Chapter Seven
What is the best choice?
En
cuanto JiMin abrió los ojos aquella mañana, lo primero que hizo fue mirar su
teléfono móvil para ver si tenía alguna notificación importante, ya fuera
alguna llamada que no hubiera escuchado mientras dormía o algún mensaje de
cualquier persona —cualquier persona llamada BamBam porque éste
se había montado en un avión el día anterior para un concierto con otros grupos
en Toronto, al que también habían ido los chicos de DAY6, y todavía no había
dado señales de vida—. JiMin sabía perfectamente que el chico estaba muy
ocupado como para estar pendiente del móvil para decirle cualquier cosa, pero a
ella le habría gustado al menos recibir cualquier noticia por su parte.
La chica no encontró en su móvil
ningún mensaje importante que requiriera atender, pero sí que vio que tenía
varias notificaciones en su cuenta de Instagram
de sus fans, que habían estado comentando en sus fotos y dándoles “like”. Como no tenía nada que hacer
especialmente aparte de ir un rato a la empresa, se dedicó a ir leyendo las
cosas que le habían sido dejadas en unas cuantas fotos, sonriendo por lo
adorables que eran sus fans que le decían cosas bonitas. Sin embargo, y como
sucedía generalmente, también había gente dejando comentarios que lo único que
querían era hacer daño.
Con el paso de los años, JiMin se
había ido acostumbrando a los comentarios que la llamaban gorda, fea y a
aquellos que la obligaban a alejarse de los idols
masculinos de su empresa… se había ido acostumbrando, pero eso no quería decir
que no siguieran doliendo como el primer día.
La chica dejó de leer la mayoría de
los comentarios y simplemente los fue pasando de largo, con un poco de malestar
en su cuerpo, tratando de no ver nada más que se dirigiera a ella en malos
términos para no acabar de aborrecer aquel día que ni siquiera acaba de
empezar. Sin embargo, aunque pasó los comentarios rápidamente, hubo uno cerca
del final que le llamó la atención porque estaba lleno de emoticonos. JiMin
pensó que un comentario con tantos emojis
no podía ser ofensivo, por lo que se decidió a leerlo, aunque nada más comenzar
a hacerlo se arrepintió de ello.
En el comentario, la persona que lo
había dejado, decía que ella sabía perfectamente, a pesar de que no había
salido ninguna noticia y que mucha gente no la creería, que JiMin estaba
saliendo con BamBam. A JiMin se le revolvió el estómago nada más leerlo y ver
las respuestas que había recibido en la que la mayor parte la llamaban loca y
le decían que eso era algo que jamás iba a suceder porque aunque fueran amigos,
no podían estar juntos.
La
chica salió de la aplicación y bloqueó su teléfono móvil, dejándolo a un lado
mientras ella se metía debajo de las sábanas, tratando de darle vueltas en lo
que acababa de ver, tratando de despejar su mente y de pensar con claridad. Desde
el principio sabía perfectamente que algo como aquello podía suceder en
cualquier momento y había tratado de preparar su mente para cuando llegara,
pero a pesar de que lo había intentado, JiMin seguía sin estar preparada para
ello. Muchas otras veces, sus fans habían insinuado que igual podía estar
saliendo con el chico, pero como no era verdad, la chica nunca le había dado
ninguna importancia, solo había dicho en varias ocasiones que estaba en buenos
términos con él y que eran muy buenos amigos… ahora todo era distinto porque la
verdad era que estaban saliendo juntos y eso era algo que no se podía negar,
aunque obviamente, tanto JiMin como BamBam tenían que hacerlo de la misma forma
que lo habían hecho los años anteriores para que nadie volviera a tocar el tema
en algún tiempo.
A
pesar de saber que desmentir las cosas que pudieran comprometerla fueran estas
ciertas o no, era algo que ella debía hacer debido a su trabajo como figura
pública, la chica se seguía sintiendo mal por tener que hacerlo.
JiMin
cerró sus ojos fuertemente y después se despeinó con sus manos, tratando de
alejar aquellos pensamientos. Solo había sido un comentario en una de sus redes
sociales, no había salido nada oficial, no era algo por lo que debiera
preocuparse tanto porque ellos se habían cuidado de solo estar juntos cuando
sabían que nadie pudiera descubrirlos y la vez que habían tenido aquella cita
no habían hecho nada que no hubieran hecho otras veces, por lo que no tenía que
volverse paranoica por ello. JiMin estaba completamente segura de que nadie
podía haberlos descubierto —aparte de Jackson y eso era porque él siempre tenía
un ojo puesto sobre ella y era solo cuestión de tiempo que se enterara de lo
que sucedía entre ambos—, pero no podía evitar tener dudas por si en algún
momento alguien podía haber visto algo.
