jueves, 17 de mayo de 2018

[One Shot] Lemonade Love {MarkJung}


Título: Lemonade Love
Autora: Riz Aino
Pareja: MarkJung (Parc JaeJung + Mark Lee) (NCT)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff, humor
Número de palabras: 1.654 palabras
Resumen: JaeJung no puede dejar de pensar en el muchacho que conoció en el puesto de limonada y hace todo lo posible para volver a encontrarse con él.
Aclaraciones: esta otp nació del momento en el que Parc JaeJung dijo al mundo entero que le encantaba Mark en el programa Snowball Project.
Notas: para los que no habéis visto el programa, ya lo estáis viendo, porque son magníficos los momentos en los que Mark y JaeJung están juntos. Aquí tenéis el link del programa en la VApp.
Comentario de autora: tenía esta historia empezada desde el año pasado, pero la había dejado aparcada sin darme cuenta y, un día, mirando los fanfics que tenía en proceso, me percaté de que lo había dejado a medias y lo acabé en un segundo. Espero que os guste.


            JaeJung estaba nervioso. Más nervioso de lo que lo había estado nunca jamás en toda su vida… y todo porque en breves momentos iba a conocer al chico por el que llevaba suspirando veinte días y cinco horas y media. Sí. Había contado los días y las horas y los minutos y los segundos si lo apurabas y no porque estuviera enfermo, como había sugerido alguno de sus amigos, no, ojalá hubiera estado enfermo porque así tendría una explicación racional al por qué se sentía de aquella forma. Pero no, JaeJung no estaba enfermo. Lo único que le había pasado era que se había enamorado perdidamente de un chico que había visto en el puesto que vendía limonada en la puerta del instituto de su hermana cuando había ido a recogerla de clases.


            Se había enamorado a primera vista de aquel chico de sonrisa encantadora y de ojos que se perdían y formaban dos lunas crecientes en su rostro. Se había enamorado de su voz, aquella voz con un tono muy característico e inconfundible que no paraba de oír en su cabeza. Se había enamorado de sus acciones, de sus gestos, de cómo trataba a las personas con las que se había reunido en el puesto de limonada. JaeJung se había enamorado de él con locura… pero tan pronto se había dado cuenta de aquel hecho, también lo hizo con el hecho de que el muchacho estaba todavía en el instituto y él ya era un universitario a punto de acabar su carrera.

            No obstante, eso no lo había frenado realmente porque conocía a un montón de parejas con edades dispares, demostrando al mundo que en el amor, la edad no era más que un número que no importaba ni aportaba nada a la relación. Y por ese motivo, después de aquello, JaeJung había removido cielo y tierra para poder llegar al lugar en el que se encontraba.

            El chico había estado aquellas tres semanas hablando con amigos, con conocidos, con amigos de conocidos y conocidos de conocidos de su hermana hasta que había dado con las personas indicadas que pudieran darle los datos que necesitaba sobre aquel muchacho, todos menos su nombre, que estaba claramente grabado en la memoria de JaeJung, tan claro como el suyo propio: Mark Lee. Y así había descubierto prácticamente todo lo que le gustaba y le disgustaba a Mark, empezando por si le gustaban los hombres o las mujeres. La respuesta que había recibido a aquella cuestión había sido tan satisfactoria para él, que lo siguiente que había maquinado había sido aquella cita a ciegas en la que se encontraba en aquellos momentos, esperando a que el chico llegar y rezando para que no se fuera por la puerta en cuanto llegara y lo viera.

            Por eso JaeJung estaba muy nervioso… porque aunque él lo sabía todo de Mark, el chico no sabía absolutamente nada de él y había accedido a ir a aquella cita a ciegas porque había perdido una apuesta y no sabía si ese era un motivo de peso para aparecerse allí, delante de un chico que no conocía de nada y que había estado preguntando por él a diestro y siniestro hasta la saciedad. Y por eso, porque pensaba que el chico no se presentaría, JaeJung se sobresaltó cuando lo vio caminar hacia la mesa en la que él se encontraba sentado esperándolo y rápidamente se levantó, como si tuviera un resorte y se presentó, tendiéndole la mano, sorprendiéndose gratamente al notar cómo a pesar de que ésta era huesuda, era bastante suave.

            —Mi nombre es Parc JaeJung —dijo rápidamente, estrechando su mano con fuerza—. Encantado de conocerte.
            —Oh… eh… Mark Lee —respondió el chico, un poco confuso y desorientado, porque solo había acabado de llegar y JaeJung había tenido una reacción demasiado rápida.

            “Calma, JaeJung” se dijo a sí mismo. “No querrás asustarlo, ¿verdad?”

            Así que, JaeJung se calmó un poco, respirando hondo un par de veces para conseguirlo y le indicó al recién llegado que tomara asiento frente a él en la mesa antes de sentarse él mismo. Sin embargo, a pesar de haberse calmado un poco, no se sentía del todo dueño de sí mismo. A aquella distancia, Mark era demasiado guapo y demasiado cuqui.

