Título: First times
Autora: Riz Aino
Pareja: 2Park (Park
WooJin + Park JiHoon) (Wanna One)
Calificación:
R
Géneros:
AU, romance, fluff, smut
Número de palabras:
2.133 palabras
Resumen:
después de graduarse, WooJin y JiHoon se embarcan en un viaje lleno de primeras
veces.
Advertencias:
mención a relaciones sexuales, pero tan leves que ni siquiera os daréis cuenta
de que están ahí (?).
Aclaraciones:
esta es la segunda de las tres partes de la historia Adulthood. La primera fue
“Graduation” y la tercera será “Flower road”.
Notas: historia
inspirada en el episodio de Battle Trip que compartieron. Aquí podéis verlo con subtítulos en inglés.
Comentario de autora:
como ya dije en la primera historia, quería hacer algo especial por este año en
el que disfrutamos de Wanna One y, sobre todo, darle un poco de amor a este
ship usando momentos reales como inspiración para sucesos especiales. Espero
que os guste esta segunda parte como la primera o más (y que cuando leáis la
última os guste incluso muchísimo más).
First times
JiHoon estaba nervioso, muy nervioso
cuando se sentó en su asiento asignado en el tren con WooJin al lado, tras
dejar sus maletas en el compartimento de arriba. Estaba muy nervioso porque
aquel era el primer viaje que iban a hacer los dos juntos, el primer viaje de
sus vidas y el primer viaje desde que se confesaron mutuamente sus sentimientos.
JiHoon todavía se sentía en una nube porque no podía creerse lo que había
sucedido el día en el que se habían graduado, porque todo había sido demasiado
repentino e inesperado y el chico, a pesar que después del almuerzo lo habían
hablado todo largo y tendido, y todavía seguía sintiendo que salir con WooJin
debía de ser un sueño demasiado agradable del que no quería despertar por nada
del mundo.
Salir con WooJin realmente no era
demasiado diferente a como todo había sido cuando solo eran amigos porque
seguían quedando cada vez que podían, seguían viéndose casi a todas horas,
seguían mandándose mensajes cada vez que no estaban juntos y seguían
encerrándose en la habitación de WooJin para jugar a la consola. Todo había
seguido siendo igual, excepto porque ahora cuando estaban juntos a veces
estaban tan juntos que no podía diferenciarse dónde empezaba el cuerpo de uno y
acababa el del otro y porque ahora cuando estaban encerrados en la habitación
de WooJin jugando a la consola no solo jugaban a la consola, sino que se
robaban besos hasta que sus labios acababan rojos e hinchados. Había sido un
cambio significativo el que había sufrido su relación, pero a JiHoon le
encantaba demasiado aquel cambio a pesar de seguir pensando que todo aquello
debía ser un sueño porque era demasiado bonito y genial.
Porque junto a WooJin estaba
experimentando demasiadas primeras veces —muy distintas de las que ya había
experimentado con anterioridad, cuando simplemente eran amigos, niños que
habían crecido juntos el uno con el otro y que habían descubierto el mundo a la
vez— unas primeras veces que JiHoon jamás había pensado que pudiera
experimentar junto al otro chico también.
WooJin se había llevado su primer
beso la tarde de su graduación, le había dejado el primer chupetón en el cuello
a propósito para que se viera y, además, ambos habían estado a punto de ser la
primera vez el uno del otro, pero antes de que pudieran haber llegado muy
lejos, tuvieron que detenerse por una interrupción. Solo habían pasado unas semanas
desde que salían juntos, pero habían tenido muchísimas situaciones que se
habían convertido en sus primeras veces haciendo algo… lo que JiHoon realmente
no se esperaba era que aquel primer viaje juntos y solos también estaría
completamente plagado de primeras veces —aunque muy en el fondo de lo imaginaba—. No
obstante, a pesar de los nervios por todo y de los pensamientos que no paraban
de circular por su mente, JiHoon se quedó dormido en el trayecto a Hadong, con
su cabeza apoyada en el hombro de WooJin y sintiendo cómo éste acariciaba con
la yema de sus dedos su brazo de arriba abajo.
—JiHoonnie… JiHoonnie —el chico escuchó su nombre un par
de veces, susurrado por la voz de WooJin y abrió sus ojos lentamente,
parpadeando para librarse del sueño—. Ya mismo nos tenemos que bajar —le dijo
el chico y él asintió.
