Título: (I’m your) birthday gift
Autora:
Riz Aino
Pareja:
KyuJung (KB + YooJung) (OnlyOneOf)
Clasificación:
R
Géneros:
canon, romance, smut, pwp
Numero de palabras:
1.343 palabras
Resumen:
KyuBin comenta que tiene un regalo muy especial preparado solo para TaeYeob.
Advertencias:
relaciones sexuales algo explícitas, pero no tanto como suelo describirlas,
solo un poquito.
Notas: básicamente
inspirado en esto,
porque KB está super nerviosito diciendo además cosas bonitas para el
cumpleañero y me dio una vibra buenísima para trama de fanfic.
Comentario de autora:
tengo un problema muy grave y mi problema se llama “OOO son demasiado preciosos
los unos con los otros, aunque de vez en cuando se peguen palizas, pero ese es
parte de su encanto”. Espero que os guste.
(I’m your) birthday gift
29
de mayo de 2019, 23:49
—Mi regalo —demandó TaeYeob en cuanto KyuBin
entró por la puerta de la habitación que ambos compartían con JunHyung—. Eres
el único que aún no me ha dado mi regalo.
KyuBin no pudo hacer otra cosa más
que sonreír. Aquella misma tarde, mientras esperaban para salir al programa en
directo, habían grabado un vídeo de cumpleaños para él todos los miembros
porque en ese día el chico ha tenido su debut en OnlyOneOf y además cumplía
veintidós años. Él había dejado su felicitación también, dándole las gracias
por cogerlo de la mano para calmarlo antes de subir al escenario y
prometiéndole un gran regalo que estaba seguro que le gustaría… pero TaeYeob no
lo iba a poder ver hasta el siguiente año, así que, tenía sentido que hubiera
ido hacia él para pedirle su regalo porque era el único que no se lo había
dado. TaeYeob formó un puchero en sus labios y se acercó a él para darle un
tortazo en el brazo por su falta de respuesta.
—Un momento —murmuró.
Miró hacia la cama de JunHyung y se
dio cuenta de que el chico no estaba allí, así que se dio la vuelta y salió de
la habitación para ver dónde estaba. Lo encontró en el salón, dormido
profundamente en el sofá y no pudo evitar sonreír. Igual le podía dar su regalo
de cumpleaños a TaeYeob antes de que se terminara el día, aunque había pensado
que solo le podría dar un pequeño adelanto y solo podría darle el regalo
después de que terminaran las promociones del debut. KyuBin volvió a la
habitación y, al entrar, cerró la puerta a sus espaldas, con el pestillo, para
que nadie pudiera abrirla y molestarlos.
—Cierra los ojos —le pidió—. Voy a darte ahora
tu regalo.
TaeYeob alzó sus cejas, sorprendido, y después frunció su
ceño, muy extrañado por la petición. No se debía fiar ni un pelo de él y la
verdad era que KyuBin en su lugar, tampoco se fiaría de él, pero después de una
mirada fija, al final acabó cerrando sus ojos. KyuBin sonrió, aunque el menor
ya no podía verlo y después se acercó a TaeYeob, quedándose tan solo a unos
pocos centímetros de su cuerpo. Antes de que el chico pudiera saber cuáles eran
sus intenciones, finalmente salvó la escasa distancia que separaba sus rostros para
tomar sus labios con los suyos en un beso corto, apenas un roce de bocas,
porque en el instante en el que se encontraron sus labios, TaeYeob dio un
pequeño saltito hacia atrás por la sorpresa y se separaron. El chico abrió sus
ojos al máximo y lo miró como si no se creyera lo que acababa de pasar y lo que
acababa de hacer, mirando inmediatamente después hacia la puerta.
—Hyung… —susurró, con algo de reproche
en su voz—. ¿Y si alguien nos ve? —preguntó.
—He cerrado con pestillo —respondió KyuBin, con
total calma.
—¿Y si JunHyung quiere entrar para dormir? —le cuestionó.
—Está completamente dormido en el sofá —contestó—. Siendo
él, no creo que se vaya a despertar en toda la noche.
—Pero…
—¿No quieres tu regalo de cumpleaños? —le
preguntó a TaeYeob, cortando de aquella forma al chico antes de que pudiera
elaborar en su “pero”.
