —Yo tampoco lo esperaba, SeHun —respondió—. Yo tampoco.

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            Estaba en el trabajo junto a Kevin cuando este recibió una llamada y tuvo que irse unos momentos a la parte de atrás para contestarla. Antes de que el mayor se fuera, había visto en la pantalla que se trataba de ChanYeol y esperaba sinceramente que no fuera nada demasiado importante porque si no significaba que estarían en grandes problemas. No tuvo mucho tiempo para pensar porque apenas se había ido el chico cuando KyungSoo apareció en el lugar y se acercó al mostrado, aprovechando que en ese momento estaba casi vacío, aunque en algunos momentos comenzaría a llenarse porque sería la hora de comer.

            —¿Qué te trae por aquí? —le pregunté y él me sonrió.

            —Me aburría en casa sin ti —respondió—. No tenía nada que hacer y quería estar contigo todo el tiempo que pudiera antes de que empiecen las clases.

            —Ya nos queda poco para volver, sí… —murmuré.

            No nos dio tiempo a decir nada más porque Kevin llegó en aquel momento y cortó nuestra conversación con una cara muy seria.

            —Necesitamos hacer otra reunión —anunció—, aunque esto se haya convertido en algo quizás demasiado pesado… pero tengo que explicaros algo importante.