            —Eres el hermano mayor de YeRim-ie, ¿verdad? —comentó Mark. JaeJung asintió inmediatamente, sorprendiéndose de que el chico supiera quién era… aunque claro, tenía sentido que lo supiera porque seguro que había preguntado por ahí antes de decidirse a asistir a aquella cita a ciegas—. Creo recordar haberte visto recogiéndola en la puerta de la escuela.
            —Oh, ¿en serio? —cuestionó, no pudiendo evitar fijar sus ojos en los de Mark, notando cómo estos se volvían temblorosos un instante después y dejando de verlos por completo cuando el chico alzó ante ellos una servilleta y se cubrió de la mirada intensa de JaeJung.
            —Oh… tus ojos… —murmuró detrás del pañuelo todavía—, me estás mirando directamente a los ojos…
            —Por supuesto —respondió él—, al hablar tiendo a mirar a los ojos a las personas, aunque sea mi primer encuentro con ellas.
            —Eres único —comentó Mark y el corazón de JaeJung dio un salto mortal hacia atrás dentro de su pecho mientras el chico bajaba el pañuelo de su rostro, mostrando una sonrisa encantadora, pero sus ojos mirando a la mesa—. Me gustan las cosas únicas.

            Lo último lo había dicho en un murmullo, pero debido a que el lugar en el que se encontraban no era un sitio muy concurrido, JaeJung lo pudo escuchar y su corazón volvió a sufrir las consecuencias, latiendo muy rápido dentro de su pecho, haciendo que se pusiera muy nervioso, mucho más de lo que lo había estado anteriormente… y ese era un nivel de nerviosismo que JaeJung no sabía que podía alcanzar. Tener allí a Mark frente a él y que éste hubiera dicho aquello y estuviera siendo tan encantador con él a pesar de que seguro que estaría un poco incómodo porque no se conocían de nada y haber ido hasta allí, a pesar de que cualquier otra persona con dos dedos de luces no lo habría hecho.

            —Oh… la verdad es que… —comenzó JaeJung, pero tuvo que detenerse y morderse la lengua antes de decir una barbaridad. Porque su mente solo pensaba en responderle que le gustaba él—. Oh… estoy un poco nervioso —acabó diciendo—, porque no pensaba que vendrías y porque desde que te vi por primera vez en el puesto de limonada frente a la escuela hace tres semanas no he podido dejar de pensar en ti.

            Y justo después de decir todo aquello y de ver cómo Mark volvía a coger aquella servilleta para cubrirse la cara con ella, JaeJung se dio cuenta de que había metido la pata hasta el fondo y seguro que había hecho que el chico se sintiera mucho más incómodo de lo que ya debía estar.

            “Tonto” se recriminó mentalmente y quiso pegarse con la cabeza en la mesa, pero se contuvo. “Ahora sí que la has liado”.

            Pero al contrario de lo que pensaba, Mark simplemente dejó escapar de entre sus labios una encantadora risa que resonó en los oídos de JaeJung como música celestial.

            —Um… yo… —empezó Mark, todavía escondido detrás de su servilleta—, siempre he pensado que eras cool cuando te veía recoger a YeRim-ie… y cuando… cuando me dijeron que querías tener una cita conmigo… me… me gustó mucho…
            —No… ¿no estás aquí por una apuesta? —cuestionó JaeJung, sin dar crédito a sus oídos—. Es… es lo que me habían dicho…
            —Sí… bueno… mis amigos apostaron que estaría tan nervioso por conocerte que saldría corriendo al llegar —replicó Mark, bajando un poco la servilleta y los ojos de JaeJung encontraron inmediatamente los suyos—. Me… me gustas mucho…

            Y ahí iba su corazón, esta vez dando un triple salto mortal hacia delante combinado con cuatro volteretas laterales. Pero JaeJung estaba muy feliz en aquellos momentos y no le prestó demasiada atención a que su corazón quisiera salirse de su pecho, porque solo podía ver a Mark sonreírle tímidamente y solo podía pensar en que el chico le acababa de decir que le gustaba. Mark no había salido corriendo, Mark había querido conocerlo y Mark le estaba diciendo que correspondía sus sentimientos. Aquello era mucho más de lo que JaeJung había imaginado jamás, muchísimo más… pero estaba completamente encandilado con aquello, completamente encandilado por Mark.











Notas finales:
—Que Parc JaeJung ama a Mark sobre todas las cosas es algo que no se puede ni cuestionar por la forma en la que habla de él, la forma en la que lo mira cuando están juntos y la forma en la que sonríe. Lo adora y su adoración (y el momento de su primer encuentro) han sido mi inspiración para escribir esta historia. Espero que os haya gustado leer este fic de esta otp bonita y cuqui tanto como a mí escribirlo.

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