Título: Cherries in the
sky
Autora: Riz Aino
Pareja: YoungPo (Im
YoungMin + Jeong SeWoon) (YDPP)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, romance, drama
Número de palabras:
849 palabras
Resumen:
SeWoon se despierta tras pasar una noche maravillosa junto a un chico de pelo
de color cereza con nada más que sus iniciales escritas con permanente en su
brazo.
Advertencias:
hay una leve mención a relaciones sexuales, aunque nada explícito; también una
leve mención a emborracharse y a sus consecuencias.
Notas: drabble
escrito para mirane98, que me lo pidió para la colección.
Comentario de autora:
tenía un poco de presión por hacerlo bien, así que le di muchas vueltas para
ver qué podía hacer con la historia hasta que se me iluminó la bombilla. Espero
que os guste.
Cherries
in
the
sky
—Es tu cumpleaños —había dicho GwangHyun—. ¿Por
qué pasarlo encerrado en casa?
—Exactamente —había coincidido JaeHwan—. ¿Por
qué estar aquí amargado cuando puedes salir de fiesta a celebrar que ya tienes
veinte?
—Porque no me gustan las fiestas —había replicado
SeWoon, no queriendo se arrastrado a ningún lugar con música demasiado fuerte
que hacía que le zumbara la cabeza.
No es que hubieran servido de mucho
sus palabras, porque un rato después se había visto arrastrado a un club del
centro en el que celebrar su cumpleaños con sus dos amigos y con un batallón
más de personas que ni siquiera sabían que era su cumpleaños y el chico no
tenía especial interés en ninguna de ellas ni en estar en aquel lugar. Sin
embargo, allí se quedaría hasta que se le hincharan las narices y pidiera un
taxi para poder volver al piso que compartía con aquellos dos demonios que nada
más entrar a aquel club lo habían dejado tirado y se habían ido a bailar y a
ligar.
SeWoon puso los ojos en blanco y
después se buscó un huequito en la barra para acampar allí y beber hasta que
tuviera ganas de volver a casa, dejando atrás a aquella poca pésima
representación de amigos que tenía, pasando las primeras horas de su cumpleaños
solo y bebiendo. Sin embargo, una de las dos cosas que el chico pensaba que iba
a hacer no se cumplió, aunque la otra sí; porque SeWoon sí que pasó su
cumpleaños bebiendo, pero no lo hizo completamente solo. Solo se había pedido
la primera cerveza cuando sintió que alguien se colaba a su lado en la barra
para pedir algo. El chico observó a la persona recién llegada, un joven
precioso con el pelo de color cereza que le dedicó una sonrisa encantadora.
El chico pensó que en cuanto
recibiera la bebida se iría de su lado, al lugar del que hubiera venido, pero
el otro no lo hizo, se quedó todo el rato allí junto a él. Ambos hablaron de
mil y una cosas que quedaron completamente olvidadas en la memoria de SeWoon
después de tomar una cerveza tras otra sin descanso, sintiendo cómo el latido
de su corazón retumbaba fuertemente dentro de su cuerpo con cada mirada clara,
cada sonrisa, cada roce de aquellos largos y finos dedos. La noche de su
cumpleaños se convirtió así en la noche de conocer a aquel muchacho de cabello
de color cereza del que SeWoon no pudo evitar pensar que le había robado el
corazón.
Aquella noche se fue sin sus amigos
a casa, pero no se fue solo de allí, ya que el otro muchacho lo acompañó hasta
ella, entró con él y ambos exploraron el cuerpo del otro de forma exhaustiva
hasta que cayeron rendidos debido a la gran concentración de alcohol en sangre,
al esfuerzo realizado sobre el colchón de la estrecha cama de SeWoon y a la
increíble sensación del orgasmo que dejó sus cuerpos completamente laxos. Sin
embargo, cuando a la mañana siguiente se despertó en su cama, con la ropa
desarreglada y un dolor enorme de cabeza, mareado y con ganas de vomitar,
SeWoon no encontró ni rastro del chico con el pelo color cereza a pesar de que
cuando había cerrado sus ojos éste se encontraba a su lado.
Lo único que SeWoon encontró de
aquel chico fueron sus iniciales grababas en su brazo con uno de los
permanentes que había sobre su escritorio: ㅇㅇㅁ. El chico suspiró,
porque aquel que había robado su corazón la noche anterior con sus sonrisas,
con sus palabras dulces que no recordaba con exactitud y que había recorrido su
cuerpo dejando besos y rozando su piel como si fueran lo más precioso que se
hubiera encontrado en su vida, se había ido de su lado de aquella forma. No
obstante, SeWoon no iba a dejar aquello estar de esa forma.
En cuanto se tomara una pastilla
para el dolor de cabeza, comenzaría a buscar cualquier pista sobre aquel
muchacho de cabello de color cereza.
Notas finales:
—No me culpéis por el
título del fanfic (?) no sabía qué ponerle como título y en ese momento comenzó
a sonar en mi aleatorio Cherry Bomb de NCT, así que, aproveché para ponerle ese
título a falta de algo mejor.
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