Título:
Planes
Autora:
Riz Aino
Pareja:
YoonSeok (Suga + J-Hope) (BTS)
Clasificación:
R
Géneros:
AU, college, romance, humor, smut
Número de palabras:
1.437 palabras
Resumen:
cuando YoonGi invita a HoSeok a su piso para “hacer un trabajo”, no lo invita
para hacer un trabajo.
Notas: historia
escrita para mi Elenis, que lo ganó en uno de mis muchísimos juegos de twitter.
Comentario de autora:
cuando escribí esto llevaba un poco de tiempo sin escribir sobre BTS, pero
YoonSeok siempre me inspira un mundo. Espero que os guste.
Planes
YoonGi miraba de reojo una y otra vez a HoSeok,
que se encontraba al otro lado de la mesa en la que ambos se habían puesto a
tratar de terminar con un trabajo que debían de entregar para la semana
siguiente. El menor apenas levantaba la cabeza de la pila de libros de los que
iba cogiendo datos y haciendo esquemas o gráficas a mano que luego iban a ser
pasadas a ordenador en cuanto terminaran de recoger todos los datos y cuando
levantaba la cabeza, lo hacía simplemente para sonreírle de forma encantadora, haciendo
que YoonGi tuviera que tragar saliva en aquellas situaciones y pensar en cosas
puras e inocentes como los unicornios o los arcoíris o los peluches que
poblaban la cama de su habitación.
Porque cuando YoonGi había invitado a HoSeok a
su apartamento para que hicieran aquel trabajo de Economía, no lo había hecho
para que terminaran el trabajo realmente, sino para aprovechar que su compañero
de piso NamJoon no iba a estar ese fin de semana pululando por el lugar. Sin
embargo, HoSeok se había presentado con todos los bártulos y con los libros
para terminar el trabajo, todo ilusionado, y a YoonGi le rompía el corazón
tener que desilusionarlo de aquella manera —aunque estaba completamente seguro
de que lo que él había pensado hacer aquel fin de semana no era algo que lo
desilusionaría del todo, pero terminar el trabajo era lo más importante para el
menor en aquellos momentos—. Por ese motivo, YoonGi simplemente había aplazado
sus ganas de sexo con HoSeok para más tarde, cuando finalizaran todo lo que
tenían que hacer.
No obstante, tenerlo tan cerca, viéndolo tan
concentrado y de vez en cuando ajustándose las gafas que se le resbalaban por
el fino puente de su nariz o mordiéndose el labio inferior mientras copiaba
datos de un lado a otro, hacían que YoonGi apenas pudiera contenerse y que no
pudiera pensar en otra cosa más que en llevárselo hasta la cama y quitárselo
todo, incluidas aquellas gafas que lo estaban volviendo loco. Pero parecía que
HoSeok no se daba cuenta de nada. No se daba cuenta de la manera lasciva en la
que YoonGi lo estaba observando. No se había dado cuenta de que lo único que
quería era hacer el amor con él hasta que ninguno de los dos pudiera continuar.
A veces, sobre todo en ocasiones como aquella, el mayor se preguntaba si HoSeok
era despistado por naturaleza o si solo le gustaba poner a prueba su paciencia,
porque no era normal que no se diera cuenta de nada.
YoonGi sacudió su cabeza, tratando de enfocarse
y dejar de pensar en todo lo que quería hacerle a HoSeok una vez acabaran el
trabajo, porque si no paraba de pensar en ello, su concentración iba a seguir
rompiéndose cada dos segundos y aquello no podía ser.
Prácticamente se pasaron toda la tarde pasando
datos de los libros a sus folios para crear las gráficas más tarde y YoonGi pasó
el rato lo mejor que pudo para no saltar encima del menor a la mínima. Sin
embargo, cuando la luz del sol al atardecer comenzó a entrar por las ventanas,
el chico no pudo evitar fijarse en los contrastes que creaban en el perfil de
HoSeok y en lo precioso que estaba bajo aquella luz. Fue en ese preciso
momento, cuando por fin los libros habían sido cerrados y los folios llenos de
datos sin ningún sentido poblaban la mesa en la que habían estado trabajando
prácticamente todo el día, cuando YoonGi sintió que no iba a poder contenerse
nunca más y se inclinó sobre aquella mesa para acercarse al rostro de HoSeok y
besar sus labios con dureza, volcando en aquel beso toda la frustración que
tenía encima por no haber podido pasar todo el día en la cama con él.
