Título: Another World
Autora: Riz Aino
Pareja: JiYoung (JiHoon
+ HaYoung) (TRCNG)
Clasificación:
PG
Géneros:
AU, parallel universe
Número de palabras:
1.013 palabras
Resumen:
los antiguos pensadores creían que había un mundo paralelo, en el que todos
existíamos, pero en el que teníamos una personalidad opuesta. Esta creencia
nunca ha sido demostrada… al menos hasta que HaYoung se encuentra en un lugar
que es exactamente opuesto al que está acostumbrado.
Notas:
drabble escrito para Aoharu_Mei.
Comentario de autora:
mientras se me ocurría o no una idea para esta historia estuve viendo el MV de
Spectrum y acabé decantándome por hacer algo “inspirado” en él. Espero que os
guste.
Another World
HaYoung giró hacia la derecha y se encontró
con un callejón sin salida, por lo que se dio la vuelta, queriendo volver sobre
sus pasos, pero solo unos metros detrás de él se encontraban aquellos que lo
perseguían. No podía volver, tampoco podía seguir adelante en el callejón. No
tenía escapatoria. Con la respiración entrecortada por la carrera y el corazón
martilleándole el pecho y retumbando en su cabeza, el chico no sabía qué hacer.
No había ninguna opción buena, pero debía decidirse pronto.
Entonces lo vio. En la pared que le cortaba
el paso en el callejón había una pequeña ranura por la que podría colarse y
escapar.
Sin pensarlo más, HaYoung corrió hacia allí
y, con algo de trabajo, atravesó aquella ranura saliendo a otro callejón, pero
éste tenía salida a la calle principal. El chico siguió adelante, mirando una
sola vez atrás para comprobar que ninguno de sus perseguidores se quería meter
por el estrecho hueco, y salió a la calle, dirigiéndose después hacia la
izquierda a paso rápido para llegar a su casa lo más pronto posible y no tener
que preocuparse de aquellos matones con los que se había topado.
Tan enfocado estaba en querer llegar a su
casa, que no se dio cuenta de que algo extraño pasaba en la ciudad hasta que no
pasó algún tiempo caminando, llegando al barrio en el que vivía su mejor amigo,
que se encontraba justo en el lado opuesto de la ciudad. HaYoung se extrañó.
¿Cómo había llegado hasta allí? ¿No le había prestado atención al camino y sus
piernas lo habían llevado hasta otro lugar?
No. HaYoung llevaba viviendo toda su vida en
aquella ciudad, era imposible que algo así le hubiera pasado cuando estaba
seguro de que podía llegar desde cualquier lugar hasta su casa sin pérdida
alguna.
Sin embargo, HaYoung no le echó demasiadas
cuentas y decidió que, ya que estaba cerca de la casa de su mejor amigo, se
podía quedar allí aquel día. Avisaría a su familia que no iría a casa y que
estaría con JiHoon y no tendría ningún problema.
Por eso, el chico siguió su camino y se
adentró en aquel barrio que se conocía tan bien como el suyo propio pero que,
aquel día, se le hizo laberíntico. ¿Qué le sucedía? ¿No estaba lo suficientemente
atento porque se sabía el camino y se equivocaba? ¿Se habría dado algún golpe
en la cabeza al pasar por el hueco de la pared y el cerebro no le funcionaba
correctamente? Era raro, pero HaYoung siguió sin prestarle demasiada atención y
simplemente siguió adelante hasta que finalmente llegó al bloque de su amigo.
Justo en el momento en el que llegaba,
alguien salía de allí, así que no tuvo ni que llamar al portero para que le
abrieran, simplemente entró y se montó en el ascensor, pulsando el número diez.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron porque ya había llegado a la
planta, HaYoung giró a su derecha y llamó al timbre. No tuvo que esperar
demasiado a que la puerta se abriera, pero por ella no apareció ni su amigo ni
nadie de su familia, sino una señora mayor, y el chico se quedó bastante
confuso.
—¿Qué haces aquí, niño? —le preguntó la
mujer.
—Estoy buscando a Kim JiHoon —respondió—. ¿No
vive aquí?
—¿Kim JiHoon? ¿Kim…? Ah… será el hijo de la
familia de enfrente —dijo ella, señalando la puerta que se encontraba al otro
lado del pasillo.
—Oh… lo siento mucho, señora —contestó.
Ella le quitó importancia al asunto y después
cerró la puerta de su piso, dejándolo en el descansillo, bastante confuso.
Había girado a la derecha después de salir del ascensor, ¿no? ¿Por qué se había
equivocado entonces de puerta? HaYoung movió rápidamente su cabeza, tratando de
aclararse las ideas y después se giró hacia la otra puerta y llamó al timbre,
esperando que de verdad, por la puerta apareciera su amigo y no alguien
extraño.
Un poco después, la puerta se abrió y HaYoung
dejó escapar un suspiro de alivio al ver la cara de su mejor amigo asomar por
el umbral de ésta. Sin embargo, el alivio le duró poco al ver que éste en vez
de dedicarle una sonrisa de bienvenida, lo que le dedicó fue un ceño fruncido y
una mirada de desconcierto.
—¿Por qué mi archienemigo se presenta en la
puerta de mi casa? —cuestionó JiHoon, dejando a HaYoung todavía más confuso.
—¿Archienemigo? Pero si tú y yo somos…
Y entonces todo hizo clic en su cabeza y
HaYoung lo entendió. Entendió por qué había llegado al lado opuesto al que se
había dirigido, entendió por qué se había perdido entre los bloques del barrio
y entendió por qué se había equivocado de puerta. Los antiguos habían teorizado
sobre un mundo paralelo en el que todo era igual, pero opuesto, y HaYoung nunca
había creído realmente en aquello, pero no había otra explicación a todo eso.
—JiHoon, necesito tu ayuda —fue lo único que
dijo.
Puede que fuera por el tono serio o por la expresión
de su rostro, pero el otro dejó de mirarlo mal y abrió la puerta de su casa,
dejándolo pasar al interior. Puede que JiHoon no creyera lo que le iba a
contar, puede que después de eso lo echara a patadas de su casa, pero HaYoung
realmente necesitaba la ayuda de su mejor amigo para volver a casa.
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