Título: BLOOD
Autora:
Riz Aino
Pareja:
KiEun (KiHyun + YeEun) (MONCLC – CLC + MONSTA X)
Clasificación:
R
Géneros:
AU, romance, angst
Número de palabras:
741 palabras
Resumen:
“Cuando tu hija cumpla diecisiete años,
una maldición caerá sobre esta familia… una maldición en la que toda persona
que ame a esta niña o que ella ame, morirá”.
Advertencias:
amenazas de muertes de personajes (aunque en lo que es el fic no muere nadie…
de momento).
Notas:
drabble escrito para Yee Eun.
Comentario de autora:
he de advertir que se me fue muchísimo la cabeza cuando pensé esta historia,
pero la verdad es que después de todo me encantó el resultado. Espero que os
guste.
BLOOD
“Cuando
tu hija cumpla diecisiete años, una maldición caerá sobre esta familia… una
maldición en la que toda persona que ame a esta niña o que ella ame, morirá.
Además, el destino de tu primogénito estará unido al suyo y la sangre
encharcará los suelos de esta casa”.
La señora Yoo se despertó asustada por el
sueño que acababa de tener, su respiración estaba agitada y su corazón latía
desesperadamente dentro de su pecho mientras un sudor frío le recorría toda la
columna vertebral. En las últimas semanas había estado teniendo aquel sueño,
aquel sueño que realmente era un recuerdo del pasado… el recuerdo de aquella
hechicera que había echado una maldición sobre su familia hacía casi diecisiete
años. La señora Yoo tenía miedo de que a pesar de todas las medidas que había
tomado en su momento, los cielos encontraran el modo de llevar a cabo aquella
maldición. Sin embargo, no tenía sentido, había acabado con todo pocos días
después de que aquella hechicera hubiera hecho su profecía.
La señora Yoo había ordenado asesinar a su
bebé recién nacido para que la maldición no destrozara su familia y se habían
mudado a la gran ciudad, por lo que no tenía nada de lo que preocuparse. Todos
aquellos años nada había salido mal, así que, en el décimo séptimo aniversario,
tampoco podía ocurrir nada… pero algo en su corazón la hacía sentir inquieta.
KiHyun había aprovechado que en su hogar
había un gran revuelo aquella semana para desaparecer un rato y viajar por la
provincia él solo. Cada vez que podía, hacía aquello para poder encontrarse con
YeeEun, aquella muchacha que había encontrado viviendo en su antigua casa en la
provincia y a la que sentía que debía de proteger de todo mal a toda costa. Ella
vivía sola, solo de vez en cuando visitada por KiHyun o por alguien que decía
ser su padre, pero que el chico no podía evitar pensar que no podía serlo. Por
eso, porque estaba siempre sola y porque él sentía que no podía dejarla allí,
se había dedicado a hacerle compañía cada vez que podía.
Desde la primera vez que se habían
encontrado, todo alrededor de la chica era demasiado misterioso, tanto que
KiHyun no había podido evitar comenzar a sentirse atraído por ella y, cada año
que pasaba en su compañía, sentía que aquel sentimiento iba a más.
Probablemente, estaba enamorado de YeeEun, pero no sabía si era correcto
decírselo a ella. Pensando en aquello, KiHyun llegó hasta la casa en la que él
había pasado sus primeros años de vida y en la que ahora ella vivía y se
adentró en ella, buscándola.
—¡YeeEun! —la llamó. Apenas tuvo que esperar
unos momentos para verla aparecer con una enorme sonrisa en su hermoso rostro,
sonrisa que hizo que su corazón doliera.
—¡Has venido! —dijo ella felizmente,
corriendo hacia KiHyun para abrazarse fuertemente a su cuerpo—. No creía que
pudieras venir hoy.
—Te dije que vendría —respondió estrechándola
entre sus brazos y aspirando aquel aroma dulce que la caracterizaba—. Es tu
cumpleaños, después de todo.
—Sí. Ya cumplo diecisiete —contestó YeeEun,
alzando su cabeza para que sus miradas se encontraran—. A partir de ahora soy
una mujer.
KiHyun le sonrió y dejó un beso corto sobre
su frente, tal y como siempre había hecho con la chica; sin embargo, aquella
vez sintió que había algo diferente. No sabía si lo diferente era la situación
o el ambiente, pero sí que había algo que había cambiado o que iba a cambiar
muy pronto. Lo que KiHyun no sabía era que a partir de aquel día, todo iba a
ser muy distinto, su vida se iba a convertir en un infierno hasta que
finalmente terminara de una forma trágica.
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