sábado, 27 de noviembre de 2021

[One Shot] 2020 Super Rookies Drabbles: Ice prince {SeungSung}

Título: Ice prince

Autora: Riz Aino

Pareja: SeungSung (HeeSeung + SungHoon) (ENHYPEN)

Clasificación: PG

Géneros: AU, high school, “romance”, fluff

Número de palabras: 1.039 palabras

Resumen: todo el mundo dice que SungHoon es como un príncipe de hielo, demasiado guapo y altivo como para que nadie se le acerque… HeeSeung discrepa.

Notas: historia escrita por petición de jayvelvet en ao3.

Comentario de autora: estos bebés me parecen adorabilísimos y me encanta escribir cosas cuchis sobre ellos, así que, estuve encantada de hacer la petición, aunque tardé muchísimo en llevarla a cabo. Espero que os guste.

 

Ice prince

 

            HeeSeung había escuchado muchos rumores sobre SungHoon desde que éste había llegado al instituto unos meses atrás. Viniendo de la capital hasta aquel pueblo perdido del mundo, había sido la novedad, por lo que era casi normal que en el instituto y en el pueblo no se hablara de otra cosa. Todos se preguntaban sobre los motivos por los cuales el chico se había mudado allí con su familia y todo el mundo hacía suposiciones sobre lo que había sucedido y sobre su vida, intentando esclarecer el misterio. Además, ayudaba a alimentar la imaginación de la gente del instituto que SungHoon fuera un chico guapísimo y que casi nunca hablase con nadie, ya que todo el mundo decía que era como un príncipe de hielo, demasiado guapo y altivo como para que nadie se le acercase. HeeSeung, no obstante, discrepaba con aquella afirmación. Tampoco conocía de nada a SungHoon, pero estaba completamente seguro de que el chico no era ningún príncipe de hielo y que sólo era un poco tímido. Por ese motivo, decidió que quería acercarse a él y tratar de tenderle la mano para que el resto de personas vieran que no era tal y como ellos pensaban.

 

            —¡Hola! Mi nombre es HeeSeung —dijo, acercándose a SungHoon un día tras el almuerzo—. Estamos en la misma clase.

 

            El chico lo observó durante unos momentos, como si no supiera qué debía de hacer, pero luego le dedicó una sonrisa tímida y se acabó presentando.

 

            —SungHoon.

            —¿Me puedo sentar contigo? —le preguntó. El chico asintió y HeeSeung sonrió antes de sentarse junto a él en el banco en el que el chico había estado mirando distraídamente su teléfono—. ¿Te gusta bailar?

            —Creo que… nunca he bailado… —murmuró en respuesta.

            —¡Oh! ¡Eso no puede ser! ¿Quieres venir a mi casa y bailamos? —le propuso—. Tengo un espejo enorme en el sótano, será divertido.

 

            SungHoon volvió a quedarse callado durante unos momentos, pensando su respuesta. HeeSeung estuvo rezando mentalmente para que la respuesta fuera afirmativa y, cuando el otro asintió, moviendo levemente su cabeza, casi soltó un grito de júbilo, pero se controló a tiempo y solo pegó un pequeño salto eufórico en el banco.

 

            —¿Te viene bien hoy? ¿Cuándo acabemos las clases? —el chico volvió a asentir—. Genial. Maravilloso. En cuanto acabe la última clase te vienes a mi casa.

 

            SungHoon le dedicó una sonrisa tímida y HeeSeung se sintió como en una nube durante el resto de la jornada escolar. El chico estaba demasiado emocionado por poder pasar un rato con el otro y así poder conocerlo un poco más y se pasó el resto del día sin atender a las clases prácticamente. Cuando finalmente acabaron las clases, recogió rápidamente sus cosas y se colgó la mochila, esperando a SungHoon y luego yéndose los dos juntos del instituto, atrayendo todas las miradas del resto de sus compañeros. A HeeSeung las miradas le importaban bien poco porque no podía parar de sonreír y de hablar de una y mil cosas con SungHoon por el camino, tratando de relajar un poco el ambiente y esperando a que el chico se fuera soltando un poco con él, quizás siendo un poquitín cargante, pero lo hacía con buena intención, queriendo romper el hielo. Poco a poco, mientras iban hasta su casa, las contestaciones de SungHoon a sus preguntas fueron haciéndose un poco más rápidas y sus sonrisas un poco menos tímidas y HeeSeung eso se lo anotó como una gran victoria.

 

            —Esta es mi casa —le dijo al llegar, abriendo la puerta—. ¡Mamá, he traído a un amigo para bailar! —gritó, esperando que su madre lo escuchara, allí donde estuviera en la casa—. ¡Dejamos las cosas en la entrada y nos bajamos al sótano!

            —¡Vale! —respondió su madre en la lejanía, probablemente incluso desde la planta de arriba—. ¡Luego os bajo algo de comer y más agua!

            —Okay! —le respondió a su madre y se giró hacia SungHoon—. Puedes dejar tu mochila aquí —se quitó la suya y la dejó en una esquina—. Vamos al sótano.

 

HeeSeung le tendió la mano a SungHoon cuando éste dejó su mochila en el suelo, al lado de la suya y éste la tomó después de titubear unos segundos. Con su mano firmemente aferrada a la suya, bajó los escalones que llevaban al sótano con cuidado, encendido las luces para que se viera algo en el lugar. SungHoon lo miró todo con ojos curiosos y HeeSeung lo dejó observarlo todo durante unos momentos antes de volver a hablarle.

 

—¿Quieres que te enseñe el último baile que me he aprendido?

—Claro —le respondió SungHoon.

 

HeeSeung cogió entonces su móvil y puso la canción, comenzando a bailar tal y como había aprendido días atrás. Cuando acabó, SungHoon le dedicó un pequeño aplauso y HeeSeung sonrió.

 

—Ahora te lo enseñaré a ti.

 

Se pasaron toda la tarde hasta que casi dio la hora de la cena en el sótano, bailando, HeeSeung enseñándole los movimientos poco a poco y SungHoon aprendiéndolos con más o menos dificultad, soltándose a medida que el tiempo fue pasando, sonriéndole más a menudo a HeeSeung y comenzando incluso algunas conversaciones. Para cuando SungHoon finalmente se fue de su casa, el chico ya se sentía bastante cómodo con él y HeeSeung se encontró siendo bastante feliz porque se habían hecho amigos, porque el chico realmente era encantador y no un príncipe de hielo, él había tenido la razón en que era solo tímido y estaba muy emocionado por seguir estando junto a él y descubriendo más cosas sobre SungHoon, esperando que siguieran siendo amigos —o quizás algo más— durante mucho tiempo.

 

 

 

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