Recoger sus cosas y salir del tren y caminar por la
estación muy juntos para no separarse el uno del otro hasta llegar a la salida
fue algo que habían hecho muchas veces siguiendo las espaldas de sus padres en
los muchos viajes conjuntos que habían hecho las dos familias, pero en aquella
ocasión tuvieron que hacerlo solos y tuvieron que buscar igualmente solos un
taxi que los llevara hasta el lugar en el que se iban a quedar a pasar aquella
noche, un camping en el que habían alquilado una caravana para aprovechar el
buen tiempo y hacer una barbacoa al aire libre, además de poder cenar bajo las
estrellas y crear así unos buenos recuerdos de su primer viaje, antes de volver
a su vida normal —que sería una locura en las siguientes semanas, ultimando los
detalles para su entrada en la universidad—.
Aquel viaje estuvo lleno de primeras veces, tal y como el
chico había predicho, porque era la primera vez que viajaban a aquella ciudad que
se volvía preciosa en primavera gracias a los cerezos en flor y porque aquella
era la primera vez que ambos viajaban solos y como novios, por lo que, ambos
crearon muy buenos recuerdos con todo lo que hicieron aquel día, a pesar del
dolor de pies por pasarse el día caminando.
Al regresar al camping en el que habían alquilado la
caravana cuando ya era casi de noche, los chicos se dirigieron al supermercado
más cercano para comprar lo necesario para hacer la cena y el desayuno a la
mañana siguiente. Para poder ir más rápidos y no perder demasiado tiempo, los
chicos se repartieron la lista de la compra y cada uno fue cogiendo lo que le
había tocado, JiHoon trató de buscar las cosas lo más pronto posible para poder
regresar al camping y empezar con la cena porque tenía muchísima hambre después
de todo el día caminando como un loco de un lado a otro, así que, en cuanto
terminó, fue al encuentro de WooJin en el pequeño supermercado hasta que lo
vio, en frente de uno de los frigoríficos llenos de bebidas, observando las
diferentes latas.
—WooJin —lo llamó y éste se giró hacia él—. ¿No sabes qué
escoger?
—En realidad… creo que quiero tratar algo —le contestó—,
pero no sé si tú querrás o no y me gustaría hacerlo juntos.
—¿De qué se trata? —preguntó JiHoon con curiosidad.
—Me gustaría beber alcohol —dijo—. Todavía no hemos
tenido la oportunidad de beber, aunque ya podemos hacerlo, así que… me gustaría…
Beber era algo que no habían podido hacer todavía, pero
también era algo que ambos se habían prometido que iban a hacer juntos años
atrás, ahora que tenían la posibilidad de hacerlo porque ya eran mayores de edad,
el chico no quería perder la oportunidad tampoco porque, además, en aquel viaje
que estaba plagado de primeras veces, era un buen lugar para beber alcohol por
primera vez juntos. JiHoon asintió, le parecía la mejor idea del universo.
—¿Qué deberíamos coger? —preguntó.
—Ni idea —dijo WooJin, con una sonrisa encantadora.
Tras pasarse varios minutos observando las bebidas alcohólicas
del frigorífico, los chicos finalmente cogieron un par de cervezas para cada uno
y después siguieron con lo que tenían previsto, terminar la compra y dirigirse
de nuevo al camping para comenzar a hacer la cena. Las barbacoas al aire libre
eran lo mejor del mundo y, sobre todo, hacerlas bajo la luz de la luna y las estrellas
era una experiencia maravillosa, una que no habían tenido nunca y que, como prácticamente
todo lo que estaba sucediendo en aquel día, fue una nueva primera vez, al igual
que sentarse a comer en la mesa plegable con una lata de cerveza en la mano.
—¿Por qué brindamos? —murmuró JiHoon.
—Por nosotros, por nuestro futuro juntos y por tener una
y mil primeras y últimas veces juntos —contestó WooJin.
El chico se sintió avergonzado por las palabras de su
novio, su corazón latió a gran velocidad y sus mejillas y la punta de sus
orejas se volvieron de color rojo brillante. Sin embargo, él en su corazón
sentía también aquellas palabras, porque estar con WooJin desde el principio y
hasta el final sería completamente perfecto.