Quizás
estaba un poco paranoica, pero ni siquiera contaba con BamBam allí a su lado
para que lo hablaran con tranquilidad y se calmara porque éste estaba en la
otra punta del mundo y no había dado señales de vida.
En
momentos como aquellos, JiMin pensaba que tenían que haberse conocido en un
universo alternativo en el que ninguno de los dos fuera idol —o tuviera un trabajo que lo obligara a viajar constantemente
y a estar ocupado con ensayos demasiadas horas al día como para poder
contarlas— para que así fuera todo un poco más fácil para ellos y no tuvieran
que lidiar con la opinión pública. Si se hubieran conocido de cualquier otra
forma, si no fueran los mismos, estaba segura de que todo entre ellos habría
sido igual porque sus personalidades encajaban perfectamente y no tendrían que
pensar en lo que sus fans pudieran o no decir sobre ellos y sobre la relación
que mantenían.
JiMin
respiró hondo y calmó su corazón. No debía de preocuparse demasiado por aquello
porque no era nada contra lo que no hubiera luchado antes. Simplemente debía
ignorar todos los comentarios, tanto aquellos que le decían cosas malas como
aquellos que insinuaban que estaba saliendo con BamBam porque si los ignoraba y
no les prestaba atención, estos comenzarían a desaparecer poco a poco. De todas
formas, no tenían nada que los involucrara, así que, era fácil poder hacerlo.
No
obstante, la chica pensó que sería conveniente que BamBam lo supiera al menos y
por eso tomó su teléfono móvil de nuevo para abrir su Instagram y hacerle
capturas de pantalla a aquellos mensajes para enviárselos a él porque el chico
también tenía derecho a saber lo que habían dicho algunas malas lenguas aunque
se encontrara al otro lado del océano.
No
iba a negar que se había asustado bastante con aquello a pesar de que solo
había sido una minucia, algo que no tenía verdadera importancia… por eso, JiMin
no pudo evitar pensar en que si alguna vez sucedía algo mucho más importante,
como que Dispatch había sacado fotos
de ellos dos en una cita o algo parecido, no sabía cómo iba a reaccionar, pero
seguro que le daba un ataque al corazón. Ella había pensado muchas veces en la
posibilidad de que los pillaran si comenzaban a salir juntos antes de decirle
que sí a BamBam, pero no se había puesto realmente en situación, pero con lo
que le había sucedido al entrar hacía solo unos momentos a su cuenta de Instagram la chica había visto
perfectamente cómo iba a reaccionar con aquel tema en el futuro.
JiMin quería mucho a BamBam, pero volvía a
tener miedo y dudas… y en esos momentos, el chico no se encontraba allí junto a
ella para hacerle ver que nada iba a pasar y que juntos podrían luchar contra
cualquier cosa. JiMin se encontraba sola —tal y como lo
estaría el 90% de las veces— y sola
no tenía la fuerza suficiente como para luchar contra todo aquello y obtener la
victoria al final.
♬♬♬
BamBam se encontraba
aquel día en Japón para los conciertos que iban a tener próximamente en aquel
país, pero la realidad era que sus pensamientos no estaban allí, si no que
estaban a unos cuantos cientos kilómetros de distancia, con JiMin. Hacía solo
algunos días, la chica le había mandado un mensaje con unos comentarios que se
había encontrado en una foto de su Instagram, comentarios en los que las fans
debatían sobre si ellos tenían una relación o no y, aunque ella solo le había
mandado las capturas y nada más, sabía perfectamente cómo se debía estar
sintiendo sobre ellos porque la conocía.
Había estado hablando
con ella el día anterior, antes de marcharse hacia el aeropuerto, pero no se
habían podido ver y la conversación había tenido lugar solo por teléfono.
