domingo, 10 de febrero de 2019

[One Shot] 2018 Super Rookies Drabbles: Masquerade {YeonNie}


Título: Masquerade
Autora: Riz Aino
Pareja: YeonNie (MiYeon + Minnie) ((G)I-DLE)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, drama, humor, fluff
Número de palabras: 1.118 palabras
Resumen: MiYeon y Minnie se encuentran en un baile de máscaras en el que todo el mundo desea esconder su identidad, menos ellas.
Notas: drabble escrito para una persona anónima, pero aun así encantadora, que me pidió mi primer fanfic de (G)I-DLE haciéndome muy feliz y aprovechado para el #Fictober2k18.
Comentario de autora: al principio no tenía mucha idea de lo que iba a hacer y ploteé tres historias diferentes, pero ninguna me convencía, así que, me puse simplemente a escribir a lo que saliera y salió esto. Espero que os guste.

Masquerade

            Cuando Minnie recibió la invitación para un baile de máscaras en Halloween como los que se celebraban antiguamente en Europa, con vestidos pomposos, pelucas y antifaces incluidos, la chica al principio no le hizo mucho caso porque tenía muchísimo lío con las clases y los trabajos para la universidad y no necesitaba ninguna distracción externa que la hiciera perder el tiempo y conseguir ese tipo de disfraces seguro que le iba a consumir bastante tiempo, así que lo dejó correr.


A la semana de recibir la invitación, le llegó un mensaje de sus padres instándola a confirmar su asistencia a aquella celebración y comentándole que se habían tomado la licencia de elegirle un disfraz para la ocasión y que el paquete debía de estar próximo a llegar. Aun así, Minnie no sentía la necesidad de ir a aquel lugar y perder toda una noche y la mañana siguiente solo por celebrar una fiesta que a ella ni le iba ni le venía.

No obstante, tuvo que cambiar de opinión cuando, acompañando al disfraz pomposo acorde con la temática que le habían mandado sus padres iba una carta de ellos obligándola a ir y establecer buenas relaciones con la gente que allí fuera, porque una de aquellas personas, acabaría siendo su marido. Bueno, realmente no cambió de opinión porque ella seguía sin querer ir, pero debido a que se trataba de un asunto tan importante para su familia como su matrimonio, tuvo que hacer el esfuerzo de ir. Minnie se había prometido que, hasta que terminara los estudios, estaría viviendo del dinero de sus padres y, cuando terminara su formación, se iría del país y se viajaría hasta Corea del Sur, junto a MiYeon, la chica con la que mantenía una relación a distancia desde que había regresado del país en el que había pasado un mes estudiando. Eso era lo que la chica tenía en mente, pero hasta que ese momento llegara, tenía que hacer el paripé para no levantar ninguna sospecha entre los miembros de su familia.

            Así, el día de Halloween acabó llegando y Minnie acabó yendo a aquella fiesta de disfraces, a aquel baile de máscaras que emulaba a aquellos que se celebraban en la antigua Europa y acabó siendo partícipe del evento principal del lugar. La fiesta era celebrada en el salón de fiestas de uno de los hoteles más elegantes de la ciudad y a ella parecían haber asistido las personalidades más distinguidas de Tailandia y algunas de países vecinos, así que, Minnie trató de comportarse y entablar conversación con las diferentes personas que se encontraba ante ella, ataviados para la ocasión, con las vestimentas de la época y antifaces cubriéndoles parcialmente el rostro. Acostumbrada como estaba, no obstante, a ir a fiestas con todas aquellas personas, Minnie pudo reconocer a algunos de sus interlocutores y así evitó a algunos con los que no quería tener trato.

            No obstante, para el momento en el que se realizó el baile uno de los grandes eventos de la fiesta, cuando todos los asistentes llegaron, la chica no se pudo escaquear y tuvo que acabar metida de lleno en aquello, de la mano del que sabía perfectamente que sus padres habían elegido para ella como marido, a pesar de que la máscara le cubría la mitad superior de la cara. Trató de ser lo más cortés que puso, aunque aprovechó para pisarle los pies mientras bailaban un par de veces con la excusa de no saber cómo bailar aquel baile típico del renacimiento italiano.

            Una vez el baile terminó, Minnie aprovechó el revuelo causado para desaparecer del salón y dirigirse hacia una de las terrazas, queriendo tomar aire fresco y, sobre todo, aislarse de los de dentro. A pesar de que había tenido veinte años para acostumbrarse a ese tipo de eventos —aunque nunca había asistido a un baile de máscaras— la chica seguía sin sentirse parte de aquel lugar, de aquellas banalidades, de los eventos sociales, seguía sin encajar en el mundo en el que había nacido y lo único que deseaba en aquellos momentos era quitarse el antifaz que llevaba sobre sus ojos y que apenas le permitía ver porque se le resbalaba de vez en cuando por la nariz y salir de aquel lugar, dejando ver a todos que era ella la que se escondía tras la máscara antes del evento final en el que todos se descubrían.

            —Tenía la impresión de que eras tú, pero no estuve del todo segura hasta que no te vi pisar a aquel idiota y luego salir corriendo de la fiesta —dijo una voz demasiado conocida para Minnie y en coreano.

            Rápidamente, se dio la vuelta, encontrándose al hacerlo con una chica ataviada con uno de aquellos vestidos pomposos, la peluca de color blanco y un antifaz; sin embargo, no era solo una chica, era su chica, era MiYeon. Minnie la habría reconocido en cualquier momento si la hubiera visto, sin que ésta hubiera tenido que hablarle. Su corazón comenzó a latir como loco y una sonrisa se instaló en su rostro, antes de acercarse dando zancadas hasta donde se encontraba la otra para fundirse en un abrazo que llevaba muchísimo tiempo deseando darle, pero que no había podido hacer realidad por la distancia que se interponía entre ellas.

            —¿Qué haces aquí? —le cuestionó—. ¿Cómo has podido venir a esta fiesta?
            —Vine a visitarte por sorpresa, pero no estabas en casa y cuando pregunté dónde podría verte ellos respondieron que durante los meses de universidad te vas lejos de casa, pero que ibas a venir a esta fiesta, así que, les dije a tus padres que era la hija de un acaudalado empresario coreano y que me encantaría venir —comentó la otra—, y no tardaron en conseguirme una invitación para ver si me encontraban marido.
            —Típico de mis padres —murmuró Minnie, abrazándose más fuerte a la otra, todavía sin poder creerse que estuviera allí—. Te he echado mucho de menos.
            —Y yo a ti —replicó MiYeon.






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