Título: When life doesn’t go according to plan (one bad day)
Autora: Riz Aino
Pareja: ChanHoon (ChiHoon + Chan)
(TOO)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, college, romance,
smut, pwp
Número de
palabras:
1.106 palabras
Resumen: el día de Chan ha sido
horrible y cuando llega a casa lo único que puede pensar es en descargarse
silenciosamente junto a ChiHoon… pero aquel día nada le salía como lo planeaba.
Advertencias: relaciones sexuales
explícitas.
Notas: historia inspirada en
unos hechos reales de una persona conocida a la que no voy a exposear.
Comentario
de autora:
después de algunos fics fluffs en la colección se iba necesitando este cambio
radical. Espero que os guste.
When life doesn’t go according to plan (one bad day)
Era tarde cuando ChanHyuk llegó a
casa después de un muy horrible y largo día. Ni en la facultad ni en el trabajo
le habían salido las cosas bien, todo le había salido al contrario de lo que
había planeado y el día había acabado siendo una verdadera tortura. Estaba
cansado, demasiado cansado, y lo único que quería era meterse en la cama para
dormir unas pocas horas hasta que su despertador volviera a sonar demasiado
temprano a la mañana siguiente. Desde que había comenzado a trabajar a la vez
que estudiaba en la universidad, para poder pagarse los gastos porque sus
padres le habían cortado el grifo, ChanHyuk no daba abasto y muchas veces ni
siquiera podía dormir porque en el trabajo no le había dado tiempo a hacer algo
de lo que tenía que entregar en clases. Aquella noche también tenía cosas que
hacer, pero realmente no podía más, así que, dormiría. Se forzó a ducharse
antes de meterse en la cama porque a la mañana siguiente dormiría todo lo que
pudiera y casi se quedó dormido bajo el agua corriendo de la alcachofa. A duras
penas salió del agua y se secó un poco el pelo, arrastrándose después hasta su
habitación, con las luces apagadas porque conocía aquel apartamento que su
familia le había dado años atrás cuando comenzó la carrera para que pudiera
independizarse como la palma de su mano. Por haber ido con la luz apagada,
ChanHyuk no se dio cuenta de que había alguien en su cama hasta que no llegó
prácticamente hasta ella. El chico se quedó completamente paralizado durante
unos momentos, porque no se lo había esperado, pero después esbozó una pequeña
sonrisa. ChiHoon debía de haber ido esperando pasar un rato con él y se había
quedado a dormir. Habían pasado algunas semanas desde que no habían podido
verse más que una media hora en el almuerzo y seguro que ChiHoon lo echaba
tanto de menos como ChanHyuk lo echaba de menos a él.
Con cuidado de no despertarlo, se metió en la cama junto a él y
se pegó a su espalda para aspirar el reconfortante olor del chico. Lo había
echado mucho de menos y le dolía no poder pasar más tiempo con ChiHoon, pero el
tiempo era algo que en aquellos momentos le escaseaba, sobre todo, cuando los
días se torcían, como se había torcido ese día. ChanHyuk se acomodó en la cama
y cerró sus ojos, queriendo dormir profundamente porque realmente lo
necesitaba, pero en su cabeza no dejaban de dar vueltas todos los horribles
eventos de aquel día y no lo dejaban dormir a pesar de que estaba cansado y
necesitaba dormir para poder recuperarse un poco y poder echar el día siguiente
sin percances. Era completamente injusto que el día que más quisiera dormir
menos pudiera hacerlo, pero al final, después de más de una hora, ChanHyuk
seguía con los ojos abiertos como un búho y al final no pudo evitar pensar que
lo único que lo relajaría lo suficiente como para que le entrara sueño sería
masturbarse, llegar al orgasmo y dormirse con todo su cuerpo completamente
laxo.
Nunca se había masturbado con nadie
en su cama, durmiendo al lado. Si se había tocado con alguien en la cama había
sido porque había estado teniendo sexo con la otra persona y había formado
parte de aquel encuentro en particular, pero nunca había hecho algo como
aquello. No obstante, ChanHyuk metió su mano por sus pantalones del pijama y
comenzó a tocarse, tratando de mantener a raya su voz para que ésta no
despertara a ChiHoon. Apretó sus dientes para no dejar escapar ningún sonido
mientras se tocaba, pero no podía evitar exhalar el aire por su nariz de forma
quizás algo más fuerte de lo normal… y quizás fue aquello lo que hizo que al final
ChiHoon acabara despertándose y girándose hacia él.
—No hace falta que contengas tu voz
—susurró el chico, dándole un corto beso en los labios—. Me gusta escucharte
gemir.
—ChiHoon… —no pudo evitar jadear—.
Lo siento… te he despertado.
—En realidad hace un rato que me he
despertado… —respondió, siendo sincero en la oscuridad de la habitación—, pero
quería ver qué hacías… y he acabado poniéndome duro yo también al escucharte.
ChanHyuk no pudo evitar sonreír y
después se acercó más al cuerpo de ChiHoon para meter su mano derecha en los
pantalones del pijama del chico, tocando su miembro, encontrándolo medio
erecto. ChiHoon hizo lo mismo con él, tocando con sus pequeñas y frías manos su
miembro, provocando que un pequeño gemido escapase de sus labios. Había
necesitado demasiado que el otro lo tocase, no sabía cuánto lo había necesitado
hasta ese momento, pero realmente, en sus manos, podía relajarse por completo y
sentirse totalmente feliz sin que nada de lo que le pasase en el día le
molestara en lo más mínimo. Su mente, por fin pudo dejar de pensar en lo
horrible que había sido su día y solo se centró en sentir su placer y en hacer
sentir a ChiHoon el mismo placer que él estaba sintiendo en aquellos momentos.
Ambos se tocaron, se tocaron hasta que finalmente acabaron corriéndose en la
mano del otro, provocando que al final el cuerpo y la mente de ChanHyuk
acabaron relajándose.
—Gracias… —murmuró ChanHyuk, sintiendo cómo el sueño comenzaba
a vencerlo poco a poco.
Medio dormido, apenas fue consciente
de que ChiHoon los limpió a ambos y luego se tumbó abrazándose fuertemente a su
cuerpo. No fue consciente tampoco de si el chico le contestó a su
agradecimiento, pero en esos momentos no era lo más importante. Lo más importante
era que ChiHoon estaba allí a su lado cuando más lo necesitaba y había
convertido con su presencia y con sus manos, un día horrible en el que nada le
había salido como lo había planeado, en un buen día.
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