BamBam no había podido ver las expresiones de JiMin, pero por el cambio del
todo de su voz en varias ocasiones, supo que no se encontraba bien con respecto
a aquel tema. La chica ya había tenido muchas dudas antes, cuando ni siquiera
estaban saliendo juntos ya había sido de aquella forma y aunque él la había
tratado hacerle ver que si aquello sucedía no tenían nada de lo que temer, pero
JiMin no lo sentía de esa forma y BamBam sabía que lo estaba pasando mal a
pesar de que nada había sucedido realmente. Lo peor de todo aquello, era que
aunque le había prometido que iban a pasar por cosas así juntos, él no podía
estar allí para ella.
No le gustaba pasar
tanto tiempo alejado de JiMin, pero no podía hacer otra cosa porque estaba en
época de conciertos y apenas iba a poder pasar por Seúl debido a la gira
mundial.
Si lo pensaba bien,
quizás no había sido un buen momento para comenzar a salir juntos porque su
grupo comenzaba a ser muy conocido y cada vez tenían menos huecos libres en las
agendas y cada vez tenían que ir más lejos y pasar menos tiempo en la empresa.
BamBam se arrepentía bastante de no haberse dado cuenta de que estaba tan
enamorado de JiMin hasta ese momento, porque si lo hubiera hecho antes, podrían
haber disfrutado durante mucho más tiempo de estar juntos. Pero todo había
sucedido de aquella manera, por lo que ambos tenían que poner de su parte para
poder dar una solución a todo lo que se cruzara en su camino y no desesperar a
la primera de cambio.
Se querían, se querían
muchísimo y ellos hacerle frente a todo lo que se les pusiera por delante sin
vacilar ni un solo instante.
No obstante, JiMin no
lo tenía tan claro como él y eso era un problema que debían de solucionar
juntos porque por separado era completamente imposible. Lo malo era que él no
iba a estar en Seúl el tiempo suficiente durante los siguientes meses como para
tener una conversación de aquel calado con la chica, algo que lo molestaba
demasiado, porque antes que estar dando vueltas por el mundo prefería estar
junto a ella… pero era algo que no podía hacer, porque su obligación era
aquella y no la podía dejar atrás de aquella forma tan irresponsable. Por eso
BamBam sentía que estaba en una gran encrucijada, porque quería ir junto a la
chica y tratar de ver qué podían hacer con aquello que no hacía sentir bien a
JiMin, pero no podía hacerlo de ninguna forma.
El chico se despeinó
con furia y expresó su frustración de esa manera, llamando la atención del
acompañante de su habitación aquella vez. BamBam notó la mirada penetrante de
JaeBum puesta sobre él y se giró para dedicarle una cara de circunstancias,
destinada a hacer que el mayor se acercara a él y le preguntara qué era lo que
le sucedía antes de tener que abrir la boca y llamar su atención desde el
principio. El mayor y él se miraron durante unos cuantos segundos, hasta que
éste desvió su mirada y se levantó de la cama para ir hasta la de BamBam y
sentarse junto a él.
—¿Qué
es lo que ha pasado? —le preguntó.
Quizás, hacía sólo un par de
semanas, BamBam no le habría dicho nada a su líder, habría esperado hasta tener
algún momento a solas con YuGyeom para hablarlo con su amigo, pero ahora que
todo su grupo sabía de la relación que estaba manteniendo con JiMin, ya no le
importaba contarle sus problemas al mayor, porque quizás éste, que tenía algo
más de experiencia en su vida, podía darle algún consejo que le ayudara con
aquella situación.
—JiMin ha encontrado algunos
comentarios en las redes que dicen que estamos saliendo juntos y sé que se ha
asustado aunque no me haya dicho nada —le respondió.
—Pero no ha salido nada oficial,
¿verdad? —le cuestionó. BamBam solo negó con su cabeza—. Entonces no debería de
ser una preocupación, sabes que a algunas fans les gusta emparejarnos con todo
el mundo y JiMin es una de las pocas chicas que suelen tolerar a nuestro
alrededor.
—Eso es porque creen que nosotros
jamás saldríamos con ella —murmuró el menor.
—Bueno,
es una forma de verlo —comentó JaeBum—, pero tampoco creo que eso sea del todo
así.
—Es así, JaeBum hyung.
BamBam suspiró. Aquella era la
realidad, nadie pensaba que de verdad pudieran estar juntos y quizás cuando se
enteraran de que sí lo estaban saltarían bastantes chispas que los salpicarían
a ambos. Sabía perfectamente el porqué de los miedos de JiMin, pero también
sabía que si no se sobreponían a ellos, éstos podrían acabar destruyendo lo que
tenían, algo que BamBam no quería por nada del mundo.