El sabor de la cerveza fue amargo en su boca en el primer
trago, pero tras el segundo comenzó a ser dulce y a dejarle un leve zumbido en
la cabeza que al chico le parecía electrizante, una sensación maravillosa para
JiHoon, que hizo muchísimo más especial el momento compartido con WooJin,
sentados ambos bajo las estrellas, comiendo cosas ricas y hablando sobre mil y
una cosas hasta que la comida se terminó y comenzó a levantarse un airecillo
fresco que los hizo tiritar un poco. Ambos recogieron todo en ese momento y se
fueron al interior de la caravana para prepararse para dormir aquella noche un
poco para poder seguir el ritmo al día siguiente hasta que tuvieran que volver
a coger el tren para regresar a casa.
Después de ducharse y ponerse el chándal viejo que usaba
como pijama, JiHoon fue hasta la zona en la que se encontraba la enorme cama,
viendo que WooJin ya había adecentado el lugar para dejarlo completamente listo
para que ambos pudieran dormir allí cómodamente. Por alguna razón, ver a WooJin
tumbado en aquella cama, esperándolo, hizo que el chico tragara saliva de forma
bastante obvia porque en ese momento, en su mente apareció una escena que lo
dejó con la boca seca. Desde que habían comenzado a salir juntos no habían
dormido en la misma cama todavía y, la única vez que habían estado sobre una
cama, la cosa había ido hacia un lugar bastante curioso. Por una parte, JiHoon tenía
la esperanza de que aquel día pudieran continuar donde lo habían dejado por la
interrupción ya que allí estaban completamente solos, acabando el día de
primeras veces con aquello; pero, por otra parte, no estaba seguro de si podían
hacerlo porque él no había llevado los preparos necesarios para ello.
Con
su corazón latiendo de forma rápida dentro de su pecho, JiHoon se acercó a paso
lento hasta la cama y se sentó en el filo de esta, de espaldas a WooJin, que ya
estaba tumbado, cerca de la pared. El chico cerró sus ojos e inspiró
profundamente, dispuesto a hablar de aquello con el otro, pero antes de que
pudiera decir ni una sola palabra, sintió cómo WooJin se alzaba en la cama y se
quedaba sentado tras él, apretando su pecho contra su espalda y besando delicadamente
su nuca, solo un roce leve y suave.
—JiHoonnie… —susurró el chico con voz grave contra su
piel, provocando que un escalofrío recorriera la columna del nombrado de arriba
abajo—. Podríamos… aprovechar que estamos solos…
—Podríamos… —murmuró él en respuesta—. ¿Cómo de lejos
podríamos llegar?
—Todo lo lejos que tú quieras —contestó WooJin, volviendo
a besar su nuca, haciendo que JiHoon sintiera contra su piel la sonrisa pícara
que su novio esbozó en el instante en el que él replicó.
—Lo más lejos posible…
WooJin arrastró a JiHoon con él a la cama para quedarse
ambos tumbados, cara a cara, mirándose y sonriendo con nerviosismo. Aquella iba
a ser la primera vez de ambos, aquella iba a ser su primera experiencia sexual
y seguro que iba a ser un desastre porque ninguno de los dos sabía exactamente
qué era lo que debían hacer para hacer sentir bien al otro, pero tenían todo el
tiempo del mundo para poder ir descubriendo aquellas cosas.
Sus manos recorrieron el cuerpo del otro de forma
inexperta, tocando todos los lugares con piel expuesta o haciendo lo imposible
para que ésta estuviera al alcance, sus besos eran descoordinados y
completamente arrítmicos, con demasiada lengua, demasiados dientes, demasiada
saliva y el roce de las mitades inferiores de sus cuerpos, calientes, duras,
les mandaban estallidos de corrientes eléctricas cada vez que se rozaban.
JiHoon y WooJin fueron descubriendo el cuerpo del otro como nunca antes lo
habían hecho por primera vez, fueron tocando y besando el cuerpo del otro como
nunca antes lo habían hecho por primera vez, tocando y besando lugares que
nunca jamás habrían pensado que podrían tocar y besar mientras la noche se avanzaba
más y más hasta que casi despuntar el alba.
Aquel viaje estuvo lleno de primeras veces para JiHoon y
WooJin, lleno de momentos inolvidables por ser la primera vez.
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