Título: 모든날 (All Day)
Autora: Riz Aino
Pareja: YoonBeom (Y + JiBeom) (Golden Child)
Clasificación: PG–13
Géneros:
AU, high school, romance, drama, fluff
Número de palabras: 840 palabras
Resumen: JiBeom no estaba pasando por un buen momento, así que,
SungYoon tratará todo lo que pueda para hacer para que el chico levante un poco
el ánimo.
Notas: el drabble está inspirado levemente en la letra de la
canción homónima, aunque tampoco demasiado, solo un poquito porque no sigue del
todo el tema.
Comentario de
autora: hace tiempo que quería
escribir de estos dos niños y estaba esperando el momento oportuno para ponerme
a ello… ese momento ha llegado. Espero que os guste.
모든날 (All Day)
En el
momento en el que SungYoon vio aparecer a su novio por la boca de la salida del
metro, el lugar en el que quedaban cada mañana para caminar unos pocos minutos hasta
el instituto, el chico supo perfectamente que algo no iba bien. JiBeom tenía unas
ojeras muy pronunciadas, el rostro lívido y se movía lentamente, dejándose
arrastrar más que nada por la marea de gente que a aquellas horas salía del
metro. Rápidamente, el chico se había acercado hasta él y había pasado su brazo
por su cintura para sostenerlo y llevarlo lejos del gentío, hasta el escaparate
de una tienda de ropa, donde lo sentó en el escalón que allí había antes de
agacharse a su altura para mirarlo. JiBeom tenía la cabeza agachada, por lo que
el mayor rozó con su mano su mejilla para que éste lo mirara mientras hablaba.
—¿Qué
ha pasado? —le preguntó al chico.
JiBeom
lo miró con sus ojos cansados durante unos momentos, hasta que éstos empezaron
a aguarse y, rápidamente, SungYoon se acercó a él para darle un fuerte abrazo
que estaba seguro que su novio necesitaba. El chico también se abrazó
fuertemente a él y comenzó a sollozar débilmente mientras, con voz ahogada, le
contaba qué era lo que había sucedido para que se encontrara de aquella forma.
JiBeom no había dormido aquella noche porque los gritos de sus padres no habían
cesado, una pelea que había subido de tono y en la que se habían tirado los
trastos a la cabeza. Había sido necesaria la intervención de la policía en aquella
ocasión y JiBeom había estado en la comisaría como testigo y como apoyo moral
para su madre, quien por fin había interpuesto una demanda de malos tratos
contra su marido.
La
situación familiar de JiBeom había empeorado mucho en los últimos tiempos,
desde que su madre se había vuelto a casar tras la muerte de su padre, y el
chico había pasado unos tiempos horribles que habían llevado hasta aquella
noche. SungYoon se alegraba porque, a partir de aquel momento, las cosas
dejarían de ser de aquella forma, pero también tenía un poco de temor por la
situación que la que se encontraba ahora su novio, porque sabía a la perfección
que todo aquel asunto lo afectaba de sobremanera y porque sabía que lo había
estado pasando mal mucho tiempo antes de que se abriera por primera vez a él y
le contara lo que sucedía en casa y todo ese tiempo, JiBeom había bregado solo
con todo aquello y no quería que el chico se encerrara en sí mismo en aquel
proceso cuando podía contar con él para todo.
—Todo
va a salir bien —le dijo SungYoon, tratando de animarlo—. Verás como a partir
de ahora todo cambia para mejor.
JiBeom
sollozó un poco más fuerte ante aquellas palabras de consuelo, pero poco a
poco, su llanto se fue haciendo más y más débil hasta que por fin se detuvo del
todo y ambos se separaron. SungYoon aprovechó para secar las lágrimas de su
novio con un pañuelo que luego le dejó al chico para que se sonara los mocos.
—Muchas
gracias, hyung —murmuró después de
calmarse—. No sé cómo podría llevar esto adelante sin ti.
—Podrías
llevarlo porque eres la persona más fuerte que conozco —replicó SungYoon,
pellizcándole levemente la mejilla—, pero yo estaré aquí siempre que me
necesites para darte un abrazo, para escuchar todo lo que tengas que decirme y
para hacer absolutamente todo lo que me pidas.
JiBeom
le dedicó una sonrisa encantadora y, después de aquello, ambos se levantaron para
poder emprender de nuevo el camino que les quedaba para llegar al instituto. Ya
llegarían tarde para entrar a primera hora, pero realmente no importaba demasiado
porque podían entrar perfectamente a los terrenos del instituto sin ser vistos
por un agujero que había en la valla metálica; lo que importaba de verdad era
que JiBeom estuviera bien y que tratara de no pensar todo el tiempo en la
situación que atravesaba, por lo que SungYoon se dedicó todo el día a hacer
todo lo que se le ocurrió para hacer a su novio sentir bien.
Notas finales:
—Como
sabéis que no soy mucho de dramas, los dramas nunca puedo desarrollarlos
convenientemente y acaban quedando intensitos y cortitos.
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