viernes, 20 de septiembre de 2013

Ready 2 Love

Ready 2 Love


   -Te repito que estás jugando con los sentimientos de ambos y eso no es nada justo para ellos- dijo por quinta vez ese día mi amiga Yulenia, sentándose a los pies de mi cama.
   -Y yo te contesto que mientras que no se enteren no pasa nada- ella se levantó automáticamente de la cama y bufó con desesperación.

   Todos los días eran así desde que se enteró (bueno, más bien me extorsionó hasta que me lo sonsacó) que estaba saliendo con dos chicos a la vez. Me decía una y otra vez que tenía que acabar con ello, que les haría daño y un montón de chorradas más. Yo era de la opinión de “ojos que no ven, corazón que no siente” y además, ellos ni se conocían, jamás podrían enterarse del doble juego que llevaba.

   Cualquiera me podría juzgar por lo que hacía (como mi amiga), pero estaba en la edad de experimentar y me gustaba esta situación.

   -Eres desesperante, Naye- la escuché murmurar.
   -Oh, venga, Yul, no seas así- dije y ella me miró mal.
   -¿Cómo que no sea así?- preguntó- Onew es mi hermano, no puedo dejar que juegues con sus sentimientos.
   -No estoy jugando con los sentimientos de nadie…
   -¡Le estás poniendo los cuernos con Key!
   -No le pongo los cuernos…- ella encaró una ceja.
   -Ah, ¿no? ¿Y entonces cómo se llama eso que estás haciendo?
   -Doble vida- contesté- lo he buscado en internet, por si las moscas- sonreí y ella suspiró, cansada.
   -Naye…
   -Tranquila, pequeña, mientras no se enteren no habrá daño alguno- le aseguré.
   -¿Por qué lo haces?
   -Quiero experimentar, quiero ver con cual es más probable que acabe saliendo de verdad y no podía hacerlo de otra manera- contesté.
   -Claro que podías.
   -No.
   -Sí.
   -¿Cómo?
   -Saliendo con uno, dejándolo, saliendo con el otro, dejándolo y luego decidir.
   -Entonces les haría daño.
   -Lo que tú digas- volvió a suspirar y se dirigió a la puerta- simplemente intenta que no se encuentren nunca, ¿vale?
   -Vale- y salió.

   No sabía por qué ella temía que nos encontráramos, era muy fácil no hacerlo, Seúl es una ciudad muy grande. Pero cuando los planetas se alinean y se ponen en tu contra, una ciudad tan grande cómo Seúl se queda pequeña.
~.~.~

   Durante los siguientes días, si salía con Onew, en algún lugar acababa viendo a Key entre la gente y salía corriendo en la otra dirección. Si salía con Key, pasaba exactamente lo mismo y eso me estaba volviendo loca a mí y también un poco a ellos.

   Llegué al piso que compartía con mi amiga y me dejé caer sobre la cama, agotada. Había sido un día muy duro.

   -¿Qué te pasa?- preguntó Yulenia entrando a mi habitación, preocupada por el estado en el que había llegado a la casa.
   -¿Por qué las cosas siempre tienen que torcerse?- pregunté y ella abrió los ojos con pánico.
   -¿No me digas que os habéis encontrado los tres?
   -No, nada de eso- ella respiró tranquila.
   -¿Entonces?
   -Tengo que huir de un lado para otro porque salga con quien salga, siempre aparece el otro cerca y tengo que cambiar el rumbo para no cruzarnos- conté.
   -Te dije que era un juego muy peligroso.
   -Ya… lo repetiste cerca de quinientas veces desde el día que te lo conté.
   -Y no me has hecho caso en lo de dejar todo esto…
   -Creo que… voy a hacerte un poquito de caso…- ella sonrió triunfante.
   -Asegúrate de que eliges al indicado, luego no puedes cambiar como si de una camiseta que no te queda bien se tratase- advirtió saliendo de mi cuarto.

   No me gustaba nada tener que darle la razón a mi amiga, pero estaba jugando con fuego y había estado a punto de quemarme varias veces.

