domingo, 3 de abril de 2022

[One Shot] History of KINGDOM: In the wrong place {LouWoo}

Título: In the wrong place

Autora: Riz Aino

Pareja: LouWoo (Louis + ChiWoo) (KINGDOM)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, college, romance, fluff, humor

Número de palabras: 1.221 palabras

Resumen: SeungJun estaba en el lugar equivocado y en el momento menos oportuno cuando conoció a DongSik.

Advertencias: mención a ingesta abundante de alcohol.

Notas: estuve escuchando Clap de TEEN TOP en bucle mientras escribía esto, algo bastante aleatorio porque no tiene nada que ver con las vibras del fic, pero me ayudó a sacarlo adelante.

Comentario de autora: y esta fue la primera idea que tuve para la colección y la que acabé dejando para el final porque se me atragantó bastante y no sabía cómo estructurar lo que había planeado. Espero que os guste.

In the wrong place

 

            SeungJun no tenía que estar allí, él tenía que estar volviendo a casa a esas horas para que sus padres no se preocuparan porque se le había acabado la batería del móvil y no había podido avisarlos de que sus sunbaes de la facultad prácticamente lo habían secuestrado para que fuera con ellos a un bar a cenar y a beber. A aquellas horas normalmente estaría cogiendo el autobús de vuelta a casa, pero aquel día se encontraba frente a las puertas de un bar, tratando de zafarse del agarre de SeungBo, que lo tenía cogido por los hombros mientras le decía que se lo iban a pasar genial esa noche, conociendo a gente que podían ser sus amigos por el resto de sus años en la facultad. Obviamente a SeungJun no le parecía una cosa tan atractiva como lo era para SeungBo, pero no se había podido librar antes y no se pudo librar en aquellos momentos, siendo arrastrado al interior del local por el mayor y acabando sentado entre SeungBo y YunHo, que ya estando sobrios eran un poco insoportables y cargantes, por lo que no podía imaginarse cómo podían ser borrachos y la verdad era que no tenía tampoco muchas ganas de averiguarlo.

 

            —¿Alguien tiene un cargador? —preguntó, al darse cuenta de que al menos junto al asiento había un par de enchufes donde podría poner a cargar su móvil y usar de excusa los mensajes de su familia para salir de allí cagando leches—. Me he quedado antes sin batería y tengo que avisar a mis padres que no voy a cenar con ellos para que no me esperen.

 

            Sorprendentemente, un chico que se encontraba al otro lado de SeungBo y que a SeungJun no le sonaba, le tendió un cargador con una sonrisa amplia, encantadora y amable que hizo que SeungJun sintiera mariposas revolotear en su estómago. Tomó el cargador tratando de que no se le subieran los colores a la cara, pero no estuvo seguro de si lo consiguió y puso a cargar su teléfono mientras los demás se encargaban de pedir la carne y las bebidas para comenzar con la noche. En cuanto el móvil estuvo lo suficientemente cargado como para poder encenderse, SeungJun lo encendió y les mandó un mensaje a sus padres avisándoles de que sus sunbaes lo habían secuestrado para que cenara con ellos, rezando para que éstos le dijeran que volviera a casa ipso facto, pero el mensaje que recibió de su madre fue bastante desalentador y al final dejó el móvil quieto, cargándose, tratando de olvidar ese “pásatelo bien” seguido de un emoji haciendo un guiño.

 

            La noche avanzó lenta, demasiado lenta para el gusto de SeungJun y su vaso fue llenado con alcohol más veces de las que pudo contar, provocando que, al final, varias horas más tarde, el local comenzara a darle vueltas. Un poco mareado y con demasiado calor, acabó excusándose y tambaleándose por el lugar hasta salir del bar, encontrando el frío de la noche bastante agradable en su piel. Si hubiera estado sobrio, el frío lo habría hecho tiritar, pero estaba demasiado borracho como para eso y solo notaba un agradable alivio. El mundo seguía dándole vueltas allí afuera, pero era mucho menos horrible… o al menos eso fue lo que pensó. Una voz desconocida llamó su nombre y el chico se giró rápidamente hacia la voz, descubriendo en la puerta del local al muchacho de la sonrisa bonita que le había dejado el cargador del móvil al inicio de la noche, preguntándole si se encontraba bien. El mundo volvió a darle vueltas de una forma horrenda y SeungJun se tambaleó hacia delante, sintiendo cómo todo el contenido de su estómago pugnaba por salir. Lo intentó contener, sobre todo porque vio las zapatillas del otro frente a él cuando se dobló por la mitad, pero no pudo hacer nada y acabó vomitando todo lo que había comido y bebido esa noche.

 

            Después de aquello, su memoria se volvió borrosa y SeungJun no supo qué pasó, pero cuando a la mañana siguiente amaneció con un dolor de cabeza horroroso, en una habitación que no era la suya, en una cama que no era la suya y una ropa puesta que no era la que había llevado la noche anterior —al menos iba vestido—, el chico sintió pánico. El pánico le duró poco, tan solo un par de minutos, cuando por la puerta de la habitación apareció el chico de la sonrisa encantadora que había conocido la noche anterior, con un vaso de agua y una pastilla que suponía sería para la resaca, llevando en su rostro la misma sonrisa preciosa que le había mostrado mientras le tendía el cargador del móvil, la misma sonrisa con la que le había preguntado si se encontraba bien antes de vomitarle encima. Aquella memoria apareció en su mente como un recuerdo doloroso y demasiado vergonzoso y acabó agachando la cabeza y tirándose de los pelos por ello.

 

            —Algo me dice que no te encuentras demasiado bien todavía —comentó el chico—. Ten, para la resaca.

 

            SeungJun suspiró y alzó su cabeza, tomando la pastilla y el vaso de agua, bebiéndoselo todo porque tenía la garganta completamente seca.

 

            —Lo siento —murmuró, entregándole el vaso de vuelta, vacío—. No recuerdo lo que pasó después de vomitarte encima… algo que siento profundamente, más que nada porque no nos conocemos y encima lo primero que hago es vomitarte cuando habías sido tan amable de prestarme el cargador, que, por cierto, ¿mi móvil? —preguntó, cayendo en la cuenta de que no lo llevaba con él cuando salió a tomar el aire.

            —En la mesita —respondió el chico, señalando tras él—. Y no tienes que disculparte por nada, estabas muy borracho —se sentó en la cama y le tendió la mano—. Mi nombre es DongSik, soy tu sunbae por un año solo, y como nadie sabía dónde vivías y ya era tarde para molestar a tus padres, decidí traerte a casa, espero que no te haya molestado —SeungJun negó moviendo levemente su cabeza—. Y por lo de no conocernos… me gustaría cambiar eso, si a ti te parece bien también.

 

            La sonrisa preciosa que el otro le dedicó hizo que en el estómago de SeungJun volvieran a revolotear mariposas y no pudo hacer otra cosa más que asentir, encantado por la idea. Le encantaría poder conocer mucho más a DongSik y borrar de su memoria del todo el recuerdo de esa horrible noche con memorias de ellos juntos mucho más agradables.

 

 

 

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