Título: In the wrong place
Autora: Riz Aino
Pareja: LouWoo (Louis + ChiWoo) (KINGDOM)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, college, romance, fluff, humor
Número de palabras: 1.221 palabras
Resumen: SeungJun estaba en el lugar equivocado y en el
momento menos oportuno cuando conoció a DongSik.
Advertencias: mención a ingesta
abundante de alcohol.
Notas: estuve escuchando Clap de TEEN TOP en bucle mientras
escribía esto, algo bastante aleatorio porque no tiene nada que ver con las
vibras del fic, pero me ayudó a sacarlo adelante.
Comentario de autora: y esta fue la primera idea que tuve
para la colección y la que acabé dejando para el final porque se me atragantó
bastante y no sabía cómo estructurar lo que había planeado. Espero que os
guste.
In the
wrong place
SeungJun no tenía que estar allí, él
tenía que estar volviendo a casa a esas horas para que sus padres no se
preocuparan porque se le había acabado la batería del móvil y no había podido
avisarlos de que sus sunbaes de la facultad prácticamente lo habían
secuestrado para que fuera con ellos a un bar a cenar y a beber. A aquellas
horas normalmente estaría cogiendo el autobús de vuelta a casa, pero aquel día
se encontraba frente a las puertas de un bar, tratando de zafarse del agarre de
SeungBo, que lo tenía cogido por los hombros mientras le decía que se lo iban a
pasar genial esa noche, conociendo a gente que podían ser sus amigos por el
resto de sus años en la facultad. Obviamente a SeungJun no le parecía una cosa
tan atractiva como lo era para SeungBo, pero no se había podido librar antes y no
se pudo librar en aquellos momentos, siendo arrastrado al interior del local
por el mayor y acabando sentado entre SeungBo y YunHo, que ya estando sobrios
eran un poco insoportables y cargantes, por lo que no podía imaginarse cómo
podían ser borrachos y la verdad era que no tenía tampoco muchas ganas de
averiguarlo.
—¿Alguien tiene un cargador?
—preguntó, al darse cuenta de que al menos junto al asiento había un par de
enchufes donde podría poner a cargar su móvil y usar de excusa los mensajes de
su familia para salir de allí cagando leches—. Me he quedado antes sin batería
y tengo que avisar a mis padres que no voy a cenar con ellos para que no me
esperen.
Sorprendentemente, un chico que se
encontraba al otro lado de SeungBo y que a SeungJun no le sonaba, le tendió un
cargador con una sonrisa amplia, encantadora y amable que hizo que SeungJun
sintiera mariposas revolotear en su estómago. Tomó el cargador tratando de que
no se le subieran los colores a la cara, pero no estuvo seguro de si lo
consiguió y puso a cargar su teléfono mientras los demás se encargaban de pedir
la carne y las bebidas para comenzar con la noche. En cuanto el móvil estuvo lo
suficientemente cargado como para poder encenderse, SeungJun lo encendió y les
mandó un mensaje a sus padres avisándoles de que sus sunbaes lo habían
secuestrado para que cenara con ellos, rezando para que éstos le dijeran que
volviera a casa ipso facto, pero el mensaje que recibió de su madre fue
bastante desalentador y al final dejó el móvil quieto, cargándose, tratando de
olvidar ese “pásatelo bien” seguido de un emoji haciendo un guiño.
La noche avanzó lenta, demasiado
lenta para el gusto de SeungJun y su vaso fue llenado con alcohol más veces de
las que pudo contar, provocando que, al final, varias horas más tarde, el local
comenzara a darle vueltas. Un poco mareado y con demasiado calor, acabó
excusándose y tambaleándose por el lugar hasta salir del bar, encontrando el
frío de la noche bastante agradable en su piel. Si hubiera estado sobrio, el
frío lo habría hecho tiritar, pero estaba demasiado borracho como para eso y
solo notaba un agradable alivio. El mundo seguía dándole vueltas allí afuera,
pero era mucho menos horrible… o al menos eso fue lo que pensó. Una voz
desconocida llamó su nombre y el chico se giró rápidamente hacia la voz,
descubriendo en la puerta del local al muchacho de la sonrisa bonita que le
había dejado el cargador del móvil al inicio de la noche, preguntándole si se
encontraba bien. El mundo volvió a darle vueltas de una forma horrenda y
SeungJun se tambaleó hacia delante, sintiendo cómo todo el contenido de su
estómago pugnaba por salir. Lo intentó contener, sobre todo porque vio las
zapatillas del otro frente a él cuando se dobló por la mitad, pero no pudo
hacer nada y acabó vomitando todo lo que había comido y bebido esa noche.
Después de aquello, su memoria se
volvió borrosa y SeungJun no supo qué pasó, pero cuando a la mañana siguiente
amaneció con un dolor de cabeza horroroso, en una habitación que no era la
suya, en una cama que no era la suya y una ropa puesta que no era la que había
llevado la noche anterior —al menos iba vestido—, el chico sintió pánico. El
pánico le duró poco, tan solo un par de minutos, cuando por la puerta de la
habitación apareció el chico de la sonrisa encantadora que había conocido la
noche anterior, con un vaso de agua y una pastilla que suponía sería para la
resaca, llevando en su rostro la misma sonrisa preciosa que le había mostrado
mientras le tendía el cargador del móvil, la misma sonrisa con la que le había
preguntado si se encontraba bien antes de vomitarle encima. Aquella memoria
apareció en su mente como un recuerdo doloroso y demasiado vergonzoso y acabó
agachando la cabeza y tirándose de los pelos por ello.
—Algo me dice que no te encuentras
demasiado bien todavía —comentó el chico—. Ten, para la resaca.
SeungJun suspiró y alzó su cabeza,
tomando la pastilla y el vaso de agua, bebiéndoselo todo porque tenía la
garganta completamente seca.
—Lo siento —murmuró, entregándole el
vaso de vuelta, vacío—. No recuerdo lo que pasó después de vomitarte encima…
algo que siento profundamente, más que nada porque no nos conocemos y encima lo
primero que hago es vomitarte cuando habías sido tan amable de prestarme el
cargador, que, por cierto, ¿mi móvil? —preguntó, cayendo en la cuenta de que no
lo llevaba con él cuando salió a tomar el aire.
—En la mesita —respondió el chico,
señalando tras él—. Y no tienes que disculparte por nada, estabas muy borracho
—se sentó en la cama y le tendió la mano—. Mi nombre es DongSik, soy tu sunbae
por un año solo, y como nadie sabía dónde vivías y ya era tarde para molestar a
tus padres, decidí traerte a casa, espero que no te haya molestado —SeungJun
negó moviendo levemente su cabeza—. Y por lo de no conocernos… me gustaría
cambiar eso, si a ti te parece bien también.
La sonrisa preciosa que el otro le
dedicó hizo que en el estómago de SeungJun volvieran a revolotear mariposas y
no pudo hacer otra cosa más que asentir, encantado por la idea. Le encantaría
poder conocer mucho más a DongSik y borrar de su memoria del todo el recuerdo
de esa horrible noche con memorias de ellos juntos mucho más agradables.
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