—¿Qué es lo que pensáis hacer sobre
esto? —le preguntó JaeBum y BamBam lo miró.
—La verdad es que yo querría
encontrarme con ella y hablar de todo esto con tranquilidad, exponer las
posibles situaciones y decirle lo mucho que la quiero… —dijo—, pero hasta que
no terminemos la gira no voy a poder hacerlo y no sé si para entonces será
demasiado tarde o no.
—Es algo que estaría bastante bien
—comentó el mayor—. Eso sí, lo antes posible.
El menor volvió a suspirar de nuevo.
También sabía que con cuanta más rapidez tuvieran esa conversación tan
importante, mejor sería para ambos, pero con la gira empezada no iba a ser
posible y solo podría mantener el contacto con su chica muy de vez en cuando
mientras se encontrara en el extranjero, algo que lo empeoraba todo mucho más.
—Creo que ha sido el tiempo
equivocado —murmuró, más para sí mismo que para que JaeBum lo escuchara o le
diera una respuesta a aquello, aun así, el mayor le respondió.
—No creo que sea el tiempo
equivocado para nada —le contestó, llamando su atención—. Quiero decir, el amor
no es algo que se pueda detener y ha surgido cuando tenía que surgir, ni antes,
ni después. Ha surgido en el momento correcto, aunque pueda parecer que no
porque puede llevar a algunas dificultades que no se está preparado para luchar
contra ellas, pero que se pueden ir superando si el amor es de verdad.
Las palabras de JaeBum lo dejaron
boquiabierto porque éste nunca se ponía así de serio al tratar aquellos temas,
pero a BamBam le había encantado que fuera así de sincero y de directo con él
porque ahora se sentía mucho más calmado con respecto a todo. Ahora lo único
que necesitaba era hablar con JiMin lo más pronto posible para que no fuera más
allá y para solucionar el problema.
—Muchas gracias, hyung —murmuró.
—No hay de qué —JaeBum le colocó la
mano en la cabeza y lo despeinó con cariño, tal y como solía hacer años atrás
cuando eran trainees—. Sabes que me
tienes aquí para lo que necesites, ¿verdad?
—Lo sé.
♬♬♬
JiMin dejó caer su
cabeza sobre la mesa a la que se encontraba sentada, apoyando la frente contra
la superficie y suspirando. Estaba bastante cansada porque en las últimas
semanas no había podido dormir demasiado bien entre unas cosas y otras —porque
ya había comenzado las pre-grabaciones de las canciones que iba a sacar
próximamente en solitario y porque todavía seguía dándole vueltas a lo de qué
pasaría si realmente alguien descubriera que estaba saliendo con BamBam—. Aquel
suspiro llamó la atención de las dos chicas que se encontraban con ella en la
misma habitación aunque JiMin no se dio cuenta al momento, sino un poco
después, cuando ellas le empezaron a hablar.
—¿Qué es lo que te sucede, JiMin?
—le preguntó YeRin, acariciando su espalda, aprovechando que se encontraba
sentada a su lado y la tenía cerca. JiMin se dejó por unos momentos porque
últimamente estaba falta de gestos cariñosos.
—No he dormido muy bien y tengo
muchas cosas en la cabeza —respondió sin especificar.
Si
ellas se daban cuenta de lo que quería decir con aquellas palabras, bien; sino
lo notaban, no iba a dar tampoco todas las explicaciones porque sabía
perfectamente que la iban a llamar tonta por lo que a veces pensaba que era la
mejor solución para todo.
—¿Es
por BamBam? —cuestionó AhYeon. JiMin no tuvo más remedio que asentir porque la
mayor había dado en el clavo al primer intento.
—Entre
otras cosas —murmuró también, además de mover su cabeza afirmativamente.
—Todos
los problemas de una mujer siempre los causa un hombre —comentó, haciendo que
JiMin alzara su cabeza hacia ella y viera cómo se recolocaba un mechón rebelde
de su nuevo pelo cortísimo detrás de la oreja—. ¿Es porque está en la otra
punta del mundo pasándoselo en grande con sus amigos y tú estás aquí y no
puedes ver si hace cosas indebidas o no?
