domingo, 12 de diciembre de 2021

[One Shot] 2020 Super Rookies Drabbles: Elemental, my dear Watson {MiniMo}

Título: Elemental, my dear Watson

Autora: Riz Aino

Pareja: MiniMo (JungMo + MinHee) (CRAVITY)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, college, romance, fluff, humor

Número de palabras: 1.050 palabras

Resumen: MinHee no sabe por qué le ha dado ahora a JungMo por leer todos los clásicos de las novelas de misterio cuando leer en general nunca ha sido su actividad favorita.

Notas: esta idea ha sido reciclada de mi baúl de ideas porque con el ship original no la iba a acabar de escribir jamás y la decidí reconvertir para poder sacarla y compartirla.

Comentario de autora: llevaba tiempo queriendo escribir de estos dos y, de hecho, tengo un one shot más o menos largo en marcha que algún día me gustaría acabar, a ver si me pongo a ello. Espero que os guste.

 

Elemental,

my dear Watson

 

            —Elemental, mi querido Watson —dijo JungMo y MinHee puso los ojos en blanco al escucharle decir aquella frase.

            —¿Sabes que Sherlock Holmes nunca dijo nada parecido a esa frase? —le replicó.

            —Lo sé perfectamente —respondió el mayor, con una de aquellas sonrisas que lo iluminaban absolutamente todo—, pero adoro esa frase.

 

            MinHee no pudo evitar volver a poner los ojos en blanco después de escucharlo decir aquello y simplemente volvió a meterse en el libro que estaba leyendo antes de que JungMo lo hubiera interrumpido. Realmente no entendía qué le había dado a su amigo ni por qué se había puesto a leer todos los clásicos de las novelas de misterio cuando leer en general nunca había sido su actividad favorita, pero imaginaba que éste había encontrado por fin el gusto por la lectura y se alegraba por él, porque los libros siempre eran geniales. A MinHee siempre le había gustado leer y nunca iba a ningún lado sin un libro en su mochila, algo que le había ocasionado siempre discusiones con JungMo porque éste no entendía el motivo por el cual siempre tenía que llevar un libro encima, aunque hubieran quedado para ir a comprar ropa, pero a MinHee siempre lo había reconfortado sentir el peso de algún libro en su mochila, aunque no lo fuera a leer en la salida, le gustaba saber que lo tenía allí. Nunca había esperado que JungMo lo entendiera y cuando éste le pidió que le dejara uno de sus libros de Sherlock Holmes, se sorprendió bastante y pensó que al rato se lo devolvería porque lo aburría, pero aún así, se lo dejó y un par de semanas más tarde éste se lo devolvía y le pedía el siguiente. Desde ese momento, se había leído toda la colección de novelas de Sherlock Holmes y había comenzado con otros libros.

 

            A MinHee le seguía resultando extraño que JungMo se hubiera aficionado a la lectura, pero parecía que había comenzado a hacerlo feliz, como a él, así que, se alegraba por él.

 

            —MinHee… —lo llamó el mayor.

            —Mmmm —contestó él sin siquiera levantar la cabeza del libro, dándole a entender que lo escuchaba y que podía continuar hablando.

            —¿Vas a seguir ignorando mi amor por ti incluso después de haberme vuelto adicto a los malditos libros por tu culpa? —le preguntó—. No sé cómo puedes ser tan listo para poder averiguar quién es el asesino en todos los capítulos de Detective Conan antes de que presenten bien a los sospechosos y los hechos del caso, pero seas tan estúpidamente lento para darte cuenta de lo mucho que te quiero.

 

            MinHee no pudo evitar esbozar una sonrisa al escuchar aquello y cogió el señalador para ponerlo en la página en la que se había quedado y así poder cerrar el libro, mirando a JungMo, que estaba sentado a los pies de su cama, mirándolo con hastío. No podía culparlo porque se sintiera de aquella forma, él no había dado muchas muestras de haberse dado cuenta de que JungMo sintiera algo por él, aunque llevaba tiempo sabiéndolo. No había hecho ni dicho nada porque había estado tratando de comprender él mismo sus sentimientos por el mayor y, como una persona bastante analítica, había decidido esperar un poco para estar completamente seguro de que sentía por el mayor algo parecido a lo que éste sentía por él… pero ya que JungMo había sacado el tema, no había más remedio, tenía que llegar a su conclusión final.

 

            —Lo sé desde las navidades pasadas —le respondió, provocando que la cara de JungMo fuera un poema—. Apareciste en mi habitación después de haber estado bebiendo con tus compañeros de clase, borracho, me pediste que si te hacía hueco en la cama porque el ascensor estaba estropeado y no querías subir más escaleras hasta tu habitación y te quedaste dormido abrazado a mí diciendo que me querías —le contó. Los ojos de JungMo casi se le salieron de sus cuencas al escucharlo decir aquello y abrió su boca como si quisiera replicarle algo, pero antes de que dijera nada, MinHee continuó—. No te había dicho nada porque estaba pensando qué era lo que yo sentía por ti y creo que me lo he pensado más de lo que debía… pero yo también te quiero, JungMo.

 

            La expresión del mayor cambió de la sorpresa a la estupefacción y de la estupefacción a la felicidad absoluta, provocando que la sonrisa de MinHee se ampliara. Inmediatamente, soltó el libro de Sherlock Holmes que tenía en sus manos en la cama y se abalanzó sobre él para darle un abrazo que lo dejó sin respiración.

 

            —Eres un cabrón frío y calculador porque llevas casi un año sabiendo que te quiero y hasta que no te lo he dicho sobrio no has sido capaz de decirme que tú también me quieres pero que sepas que aún siendo así y un puto adicto a los libros que me ha pegado la afición, te quiero —le soltó de sopetón, haciéndolo reír un poco—. No te rías y dime veinte veces que me quieres.

 

            MinHee volvió a reír al escucharlo decir aquello y estuvo tentado a decir alguna frase ñoña de algún libro, pero finalmente decidió que decirle a JungMo que lo quería veinte veces, tal y como se lo había pedido, era muchísimo mejor y lo hizo, provocando que el mayor se aferrara fuertemente a su cuerpo durante toda la tarde y que no se soltara.

 

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