sábado, 4 de diciembre de 2021

[One Shot] 2020 Super Rookies Drabbles: Bicycle {99z}

Título: Bicycle

Autora: Riz Aino

Pareja: 99z (Yoo YongHa + Kim YoHan) (WEi)

Clasificación: PG

Géneros: AU, high school, romance, fluff

Número de palabras: 1.211 palabras

Resumen: en algunas ocasiones, YoHan no puede dejar de pensar en que YongHa a veces es terriblemente atractivo… como en aquella situación, por ejemplo. (O alternativamente, YoHan tiene una pierna escayolada y YongHa lo lleva en su bici al instituto a pesar de que no puede tirar de la bici).

Notas: inspirado por todos esos mangas shojo en los que el chico lleva a la chica al instituto en su bici y es todo super bonito e idílico.

Comentario de autora: YongHa y YoHan son la cosa más awkward y adorable del mundo y quise hacer algo tomando eso como base y salió esta cosilla. Espero que os guste.

 

Bicycle

 

            YoHan todavía no se acostumbraba a las muletas y eso que llevaba todo el fin de semana con ellas. Subir o bajar las escaleras de aquel desvencijado edificio en el que vivía con su familia era un verdadero suplicio y el chico no se quería ni imaginar lo mucho que le costaría llegar hasta la parada del autobús que se encontraba a unos diez minutos y que lo dejaba casi en la puerta del instituto. Tampoco se quería ni imaginar lo mucho que le costaría moverse por el instituto aquel día y el resto de los dos meses que le esperaban con aquella escayola puesta. Tardó diez minutos en bajar las escaleras cuando de normal habría tardado menos de un minuto y YoHan se dejó caer contra la pared del portal, descansando un poco porque sus brazos le dolían demasiado y todavía le faltaba mucho camino por recorrer, había salido con casi una hora de adelanto y se podía permitir ir poco a poco. Cuando los brazos dejaron de dolerle tanto, decidió que era el momento de seguir y finalmente salió de su edificio, cruzando la verja después de caminar un poco más y llegando a la calle, donde se detuvo de nuevo, pero esta vez no porque estuviera cansado, sino porque allí estaba esperándolo su amigo YongHa, subido sobre su bicicleta, aquella que llevaba años sin coger porque la nueva línea del autobús los dejaba casi en el instituto. A YoHan le sorprendió verlo allí tan temprano porque solían pegársele las sábanas bastante y no llegaba a tiempo muchas veces a clase, por ese motivo, habían dejado de ir juntos por las mañanas a clase a pesar de que lo habían hecho prácticamente desde siempre.

 

            —¿Qué haces aquí? —le preguntó YoHan, sin poder ocultar su curiosidad ni un segundo—. Hace años que no vamos juntos al instituto por las mañanas.

            —Me imaginaba que con las muletas y la escayola ibas a pasarlo mal hasta llegar a la parada del bus, así que he venido para llevarte al instituto —respondió el chico, encogiéndose de hombros, como si no fuera nada del otro mundo.

 

            En aquellos momentos, a YoHan le dieron ganas de llorar porque tenía al mejor amigo del mundo, pero se aguantó las ganas y simplemente se acercó a YongHa para darle un ligero abrazo y las gracias, subiéndose tras él en la bici, agarrándose a su cintura con su brazo derecho y sujetando bien las muletas en su mano izquierda. Una vez YongHa se aseguró de que todo estaba perfecto, comenzó a pedalear, moviendo la bici lentamente debido al peso extra de YoHan y gruñendo por el esfuerzo, haciendo que una sonrisa se instalara en el rostro de YoHan. YongHa nunca había sido muy atlético, al contrario, era él el atlético de los dos, por lo que aquella situación no dejaba de hacerle gracia; sin embargo, el chico no se rio y ni siquiera le hizo algún comentario sarcástico a su amigo como sí que habría hecho… porque en algunas situaciones, YoHan no podía dejar de pensar en que YongHa a veces era terriblemente atractivo, como en aquella situación, por ejemplo. El chico había ido a recogerlo a casa y lo estaba llevando en bici al instituto a pesar de que le esperaban en torno a una media hora de camino pedaleando con él encima y YoHan no podía evitar sentirse la persona más feliz y afortunada del mundo.

 

            Aprovechando un pequeño badén en la calle, YoHan se aferró mucho más fuerte a la cintura de YongHa y acabó dejando reposar su cabeza en su espalda, cerrando los ojos y disfrutando de aquel paseo y de tener el cuerpo del chico pegado al suyo. Habían sido muchas las veces en las que había pensado que quizás debía confesarle sus sentimientos a YongHa, pero también habían sido muchísimas las veces en las que había desechado la idea porque no sabía si éste reaccionaría como esperaba a ellos. Las cosas se habían vuelto un poco raras entre ambos en los últimos meses y YoHan tenía la sospecha de que a YongHa él también le gustaba, porque había veces en las que su cara se volvía de color rojo intenso cuando se le acercaba o comenzaba a tartamudear… tenía esa sospecha porque era básicamente lo que a él le pasaba. Se ponía a veces tan nervioso estando junto a YongHa, que no sabía dónde meterse y sentía cómo el color se le subía a la cara y se le trababa la lengua. No había dicho nada y no sabía si algún día lo iba a acabar haciendo porque la valentía no era su fuerte.

 

            De repente, la bici se paró y YoHan se sorprendió, abriendo sus ojos de golpe y alejándose de la espalda de YongHa, aunque no creía que hubieran llegado ya al instituto, pero separarse de él fue un acto reflejo. YongHa se giró hacia él y YoHan pudo ver cómo sus mejillas estaban completamente rojas. Su amigo abrió su boca una y otra vez, queriendo decir algo, pero sin que sus palabras salieran de ella. YoHan esperó, mirándolo, con su corazón latiendo rápidamente dentro de su pecho, sin saber qué era lo que iba a pasar o lo que éste le quería decir, pero por algún motivo estaba un expectante. YongHa tardó unos minutos en decidirse a hablar, pero cuando lo hizo, lo que dijo provocó que una enorme sonrisa apareciera en el rostro de YoHan.

 

            —Me gustas —soltó de sopetón—. Y si te echas sobre mí y me abrazas de esa manera mientras intento llevar la bici no creo que lleguemos a clase nunca porque me dará un ataque al corazón —después de decir aquello se giró rápidamente hacia delante, avergonzado.

 

            De aquella forma, YongHa era completamente adorable y YoHan lo único que pudo hacer fue abrazarse fuertemente a su espalda de nuevo.

 

            —También me gustas mucho —le contestó, sin poder evitar que una amplia sonrisa se extendiera por su rostro.

 

            YongHa no le contestó, pero YoHan sintió su respiración profunda y notó el golpeteo rápido de su corazón, por lo que supuso que la respuesta lo había complacido de la misma forma que a él lo que le había confesado un momento antes. YoHan nunca se habría imaginado que al final su pierna rota y un viaje al instituto sería lo único que al final necesitarían para expresar sus sentimientos, pero le encantaba que hubiera sido de aquella forma.

 

 

 

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