—No.
No es por eso —respondió la chica—. Confío en que BamBam tiene suficiente
cerebro como para no hacer nada que lo pueda perjudicar, tanto con su relación
conmigo como con las fans.
—Los
hombres nunca tienen suficiente cerebro, créeme —dijo AhYeon con una sonrisa.
—Bueno…
¿entonces por qué es que no has dormido bien? —preguntó YeRin.
—Estoy
un poco agobiada con el lanzamiento del CD —respondió, comenzando a enumerar
sus problemas—, echo de menos que BamBam esté rondando por aquí y tengo miedo
de que nuestra relación pueda salir a la luz si alguien se pone a investigar
porque ya hay comentarios en la red sobre nosotros.
—Qué
tonta eres, de verdad —murmuró AhYeon, siendo aquella voz de su conciencia que
le decía esas mismas palabras cada vez que pensaba en la última cuestión.
—No
soy tonta… —dijo, tratando de hacerse la ofendida, pero las otras dos no se
tragaron su actuación porque era demasiado transparente para ellas.
—Un
poco sí que lo eres —apuntó YeRin.
—Yo
creía que estarías de mi parte en esto…
—Yo
estoy de parte de la voz de la razón siempre —respondió—, y aunque parezca
increíble, la voz de la razón esta vez la tiene unnie.
—¡Oye!
—se quejó la mayor y ambas comenzaron una pequeña trifulca mientras JiMin se
sumía en sus pensamientos unos momentos.
Siempre
se ponía nerviosa cuando estaba preparando un álbum, ya fuera junto a YeRin o
ella sola, pero una vez que pasaba todo, la canción principal salía al mercado
y empezaban las primeras reacciones JiMin se tranquilizaba, así que, aquello no
era ningún problema con el que no estuviera acostumbrada a lidiar. Lo de BamBam
sí que era una cosa nueva, tanto que lo echara de menos de aquella forma, como
que tuviera miedo por si su relación salía a la luz pública.
El
chico ya había tenido algunas presentaciones fuera del país y se había pasado
semanas fuera con anterioridad, también había pasado semanas sin verlo debido a
ensayos y cosas así, por lo que en realidad tenía que estar acostumbrada. Pero
la realidad era que cada día que pasaba lo echaba más de menos y los contados
mensajes que se enviaban o las conversaciones que mantenían a través de
llamadas o videollamadas no eran suficientes para que dejara de extrañarlo.
Y
aquello la llevaba a la otra cuestión que le quitaba el sueño.
A
pesar de que sabía perfectamente que era una tonta solo por pensarlo, JiMin
seguía teniendo mucho miedo a que los descubrieran, a crear un escándalo, a
comenzar a recibir mucho más odio del que ya recibía solo por estar cerca de
BamBam. Aquello era lo que realmente le quitaba el sueño porque no sabía qué
era lo que podía hacer para dejar de sentir ese miedo, aunque no es que tuviera
muchas opciones para ver qué podía hacer, solo dos. La chica podía enfrentarse
a sus miedos, seguir adelante y si algún día sucedía lo que tanto temía, solo
cooperar con BamBam para salir los dos lo menos perjudicados posible; pero
también podía elegir el camino “fácil” y dejarlo todo en aquel momento, antes
de que su relación fuera a más para no tener nunca más aquel miedo.
Ambas
cosas le iban a hacer daño, la primera a su mente y la segunda a su corazón,
por eso la chica no se decidía qué era lo que quería perder antes.
—Bueno,
en lo que estamos de acuerdo las dos es en que JiMin es tonta, ¿verdad?
—escuchó decir la menor a AhYeon, como punto y final a la conversación que
parecían haber mantenido mientras ella no les prestaba atención.
—Estamos
de acuerdo —respondió YeRin—. Y bien, volviendo al tema —la chica se giró hacia
ella—. El álbum va a salir de maravilla, así que no te preocupes por eso; a
BamBam solo le queda un mes y algo para volver definitivamente a Corea y lo de
si te descubren o no en una relación es una tontería muy grande, así que no
pienses en ello.
—Pero…
—Ni
peros ni peras JiMin —la cortó antes de que pudiera decir algo más—. Hablamos
sobre este tema antes de que te decidieras a salir con él y tomaste una
decisión.
—¿De
verdad? —cuestionó AhYeon.
—Sí.
