Título: Más allá del Muro
Autora: Riz Aino
Pareja: JaeSeong (InSeong + JaeYoon) (SF9)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, Juego de Tronos, drama
Número de palabras: 894 palabras
Resumen: “escuchad mis palabras, sed testigos de mi
juramento… la noche se avecina, ahora empieza mi guardia”.
Notas: es una pequeña historia inspirada en Juego de Tronos. Si
no habéis visto la serie o leído los libros igual no os enteráis de mucho, pero
podéis tratar de leerlo.
Comentario de autora: mi vida no tenía sentido si no escribía
nada sobre esto y, después de darle 30.000 vueltas, me animé y ha salido esto.
Espero que os guste.
Más
allá del Muro
“Escuchad mis palabras,
sed testigos de mi juramento… la noche se avecina, ahora empieza mi guardia. No
terminará hasta el día de mi muerte. No tomaré esposa, no poseeré tierras, no
engendraré hijos. No llevaré corona, no alcanzaré la gloria. Viviré y moriré en
mi puesto. Soy la espada en la oscuridad. Soy el vigilante del Muro. Soy el
fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que
despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres.
Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, durante esta noche y todas
las que estén por venir”.
Ambos
habían hecho aquel juramento que se repetía una y otra vez en sus cabezas aquella
noche mientras esperaban el llegar del alba, solo rodeados por el bosque, más
allá del Muro. No era la primera vez que salían allí, no era la primera vez que
tenían que enfrentarse a mil peligros allí fuera y no era la primera vez que
escapaban de ellos solo con unas pocas heridas… pero sí era la primera vez que
ante sus ojos morían el resto de sus compañeros, el resto de la patrulla.
Y
sí era la primera vez que se cruzaban con los Otros.
Las
paredes de aquella pequeña cabaña escondida en la inmensidad del bosque era lo
único que los protegía de aquellos seres que eran prácticamente imposibles de
matar en la oscura noche. La cabaña era lo único que los separaba de la muerte
que había aguardado a sus compañeros, las paredes de aquella cabaña abandonada
eran su único escudo… y el amanecer su única esperanza.
—Si nos encuentran… estaremos perdidos, InSeong
—murmuró el menor.
—No nos encontrarán, estamos lejos del lugar
—replicó éste.
A su lado, su compañero, su hermano de la
Guardia de la Noche tembló. InSeong no supo si fue de miedo o de frío… o si fue
por ambos, pero pasó un brazo por los hombros de éste para acercarlo a su
cuerpo y tratar de mantener el calor de aquella forma. Los Otros habían llevado
con ellos la noche más fría que recordaban y ni siquiera podían encender un
fuego allí dentro porque eso los delataría.
—Todo irá bien —murmuró, aunque no supo si fue
para calmar el corazón de JaeYoon o el suyo propio.
El menor simplemente se abrazó a su cuerpo lo
más que pudo y ambos se replegaron un poco más contra la pared, para que ni por
un asomo, desde las pocas ventanas que había en aquella cabaña, pudieran ser
vistos por aquellos que estaban allí fuera. InSeong, no obstante, tenía la
sensación de que por mucho que trataran de mimetizarse con el entorno que los
rodeaba, no serviría de mucho si los Otros llegaban hasta allí y daban con
ellos… de la misma forma que estaba completamente seguro de que si los
encontraban, aquellas cuatro paredes no los iban a salvar.
Pero a pesar de eso, eran Guardias de la Noche,
su objetivo era proteger a la población de los Siete Reinos de aquellos seres;
ambos habían hecho aquel juramento y, aunque fuera aquella su última noche,
debían de cumplir con su deber.
—InSeong… —murmuró el menor de nuevo—. Tengo mucho
miedo…
—Todo irá bien…
Quizás, InSeong se hubiera mentalizado durante
los pocos años que llevaba como explorador que cualquier día la muerte lo podía
acechar, pero, aunque él lo hubiera hecho, JaeYoon no podía morir y él no iba a
dejar que le sucediera nada malo. A pesar que todos los que vestían de negro
eran sus hermanos, el menor era la persona con la que lo había compartido todo
desde que ambos habían llegado al Castillo Negro, se habían cuidado, se habían
querido y habían pasado todos y cada uno de sus días junto al otro. Quizás él
tuviera claro que morir para proteger lo que más amaba era su deber… pero
también tenía mucho miedo porque, aunque sabía que el menor era fuerte y podía
arreglárselas, no podría regresar solo a su hogar.
—Si morimos…
—No vamos a morir —lo cortó InSeong, antes de
que pudiera decir nada más—. No vamos a morir.
Y unió sus labios con los del menor para
mantener sus pensamientos alejados de lo que podría sucederles, para mantener
su corazón sereno, para demostrarle lo mucho que lo amaba. Quizás… no
sobrevivieran a aquella noche más allá del muro, pero al menos, estarían el uno
junto al otro.
Notas finales:
—Lo
siento muchísimo, pero después de verme una maratón muy hardcore de Juego de
Tronos necesitaba escribir algo sobre ese universo y lo más ghei que se me
ocurrió fue la Guardia de la Noche (?)
No hay comentarios:
Publicar un comentario