martes, 14 de mayo de 2013

Duizhang


Duizhang


   No conocía a nadie al entrar en la empresa, como todos al principio, pero había que añadirle otras variables más, era chino, por lo que no manejaba bien el coreano, y era tímido, muy tímido, por lo cual, mis primeros meses en la empresa pasaron sin pena ni gloria, y sin amigos, hasta que llegó él.

   Wu YiFan era su nombre chino, pero a él le gustaba más que se lo llamase por su nombre inglés, Kevin. Un día se acercó a mí y comenzó a hablarme de la nada, intentando hacerme sentir mejor, intentando adaptarme al lugar, enseñándome cosas y sonriéndome. Agradecí enormemente su esfuerzo, y me prometí a mí mismo que me abriría a él hasta que pudiéramos ser amigos.

   Día tras día hablábamos, nos contábamos nuestras vidas y nos íbamos conociendo poco a poco. Poco a poco pude ir viendo que teníamos muchas cosas en común, poco a poco nos hicimos muy amigos, y poco a poco, casi sin darme cuenta siquiera, me fui enamorando irremediablemente de él. Pero él no parecía darse cuenta de esto. Me trataba como a un niño pequeño, y no me veía más que cómo a una persona que debía cuidar y proteger porque era el mayor y era su responsabilidad.

   Los celos me mataban cuando veía cerca de él revolotear a su amigo YiXing, con él se permitía hacer cosas que conmigo no hacía, lo abrazaba cariñosamente, le daba besos en las mejillas, lo agarraba de la mano cuando iban a algún sitio, y muchas veces, los descubrí descansando uno encima del otro en cualquier sala de práctica. Todo eso me mataba por dentro, pero yo no podía hacer nada, sólo tener su amistad, porque su corazón ya se lo había ganado el otro.

   Un día como cualquier otro, Kevin apareció con YiXing, que se agarraba a su cintura posesivamente, mientras ambos se sonreían cómo si para el otro fueran lo más preciado del mundo, o así por lo menos lo veía yo. Se acercaron a mí y Kevin comenzó a hablarme.

   -Vamos a debutar en el mismo grupo- dijo. Me quedé con la boca abierta sin poder creérmelo. ¿Ellos dos iban a debutar? ¿Y encima en el mismo grupo? ¿Me dejaban solo para así seguir con su amor y lejos de mí? La rabia me inundó el cuerpo, pero no dejé que se me notara en el rostro y esbocé una sonrisa agradable que pudiera mostrarles “lo mucho que me agradaba que ellos debutaran, fueran felices y comieran predices mientras a mí me dejaban hecho un despojo”.
   -Me alegro por vosotros- acabé diciendo al final. Los dos se miraron y sonrieron aun más ampliamente. Kevin se soltó del agarre de YiXing y se acercó a mi para abrazarme.
   -Deberías alegrarte también por ti- ¿por qué decía eso?- vas a debutar en el mismo grupo que nosotros- abrí mis ojos lo más que pude por la sorpresa que esas palabras me habían causado- además, yo seré el líder.
   -¿De verdad?- fui capaz de preguntar al final.
   -De verdad- no podía creérmelo. Iba a debutar, y con Kevin, era mi sueño hecho realidad, pero… miré a YiXing. Él también estaría en el grupo. El chico se dio cuenta de mi mirada e hizo una pequeña reverencia.
   -Me voy a avisar a los demás- dijo, y salió de allí.

   En ese momento, mi interior me dijo que debía dejar claro de una vez por todas lo que sentía por Kevin. Si no se lo decía y debutábamos, mi vida no sería muy agradable, pero si se lo decía, y en estos momentos, aun podría revocarse la decisión de hacerme debutar con ellos.

   -Kevin…- susurré. Era muy tímido, y todavía no sabía cómo iba a decírselo.
   -¿Qué?- preguntó en mi oído, puesto que todavía no nos habíamos separado.
   -Yo… esto… yo…
   -Vamos, Tao, sabes que no muerdo…
   -Ya…- cogí aire y me separé un poco de él para pensar con claridad, aunque no lo miré a los ojos, porque si no, no podría decirlo- pues… yo… Kevin… tú… a mí… me… me… gustas…

   Noté sus manos en mi barbilla, alzándome la cabeza para mirarlo a los ojos. Cuando vi su rostro, estaba sonriendo. Me volvió a abrazar, esta vez más fuerte contra su cuerpo, tanto que casi me deja sin respiración.

   -Hasta que por fin lo dices…- susurró- ya empezaba a pensar que tendría que comenzar a intimar más con YiXing para que te me confesaras- dijo- tú también me gustas, Tao.

   Me había cabreado un poco eso de que hubiera estado muy pegado a YiXing sólo para hacer que me confesara, pero después de escuchar ese también me gustas, una sonrisa feliz se apoderó de mi rostro y mi cuerpo se relajó, sintiéndome querido.

   -De verdad… no sabes cuanto me gustas… Duizhang…


No hay comentarios:

Publicar un comentario