domingo, 10 de abril de 2022

[One Shot] Yours only {JunRie}

Título: Yours only

Autora: Riz Aino

Pareja: JunRie (Rie + JunJi) (OnlyOneOf)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, romance, fluff

Número de palabras: 1.154 palabras

Resumen: Sungho llega a casa tras una intensa jornada de trabajo y encuentra sobre su cama aquello que hace que tenga fuerzas para seguir adelante.

Notas: esta historia iba a formar parte de una colección que estoy preparando, pero después de darle algunas vueltas decidí que era mejor ponerla como un one shot independiente.

Comentario de autora: un día como hoy, pero hace dos años, salía el audio oficial de la cover de money que hizo OnlyOneOf y eso se merecía una bonita celebración. Espero que os guste.

 


            Sungho estaba completamente agotado cuando llegó a casa y soltó sus cosas en la entrada, colgando su chaqueta en el perchero y dejando su mochila en el suelo, sacándose los zapatos con pereza y un suspiro profundo por el dolor de sus músculos al agacharse para colocarlos bien. La noche en el trabajo había sido demasiado larga y demasiado intensa y lo único que quería era tirarse sobre la cama para no volver a levantarse en al menos cuatro meses. En ocasiones, el chico quería ser un oso para poder hibernar y así evadir sus obligaciones durante algunos meses al año, simplemente dedicándose a dormir y descansar, pero como era un ser humano y, además, tenía que ganar dinero para poder seguir viviendo, al final lo único que podía hacer era trabajar en los peores turnos para que así, al menos, le pagaran un poco más. Arrastrando los pies se dirigió al interior del pequeño apartamento en un semisótano en el que vivía y en la cocina se echó un vaso de agua, bebiéndoselo en apenas unos segundos antes de volver a arrastrarse hasta su habitación. Cualquier otro día se habría duchado antes de meterse en la cama, pero aquel día estaba tan agotado, que lo único que quería era echarse a dormir, y de todas formas le tocaba lavar las sábanas, así que, no le iba a suponer mucho problema simplemente tirarse sobre la cama, hundiéndose en el colchón. No obstante, aunque su intención había sido esa, cuando llegó a su habitación, se dio cuenta de que no le iba a ser posible, pero aún así, una sonrisa se extendió por su rostro al ver la estampa que tenía ante él, sobre su cama.

 

            Su novio, Junhyung, se encontraba tumbado sobre su cama, con su rostro medio hundido en su almohada, su pelo largo desparramándose sobre ésta y sobre su ancha y desnuda espalda, su cuerpo solo cubierto hasta la cintura por las sábanas, sus piernas enredadas en ellas y, junto a él, Junji, el gato de color pardo que había adoptado tan solo unos meses atrás, enroscado cerca del cuerpo de Junhyung, compartiendo con él su calor. La noche había sido demasiado larga y el cansancio en sus músculos era demasiado fuerte e intenso, pero tras ver aquello, Sungho se sintió muchísimo mejor, como si las fuerzas que lo habían abandonado hubieran vuelto a su cuerpo de nuevo, y también se sintió realmente afortunado por poder tener a ambos para él, allí, animándolo a seguir adelante tan solo con su mera presencia, sobre todo, porque hacía un par de semanas que no veía a Junhyung, el chico demasiado enfocado en sus exámenes de la universidad, estudiando a todas horas, sin tener tiempo para poder hacer nada más.

 

            Sungho se quedó en el umbral de la puerta, observándolos a ambos con la escasa y débil luz del amanecer que entraba por la ventana durante unos momentos, con aquella imborrable sonrisa en su cara. Le daba pena despertar a alguno de los dos, pero tenía mucho sueño y tenía que dormir, por lo que, con cuidado, se acercó a la cama y después se agachó a la altura de ésta, rozando con sus dedos delicadamente el hombro desnudo de Junhyung, dándole un pequeño zarandeo. El chico murmuró algo, todavía dormido y giró su rostro hacia él, pero no abrió los ojos. Sungho sonrió y le dio otro leve zarandeo en el mismo lugar haciendo que, en esa ocasión, el chico abriera levemente sus ojos, una pequeña rendija simplemente, pero que fue suficiente para él.

 

            —Junhyung —murmuró—. Hazme un poco de hueco.

            —¿Hyung? —preguntó el chico, probablemente mucho más dormido que despierto.

            —Hmmm… soy yo —dijo.

 

            El cerebro de Junhyung pareció comenzar a hacer conexiones, sus ojos se abrieron un poco más y una sonrisa todavía adormilada apareció en su rostro antes de ponerse de costado, abriendo sus brazos para él. Sungho no pudo evitar que una sonrisa se instalara en sus labios y después simplemente se quitó la ropa que llevaba, dejándola tirada por el suelo, y quedándose solo con sus calzoncillos puestos antes de meterse en la cama con cuidado, pegándose al cuerpo de Junhyung, que lo estrechó con fuerza entre sus brazos y hundió su nariz en su cuello, dejando un corto beso en el lugar que provocó un escalofrío que recorrió toda la columna vertebral de Sungho.

 

            —Hyung… —murmuró el chico, todavía con su rostro hundido en su cuello, su respiración caliente rozando contra su piel—. Te echaba mucho de menos.

 

            Sungho aprovechó que la frente de su chico se encontraba a la altura de sus labios para dejar un beso sobre esta y abrazar el cuerpo de Junhyung. Él también lo había echado muchísimo de menos y se alegraba de tenerlo allí con él, se alegraba de que el chico hubiera decidido ir a su casa y esperarlo, aquel recibimiento había hecho que todo el cansancio y el estrés del trabajo se diluyera y se convirtiera en un sentimiento cálido, aunque siguiera agotado, al menos tener a Junhyung entre sus brazos, lo ayudaba.

 

            —Yo también te he echado mucho de menos —le respondió—. ¿Te han ido bien los exámenes? —preguntó. Junhyung no contestó de viva voz, solo movió su cabeza de forma afirmativa, rozando su nariz contra su cuello—. Me alegra mucho… ahora a descansar.

 

            Junhyung volvió a asentir y, unos momentos después, Sungho sintió cómo la respiración del chico se volvía mucho más lenta, profunda y regular, lo que le indicó que se acababa de quedar dormido de nuevo. Sungho esbozó otra sonrisa y después comenzó a acariciar suavemente la cabeza de Junhyung, enredando sus dedos en su largo pelo, simplemente disfrutando del calor de su cuerpo pegado al suyo y de la cálida sensación que éste le hacía sentir expandiéndose desde su corazón por todo su cuerpo, cerrando sus ojos y dejándose llevar por el sueño que, con Junhyung en sus brazos, estaba seguro de que éste iba a ser reparador, porque solo el chico lograba aquello en él, solo Junhyung hacía que Sungho se sintiera de esa forma, cálido, feliz, amado… y Sungho esperaba poder sentirse de esa misma manera durante muchísimo tiempo, con él a su lado, siendo siempre suyo.

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