Hablamos largo y tendido sobre ello porque JiMin estaba empeñada en que no
quería dejar de ser su amiga por lo que podrían o no decir si se enteraban de
que estaban saliendo juntos —le contestó a la mayor—. Después de decirle veinte
veces que no tenía nada de lo que preocuparse le acabó entrando en la cabeza y
acabó diciéndole a BamBam que sí, pero ahora vuelve a lo mismo y quiero
matarla.
—YeRin…
nunca te había visto así de violenta —comentó la otra, abriendo los ojos como
platos.
JiMin
tampoco la había visto de aquella forma antes, pero conociéndola como la
conocía, sabía que era porque ese tema le tocaba mucho la moral. Para ella,
tener una relación y que la gente se enterara de ello no era realmente un
problema, pero para JiMin sí que suponía mucho y no creía que YeRin pudiera
llegar a entenderlo, no lo veía desde la misma perspectiva que lo veía ella y
para ella no era nada fácil llegar a esa conclusión.
En
los últimos meses, JiMin se había dado cuenta de que quería mucho a BamBam, más
que como a un amigo, pero también seguía teniendo ese miedo latente a que los
descubrieran y a que todo se desmoronara para ambos sin que pudieran hacer nada
para poder detenerlo. Hasta el momento habían tenido muchísimo cuidado, pero
eso no aseguraba que en un futuro todo fuera a ser igual, podían tener un
descuido y eso lo mandaría todo a la mierda.
Y
JiMin tenía miedo de que fuera algo externo lo que hiciera que aquella relación
se viera perjudicada.
En
ese momento, la chica tomó una decisión. Ni YeRin ni AhYeon sabían con lo que
ella estaba tratando, no tenían ni idea, pero ella sí que lo sabía y sabía que
no iba a poder seguir así mucho más tiempo, por lo que lo mejor que podía hacer
era cortar por lo sano antes de que fuera demasiado tarde… y así se lo haría
saber a BamBam en cuanto éste regresara de su gira.
♬♬♬
Para BamBam el tiempo
no avanzaba, cada día, a pesar de tener miles de cosas nuevas que no había
experimentado antes, se le hacía insufriblemente interminable. El chico estaba
hasta las narices de estar montado en un avión a todas horas, dando vueltas de
un lado a otro del mundo casi sin tiempo para acostumbrarse al lugar al que
llegaba antes de volver a coger otro avión y llegar a un nuevo sitio. Estaba
cansado por el ritmo tan ajetreado que llevaban desde que habían comenzado el
año porque no había tenido ni un solo momento de descanso en el que poder
relajarse del todo y dejar de pensar… y sobre todo, estaba cansado de no poder
estar junto a JiMin tanto como le gustaría por culpa del ritmo que estaba
llevando su grupo.
Pero a pesar de todo
aquello, se lo pasaba bien en algunas ocasiones y trataba de mantener su mente
ocupada con cualquier cosa para no pensar en nada que lo hiciera querer
regresar y dejarlo todo. Aquella táctica le había servido para no abandonar
cuando era trainee y no regresar a casa aunque era lo que más quería hacer
cuando las cosas eran demasiado duras para que pudiera soportarlas. Con el paso
del tiempo, la táctica había dado resultado y ya no pensaba en su hogar en
Tailandia tan a menudo como en el pasado, así que, sabía que si conseguía
distraerse lo suficiente y no pensar en JiMin demasiado, se le irían pasando
las ganas de volver tan a menudo como en aquellos momentos tenía.
Ya era julio al menos,
solo quedaba un poco más para poder quedarse en Corea del Sur durante un tiempo
más o menos largo, sin más giras agotadoras.
No obstante, aunque ya
le quedaba mucho menos tiempo para regresar que antes, BamBam no podía evitar
pensar en JiMin cada momento del día y en tratar de hablar con ella cada vez
que tenía un hueco libre para ver cómo le estaba yendo y si se encontraba bien
porque sentía que algo estaba mal con ella a pesar de que no quisiera
decírselo. Él la conocía desde hacía muchísimos años y sabía perfectamente
cuando le sucedía algo malo o cuando le daba vueltas a la cabeza sobre un tema
en concreto y en las últimas semanas, JiMin estaba diferente con respecto a él,
algo que lo asustaba muchísimo.
