jueves, 14 de febrero de 2019

[Drabble] Ask Drabbles 6: Dog park {SungPil}


Título: Dog park
Autora: Riz Aino
Pareja: SungPil (SungJin + WonPil) (DAY6)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff, humor
Número de palabras: 899 palabras
Resumen: a SungJin le gustaban más los gatos, así que, no tenía ni idea de cuál era el procedimiento estándar para quitarse a un perro enorme de encima.
Notas: drabble escrito para el #fictober2k18.
Comentario de autora: yo, como el SungJin de esta historia, soy más de gatos, así que, ignorad mi ignorancia sobre los perros y disfrutad de la historia sin darle muchas vueltas. Espero que os guste.

Dog park

            Cuando SungJin entró al parque para perros, siguiendo a su amigo Jae, el chico no había pensado en que en ese lugar fuera a cambiar su vida por completo; de hecho, al entrar a aquel parque, lo único que SungJin tenía claro era que iba a acabar completamente loco porque había demasiados perros por todas partes correteando y ladrando, siendo demasiado activos. No estaba para nada acostumbrado a los perros y a toda esa energía que siempre tenían y que debían de desfogar; él era más de gatos, siempre perezosos y dormidos que lo único que deseaban era asesinar a todo el mundo que se les pudiera acercar para darles un poco de amor. Por no estar acostumbrado a todo aquel ajetreo, el chico estuvo observando su alrededor, completamente atento, esquivando a los perros que correteaban a su alrededor y tratando de no alejarse ni un milímetro de su amigo y del perro de éste.


            Sin embargo, aunque aquella había sido su intención y su condición para acompañar al otro a aquel lugar antes de ir al cine, donde habían quedado con DoWoon, una llamada inesperada a Jae hizo que todo cambiara de forma repentina para SungJin.

—SungJin, anda, sujétame a Brian un momento mientras vuelvo, que aquí no hay cobertura —le dijo el mayor, dándole la correa de su perro—. No te va a matar, así que no lo cojas con miedo.

Y tras decir aquello, el chico se fue, dejándolo con Brian al lado, babeándole la pierna, solo ante la inmensidad de aquel parque lleno de perros. SungJin suspiró profundamente y se mentalizó de que no pasaría nada malo si simplemente agarraba fuerte la correa de Brian y se quedaba en el mismo lugar en el que Jae los había dejado. No obstante, eso no estaba en su mano y, aunque aquello era lo que deseaba, obviamente lo que pasó fue otra cosa completamente diferente. Cuando menos se lo esperaba, Brian comenzó a tirar de la correa y SungJin se vio arrastrado por el enorme perro de su amigo hacia otro lugar del parque, donde había unos cuantos de perros gigantes más y donde Brian comenzó a socializar.

SungJin se relajó un poco, a pesar de que estaba rodeado de un montón de perros, pero todos estos parecían estar medio calmados, conociéndose los unos a los otros, oliéndose y ladrándose débilmente. Nada estaba yendo mal, nada estaba siendo demasiado raro ni malo para él, pero el chico quería que su amigo llegara lo más pronto posible, recogiera a su perro y ambos se fueran al cine de una vez por todas con DoWoon. Nada estaba yendo mal… al menos, hasta que repentinamente un perro gigantesco saltó encima de SungJin y lo tiró al suelo mientras comenzaba a babearlo por todas partes, haciendo que éste soltara por la sorpresa la correa de Brian. El chico pataleó y trató de alejar su cara de aquel mastodonte, completamente en vano, además de tratar de escapar de allí y no quedarse a la merced de aquel perro… pero a SungJin le gustaban los gatos, por lo que no sabía cuál era el procedimiento estándar para quitarse a un perro enorme de encima.

            —Kochi, Kochi —llamó una voz suave, acercándose cada vez más al lugar en el que SungJin se encontraba—. Kochi, hazme caso por una vez, por favor.

            Poco después de aquello, SungJin pudo ver cómo la figura de un chico se colocaba a su lado y cómo trataba de alejar al que debía de ser su perro de él hasta que finalmente SungJin se vio libre de aquel monstruo. Se incorporó rápidamente, mirando a su alrededor, buscando a Brian porque como le pasara algo al perro de Jae seguro que se la cargaba y no tenía ganas de que Jae pasara a ser su enemigo mortal porque tenerlo como amigo ya era un suplicio, pero se relajó inmediatamente al ver cómo el perro seguía en el mismo lugar, jugueteando con otro que había allí. El chico suspiró aliviado y después se giró hacia el muchacho que lo había salvado del ataque baboso del perro desconocido.

            —Lo siento mucho —le dijo el muchacho, esbozando una pequeña sonrisa tímida que a SungJin le pareció lo más adorable del universo—. Kochi a veces se vuelve loco y se escapa. ¿Te ha hecho daño?
            —No, estoy bien —replicó SungJin—. No me ha hecho nada.
            —Es un alivio saberlo —murmuró el muchacho, ampliando su sonrisa y haciendo con aquello que el corazón de SungJin latiera rápidamente dentro de su pecho.

            SungJin era mucho más de gatos… pero quizás, a partir de aquel día, comenzaran a gustarle un poquito más los perros y, en concreto, el dueño de un perro en particular con el que pensaba trabar algo más que amistad si éste estaba conforme con ello.



No hay comentarios:

Publicar un comentario