—Wow... —murmuró el menor cuando se separó de
su rostro, mirándolo sorprendido—. No me esperaba ese beso.
—Tú y yo en la cama. Ya —fue lo único que
respondió YoonGi a aquello.
HoSeok se rio, probablemente pensando que era
una broma, pero YoonGi lo estaba diciendo muy seriamente, así que, se volvió a
inclinar sobre la mesa baja para tomar de nuevo los labios de HoSeok en un beso
todavía más demandante que el anterior y que los dejó a ambos sin respiración
durante unos segundos después de que éste acabara.
—Te quiero en mi cama y quiero quitártelo todo
—dijo el mayor—. Incluso esas excitantes gafas.
YoonGi se levantó del suelo y HoSeok también lo
hizo de forma inmediata, como si tuviera un resorte. El mayor no pudo evitar
sonreír porque a veces el chico parecía un perrito faldero siguiéndolo, pero
aquello era algo que le gustaba muchísimo de HoSeok, que sin poner ninguna pega
cediera a su voluntad, porque a YoonGi le gustaba tener el control de
absolutamente todo. Sabiendo que lo seguía, el chico lo guio hasta su
habitación y, una vez en ella, se sentó sobre su cama, invitando al menor a
acercarse hasta él. HoSeok entró a la habitación dubitativo porque no solían
encontrarse allí, sino que solían ir a moteles de mala muerte porque en el piso
de YoonGi solía estar NamJoon y porque en el de HoSeok estaba siempre TaeHyung.
—¿Estás seguro? —le preguntó—. ¿No va a venir
NamJoon?
—Se ha ido el fin de semana a casa de sus
padres. No va a volver —respondió YoonGi—. Por eso quiero aprovechar el máximo
posible ahora que estamos solos.
—De acuerdo, entonces.
HoSeok se acercó a la cama y se inclinó sobre
YoonGi para dejar un beso dulce en sus labios, uno de aquellos que hacían que
por el cuerpo del mayor pasara una corriente eléctrica recorriendo todo su
sistema nervioso de punta a punta. YoonGi llevaba desde que el menor había
llegado a casa queriendo tirarse encima de él y comérselo de todas las formas
posibles e imaginables, así que, tras aquello, no pudo hacer otra cosa más que
agarrar a HoSeok por el cuello de su camiseta negra para darle otro beso mucho
más demandante, mucho más excitante, volcando en este todo lo que quería
decirle pero no quería hacerlo porque eran mucho más rápidas las acciones que
las palabras en aquella clase de situaciones. Después del beso, simplemente lo
atrajo hasta que quedó en la cama junto a él y YoonGi se sentó encima de sus
piernas, poniendo las rodillas una a cada lado de su cintura y apreciando el
hermoso rostro de su chico con aquella luz.
En los ojos de HoSeok, parcialmente ocultos por
aquellas gafas, había cariño además de deseo y YoonGi sintió que no podría
aguantar mucho más tiempo, por lo que se quitó rápidamente su camiseta,
quedándose solo con sus pantalones vaqueros antes darle otro beso al menor,
usando en éste su lengua, uniéndola con la de HoSeok y buscando más y más de
él.
—Hoy estás on
fire, YoonGi —murmuró el menor mientras el aludido comenzaba a besar su
cuello, queriendo dejar marcas en cada lugar visible para que todo el mundo
pudiera ver que HoSeok era suyo y solo suyo.
—Llevo mucho tiempo aguantándome de las ganas
de comerte —respondió contra su piel—. Y tengo muchas ganas de comerte.
YoonGi volvió a besarlo, aunque aquella vez de
una forma más dulce y, cuando finalizó el beso, tomó el rostro del menor entre
sus manos para mirarlo fijamente a los ojos. El chico sintió cómo las manos de HoSeok
se posaban en su trasero y no pudo evitar sonreír a la vez que le levantaba
lentamente las gafas para poder ver sus ojos oscuros sin ningún impedimento...
y no pudo evitar las ganas de querer quitárselo todo para tenerlo desnudo en su
cama por primera vez. Por ese motivo, YoonGi acabó por quitarle las gafas del
todo y dejarlas caer sobre la mesita sin ningún cuidado antes de inclinarse
sobre el cuerpo del menor del todo para quedar tumbados sobre el colchón y
comenzar a comérselo, tal y como había planeado para ese fin de semana.
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