Sus pensamientos
habían ido de una cosa a otra, desde que JiMin ya no lo quisiera y estuviera
con otro a que la chica hubiera tenido algún problema grave; pero teniendo en
cuenta que YeRin no lo había puesto sobre aviso con nada de aquello, BamBam
trataba de tranquilizarse un poco y pensar que no tenía que ser nada realmente
malo lo que le sucedía, que quizás solo lo echara de menos tanto como él la
extrañaba. Sin embargo, cuando YeRin le había dicho que su chica no podía dejar
de pensar en qué era lo que podía sucederles si su relación salía a la luz por
cualquier motivo, BamBam se asustó muchísimo y, por más que lo intentaba, no conseguía
dejar de pensar en aquel tema.
A él aquello no le
importaba, con solo ser prudentes no tenía por qué pasar absolutamente nada;
pero sabía la importancia que le daba JiMin a aquel tema. La chica casi se
había echado atrás antes de comenzar a salir juntos por aquella misma razón y
cuando a pocos días después de que BamBam hubiera dejado el país encontró
aquellos comentarios en su Instagram, él supo perfectamente que por la cabeza
de JiMin iban a pasar muchísimas cosas. Aun así, esperaba sinceramente que,
después de reflexionarlo detenidamente, la chica tomara la decisión correcta,
tal y como había hecho cuando comenzaran a salir tan solo unos meses atrás…
pero el miedo a que aquello no fuera lo que ganara en su cabeza estaba bastante
latente y BamBam se sentía totalmente indefenso ante aquello.
¿Qué sería de él si
perdiera a JiMin? No quería ni imaginárselo siquiera. Ella había estado en su
vida durante mucho tiempo, como la amiga que lo apoyaba en todo y que lo seguía
en sus tonterías, y ahora que era su novia, la persona de la que estaba
enamorado hasta las trancas, BamBam no sabía qué haría si ella dejaba de estar
en su vida. Tenía clarísimo que si su relación terminaba, por mucho que
intentaran seguir siendo amigos, no iban a poder hacerlo y aquello acabaría por
distanciarlos.
Y BamBam no quería
perder por nada del mundo a JiMin.
Por aquel motivo,
sabía que tenía que hablar con la chica en cuanto regresara a Corea, decirle
bien claro lo mucho que la amaba y que estaría junto a ella para todo, que no
tenía nada por lo que temer si estaban juntos y se enfrentaban a todos los
problemas de esa manera. Hacerlo por teléfono no iba a solucionar absolutamente
nada porque cuando lo había intentado en cuanto la chica había visto los
comentarios sobre su relación no había servido de nada, visto lo visto.
En ocasiones como
aquella, BamBam quería que la chica fuera capaz de mostrar aquella fuerza
interior que tenía siempre, pero que muy pocas veces podía sacar a la luz
porque así, todo sería más fácil para ella. Sin embargo, la entendía,
comprendía los motivos por los que se sentía indefensa hacia ciertos temas y
aquel era uno de los temas que no la dejaban mostrarse tal y como era.
BamBam respiró hondo,
tratando de dejar de pensar en todo y centrarse en que en breves tenía un
concierto y no podía mostrar en su rostro ninguno de los pensamientos que
cruzaban su mente todo el día. Tenía que ser profesional y tenía que mostrarse
alegre para las fans que tanto habían esperado por verlos en directo en aquella
ciudad. Las primeras veces había sido un poco difícil, pero poco a poco se
había ido acostumbrando a aquello y BamBam ya era capaz de ocultarlo todo para
que nadie supiera lo que estaba pensando, solo sus compañeros de grupo sabían o
intuían lo que sucedía y con eso el chico tenía más que suficiente.
Lo único que tenía que hacer era esperar un
poco más para poder regresar y así hablar con JiMin seriamente sobre su
relación y sobre su futuro juntos.
Quizás el tiempo siguiera pasando demasiado
lento para su gusto durante las semanas que todavía le quedaban de gira y
quizás quisiera regresar cada dos por tres porque no pudiera soportar más la
espera, pero BamBam sería fuerte para luchar por los dos por aquella relación,
por no perder aquello que tenían, para no tener que alejarse de la persona que
amaba. Si él no lo hacía, las cosas no llegarían a buen puerto y eso era algo
que no podía permitir que sucediera, aquel barco debía seguir navegando por
mucho tiempo antes de hundirse.
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