domingo, 24 de febrero de 2019

[One Shot] 2018 Super Rookies Drabbles: Vampire slayer {BaoHa}


Título: Vampire slayer
Autora: Riz Aino
Pareja: BaoHa (Bao + ParkHa) (LUCENTE)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, vampire, fantasy, drama
Número de palabras: 1.103 palabras
Resumen: un nuevo vampiro ha llegado a la ciudad y JongYeon se prepara para cazarlo sin tener en cuenta una cosa… que quizás este nuevo vampiro es demasiado poderoso para él.
Advertencias: como es una historia de vampiros tiene que haber sangre, mucha sangre, así que, toca que haya sangrecita (?).
Notas: historia escrita para Kari, a quien le pareció maravilloso que decidiera empezar a escribir de LUCENTE y que encima lo hiciera sobre vampiros. Además… ¡feliz cumpleaños!
Comentario de autora: ¡mi primer fanfic de estos dos niños! *se monta una fiesta ella sola* Desde que los vi debutar les tuve muchísimas ganas y quería empezar a escribir sobre ellos lo más rápido posible, así que, aproveché la excusa de tu cumpleaños para darte esto como regalo. Espero que te guste.

Vampire slayer

Los susurros que se escuchaban en la oscura noche le habían advertido a JongYeon de la llegada de un nuevo vampiro a la ciudad, las demás criaturas de la nocturnidad hablaban sobre él en los antros más oscuros, comentaban su aura majestuosa, su belleza y la forma en la que se desvinculaba de absolutamente todos aquellos que trataban de acercarse a él en busca de protección contra los cazadores de vampiros. Era un vampiro poderoso, según lo describían, pero todos ellos parecían poderosos en boca de las demás criaturas, todos ellos parecían vampiros puros, vampiros antiguos, vampiros con más poder que cualquier otro de los de su especie… pero luego no eran más que simples vampiros con apenas unos pocos cientos de años de vida, sin más poder que el común, al que JongYeon estaba acostumbrado a tratar y a hacer desaparecer.


JongYeon era un cazador de vampiros joven, pero con mucha más experiencia y habilidades para ejercer su trabajo que la mayoría de los cazadores que se encontraban en la ciudad de Seúl. El chico era el descendiente de una de las primeras familias de cazadores vampiros, por sus venas corría la sangre de un cazador de vampiros nato, con todas las capacidades necesarias completamente desarrolladas, algo que un cazador que simplemente había sido entrenado no obtenía. Él era el mejor y él era el que se encontraba más capacitado para acabar con los vampiros más poderosos que se cruzaran en su camino y que alteraran el orden público, atacando a los humanos, asesinando humanos, violando las leyes que se habían creado siglos atrás para asegurar la convivencia entre las dos especies.

Su trabajo era acabar con aquellos vampiros que violaban las leyes y, en las últimas semanas, junto con los susurros de la llegada de un nuevo vampiro, se habían sucedido algunas muertes violentas, algunos ataques a humanos que habían hecho que la población se pusiera con los nervios de punta. Había llegado, por ese motivo, la hora de actuar de JongYeon, de encontrar a aquel vampiro de pacotilla y hacer que este se rindiera ante él y pidiera clemencia para que no lo matara, porque así era con todos.

Sin embargo, JongYeon debió de haber prestado mucha más atención a los susurros que se escuchaban en las noches, porque si lo hubiera hecho, no habría tomado a aquel nuevo vampiro en la ciudad por un vampiro corriente y se habría dado cuenta de que éste era todo lo contrario a corriente antes de encontrarse con él. Si JongYeon hubiera prestado más atención a aquellos susurros, el joven cazador de vampiros se habría preparado para encontrarse con un vampiro puro, un vampiro antiguo, un vampiro de sangre real con unos poderes que apenas era incapaz de imaginar porque el chico solo había oído hablar de aquellos vampiros en las leyendas, solo había leído sobre ellos en los libros que su familia le había hecho estudiar cuando era pequeño.

Por ese motivo, JongYeon no se había preparado para el encuentro con aquel vampiro tan majestuoso y hermoso como los susurros lo habían descrito, tan poderoso que JongYeon no supo cómo hacerle frente cuando éste desplegó aquello que los libros de su familia describían como "encanto". El cuerpo del cazador de vampiros reaccionó solo ante aquel encanto, reaccionó solo porque este encanto afectaba especialmente a los cazadores natos, mucho más sensibles en todo lo que se refería a los vampiros, mucho más sensibles a su olor, mucho más sensibles a absolutamente todo. Con los vampiros corrientes, los vampiros conversos, aquella sensibilidad era su mayor ventaja, aquello que lo hacía batirse con ellos casi en igualdad de condiciones, hacerlo imponerse sobre ellos; sin embargo, con un vampiro puro, era completamente impotente, convirtiéndose tan solo en un objeto a la merced de aquel ser, siendo su única arma su fuerza mental, algo que JongYeon no había entrenado lo suficiente porque jamás había pensado que se encontraría con un vampiro puro, con uno de los vampiros de las leyendas, Bao.

—¿Pero qué tenemos aquí? —cuestionó el vampiro, haciendo que sus colmillos asomasen sobre su labio inferior—. Un cazador de vampiros indefenso… —murmuró, agachándose junto a JongYeon, en el lugar de aquel callejón en el cual había acabado de rodillas, tratando de resistirse en balde a aquel encanto—. Hacía tiempo que no veía a ninguno como tú, a ninguno al que pudiera someter tan fácilmente… y lo adoro…

JongYeon trató de zafarse, trató de resistirse a aquella fuerza que lo tenía a la merced de aquel vampiro, pero por más que lo intentó, el cazador de vampiros fue incapaz de imponerse a aquella voluntad férrea que invadía su mente y la sometía a su merced. Sin embargo, a pesar de que el vampiro podría haber acabado con su vida en aquel instante, a pesar de que podría haberlo hecho perfectamente porque JongYeon no podía mover ni un centímetro de su cuerpo, éste lo dejó vivir, lo dejó vivir y se fue del lugar como si el chico no hubiera significado absolutamente nada, como si encontrarse con un cazador de vampiros nato hubiera sido para él un juego, un juego al que quería jugar muchas más veces.

En el momento en el que JongYeon se volvió a sentir dueño de su cuerpo, supo que aquel encuentro con el vampiro puro Bao no iba a ser el único... no iba a ser el primero y el último, pero cuando volvieran a encontrarse, JongYeon no iba a caer tan rápidamente en su encanto.














Notas finales:
—Esto da para muchísimo… pero para muchísimo, así que, igual hago algo sorprendente como sacar un mini serial de esta idea y escribirlo de verdad.




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