—Claro que lo quiero —respondió.
—Y yo soy tu regalo —dijo KyuBin esbozando una sonrisa
amplia—. No vamos a poder tener sexo convencional porque sino no podrías bailar
y nos quedan un montón de promociones por delante, pero ya que JunHyung se ha
quedado dormido en el salón, quería aprovechar para dártelo.
TaeYeob puso los ojos en blanco y después suspiró
profundamente. KyuBin sabía que el silencio que le siguió a aquello significaba
que se lo estaba pensando, pero no sabía qué era lo que podía esperar. No
llevaban tanto tiempo saliendo juntos y, aunque habían pasado un par de años
entrenando para el debut, no lo conocía todavía lo suficiente como para
adivinar cuál iba a ser su respuesta y los segundos que pasaron hasta que
TaeYeob volvió a hablar, se le hicieron eternos.
—Está bien —contestó.
KyuBin no pudo evitar la sonrisa que
apareció en su rostro y de inmediato volvió a cruzar la poca distancia que
separaba sus cuerpos, llevando sus manos hasta el rostro de TaeYeob e
inclinando su rostro hacia delante para atrapar sus labios de nuevo con los
suyos. En aquella ocasión, el chico correspondió su beso, moviendo sus labios
al compás de los de KyuBin, siguiendo el ritmo, un ritmo suave, sin prisa, pero
sin pausa, disfrutando de cada instante, abriendo sus bocas y encontrándose sus
lenguas para explorarse la una a la otra como llevaban demasiado tiempo sin
poder hacer. La preparación para el debut había sido larga, extenuante y, sobre
todo, no les había dejado tiempo para nada, solo se habían podido robar besos
cortos de vez en cuando, a escondidas de todo y de todos, por lo general en el
piso, porque la empresa estaba llena de cámaras.
Poco a poco, el beso comenzó a
cambiar de ritmo, haciéndose muchísimo más desesperado, rápido, ambos queriendo
más de lo que estaban obteniendo. Las manos de TaeYeob se aferraron a su
espalda y su cuerpo se pegó al suyo, no dejando ni un solo milímetro entre
ellos, comenzando a frotarse contra él, tan necesitado como KyuBin mismo lo
estaba. Por eso mismo, el mayor rompió el beso, dejándolos a ambos jadeantes
por ello, y después hizo que se movieran por la habitación hasta acabar en la
cama del menor. No tenían mucho tiempo porque para las dos de la madrugada
debían de estar de nuevo en pie para comenzar un nuevo y largo día, así que no
podían desaprovecharlo. Ambos se tumbaron sobre sus costados y ni siquiera se
quitaron la ropa, simplemente se abrazaron fuertemente en mitad de la noche
para comenzar a frotarse el uno contra el otro, chocando sus entrepiernas,
tratando que los jadeos que salían de sus labios no fueran escuchados desde el
exterior. Con los roces, sus miembros se comenzaron a endurecer e incluso con
la tela de por medio, se volvieron cada vez más y más sensibles… hasta que
TaeYeob detuvo del todo sus movimientos.
—Voy a disfrutar al máximo de mi regalo de
cumpleaños —le dijo como toda explicación.
Y KyuBin se dejó hacer, porque de todas formas aquella
había sido su intención desde el primer momento, que TaeYeob pudiera disfrutar
lo máximo que fuera posible de él esa noche. El menor se levantó de la cama y
se quitó los pantalones y los calzoncillos y cuando volvió sobre el colchón,
también lo desnudó a él de la mitad inferior. Inmediatamente después, se subió
a su cuerpo, colocando sus rodillas a cada lado de las caderas de KyuBin y se
comenzó a mover contra él, haciendo que sus miembros erectos se rozaran una y
otra vez en un movimiento rápido y casi frenético hasta que finalmente
terminaron llegando al orgasmo. Todavía jadeantes, se limpiaron lo mejor que
pudieron y después se vistieron. KyuBin quitó el pestillo de la puerta por si a
alguien se le ocurría entrar a la habitación y después se tumbó en la cama de
TaeYeob de nuevo, donde se quedaron profundamente dormidos abrazados el uno al
otro.
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