Teach Me More
Estaba sentado en el suelo de una de las
salas de baile de la SM. Me sentía muy cansado por tanto bailar y tantas
inutilidades como repetir una y otra vez una parte de la nueva coreografía que
ya nos salía perfectamente a los doce. Pero como era el líder, tenía que
mostrarme perfecto, aunque por dentro me estuviera muriendo.
Todavía ensayando, de pie, y sin síntomas de
cansancio alguno, se encontraba Kai, perfeccionando aún más si cabe, sus
perfectos movimientos. En pie también se encontraba ChanYeol, con una sonrisa
enorme en su rostro, molestando a los que estaban tirados por el suelo de la
sala. Comencé a reír bajito viendo cómo todo al que se acercaba acababa
mandándolo a la mierda poco después, y él se iba a por otro, hasta que así,
llegó a mi lado, y se echó cansado sobre mi hombro.
-¿Es divertido ver como todos me rechazan?-
me preguntó haciendo un puchero y yo negué con la cabeza- ¿entonces por qué te
ríes?
-Porque eres adorable- le di un pellizco en
la mejilla como una abuela y noté cómo su sonrisa se ensanchaba aún más.
-Sé que soy adorable- contestó- pero no lo
vayas diciendo por todos lados, que me da vergüenza… y además… los chicos…
-Lo sé, lo sé mejor que nadie- dije- por
cierto, esta noche tenemos clases tú y yo- ChanYeol se levantó de mi hombro
rápidamente y me miró con los ojos brillantes.
-¿De verdad?- peguntó.
-De verdad- dije- he conseguido que esta
noche nos la dejen libre, al igual que mañana por la mañana, por lo cual, todos
saldrán y tú y yo podremos aprender idiomas tranquilamente- razoné.
-Ya te echaba de menos- me susurró y me dio
un fuete abrazo- teach me more, Kris ge.
Y tras decir esto, se levantó con una gran
sonrisa en el rostro y comenzó a gritar a los cuatro vientos que yo era excepcional
por conseguir que nos dejaran un poco de tiempo libre, aun teniendo tan cerca
el comeback.
Sonreí al ver su actividad tras escuchar lo
de las clases, porque en realidad, ése era nuestro código secreto para las
noches que pasábamos juntos, puesto que nadie se podía enterar de nuestra
relación y con eso, podíamos camuflarla perfectamente, escudándonos en que nos
enseñábamos mutuamente, chino y coreano.
La verdad, ya hacía bastante tiempo desde
que tuvimos nuestras últimas clases, eso de que nos tocara a cada uno en una
sub-unidad había sido realmente malo, y ahora necesitaba mucho de ChanYeol.
Sonreí cuando se volvió a acercar a mí y me abrazó feliz.
-Wo ai ni- susurró.
-Saranghae.
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