   Sin embargo, no podía decidir. Los dos me gustaban demasiado. Key era tan atento, tan educado, tan cariñoso, aunque a veces un poco caprichoso y mandón. Onew era de otra forma, era muy dulce, muy alegre, muy cariñoso, se preocupaba de mi bienestar, pero a veces podía ser un verdadero idiota y parecía tener dos pies izquierdos.

   No sabía por cual decidirme. Ambos tenían sus cualidades y sus defectos, y por ambas cosas me gustaban.

~.~.~

   Durante la siguiente semana apenas salí de casa e intenté no encontrarme con ninguno de los dos. Debía pensar y nada, ninguna acción podía determinar cuál sería mi decisión.

   La inspiración divina me pareció llegar el día en el que abrí la puerta de casa y por ella entró un muy preocupado Onew, abrazándome hasta dejarme prácticamente sin respiración.

   -¿Cómo estás, tesoro?- me preguntó y yo lo miré confundida- llevo una semana sin saber nada de ti, no contestas al móvil, no te conectas a las redes sociales y no te he visto en la Facultad.
   -Oh bueno… yo…
   -Y cuando le pregunté a mi hermana sobre ti, primero me daba largas, pero después, ante mi insistencia me contó que estabas enferma y que era algo contagioso- me apretó más fuerte contra su pecho- me estaba volviendo loco de preocupación.

   Su confesión me dejó de piedra unos instantes, mientras me abrazaba, pero después, mi corazón comenzó a saltar de alegría. Él ya había tomado la decisión.

   -No te preocupes- murmuré contra su cuello- ya estoy bien…- lo rodeé con mis brazos- “ya estoy lista para amar”- pensé.

~.~.~

   Esa misma noche, después de que Onew se fuera de casa, le di las gracias a mi amiga por encubrirme y encendí el móvil para llamar a Key y cortar con él. En cuanto lo hice, me comenzaron a llegar miles de notificaciones del Wassap, del Line, del Kakao, del Twitter, de FaceBook, llamadas perdidas, mensajes de texto, e-mails… todos de Onew. Eso hizo que aun fuera más firme en mi decisión.

   Busqué el chat del Kakao que tenía con Key y lo llamé, ya que de esa manera me salía gratis. No pasó mucho tiempo para que él me contestara.

   -¿Naye?- preguntó.
   -¿Quién si no?
   -No sé… cómo llevas sin dar señales de vida un par de días…
   -Fue una semana.
   -¿Tanto?
   -Sí.
   -Ah…

   Ah. Había estado una semana sin verme y lo único que decía cuando contactaba con él era “ah”. Estaba más que decidida a cortar con él y seguir adelante con Onew.

   -He estado pensando…- murmuré- sobre nosotros… y… quiero cortar- dije. Al otro lado de la línea solo se escuchó la respiración de alguien durante un par de minutos.
   -¿De verdad es eso lo que quieres?
   -Sí.
   -Entonces… ¿cortamos?
   -Sí.
   -Genial.
   -¿Genial?
   -Sí.
   -¿No estás triste?
   -No, la vida sigue y bueno, no hay que amargarse por cosas como esta- contestó.

   Bueno. Al menos no le había roto el corazón como temía Yulenia. Parecía que se lo estaba tomando bastante bien.

   -Entonces está bien- murmuré- ya… nos veremos…
   -Sí- contestó- oh, por cierto… ¿tú amiga, la que vive contigo, está soltera?
   -¿A qué viene esa pregunta?
   -La vida sigue- repitió.
   -Sí, está soltera.

   -Entonces nos veremos mucho.





2 comentarios:

  1. Lo más importante de aquí es que al final me quedé con Key *0*
    Pero no entendì, a mi me huele a que Yulenia ya salìa con Key desde hace mucho D:

    Onew es tan hermoso <3

    Me ha encantado *0*

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    Respuestas
    1. Eso es lo más importante ^^
      No... la cosa es que Key había empezado a salir con Naye para acercarse a Yulenia ^^
      Onew siempre ^^
      Me alegra que te gustara ^^

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