Título: Pacific Rim
Autora: Riz Aino
Pareja: BangHim (Bang YongGuk + HimChan) (B.A.P)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, pacific rim, angst, romance
Número de palabras: 990 palabras
Resumen: YongGuk no puede
evitar recordar el día en el que perdió a la otra parte de sí mismo… no puede evitarlo
porque el vacío que había dejado HimChan en su vida seguía siendo demasiado
grande.
Aclaraciones: se me hizo la
petición de escribir un PacificRim!AU, así que, esto está basado en dicha
película.
Advertencias: tengo que decir que
no quería hacerlo, pero después de ver la película y lo dramática y trágica que
es, no me pude resistir a hacer que alguno que otro muriera. Sorry not sorry.
Notas: drabble escrito para Kiwi, que está
obsesionada con la peli desde hace milenios y cada vez que la echan en la tele
se vuelve locuela.
Comentario de autora: realmente no
tenía mucha idea de qué hacer con la petición porque no había visto la película,
pero me he esforzado en escribirlo tras verla. Espero que os guste.
Pacific Rim
Año 2018,
quinto año de la guerra contra los Kaiju
Bang
YongGuk bajó del escenario en el que había tomado posesión del cargo que le
habían otorgado por sus méritos en la guerra durante los años anteriores. El
joven no se entretuvo hablando con ninguna de las personas que se acercaron a
él con la intención de felicitarlo, solo salió de la sala y cerró la puerta a
sus espaldas, dejándose caer contra la pared, resbalándose hasta quedar sentado
en el suelo, encogiéndose hasta que su barbilla acabó apoyada sobre sus
rodillas. No se sentía bien y probablemente de aquella forma parecía un niñato,
pero era la única forma de calmarse, de hacer que su corazón dejara de latir
rápidamente y tratando de respirar pausadamente, como lo habían enseñado a
hacer los médicos.
Él
no quería el cargo que le habían dado, él no quería ser mariscal, él no quería
tener a su cargo a un montón de personas y que sus decisiones afectaran a las
vidas de éstos… pero no había podido negarse, no había podido rechazarlo… y
todo aquello le recordaba lo que había sucedido el año anterior, a pesar de que
no quería recordarlo, porque si lo hacía, se rompería en mil pedazos. Echaba de
menos al que había sido su compañero de lucha, a la persona que había estado
campando por su mente durante dos años, quien había estado a su lado y con
quien lo había compartido absolutamente todo. Echaba de menos a Kim HimChan y
deseaba haber desaparecido junto a él, en mitad del Pacífico.
YongGuk
no quería recordar, pero, aun así, no pudo evitar hacerlo… no pudo evitar
recordar aquel fatídico día en el que HimChan se fue de su lado, dejando solo
el silencio en una mente que había estado agradablemente llena durante dos
años.
HimChan y él habían sido llamados para
la batalla y tenían que prepararse rápidamente para hacerle frente a la amenaza
que acababa de llegar a través de la brecha. Era un Kaiju de categoría cuatro,
de los más fuertes contra los que habían comenzado a luchar y había aparecido
tan solo unos minutos antes y se dirigía hacia las costas de Corea del Sur, por
lo que los llamados a combatir eran los tres Jaeger que se encontraban en el
país. HimChan y él controlaban a uno y fueron los que llegaron antes a la base
para comenzar los preparativos, por lo que también fueron los primeros en ser
llevados hasta el mar para empezar la lucha contra aquel monstruo. El Jaeger de
DaeHyun y YoungJae los seguiría en algunos minutos, pero ellos tenían que parar
el envite de aquel Kaiju.
HimChan y YongGuk llevaban ya dos años
luchando juntos y se compenetraban de una forma increíble, por lo que jamás
habían tenido ningún problema a la hora de combatir… y, sin embargo, aquel
Kaiju que parecía un tiburón, los puso en graves problemas porque no podían
darle ningún golpe certero y su Jaeger había comenzado a perder impulso,
llevándose muchos daños, tanto externos como internos. Las comunicaciones
dejaron de funcionar y la mitad de los músculos motorizados del gran robot
también dejaron de hacerlo y ambos se quedaron totalmente expuestos a los
ataques de aquel monstruo.
El Kaiju rompió el caparazón que los
mantenía a salvo de todo en un momento… y HimChan fue separado de él antes de
que pudiera hacer nada por evitarlo, cortando toda la conexión que tenía con el
chico de golpe, dejando solo silencio en su mente y haciéndolo caer en la
oscuridad…
Bang
YongGuk sintió la humedad de sus ojos y trató de retener sus lágrimas, pero no
pudo hacerlo correctamente. Solo había pasado un año desde que HimChan había
desaparecido para nunca regresar a su lado y todavía no lo había superado…
todavía no había podido dejar de pensar en él… y sabía perfectamente que no lo superaría
en un tiempo. Todo había sucedido porque no estaban preparados para luchar
contra aquel Kaiju tan fuerte y, para cuando llegaron los otros dos Jaeger, ya
era demasiado tarde y solo habían podido salvarlo a él.
El
joven miró la medalla que tenía en su mano, observándola fijamente. No quería
aquel cargo, pero había tenido que aceptarlo sin poder negarse a ello… no
quería tener a su cargo a nadie, no quería tener que responder por las vidas
que se perdieran luchando contra aquella amenaza que no tenía final; sin
embargo, al recordar a HimChan, un sentimiento mucho más fuerte surgió en su
interior. El sentimiento de que haría todo lo posible para que, bajo su mando,
nadie más pereciera en batalla mientras acababan de una vez por todas con los
Kaiju.
Notas finales:
—Pido perdón si la he
liado muy parda, no tenía ni idea del tema y hace poco pusieron la película en
la tele y la vi para poder hacer esta historia.
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