sábado, 10 de noviembre de 2018

[Drabble] 奇跡 (Miracle): 모든날 (All Day) {YoonBeom}


Título: 모든날 (All Day)
Autora: Riz Aino
Pareja: YoonBeom (Y + JiBeom) (Golden Child)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, high school, romance, drama, fluff
Número de palabras: 840 palabras
Resumen: JiBeom no estaba pasando por un buen momento, así que, SungYoon tratará todo lo que pueda para hacer para que el chico levante un poco el ánimo.
Notas: el drabble está inspirado levemente en la letra de la canción homónima, aunque tampoco demasiado, solo un poquito porque no sigue del todo el tema.
Comentario de autora: hace tiempo que quería escribir de estos dos niños y estaba esperando el momento oportuno para ponerme a ello… ese momento ha llegado. Espero que os guste.

모든날 (All Day)

            En el momento en el que SungYoon vio aparecer a su novio por la boca de la salida del metro, el lugar en el que quedaban cada mañana para caminar unos pocos minutos hasta el instituto, el chico supo perfectamente que algo no iba bien. JiBeom tenía unas ojeras muy pronunciadas, el rostro lívido y se movía lentamente, dejándose arrastrar más que nada por la marea de gente que a aquellas horas salía del metro. Rápidamente, el chico se había acercado hasta él y había pasado su brazo por su cintura para sostenerlo y llevarlo lejos del gentío, hasta el escaparate de una tienda de ropa, donde lo sentó en el escalón que allí había antes de agacharse a su altura para mirarlo. JiBeom tenía la cabeza agachada, por lo que el mayor rozó con su mano su mejilla para que éste lo mirara mientras hablaba.

            —¿Qué ha pasado? —le preguntó al chico.


            JiBeom lo miró con sus ojos cansados durante unos momentos, hasta que éstos empezaron a aguarse y, rápidamente, SungYoon se acercó a él para darle un fuerte abrazo que estaba seguro que su novio necesitaba. El chico también se abrazó fuertemente a él y comenzó a sollozar débilmente mientras, con voz ahogada, le contaba qué era lo que había sucedido para que se encontrara de aquella forma. JiBeom no había dormido aquella noche porque los gritos de sus padres no habían cesado, una pelea que había subido de tono y en la que se habían tirado los trastos a la cabeza. Había sido necesaria la intervención de la policía en aquella ocasión y JiBeom había estado en la comisaría como testigo y como apoyo moral para su madre, quien por fin había interpuesto una demanda de malos tratos contra su marido.

            La situación familiar de JiBeom había empeorado mucho en los últimos tiempos, desde que su madre se había vuelto a casar tras la muerte de su padre, y el chico había pasado unos tiempos horribles que habían llevado hasta aquella noche. SungYoon se alegraba porque, a partir de aquel momento, las cosas dejarían de ser de aquella forma, pero también tenía un poco de temor por la situación que la que se encontraba ahora su novio, porque sabía a la perfección que todo aquel asunto lo afectaba de sobremanera y porque sabía que lo había estado pasando mal mucho tiempo antes de que se abriera por primera vez a él y le contara lo que sucedía en casa y todo ese tiempo, JiBeom había bregado solo con todo aquello y no quería que el chico se encerrara en sí mismo en aquel proceso cuando podía contar con él para todo.

            —Todo va a salir bien —le dijo SungYoon, tratando de animarlo—. Verás como a partir de ahora todo cambia para mejor.

            JiBeom sollozó un poco más fuerte ante aquellas palabras de consuelo, pero poco a poco, su llanto se fue haciendo más y más débil hasta que por fin se detuvo del todo y ambos se separaron. SungYoon aprovechó para secar las lágrimas de su novio con un pañuelo que luego le dejó al chico para que se sonara los mocos.

            —Muchas gracias, hyung —murmuró después de calmarse—. No sé cómo podría llevar esto adelante sin ti.
            —Podrías llevarlo porque eres la persona más fuerte que conozco —replicó SungYoon, pellizcándole levemente la mejilla—, pero yo estaré aquí siempre que me necesites para darte un abrazo, para escuchar todo lo que tengas que decirme y para hacer absolutamente todo lo que me pidas.

            JiBeom le dedicó una sonrisa encantadora y, después de aquello, ambos se levantaron para poder emprender de nuevo el camino que les quedaba para llegar al instituto. Ya llegarían tarde para entrar a primera hora, pero realmente no importaba demasiado porque podían entrar perfectamente a los terrenos del instituto sin ser vistos por un agujero que había en la valla metálica; lo que importaba de verdad era que JiBeom estuviera bien y que tratara de no pensar todo el tiempo en la situación que atravesaba, por lo que SungYoon se dedicó todo el día a hacer todo lo que se le ocurrió para hacer a su novio sentir bien.












Notas finales:
—Como sabéis que no soy mucho de dramas, los dramas nunca puedo desarrollarlos convenientemente y acaban quedando intensitos y cortitos.

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